Ni a quién irle

El Diario, 30 de septiembre de 2010
Luis Javier Valero Flores
Dan pavor las conductas gubernamentales para enfrentar la crisis de seguridad pública. Lo peor es que a pesar de sus ingentes esfuerzos por hacernos creer que unos u otros son los buenos, que los contrarios son los equivocados, esperanzados en que sus dichos sean asimilados por la ciudadanía –y ni siquiera por toda, sólo la que va a votar– y así, por arte de magia, recuperen la credibilidad ciudadana y asuman nuevas posiciones de poder, o mantengan las actuales.

Y esas conductas se convierten en la actuación cotidiana durante las campañas electorales. Pero no sólo.

Días atrás, el chihuahuense designado procurador general de la república, Arturo Chávez Chávez, lanzó una auténtica perla japonesa, dijo que “el arraigo es invaluable para la procuración de justicia”. Para ilustrar lo adecuado de tal medida, afirmó que de enero a agosto de este año se ha aplicado a mil 166 personas, justamente cuando la realidad ¡ –Ah, terca acompañante nuestra, tan descalificadora de nuestros gobernantes – muestra, con la liberación de los funcionarios públicos michoacanos, (acusados en mayo de 2009 de ser participantes del crimen organizado, y de los cuales ya sólo queda preso el alcalde priísta de Múgica, Armando Medina Torres, y cuya liberación es cuestión de días) lo manipulador que es tal instrumento penal.

Primero acusaron a más de tres decenas de funcionarios públicos, estatales y municipales, (entre ellas diez alcaldes, funcionarios estatales, así como la ex secretaria de Seguridad Pública, Citlalli Fernández, y el director de la misma dependencia, Mario Bautista, el procurador del estado, Miguel García Hurtado, y el subprocurador de Morelia, Ignacio Mendoza Jiménez, además de policías ministeriales y municipales) de ser partícipes del crimen organizado, pero en lugar de expedirles las correspondientes órdenes de aprehensión, pidieron que fueran arraigados ¡para investigar qué delitos habían cometido luego les fincaron cargos y ahora debieron liberarlos al no poder demostrarles la comisión de delito alguno y que distintas instancias judiciales determinaran la inocencia de todos los detenidos ¡Ah, pero cómo le sirvió al panismo tal hecho, coincidentemente a unas cuantas semanas de las elecciones locales en esa entidad

Si fuera un solo caso, podría entenderse la defensa efectuada por el procurador de tal figura jurídica ante el Senado de la República, con motivo del análisis del Cuarto Informe de Felipe Calderón, en la cual sostuvo que tal “medida cautelar da oportunidad para encontrar más elementos de prueba para consignar a los presuntos delincuentes”.

¡Ojalá fueran ciertas tales frases ¡Ojalá tuvieran congruencia con la realidad

Pero la realidad vuelve por sus fueros invariablemente. A pesar del gigantesco escándalo mediático desatado con motivo de la detención de Édgar Valdez Villarreal, al que le adjudican el sobrenombre de “La Barbie”, con todo y el montaje escenográfico de otorgarle al duopolio televisivo entrevistas exclusivas, dosificadas, grotescamente manipuladas, resultó que no fue detenido, sólo fue arraigado para investigarlo y encontrar las evidencias de sus multicitados ilícitos.

El colmo sucedió el martes pues Valdez Villarreal, haciendo uso de sus derechos, se negó a declarar ante el agente del Ministerio Público Federal pues, aseveró, “ya dije todo” y que él ya había dicho “todo lo que querían que dijera”. Ahora resulta que las declaraciones las efectuó en las instalaciones de la Policía Federal, ante miembros de esa agrupación, de la DEA –la dependencia norteamericana dedicada al combate del tráfico de estupefacientes– y de agentes de la policía colombiana, pero que no son válidas para procesarlo pues desde el punto de vista legal sólo lo serían las efectuadas ante un agente del MP, un juez y acompañado de su abogado.

Pero de afirmaciones, hechos y declaraciones escandalosas los chihuahuenses también podemos presumir. A raíz del asalto al C-4, la Secretaría de Seguridad Pública emitió un boletín informativo que es todo un monumento de la comunicación social.

Para enviar un mensaje tranquilizador a la sociedad chihuahuense, dada la magnitud de la vulneración de la seguridad pública, el boletín dice que “La Secretaría de Seguridad Pública Estatal, aclara que aún con el faltante de las armas de fuego sustraídas, no se descuidará la seguridad hacia la ciudadanía toda vez que se cuenta con el equipo suficiente para continuar brindando la protección a la comunidad”.

Ajá…