jueves, 29 de octubre de 2015

Retrato emblemático

El Diario, 29 de octubre de 2015
Luis Javier Valero Flores
Pocas veces un caso puede ilustrar tan nítidamente al todo. Tal premisa aplica, evidentemente, a la clase política. No todos sus integrantes “gozan” de estas características, pero de que se les puede aplicar como clase -aunque al Profe Isaías Orozco no le gusta tal clasificación, y tiene razón, aunque para ilustrar es muy útil-, como casta o como una capa social, por supuesto, sí.
Lo que los une, con sus excepciones, claro está, es la ambición por ocupar un lugar en los puestos del poder, con todas las ventajas que implica, empezando, pero por supuesto, con los ingresos económicos.
No falla, cada que se le pregunta a uno de ellos a cuánto ascienden sus ingresos como servidores públicos, alegan no saberlo o, en el mejor de los casos, dan una cifra aproximada…
Y si se les pide que hagan públicas sus declaraciones patrimoniales, voltean a ver al preguntón como si fuera de otro planeta.
Bueno, pues el martes la diputada local perredista, Hortensia Aragón, pidió una nueva licencia, por 99 días, para separarse de su cargo, a fin de continuar en su desempeño ¡Como diputada federal!
Como es natural, la diputación del PAN se opuso ¡Lo sorprendente es que a esa postura se sumó la suplente de Aragón, Mónica Guerrero!
Todavía no se acaba este nuevo episodio de la picaresca nacional, otorgado en esta ocasión por los perredistas. El otro legislador de este partido, Luis Javier Mendoza, argumentó, para apoyar a Hortensia Aragón, que ésta ¡¡¡“no se encuentra ocupando dos cargos de elección popular”!!!
A pesar de las argumentaciones de los diputados panistas, centradas en la violación constitucional, la mayoría parlamentaria votó a favor de la licencia.
No sólo les podemos atribuir una ignorancia supina, a todos los defensores del otorgamiento de la licencia, sino, además, una deleznable, evidente, grosera intención de violentar la ley para beneficiar a alguno de sus pares.
Los textos constitucionales no son solamente claros, son tajantes. El de la Constitución de México dice así: “Artículo 125. Ningún individuo podrá desempeñar a la vez dos cargos federales de elección popular, ni uno de la Federación y otro de un Estado que sean también de elección; pero el nombrado puede elegir entre ambos el que quiera desempeñar”.
A su vez, la Constitución de Chihuahua: “ARTICULO 190. Ningún ciudadano podrá desempeñar ni conservar dos o más cargos de elección popular; pero el electo podrá optar por el que le conviniere entendiéndose renunciado uno con la aceptación del otro”.
¿Y entonces? ¿Ninguno, ya no solamente de los directamente involucrados, sino el total de asesores del Congreso del Estado, los funcionarios de éste encargados de velar por la legalidad de los acuerdos y dictámenes del Poder Legislativo, los diputados y sus coordinadores no lo sabían?
¿La diputada solicitante tampoco lo sabía? ¿De veras?
O, sabiéndolo ¿No les importó?
¡Cuánta ignorancia! O peor aún ¡Cuánta ignominia!
Ni siquiera tenían que votar los diputados locales, bastaba con la notificación de la diputada Aragón de su decisión de por cual cargo de elección popular (A pesar de ser diputada plurinominal, en ambos casos, es de ese origen) para que el Congreso llamara, o confirmara, a la suplente y determinar que ese cargo ya no tendría suplente pues la titular habría optado por la diputación federal.
Bueno, pues el alineamiento con el grupo gobernante sí que paga, hasta el grado de violar flagrantemente la Constitución.
Otro aspecto de tan aberrante asunto es el de la pretendida alianza que podrían concretar el PAN y el PRD, decisión del último Congreso nacional de los perredistas ¿Cómo van a juntarse si en asuntos tan importantes como éste, que implica el apego a la legalidad vigente, tienen conductas tan distintas?
Más aún ¿Cómo podrán acercarse los panistas al PRD, si sus críticas son acerbas hacia quien es la dirigente real del perredismo local?
Y vaya que lo es. La dirigente estatal, Crystal Toval, es su sobrina; la diputada suplente pertenecía, también, a su grupo interno; otra sobrina es la “comisionada electoral” del Comité Nacional, después de desempeñarse como secretaria electoral del Comité Estatal y otra hermana es la consejera nacional del PRD Chihuahua.
¿Es un caso atípico de lo que sucede en el resto del universo de la clase política? De ninguna manera, lo contrario es lo normal… pero es que hay de retratos a retratos.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

lunes, 26 de octubre de 2015

Que pidan licencia todos

MegaRadio 860,  Juárez,  26 de octubre de 2015
Luis Javier Valero Flores
En la primera conferencia de prensa, ofrecida por el Gobernador del Estado, César Duarte, que otorgó luego de la segunda cirugía a la que se le sometió a consecuencia del accidente en el helicóptero, con una convocatoria extrañamente restringida de los reporteros invitados, abordó, en un tono picaresco que arrancó las risas de sus interlocutores, algunos de los aspectos relacionados con la sucesión gubernamental que debieran formar parte de la discusión, no sólo de la clase política y sus partidos, sino del conjunto de la sociedad y que versan, también, sobre el papel de los medios de la comunicación y su relación con el poder.
No son asuntos menores.
El gobernador señaló que los funcionarios estatales que deseen contender en las elecciones del 2016 deben dejar sus cargos. Que los aspirantes deben esperar a enero, cuando se abra el registro y a que “en los primeros días de febrero se defina quién será el candidato o candidata”. (Nota de  Orlando Chávez, El Diario Chihuahua, 19/X/15).
Si bien la información aparecida fue extremadamente escueta, se puede colegir que el tema de la postulación del candidato de su partido acaparó la mayor parte de su atención y de los entrevistadores a tal grado que cuando se refiere a los aspirantes no se refiere al total de ellos, sino solamente a los de su partido.
En ese sentido, llega, incluso, al grado de precisar fechas de lanzamiento de la convocatoria del PRI para designar a su candidato de tal manera, dijo, que “el que se pare de manos no hace más que pararse de manos”, expresaría, en el giro  usado para imprimirle a sus expresiones.
Cosa semejante haría en el otro aspecto que más concita la atención, el de las condiciones de equidad en la contienda, algo que han reclamado Víctor Valencia de los Santos, Lilia Merodio y Marco Adán Quezada: “Si quieren piso parejo que se lo pidan a los albañiles, yo no pongo pisos”.
Y en el lenguaje críptico usado por la clase política, criticó a algunos por haber perdido “la brújula, porque los tiempos y la dinámica que hemos visto es diferente a la de hace seis años”.
Bueno, pues el problema que padecemos es que prácticamente todos los aspirantes priistas han resuelto aprovechar estos momentos y desplegar una intensa actividad, lo que se les agradece pues nos ofrecerá la oportunidad de apreciar, de mejor manera, su entramado mental, sus proyectos, sus concepciones acerca de muchos aspectos, y no sólo los derivados de los discursos, sino, fundamentalmente, de su actividad política, concebida esta no solamente por su paso por las dependencias, cargos, encomiendas, sino, también, en el modo en que buscan, por ejemplo, agenciarse las simpatías del electorado.
La objeción estriba en que casi todos lo hacen utilizando los recursos generados por el desempeño de sus cargos públicos y ahí es en donde cae en terreno fértil lo dicho por el mandatario.
Nos la deben fundamentalmente los priistas a los chihuahuenses; y no solamente los priistas. Si hablan de que son tiempos modernos, con políticos modernos, de última generación ¿Porqué actúan igual que en el pasado?
¿Porqué no piden licencia a sus cargos, todos?
La lista es larga: Las senadoras Graciela Ortiz y Lilia Merodio; los diputados  federales Juan Blanco, Gustavo Madero y Javier Corral; los alcaldes Javier Garfio (Chihuahua), Enrique Serrano (Juárez), Heliodoro Juárez (Cuauhtémoc) y Jaime Beltrán (Delicias); y los funcionarios Víctor Silva (Sedeso federal) y Héctor Murguía (Gobierno de Chihuahua).
Podrán argüir sus defensores. Dirán que en otros países los aspirantes no se separan de sus cargos gubernamentales.
Tienen razón, la diferencia está en que aquí hasta el último centavo y el último de los recursos gubernamentales, puestos bajo su custodia o ejercicio, es utilizado en las actividades proselitistas.

Cambiar, sobre todo para los priistas, implica dejar atrás su pasada, y muy pesada, herencia patrimonialista.

domingo, 25 de octubre de 2015

Tortura, flagelo presente

El Diario, 25 de octubre de 2015
Luis Javier Valero Flores
“Al parecer eran agentes de la policía… pero eran vehículos sin identificación ni logos y dos hombres me ordenaron que bajara del carro, me quitaron a mi hijo, me hincaron en la carretera y me dijeron que a ellos no les importaba si lo desaparecían… que me iban a encuerar y si les daba gana me iban a meter un palo por la cola… me llevaron al carro y me aventaron golpeándome el labio contra la puerta del carro… yo les dije que por favor a mi hijo no le hicieran daño, entonces me subieron a una troca donde me pusieron una bolsa de plástico tapándome la cabeza, impidiéndome respirar y me dijeron que me iban a matar… 
… me llevaron a un lugar ya en la ciudad de Chihuahua, me apretaron las esposas estando tirada en el suelo boca arriba, me pusieron un trapo húmedo, tapándome la cara, sujetándolo hacia atrás vaciando agua sobre el trapo, asfixiándome, un hombre se subió en mis piernas para que no me moviera y otros dos hombres comenzaron a golpear en varias partes del cuerpo dándome patadas, me agarraron los pechos y me los retorcían… me golpeaban con los puños en las costillas y en el estómago, todo el tiempo permanecí esposada, uno de ellos me golpeó con la cacha de la pistola en la cabeza…. al rato llevaron a otras personas a quienes también los comenzaron a golpear, yo los escuchaba… 
… yo estaba tirada en el suelo entonces me dieron patadas y me pusieron otra vez un trapo en la cara y le echaron agua, me dijeron: ‘Tú vas a decir lo que nosotros te digamos”: Víctima sometida a tortura por elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) en testimonio asentado en la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), la que señala, en sus partes medulares que “… En base a las indagatorias, este organismo concluyó que existen evidencias suficientes para presumir la probable violación al derecho a la integridad y seguridad personal, en la modalidad de tortura…”. (Nota de Antonio Hernández, Entre Líneas, 26/VIII/15).
¿Hecho del pasado remoto?
No, del presente doloroso.
Uno de los grandes objetivos del nuevo sistema de justicia penal era desterrar la aplicación de la tortura para obtener culpables a como diera lugar.
Modificaron el articulado, mediante una reforma dictada por la premura de presentar resultados positivos en medio de la ola de sangre, en la que se aceptó, nuevamente, como evidencia la declaración de los detenidos (imputados, en el nuevo léxico judicial) rendida ante cualquier otra autoridad, a diferencia de la original que obligaba a aceptar como válida, sólo, la declaración rendida ante juez.
La cambiaron y reabrieron la fabricación de los chivos expiatorios en Chihuahua.
Y ahí están, otra vez, las denuncias de tortura incrementándose paulatinamente. Era un asunto casi erradicado en nuestra entidad. Ya no.
Las evidencias de tal crecimiento las tenemos a la mano. 
Aumenta el número de acusados absueltos por los jueces debido, fundamentalmente, a dos razones: A que alegan la aplicación de tortura para obtener declaraciones autoinculpatorias y a que en esos casos (y en muchos más) la única evidencia que aportan los fiscales es, precisamente, esa declaración.
Por desgracia no somos una isla en el país, por el contrario, es una tragedia que se extiende.
El caso de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa se ha convertido en el detonante de tal descalificación. A lo aberrante de la desaparición se suma el hecho de que el Grupo de Expertos de la CIDH constató que los detenidos, acusados de participar en tales hechos, fueron torturados.
El pasado 6 de octubre decenas de organizaciones nacionales afirmaron: “Entre 2014 y 2015 el Comité contra la Desaparición Forzada encontró que México vive una situación de desapariciones generalizadas en gran parte de su territorio; el relator sobre tortura concluyó que ésta es una práctica generalizada; y el relator sobre ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias o sumarias observó que la impunidad por los homicidios es generalizada. En años recientes el relator para la libertad de expresión identificó a México como el país con más agresiones contra periodistas de América Latina”.
Preocupa.
Pero si los casos ocurridos en el resto del país concitan preocupación y duelo, lo que está pasando en nuestros lares no es menor.
Llegan, algunos casos, a verdaderos extremos irrisorios.
Ya no es extraño que algún detenido alegue haber recibido tortura por parte de los elementos policiacos -destacan, en los reportes, los elementos de la Policía Estatal Única División de Investigación por acaparar el 90% de las denuncias por tortura-, pero el caso que se ha convertido en emblemático es el del bombero voluntario, Luis Antonio Holguín Martínez, acusado de participar en un multihomicidio. 
El 12 de octubre fue presentado ante los medios como quien supuestamente avisó a “Los Aztecas” de que en casa de unos familiares se encontraban los “contras del Valle”.
Fue exonerado por un juez de Garantía al determinar la inexistencia de elementos que lo incriminaran como cómplice de la masacre ocurrida en febrero pasado.
La paradoja. Al salir de la cárcel se fue de la ciudad pues fue llamado por las fuerzas básicas del equipo de futbol, Cruz Azul.
¿Y  el otro caso? El del joven trabajador de una desponchadora, acusado de participar en el asesinato de un jefe policiaco, quien presentó un video del día de los hechos, en el que se le aprecia trabajando al momento en que se supone participaba en el crimen, prueba rechazada por el juez, a pesar de que fue acompañada de las declaraciones de sus compañeros de trabajo y su patrón, sólo porque al joven lo incriminaba uno de los presuntos asesinos
Lo peor es que se dan estas prácticas casi frente a nuestros ojos y no hay protestas.
¿Cuántas veces el lector ha observado fotografías de personas, en cualquiera de los medios de comunicación, presentadas como responsables de la comisión de algún delito y en sus rostros se aprecian huellas de violencia?
¿Porqué son presentados ante los medios de comunicación sin su anuencia? Ninguna persona debería ser fotografiada y difundida su imagen como la presunta responsable de un hecho delictivo, a menos que lo hubiese, expresamente y por escrito, autorizado.
Luego, con una pasmosa frecuencia, el boletín de prensa de la FGE nos dice que el presunto (s) declaró haber cometido tal y cual delito, en compañía de otros en tales circunstancias.
¿Quién, en sus cinco sentidos, por motu propio, declara haber cometido la infinidad de delitos que diariamente nos dicen cometieron los de las fotos en los medios?
La explicación es una sola: Tortura.
Por desgracia, los casos aumentan, casi exponencialmente.
Dos hombres fueron acusados de de asesinar a una mujer reportada como desaparecida y cuyo cadáver fue localizado, encobijado.
Denunciaron ante el juez haber sido torturados y el juez ordenó la instrumentación del protocolo de Estambul (para determinar si un detenido fue torturado o no) por parte de la ¡Procuraduría General de la República (PGR)!
Ambos mostraron, en la audiencia con el juez, las huellas inequívocas de la tortura.
Otra revelación del infierno a que son sometidos: “Utilizaron un aromatizante en spray, me chorrearon todo el cuello, las orejas, los brazos y le prendieron lumbre y empecé a encenderme y lo que hice fue revolcarme en el suelo. Decidí ya no decir nada al abogado defensor, pero cuando prendían la cámara volvía a decir que me estaban torturando”, narró Fernando Jesús Saldierna Villalobos al recordar cómo fue su detención. (Nota de Blanca Elizabeth Carmona, El Diario de Juárez, 23/X/15).
Saldierna fue acusado, junto con otros hombres, de extorsionar a un dentista. Demostraron haber sido torturados y salieron libres al dictar un Tribunal de Juicio Oral el fallo absolutorio.
El relato anterior es sólo pálido reflejo de lo que sufrió: Fractura de la nariz  debido a un golpe con la culeta de un arma larga; le fracturaron varias costillas, además de ponerle la chicharra en genitales y la boca, patearlo y violarlo con una varilla.
La denuncia penal en contra de los policías se presentó en 2009. Ahí está, no ha pasado nada.
Es de tal dimensión el problema que la Comisión de Derechos Humanos Paso del Norte ha documentado más de 125 casos de tortura en los últimos tres años, principalmente cometidos por agentes ministeriales y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
No hay límites. “Los arrestados como presuntos responsables del asesinato del comandante de la Policía Estatal, Jesús Eduardo Alemán Medina, denunciaron ante el tribunal que los policías les vendaron los ojos, les aplicaron el ‘submarino en seco’, que es como le llaman a cuando los asfixian con una bolsa de plástico en la cabeza; les echaron agua por la nariz además de ponerles las esposas muy apretadas para que les corten las muñecas al momento que se resistan a la tortura. (Nota de Blanca Elizabeth Carmona, El Diario de Juárez, 21/X/15).
No sólo en el ámbito nacional aumentan las quejas por tortura, en la entidad se incrementaron exponencialmente durante los primeros cinco años de la administración de César Duarte, al registrarse 197 casos, de los cuales 72 sucedieron hasta septiembre de 2015, según informó José Luis Armendáriz, titular de la CEDH, pues en el sexenio anterior sólo se acreditó un caso; 6 en 2011, en 2012 se presentaron 26, 40 en el 2013 y 53 en 2014. Los primeros nueve meses de 2015 cerraron en 72 quejas, lo que da un total de 197 casos. (Nota de Mariana Primero, Omnia, 3/X/15).
Tales denuncias han motivado la elaboración de 43 recomendaciones ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CEDH) en lo que va de la administración del gobernador César Duarte Jáquez, la mayoría motivadas por actos cometidos por elementos de la Policía Estatal Única, que dirige Pablo Ernesto Rocha Acosta y el grupo antiextorsiones, en tanto que más de 100 policías municipales juarenses están siendo investigados por la CEDH por actos de tortura este año.
¿Nos convertiremos, nuevamente, en la fábrica nacional de chivos expiatorios?
¿No podrán recordar que, de ninguna manera, por esa vía, se abaten los niveles de impunidad?

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jueves, 22 de octubre de 2015

V Informe, el último

Aserto No. 147, octubre 2015
Luis Javier Valero Flores
Obligado por una prescripción médica, el Gobernador César Duarte envió al Secretario de Gobierno, Mario Trevizo, a presentar el V Informe de su gobierno al Congreso del Estado.
El acto masivo, que en la práctica, ante los ojos de la mayoría, es el verdadero informe, deberá esperar a su rehabilitación; si sucede, deberá ser a principios de noviembre, por lo menos.
No estuvo presente, pues, al momento apoteósico de los gobernantes mexicanos, el V Informe, el último en la plenitud del poder, el que sirve para efectuar un balance del total del gobierno, que poco cambiará en el curso del último año, en parte por la designación del candidato de su partido, las elecciones y a que el centro del poder cambiará en junio del próximo año, mes en el que deberá consensuar con el gobernador electo (a) el presupuesto para el año 2017.
No sólo es un gobierno de agudos contrastes, el de Duarte ha sido un gobierno que intentó y realizó cosas destacadísimas, como la de la cobertura completa en la educación media superior y superior, la construcción de una vasta infraestructura de salud, de las carreteras de acceso a las cabeceras municipales y la de dos centenas de establecimientos educativos de educación media superior.
Puede ufanarse de haber resuelto el problema de Pensiones Civiles del Estado; de haber contribuido a la obtención de 792 mil empleos formales, de que el crecimiento económico es el mayor en el país y de haber abatido sensiblemente las cifras de homicidios en lo general, y de ejecuciones en lo particular.
En todos esos aspectos habrá, hay, indudables e innumerables aspectos negativos, o atenuantes del triunfalismo con el que se presentan en estos días a los chihuahuenses a través de los mensajes en los medios de comunicación. 
Una certidumbre deja su gobierno: La de las enormes expectativas al momento de su triunfo electoral y el enorme desencanto en vastas franjas de la población, generado por los numerosos errores y defectos de su forma de ejercer el gobierno.
La deuda pública que heredará a los sucesores es cuantiosa; convenimos en que está dentro de lo manejable para las finanzas estatales, pero su crecimiento es desmesurado, pasó de los poco más de 12 mil millones de pesos en septiembre de 2010, a más de 45 mmdp al cierre de 2015, incluida, en ambos casos, la deuda generada por el Fideicomiso Carretero, casi 4 veces en cinco años.
Es de tal magnitud que ocupa el primer lugar nacional, en proporción al PIB y la población. Aun la de los bonos carreteros tiene un elevado ingrediente: Está pactada a 30 años, esto es, durante ese lapso el gobierno de Chihuahua no podrá acceder al peaje obtenido, sólo a los remanentes, fruto del aumento de usuarios de la red carretera.
Pero si este aspecto le generó serios quebrantos en la calificación ciudadana, el tema de su riqueza personal es aún más criticado por la ciudadanía. 
La denuncia presentada por Jaime García Chávez -no resuelta aún- que lo acusó de haberse enriquecido súbitamente, tanto, que lo puso en la inminencia de convertirse en fuerte accionista de Unión Progreso, socavó seriamente su credibilidad y fortaleció los insistentes rumores de ser comprador casi compulsivo de ranchos ganaderos y huertas nogaleras, así como de farmacias y hoteles.
Luego, su desatino al declarar que “a lo macho” no se había fijado cuando firmó el contrato con la institución crediticia vino a ratificar, ante los ojos de la mayoría de los chihuahuenses, que su riqueza era cuestionable.
Para salir al frente de tales acusaciones, prometió que haría pública su declaración patrimonial, al igual que el Presidente Peña. No lo ha hecho.
Si bien todos los gobernadores priistas gobiernan de manera semejante, especialmente en el poco respeto guardado a la división de poderes, el ballezano burló todos los límites conocidos hasta ahora. 
No hay una sola rendija en este aspecto. La subordinación del Poder Legislativo y del Judicial es total. No hay margen a la duda, menos si se recuerda el episodio mediante el cual se “oxigenó” al Poder Judicial. Varios de sus ahora integrantes sólo tienen como antecedente válido para ser miembros del Pleno, haber sido subordinados o amigos del titular del Poder Ejecutivo.
La subordinación del Poder Legislativo supera todo lo vivido a lo largo de los últimos 20 años en Chihuahua, nunca había sido tan absoluta.
Hasta en el tratamiento a su partido, el PRI, hubo excesos que ofendieron a muchos de sus integrantes. No sólo por el enfrentamiento, a lo largo del sexenio, con el grupo de Los Baeza, que alcanzó su momento culminante con las acusaciones de que Reyes Baeza y Cristian Rodallegas desviaron 3 mmdp, procedentes de partidas federales, al gasto corriente, razón por la que debieran estar en la cárcel, dijo.
Enmarcada, tal declaración, en medio del proceso del Aero Show, que pretende inhabilitar políticamente al más adelantado de los baecistas en la carrera al gobierno, el ex alcalde Marco Adán Quezada.
Quizá otro momento emblemático de su “personal forma de gobernar” fue la designación de las consejeras del Ichitaip. Después de que el Poder Judicial de la Federación le enmendó la plana al Congreso del Estado, por las irregularidades en el proceso de elección, fueron elegidas las mismas candidatas que habían sido impugnadas, entre otras cosas, una de ellas, por haber obtenido el último lugar, reprobatorio, del examen de conocimientos; y la otra, por no haber obtenido calificación superior al 7. Fueron los últimos lugares del examen. A pesar de ello, en dos ocasiones la mayoría congresal votó por ellas, “como dijo el señor gobernador”, diría la diputada priista, Elvira González, sorprendida por el reportero Cesar Ibarra.
Pero en este incidente, y en otros semejantes, por aquello de que no se respetaron las regulaciones, ya sea para designar, o para destituir funcionarios, el Gobierno de Chihuahua y en particular el Congreso, debieron ser reconvenidos seriamente por el Poder Judicial Federal.
Debieron aceptar las resoluciones de éste en la destitución de los jueces del Tribunal Oral que exoneró a Jaime Barraza, supuesto asesino de Ruby Frayre; en la destitución de un magistrado, de unos actuarios de Juárez, la de las consejeras del Ichitaip y el Gobierno de Chihuahua perdió sendos amparos en la construcción del aeropuerto de Creel, en la disputa con los concesionarios del Vive Bus, en la construcción del gasoducto y hasta en la legislación sobre las candidaturas independientes.

Los abucheos
Atrás había quedado la aplastante victoria sobre el panista Carlos Borruel al lograr una ventaja de 16.4% sobre el ex alcalde, el mayor mayor diferencial de votos jamás alcanzado por candidato alguno en la era de la plena competencia electoral.
César Duarte ganó en 59 municipios y no perdió en ninguno de los más poblados de la entidad.
“Quiero pasar a la historia como el gobernador que puso orden en Chihuahua", dijo Duarte en su toma de posesión, ante una concurrencia de más de 50 mil personas. 
Al acto asistieron casi la totalidad de los gobernadores priístas, la dirigencia nacional en pleno, los coordinadores parlamentarios, del Senado y la Cámara de Diputados, infinidad de diputados y senadores, numerosísimos invitados de las agrupaciones afines al PRI. En ese ambiente, predominantemente priísta, los más ovacionados fueron Duarte, el ex gobernador Reyes Baeza y el gobernador mexiquense, el adelantado en la carrera presidencial, Enrique Peña Nieto.
Tres años después, en la ceremonia del Grito de Independencia, una buena parte de la multitud lo abucheaba, después del intento de mover el mausoleo del Gral. Villa y de la remodelación del balcón en Palacio de Gobierno.
Previamente, en varios actos había ocurrido lo mismo. Todo, en medio de la más fuerte oleada de rumores sobre su enriquecimiento, la que jamás pudo ser neutralizada por la publicidad oficial, que adoleció, en el sexenio, de una adecuada política de comunicación social, a pesar de que Article 19 reportó que César Duarte gastó en 4 años 2 mil 125 millones 892 mil pesos en publicidad oficial.
Los rumores le achacaron a Duarte la compra de un sinnúmero de ranchos ganaderos y nogaleros; del más importante de los hoteles capitalinos; amén de las acusaciones de un creciente despilfarro gubernamental y del desmesurado crecimiento de la deuda pública del estado.
Un factor, despreciado por los responsables de la imagen del gobernante, es el hecho de que se percibe un creciente despilfarro en los actos y festejos personales del gobernante.
Luego seguirían los episodios de la fiesta de su cumpleaños, con la participación de varios artistas, encabezados por Juan Gabriel; el “homenaje” a éste, realizado por los gobiernos de Chihuahua y Michoacán.
Las inercias populares estaban echadas a andar. Luego de los primeros incidentes, casi no hubo acto masivo -de los celebrados en la capital del estado- en el que las protestas, el rechazo y los gritos en el que no estuvieran presentes. De ese modo ocurrió en el desfile del 16 de septiembre; en la inauguración del Festival de Chihuahua, en la del festival del Aero Show, un día antes de la tragedia, y luego en varios eventos de noviembre, hasta llegar al acto del encendido del árbol de Navidad del 2013.
Tales muestras de repudio encontraron eco en las mediciones demoscópicas. La encuesta de la empresa Confirme, contratada por El Diario (Juárez) arrojó que los habitantes de esta frontera le otorgaron un bajo 5.3 de calificación. (Nota de la redacción, 1/X/14). 
La aceptación a la forma de gobernar de César Duarte tuvo una caída semejante. En 2011, el 73.5% de los encuestados mostraba acuerdo, en 2012 aumentó al 76.6, para luego bajar en 2013 al 70.7 y caer en 2014 al 52.4%.

La seguridad pública y Marisela
La seguridad pública es, junto a la cobertura educativa y la economía, el tema que más luce el Gobernador Duarte.
Ciertamente, los índices criminales han disminuido sensiblemente, pero la mayoría de ellos no regresa a los niveles previos a la oleada criminal del 2008-2011; la impunidad es enorme, sólo 3 de cada 10 asesinatos se resolvieron en 2013, “Durante este periodo, los tribunales de Garantía únicamente resolvieron la situación jurídica de 136 acusados del delito de homicidio de los 485 que se registraron en la ciudad”, de acuerdo con los datos del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE). (Nota del Staff, Con información de Blanca Elizabeth Carmona, El Diario de Juárez, 19/I/14).
Ocupa lugar central en estas preocupaciones el caso de Marisela Escobedo, asesinada frente al Palacio de Gobierno, en el curso de una protesta por el asesinato de su hija, Ruby Frayre.
“Mátenme frente a Palacio para vergüenza del gobierno”, habría dicho premonitoriamente. Todo, porque realizó lo que todo un aparato de procuración de justicia no pudo -no quiso- efectuar: Ubicar y detener a quien pensaba pudiera ser el responsable del asesinato de su hija. Murió bajo las balas a pesar de la “discreta” protección de la Fiscalía General del Estado.
A raíz del asesinato de Escobedo, los jueces que exoneraron al presunto responsable de la muerte de Ruby Frayre, hija de Marisela, fueron destituidos fast track, en una deplorable demostración de sometimiento de los integrantes del Supremo Tribunal de Justicia a los dictados del titular del Poder Ejecutivo.
Pero la secuela de estos dos asesinatos revelan cuán lejos nos encontramos de la correcta aplicación de la justicia. Todos los relacionados -o casi todos- con ellos han perecido, incluso los dos señalados de ser los autores del crimen.

Las ejecuciones
En el año 2011 Juárez dejó de ser la ciudad más violenta del mundo y pasó al lugar 19. Sin embargo, en el mismo año, Parral se ubicó en el lugar 32. Juárez pasó de una tasa de 229 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en 2010, a 56 en 2012, según informó José Antonio Sánchez Ortega. (Nota de Martha Elba Figueroa, El Diario, 7/II/13).
Juárez había ocupado el primer lugar en 2008, 2009 y 2010. En tanto, la ciudad de Chihuahua presentó una tasa de 43.49 homicidios por cada cien mil habitantes, al ocurrir 367 homicidios durante el año 2012.
Significa, de acuerdo con estas cifras, que la tasa de homicidios pasó de 123 por cada 100 mil habitantes, en 2011, a 61 en 2012.
Tales cifras esconden, a su vez, el infanticidio: 120 de las víctimas tenían de cero a 10 años y 2 mil 105 contaban entre 11 a 20 años de edad.
El total de homicidios asciende, en el período 2008-2011, a 16 mil 980, pero de ellos “sólo” 9 mil 976 son del móvil de delincuencia organizada, es decir, que a pesar de no estar en guerra, los chihuahuenses no involucrados en ella, asesinaron a 7 mil 4 personas.
Además, son de llamar la atención las cifras de los asesinatos de mujeres. Las relacionadas con la delincuencia organizada ascienden, en el período 2008-2011 a 761, pero el total de mujeres asesinadas asciende a 1,238, casi medio millar (477) que, por lo menos en las estadísticas oficiales, no estaban relacionadas con la disputa de los cárteles de las drogas, lo que eleva infinitamente la tasa de feminicidios en el estado, a niveles que ni siquiera en la peor de las rachas habíamos tenido.
Pero esas son las cifras de la oleada violenta, los homicidios disminuyeron a niveles superiores a los del 2007, pero inferiores a los del 2008; además, en el mes de septiembre de este año, por primera vez se presentaron menos homicidios -en un mes- que desde antes del 2007, con graves episodios, sobre todo en los municipios serranos; hechos que nos recuerdan, una y otra vez, la ubicación geográfica de la entidad en el mapa del tráfico de drogas, hecho que no puede ser soslayado.
Falta comprobar que las cifras a la baja obedezcan al conjunto de acciones gubernamentales, o se deban a la dinámica de quienes se disputan el territorio para traficar estupefacientes.
A lo largo del sexenio, el Gobernador Duarte insistió en que su administración fue la responsable de la recuperación de la seguridad pública, base para ofrecerle la confianza y certidumbres necesarias a los inversionistas.
Sin embargo, en un trabajo publicado en noviembre de 2012, con numerosas fuentes pudimos sustentar que, por lo menos, existen elementos para dudar de tal afirmación.
El artículo de marras, intitulado “¿La operación limpieza ya terminó en Chihuahua?” lo reproducimos en esta misma edición. En él se recogen diversas informaciones proporcionadas por WikiLeaks sobre comentarios internos de la agencia Stratfor.
Ciertamente, algunas acciones gubernamentales del ámbito local tienen un impacto directo, y otro indirecto, en la disminución de tales índices; acciones como la de la cobertura total en la educación, los diversos programas sociales y la construcción de infraestructura deportiva y social; el fortalecimiento del grupo antisecuestros, la mejoría en las acciones de inteligencia en el combate a la extorsión, a los grupos de asaltantes a los comercios, los de los robos de vehículos, etc., pero, salvo las estrictamente de combate a los grupos delincuenciales del orden común, las otras tienen un efecto mediato y/o de muy largo plazo, y que no necesariamente se reflejan en la disminución de muchos de los delitos, pues ninguna de ellas tiene un efecto inmediato en la comisión de los delitos relacionados con el tráfico de drogas y menos cuando la disminución es tan abrupta.
La inseguridad en la sierra y los feminicidios
¿Qué hicieron los gobiernos de los últimos años ante la desaparición de las policías municipales y el crecimiento de la inseguridad en la sierra, cosa que no amainó, al contrario, los eventos siguen repitiéndose cotidianamente?
Poca cosa. Mandar a pequeños grupos de elementos de la desaparecida Cipol, o de la Policía Única Acreditable y unos cuantos destacamentos militares cada que ocurre un hecho conmocionador, pero ninguna política permanente, efectiva para cambiar la realidad de la sierra.
En Julio del 2013 se decía “Según el recuento efectuado por el diario Reforma (24/VII/13), en los últimos dos meses han sido ejecutadas más de 40 personas en La Tarahumara”. La nota hace un recuento de los ejecutados, según la información ofrecida por la FGE, en los municipios de Guadalupe y Calvo, Madera, Balleza, Bocoyna y Moris, 41 en total.
Peor fue el tema de los cadáveres de mujeres que se acumularon en el Semefo de Juárez. Duraron años ahí antes de ser entregados a sus familiares que incansables las buscaron.
Fue tan insultante el tratamiento que obligaron al Gobernador Duarte y al alcalde Héctor Murguía a sostener un doloroso y ríspido encuentro en la vía pública, luego de la realización de “La Caminata por la Vida y Justicia”, efectuada entre Juárez y Chihuahua.
Eran dantescas las peticiones: La entrega inmediata de los restos óseos humanos que existen en el Semefo de Ciudad Juárez; respuestas claras y específicas ante expertos en la materia a las madres que han solicitado la segunda opinión del dictamen de ADN que lleve a la certeza de la identificación genética hecha por el Estado de Chihuahua y respuestas a sus cuestionamientos.
Por otra parte, a pesar de que mas de 70 abogados fueron asesinados entre 2008 a 2015, los organismos de abogados que reclaman tal masacre aún están a la espera de ser recibidos por el mandatario.
Además, durante el sexenio se puso en marcha una verdadera contrarreforma en materia penal al desaparecer los tribunales orales colegiados  para convertirlos en Tribunales unitarios, así como el de ofrecer diversas entradas a las declaraciones no obtenidas ante la autoridad correspondiente. En el primer asunto, la argumentación de los hoy magistrados, Jorge Ramírez y Gabriel Sepúlveda, entonces legisladores priistas, muy cercanos al gobernador Duarte, fue que de esa manera se recuperaba la tradición de contar con un solo juez en los juicios.


La economía
Desde el punto de vista económico, dos son los hechos que presumen quienes gobiernan Chihuahua: La obtención de más de 100 mil empleos en el gobierno actual y, como producto de lo anterior, que Chihuahua se colocara como la entidad lideresa en el abatimiento del empleo informal.
Se trata, sin duda, de buenas noticias pero que evidencian, por otro lado, el agotamiento de un modelo que nos llevó, entre otros factores, a la situación por la que atravesamos, de fines del 2007 al 2011, y cuyas consecuencias abarcarán infinidad de años.
La actual administración estatal pregona, eufórica, el haber alcanzado diversas cifras en el mejoramiento de la situación económica de la entidad; ahora hablan del casi empleo total (existe un desempleo del 3.5%); del crecimiento sin igual en la generación de empleos, del abatimiento de la informalidad (Chihuahua ocupa, ya, el primer lugar nacional en ese rubro) y de la real disminución de la inseguridad pública.
Del total de los empleos formales, la mitad se encuentran en Juárez. 
No faltan a la verdad. Al cierre de septiembre del 2015 la entidad contaba con alrededor de 792 mil empleos (todas las cifras están basadas en los reportes del IMSS), sin embargo, confrontadas con otras cifras lo que ahora vivimos, es como si simplemente regresáramos al punto en que nos encontrábamos a fines del 2007.
Tener empleo no basta, la calidad de los salarios es fundamental. 
Da pavor, cerca de 7 de cada 10 trabajadores ubican sus ingresos entre uno y tres salarios mínimos, esto es, los que están en este extremo, que obtienen apenas un poco más de 6 mil pesos mensuales.

Educación
A pesar de que el 41% (25 mil 232 millones de pesos) del presupuesto de egresos del 2014 se destinó a la educación, Chihuahua no ha logrado elevar su calidad educativa: Chihuahua ocupó el número 25 en educación secundaria y 22 en primarias de entre las 32 entidades de la república, según el Índice de Desempeño Educativo Incluyente (IDEI); además, ocupa el número 21 en profesionalización docente y el número 30 en participación de los padres de familia en los procesos escolares y/o educativos.

Deuda pública
En cuanto a la deuda pública, si se admite el total de los compromisos, Chihuahua tiene el más alto indicador de deuda relacionada con el Producto Interno Bruto (PIB), 9% de acuerdo con los indicadores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La primera ocasión en que, formalmente, el gobierno de Chihuahua admitió la existencia de la deuda fue en enero del 2013. Informó que ascendía 19 mil 992 millones de pesos (mmdp), sin contar la deuda de los municipios y otros, lo que la lleva a 22 mil 552 mdp, hoy asciende a 45 mmdp, tomando en cuenta los que recientemente fueron aprobados, de deuda directa, en lugar de que fueran al fideicomiso carretero.

Vive Bus
A principios de marzo de 2011, Duarte anunció la iniciativa de crear un fideicomiso para reforzar -"vitalizar- el transporte público urbano, sobre todo de las ciudades de Chihuahua y Juárez.
El Nuevo Sistema de Transporte de Chihuahua tuvo un costo superior a los mil 200 millones de pesos, de los cuales el municipio de la capital aportó 250 millones. Para la compra de los autobuses, informó el Gobierno del Estado en su momento -ahora ya sabemos que no fue, merced a la demanda de juicio político en contra del gobernante, presentada por los concesionarios del transporte urbano-, el gobierno estatal recurrió al Banco Mundial, que destinó 40 millones de dólares que servirían para la adquisición de 84 en la capital y de 85 en el antiguo Paso del Norte. Y aún prevalecen los problemas. No se ha resuelto el problema del transporte urbano de la capital.

Las pifias y las ocurrencias
Innumerables. Un aspecto de la actual administración fue la presentación de distintas iniciativas o propuestas que más bien parecían la “ocurrencia” del momento, que reales propuestas para subsanar problemas reales. Una de ellas fue la propuesta del gobernador para incorporar, a los jóvenes que no demostraran estar inscritos en alguna institución educativa oficial, ni desempeñar trabajo formal, al Servicio Militar Nacional y eventualmente al Ejército Mexicano.
Otra fue la de la gubernatura de dos años. Quizá no era una ocurrencia, pero por la manera en que la presentaron, como una conversación en el desarrollo de la fiesta de cumpleaños del Gobernador Duarte, sí parecía.
Otro de los puntos positivos de la administración fue el de la resolución del problema de los carros “chuecos”, pero que se convirtió en un filón de oro para los diorigentes de la CNC y la Unión Campesina Democrática, designadas para levantar un precenso de los vehículos “chuecos”, con un costo de 150 pesos. A los meses, aprobada la propuesta de Duarte por Hacienda federal, los propietarios debieron obtener otro documento de esas organizaciones, con un costo cercano a los 500 pesos, como requisito cuasi oficial para obtener el registro de sus vehículos.

La oposición panista
Pero en toda la ruta del actual gobierno, un factor ha incidido seriamente, la ausencia, en varios momentos, de la oposición. La de los partidos de izquierda desapareció, se sumaron alegremente, desde la campaña, al proyecto duartista y la del PAN tuvo momentos de verdadera sumisión, particularmente en lo referente a la aprobación de los primeros paquetes de la deuda carretera, en la aprobación de un nuevo impuesto sobre el uso de vehículo, ahora municipal, encubierto del eufemismo de contribución extraordinaria para inversión e infraestructura, lo que fue una verdadera bofetada de la clase política -toda- a la sociedad chihuahuense.
Lo mismo ocurrió con la elección del auditor, a fines de diciembre del 2011. La designación de Jesús Esparza como auditor superior del Estado fue una verdadera derrota para la sociedad chihuahuense pues era -es- uno de los hombres más cercanos al gobernador Duarte.
Si tal designación es deplorable, más lo es la conducta del Partido de Acción Nacional, que votó a favor del ahora ungido y cuyo líder congresal en ese momento, Héctor Ortiz, argumentó como válido, para votar a favor, el hecho de que “sería de las confianzas del Gobernador del Estado”.
Ortiz luego declararía que “estaba arrepentido”.

El modo duartista de hacer política
El evento masivo, con motivo del I Informe, se constituyó en una flagrante violación a la norma electoral, al adherirse, César Duarte, a la aspiración presidencial de Enrique Peña Nieto: “Agradezco especialmente a nuestro amigo Enrique Peña Nieto... Te reconocemos como un político que supo encabezar en el Estado de México un gobierno innovador y eficaz. Ahora, sin duda, es referente y modelo para fijar el rumbo y los nuevos derroteros del país. Gracias Enrique, por acompañarnos, Chihuahua le apuesta sin titubeos al proyecto que tú encabezas”.
El acto masivo con motivo del II Informe fue otro exceso en aras de la búsqueda de una posición en el gobierno federal. 
El formato del discurso sobre los aspectos más relevantes de los actos de gobierno del año informado, fue alternado con una alegoría de cada uno de los invitados especiales asistentes dio la impresión de la pretensión de mostrar la capacidad del gobernante para tejer relaciones con el resto de sus compañeros en el poder, incluidos los del círculo más cercano al peñanietismo.
En el anuncio de quienes serían los candidatos a las alcaldías de Juárez y Chihuahua en las elecciones del 2013, el exceso fue inconmensurable. 
Para informar del “destape” de Enrique Serrano, para la alcaldía de Juárez, Duarte dijo, ante pregunta de los reporteros que “… Se me va la mano derecha del Congreso, pero la tendré en Juárez”.
Enseguida encabezó una fiesta, que empezó en el desayuno y continuó hasta la comida, incluidos los mariachis, en la que pidió que los únicos cantantes fueran Javier Garfio, Jorge Ramírez y Ricardo Orviz, aprovechando el mariachi. Luego serían candidatos de Chihuahua, Cuauhtémoc y Delicias.
En tanto la fiesta se desarrollaba, la administración estatal enviaba un comunicado citando a los medios a una conferencia de prensa a celebrar en el hangar de Gobierno del Estado.
Ahí dio a conocer que el ingeniero Garfio le había solicitado licencia en el gabinete para buscar el registro como precandidato de su partido a la Alcaldía de Chihuahua.
No fue lo único novedoso en esas elecciones. Concretó la alianza con el PRD, la primera, y hasta la fecha, la única realizada por este partido con el PRI. Del mismo modo, la designación del hasta entonces uno de los panistas más aguerridos, Miguel Jurado, a la alcaldía de Parral, postulado por el PT y el PRI.
Ya a principios del 2013 crecía la sensación de rechazo creciente a la figura del gobernador, el Vive Bus, en la capital del estado, se había constituido en un autentico dolor de cabeza, no sólo para los gobernantes, sino para la población.
El resultado de las elecciones intermedias de 2013 pudo dar origen a la interpretación de que la mayoría de los votantes que acudieron a las urnas le refrendaron su apoyo al Gobernador Duarte, ante ello, éste tenía un paquete mayor en sus manos; debería gobernar sin más limitante que sus propias convicciones y capacidades, pues aunque el grupo de diputados panistas se comportara con inteligencia y se convirtiera en el contrapeso que necesita un gobernante como Duarte, su fuerza en el Congreso no bastaría, a menos que desde la sociedad hubiera surgido un ánimo vigilante, fiscalizador y participativo para imponer los controles que toda sociedad democrática le impone a sus gobernantes.
Ahí estaba la disyuntiva, o se ejercía el gobierno abriéndolo a la participación de la sociedad, escuchando a las variadas y distintas voces existentes en el Estado Grande, y llevando a sus amigos en el corazón, y sólo a los muy capaces en la administración, o ejercería un gobierno sin más límites que los que personalmente se impusiera, con todas sus consecuencias.
Los excesos se extendieron a casi todo el ámbito social y político. Se atrevió a hablar a nombre de toda la sociedad para encomendarla a sus santos y devociones religiosas, en una flagrante violación al marco jurídico existente y en todos sus discursos hizo uso de otra violación del mismo tipo, al lanzar su frase de que “el cielo bendiga a Chihuahua”.
Otro episodio emblemático fue el del enfrentamiento con la agrupación Unión Ciudadana, nacida al influjo de la denuncia penal en contra del Gobernador. Cuestionado ríspidamente por el senador panista Javier Corral, en el curso de una comparecencia en el Senado, Duarte acusó a los hermanos del senador de ser delincuentes y, junto con el legislador, favorecer “los intereses del grupo criminal asentado en Juárez” (el Cártel de Juárez, nombre con el que los chihuahuenses conocemos al grupo criminal y que el mandatario no se atrevió a llamar por su nombre) y lo acusó, “por esas mismas razones, descalificar el trabajo que los chihuahuenses hemos realizado en materia de seguridad pública”.

Por supuesto que habrá muchos más aspectos, calificados positiva o negativamente, no abordados ahora, pero seguramente aquí se encuentran muchos de los temas que más llamaron la atención de los chihuahuenses.

¿Piso parejo? Las licencias

El Diario, 22 de octubre de 2015
Luis Javier Valero Flores
El lunes, en una restringida conferencia de prensa, ofrecida por el Gobernador del Estado, César Duarte, la primera que otorga luego de la segunda cirugía a la que se le sometió a consecuencia del accidente en el helicóptero, abordó, en un tono picaresco que arrancó las risas de sus interlocutores, algunos de los aspectos relacionados con la sucesión gubernamental que debieran formar parte de la discusión, no sólo de la clase política y sus partidos, sino del conjunto de la sociedad y que versan, también, sobre el papel de los medios de la comunicación y su relación con el poder.
No son asuntos menores.
Así lo consignó El Diario: “… señaló que los funcionarios estatales que deseen contender en las elecciones del 2016 deben dejar sus cargos… Sin embargo, enfatizó que la postura de su administración es que si hay funcionarios que ‘anden con un candidato’ se les pide que salgan… Destacó que en la actualidad son muchos los que dicen que están en condiciones de ser los candidatos, pero que deben esperar a enero, cuando se abra el registro y en los primeros días de febrero se sabrá quién será el candidato o candidata”. (Nota de  Orlando Chávez, El Diario Chihuahua, 19/X/15).
Si bien la información aparecida fue extremadamente escueta, se puede colegir que el tema de la postulación del candidato de su partido acaparó la mayor parte de su atención y de los entrevistadores (los que, hasta la fecha, no nos han proporcionado una versión más completa de la reunión), a tal grado que cuando se refiere a los aspirantes no se refiere al total de ellos, sino solamente a los de su partido.
En ese sentido, llega, incluso, al grado de precisar fechas de lanzamiento de la convocatoria del PRI para designar a su candidato (a), que ubica en el mes de enero del año próximo: “La convocatoria saldrá en enero, la definición en febrero y hoy el que se pare de manos no hace más que pararse de manos”, expresaría, en el giro que decidió imprimirle a sus expresiones.
Cosa semejante haría en el otro aspecto que más concita la atención, el de las condiciones de equidad en la contienda, algo que han reclamado Víctor Valencia de los Santos, Lilia Merodio y Marco Adán Quezada: “Si quieren piso parejo que se lo pidan a los albañiles, yo no pongo pisos”.
Y habló de que algunos han perdido “la brújula, porque los tiempos y la dinámica que hemos visto es diferente a la de hace seis años”.
Bueno, pues el problema que padecemos es que prácticamente todos los aspirantes priistas han resuelto aprovechar estos momentos y desplegar una intensa actividad, lo que se les agradece -por lo menos el escribiente- pues nos ofrecerá la oportunidad de apreciar, de mejor manera, su entramado mental, sus proyectos, sus concepciones acerca de muchos aspectos, y no sólo los derivados de los discursos, sino, fundamentalmente, de su actividad política, concebida esta no solamente por su paso por las dependencias, cargos, encomiendas, sino, también, en el modo en que buscan, por ejemplo, agenciarse las simpatías del electorado.
La objeción estriba en que casi todos lo hacen utilizando los recursos generados por el desempeño de sus cargos públicos y ahí es en donde cae en terreno fértil lo dicho por el ballezano: Si la andan buscando, que se separen de sus cargos.
Eso sí sería hacer las cosas de manera distinta, nos la deben los priistas a los chihuahuenses; y no solamente los priistas. Alcanzar la designación de un modo tal que el solo hecho de hacerlo así enviaría el mensaje de que han, efectivamente, cambiado.
¿Porqué no piden licencia a sus cargos, todos?
La lista es larga: Las senadoras Graciela Ortiz y Lilia Merodio; los diputados  federales Juan Blanco, Gustavo Madero y Javier Corral; los alcaldes Javier Garfio (Chihuahua), Enrique Serrano (Juárez), Heliodoro Juárez (Cuauhtémoc) y Jaime Beltrán (Delicias); y los funcionarios Víctor Silva (Sedeso federal) y Héctor Murguía (Gobierno de Chihuahua).
Podrán argüir los defensores de este modo de hacer política que en otros países los aspirantes no se separan de sus cargos gubernamentales.
Tienen razón, la diferencia está en que aquí hasta el último centavo y el último de los recursos gubernamentales, puestos bajo su custodia o ejercicio, es utilizado en las actividades proselitistas.
Cambiar, sobre todo para los priistas, implica dejar atrás su pasada, y muy pesada, herencia patrimonialista.
asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF



lunes, 19 de octubre de 2015

“La ha tomado muy en contra mía”

Mega Radio 860, Juárez. 19 de octubre de 2015
Luis Javier Valero Flores
El juez Décimo de Distrito otorgó, de manera definitiva, el amparo de la justicia federal al ex alcalde chihuahuense y aspirante al gobierno, Marco Adán Quezada. 
Le ordenó al Congreso del Estado no establecer sanción alguna en contra de aquel por el accidente del Aero Show del 5 de octubre de 2013, hasta en tanto no se resuelva el fondo del asunto; cosa que ocurrirá, en cualquier sentido, más allá de marzo del próximo año.
El juez le dio la razón al equipo de Quezada. Había alegado persecución política  en su contra e interferencia de poderes para hacerlo.
La resolución se da cuando el ex alcalde juarense, Héctor “Teto” Murguía, callado durante largas semanas, aprovechó las preguntas de los reporteros para decir a su modo, muy a su modo, que también aspira.
Aparentemente exasperado por las preguntas, se descartó como aspirante a la alcaldía de Juárez, como premio de consolación, y la soltó: “-Usted lo que ve analícelo, piénselo, y diga… ¿no? Teto quiere ser gobernador ó no, Teto sí quiere ser gobernador… que no sea yo quien decida; voy a dejar que usted especule. Hay un dicho que dice que si se mueve como pato, camina como pato, grazna como pato, es pato el hijo de su tiznada madre”.
Y develó el gran apoyo recibido por el gobernador Duarte en ese sentido pues, dijo, su cargo en el gabinete del ballezano le permitió “interiorizarse” de todo el Estado y estar en contacto con los presidentes municipales “para poder estar revisando las necesidades de cada lugar”. ¡Ahí nomás!
Todo lo anterior tiene como telón de fondo el amparo otorgado a Quezada, al que un buen número de priistas -y una parte importante de la población más interesada en la vida política- sienten como el que más simpatías tiene en la sociedad. Hecho reforzado por la inesperada declaración del diputado federal panista, Juan Blanco, que lo declaró como el que va adelante en las encuestas.
Lo resuelto por el juez del Décimo Distrito es una auténtica bomba política. Denuncian -y el juez acepta- la existencia de un acuerdo que implicaba ejecutar “diversas acciones” para determinar su inhabilitación, “ya sea a través de un procedimiento simulado en el Congreso o de un proceso penal, violentándose con ello los principios de división de poderes, justicia completa e imparcial, legalidad, seguridad y debido proceso”.
Lo que tenía como objeto, “no investigar si acaso incurrí o no en responsabilidad, sino inhabilitarlo.
La ilegalidad de la pretendida inhabilitación se sustenta en se viola la imparcialidad de los juzgadores.
Los abogados de Quezada alegaron, para obtener el amparo, que aún en el caso de obtener una sentencia favorable, sería tarde para hacer posible su derecho a ser votado, por lo que los denunciados lograrían su propósito, es decir, sacarlo de la actividad política, así fuera unos meses, los necesarios, en tanto los partidos (y el suyo incluido) abrirían y cerrarían los períodos de registro de precandidaturas y de candidaturas.
La denuncia en contra del gobernador Duarte es directa, Marco Quezada dice que “por razones que no conozco éste (el gobernador) la ha tomado muy en contra mía, al grado de usar y abusar del derecho y sus relaciones políticas para destruir uno de mis objetivos de  proyecto de vida que es participar en el próximo proceso electoral en el año 2016”.
Así, el Congreso del Estado le ordenó al Auditor Superior del Estado que iniciara las denuncias correspondientes, “y éste denunció ante el Congreso del Estado” a Marco Quezada, “por presuntas causas de responsabilidad administrativa”.
¿Cómo es que no se dieron cuenta que quien pidió la denuncia sería el que juzgaría?
La orden a la Auditoría Superior del Estado (ASE) de hacer la denuncia  debió hacerla la Comisión de Fiscalización del Congreso, no el Pleno, pues al hacerlo quedó como juez y parte en el proceso.
Por si fuera poco, antes, en noviembre de 2014, la Comisión fiscalizadora “concluyó que se carecía de elementos objetivos para fincar responsabilidades administrativas”, al referido Quezada.
Así, si no se presentan más eventualidades, el cuauhtemense está en condiciones de competir, en su partido, por el Gobierno de Chihuahua.

A menos que el grupo gobernante pretenda estimular la confrontación y allanarle el camino a la oposición.

domingo, 18 de octubre de 2015

Bomba, amparan a Marco Adán

El Diario, 18 de octubre de 2015
Luis Javier Valero Flores
Pues vaya que se le complicó al PRI y especialmente al Gobernador César Duarte el proceso sucesorio.
El viernes, el juez Décimo de Distrito otorgó, de manera definitiva, el amparo de la justicia federal. Le ordenó al Congreso del Estado no establecer sanción alguna en contra del ex alcalde capitalino, Marco Adán Quezada, por el accidente del Aero Show del 5 de octubre de 2013, hasta en tanto no se resuelva el fondo del asunto; cosa que ocurrirá, en cualquier sentido, más allá de marzo del próximo año.
No es poca cosa lo argumentado por el edil, alegó persecución política  en su contra e interferencia de poderes para hacerlo. Le dieron la razón.
Además, el juez le indica al Congreso que el proceso continúe, pero le reafirma que no podrán llegar a la aplicación de sanciones, en caso de encontrarlo responsable, en alguna medida, del accidente o del manejo de los recursos usados para la celebración del evento.
Tal determinación se da en momentos que la mayoría de los aspirantes priistas despliega una intensa actividad.
Los alcaldes de Juárez y Chihuahua, Enrique Serrano y Javier Garfio, aprovecharon los reflectores con motivo de la presentación de sus informes. La senadora Lilia Merodio lo hace de la misma manera pues mañana presentará, en la ciudad de Chihuahua, su III Informe, para el cual lanzó una inusitada propaganda.
A su vez, la senadora Graciela Ortiz dio a conocer la creación de la Fundación “Pensar Chihuahua”, en un acto en el que aparecieron varios que ocuparon cargos en el gobierno de Patricio Martínez, en el de los Baeza, Fernando y José Reyes, y hasta en el actual; entre ellos, la que fuera Secretaria General de Gobierno con Fernando Baeza, Martha Lara. También el ex Secretario de Salud, Sergio Piña Marshal, el ex Secretario de Gobierno de Reyes Baeza, Fernando Rodríguez, el ex diputado federal, Víctor Silva; el ex secretario particular de Patricio, Roberto Enrique Cano Hermosillo; el dirigente de los órganos electorales del PRI, Ramiro Cota; el ex vocero de César Duarte, Juan Ramón Flores y el empresario, ex funcionario patricista, Leopoldo Mares, entre otros.
A su vez, el ex alcalde juarense, Héctor “Teto” Murguía, callado durante largas semanas, aprovechó las preguntas de los reporteros para decirlo a su modo, muy a su modo.
Aparentemente exasperado por las preguntas, se descartó como aspirante a la alcaldía de Juárez, como premio de consolación, y la soltó: “-Usted lo que ve analícelo, piénselo, y diga… ¿no? Teto quiere ser gobernador ó no, Teto sí quiere ser gobernador… que no sea yo quien decida; voy a dejar que usted especule. Hay un dicho que dice que si se mueve como pato, camina como pato, grazna como pato, es pato el hijo de su tiznada madre”.
Y develó el gran apoyo recibido por el Gobernador Duarte en ese sentido pues, dijo, su cargo en el gabinete del ballezano le permitió “interiorizarse” de todo el Estado y estar en contacto con los presidentes municipales “para poder estar revisando las necesidades de cada lugar”. ¡Ahí nomás!
¡Ah, y nos culpó -a los medios de comunicación- de haberle dado una connotación distinta al modo en que se refirió a la frase usada por Juan Gabriel para responder si era homosexual o no: Lo que se ve no se pregunta!
Pero todo lo anterior tiene como telón de fondo el amparo otorgado a Quezada, al que un buen número de priistas -y una parte importante de la población más interesada en la vida política- sienten como el que más simpatías tiene en la sociedad. Hecho reforzado por la inesperada declaración del diputado federal panista, Juan Blanco: “Creo que uno de los que está adelante es Marco Adán, de acuerdo a encuestas, está enfrente”. Es decir, es el que adelante. (Nota de David Varela, www.omnia.com.mx, 12 /X/15).
Lo resuelto por el juez del Décimo Distrito es una auténtica bomba política. 
Al resolver favorablemente el amparo solicitado le dio la razón al equipo jurídico del ex alcalde, en el que participa el abogado Maclovio Murillo, que ha obtenido sendos y contundentes triunfos jurídicos ante el Gobierno de Chihuahua, el de Duarte, contra el que Quezada lanzó contundentes acusaciones. Son verdaderos obuses políticos.
Al señalar los actos reclamados estableció la existencia de un “acuerdo verbal” entre los diputados del Congreso y el Gobernador Duarte “por medio del cual se determinó Impedir mi participación en el proceso de elección popular relativo al próximo año 2016, como candidato al cargo de Gobernador del Estado…”.
El acuerdo implicaba ejecutar “diversas acciones” para determinar su inhabilitación, “a toda costa, para ejercer cargos públicos, ya sea a través de un procedimiento simulado en el Congreso o de un proceso penal, violentándose con ello los principios de división de poderes, justicia completa e imparcial, legalidad, seguridad y debido proceso”.
Acciones que tenían como objeto, dice en el documento, “no para investigar si acaso incurrí o no en responsabilidad, sino con el fin preconcebido” de inhabilitarlo.
Argumentó que también se pretendía desterrarlo de Chihuahua pues de “no hacerlo sería encarcelado e inhabilitado para ejercer cargos públicos, usándose como medio coercitivo el poder sancionador del estado…”.
De tales pretensiones se percató el día 21 de septiembre de 2015,  por las  diversas informaciones aparecidas “en los medios masivos de información que circulan en la ciudad capital y a partir de precisos comentarios anónimos que se me hicieron llegar a mi domicilio en esa fecha…”.
La argumentación establece que los entes que pretendieron usar para sancionarlo carecen de la “legal competencia” para iniciar el procedimiento, además, las acusa de haber faltado a la imparcialidad a que están obligadas porque “pactaron con el Gobernador del Estado mi inhabilitación antes de instaurarme el procedimiento; aconteciendo además que, en el caso, no está cumplido el requisito de procedibilidad de denuncia previa ordenada y ratificada por y ante la autoridad competente; y sin que exista la causa probable para iniciar dicho disciplinario, violándose por ende mis derechos humanos”.
Los abogados de Quezada alegaron, para obtener el amparo, que aún en el caso de obtener una sentencia favorable, sería tarde para hacer posible su derecho a ser votado, por lo que los denunciados lograrían su propósito, es decir, sacarlo de la actividad política, así fuera unos meses, los necesarios, en tanto los partidos (y el suyo incluido) abrirían y cerrarían los períodos de registro de precandidaturas y de candidaturas.

En su argumentación, repetidamente señala la existencia de un pacto entre los integrantes del Poder Legislativo y el titular del Poder Ejecutivo para impedir su participación “pues, aunque soy miembro del Partido Revolucionario Institucional al que también pertenece el actual Gobernador, lo cierto es que no soy cercano a él y por razones que no conozco éste la ha tomado muy en contra mía, al grado de usar y abusar del derecho y sus relaciones políticas para destruir uno de mis objetivos de  proyecto de vida que es participar en el próximo proceso electoral en el año 2016, como candidato a Gobernador del Estado”.
Así, el Congreso del Estado le ordenó al Auditor Superior del Estado que iniciara las denuncias correspondientes, “y éste denunció ante el Congreso del Estado” a Marco Quezada, “por presuntas causas de responsabilidad administrativa”. ¡Híjole!
Luego, el Presidente de la Diputación Permanente del Congreso del Estado ordenó el inicio del proceso. 
¡Válgame! ¡Po’s que no se dieron cuenta! ¡Muchachos! ¿Po’s que no hubo alguien que les apreviniera de la barbaridad que estaban haciendo?
¿Cómo es que no se dieron cuenta que quien pidió la denuncia sería el que juzgaría?
El pacto de los mencionados, denunciado por Marco Adán Quezada, vulnera -dice- los principios de división de poderes, así como los principios de justicia objetiva, imparcial y completa y “el  principio de presunción de inocencia que debe respetarse inclusive en materia administrativa disciplinaria”.
La orden a la Auditoría Superior del Estado (ASE) de hacer la denuncia  debió hacerla la Comisión de Fiscalización del Congreso, no el Pleno pues la hacerlo éste, quedó “evidentemente contaminado en su imparcialidad que no solo queda mermada, sino objetivamente anulada…”.
No, aquí el Pleno del Congreso fue informado de las supuestas irregularidades, las calificó y ordenó que denunciaran al presunto y ya se aprestaba a enjuiciarlo.
¿Po’s ‘onde estudiaron mis queridos plebes?
Además, por si fuera poco, no existe disposición expresa en cuanto a que los Ex – Presidentes Municipales deban también ser procesados y sancionados por el Congreso del Estado. Ya no es funcionario público, emergido de una elección.
Por si fuera poco, antes, en noviembre de 2014, la Comisión fiscalizadora “concluyó que se carecía de elementos objetivos para fincar responsabilidades administrativas”, al referido Quezada.
Conocida la resolución del juez décimo de distrito, de inmediato saltaron a la mente la frase del gobernador, a pregunta del reportero Jaime Alvarez, acerca de la demanda de juicio político, promovida por los concesionarios del Vive Bus-Chihuahua, representados por el mismo abogado que ahora obtuvo un resonante triunfo jurídico, Maclovio Murillo: “Hay revancha, el que se ríe se lleva y el que se lleva se aguanta”.
Expresiones utilizadas días antes a la resolución hoy comentada y que pondrán en un brete al partido gobernante, sólo momentáneamente, la verdad es que la resolución judicial le puede dar a la disputa priista por la candidatura la “normalidad” que necesitaba; a menos, claro, que el grupo gobernante en Chihuahua decida elevar la intensidad del diferendo.
Jorge Neaves, Secretario de Servicios Parlamentarios del Congreso lo adelantó. No presentarán un recurso de queja en contra del amparo definitivo en virtud de que un Tribunal Colegiado ha resuelto en el mismo sentido. 
No lo dijo, pero se infiere que, de hacerlo, fallaría de la misma manera.
Ya llevan muchas pifias ¿Para qué una más?
Así, si no se presentan más eventualidades, el cuauhtemense está en condiciones de competir, en su partido, por el Gobierno de Chihuahua.

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jueves, 15 de octubre de 2015

Una muy buena, los taxímetros

El Diario, 15 de octubre de 2015
Luis Javier Valero Flores
Entre todos los conflictos sociales, unos mayores que otros, desatados en las últimas semanas, especialmente en la capital del estado, por fin aparece una buena noticia, merecedora de una reflexión, antes de que sea demasiado tarde. El de la instalación del taxímetro obligatorio para antes del fin de año.
De acuerdo con el proyecto de la Dirección de Transporte del Estado, a finales del mes de diciembre, los taxis en la ciudad de Chihuahua deberán utilizar taxímetros, así, los mil 170 vehículos deberán contar con taxímetro en 2016.
Semanas atrás, el alcalde juarense, Enrique Serrano, había externado su simpatía por la adopción de tal medida (deberemos recordar que en Juárez, a diferencia de la capital, el departamento de Tránsito está bajo la tutela del municipio, como debe ser), porque, dijo, “… el sistema de taxis en Juárez se ha quedado muy atrasado en comparación a las condiciones que se ofrecen en otras ciudades”. (Nota de Juan de Dios Olivas, El Diario de Juárez, 20/IX/15).
A diferencia de Juárez, en Chihuahua ya se habla de la tarifa del “banderazo”. La ubican en los 8 pesos y aún no se define la tarifa por kilómetro. Ahí está el problema.
Si las quejas de la población por el servicio en la capital del Estado Grande son innumerables y fundadas, las de los usuarios del antiguo Paso del Norte son inconmensurablemente mayores. La razón se ubica en la calidad del servicio prestado en una y otra ciudad, tanto en el acceso a las unidades y la calidad de éstas. 
Pero en ambas, la coincidencia estriba en el elevadísimo costo. Cobran como si fuera el servicio de taxi de los aeropuertos, sin que los modelos se acerquen, así fuera de lejos, al año que vivimos.
Ciudades aprovechadas en la principal “ventaja” que tenemos -la extensión- sus poblaciones se ubican en las de menor densidad poblacional de urbes semejantes.
En tales condiciones, el transporte urbano es uno de los peores en el mismo rango de ciudades; presos de una poderosa burocracia sindical, los habitantes de Juárez y Chihuahua han padecido una de las peores lacras de las urbes modernas, el transporte urbano, en sus dos vertientes, la del transporte urbano colectivo y la de los taxis.
La intención de fijarles taxímetros a los taxis, por lo menos la más seria, proviene del sexenio de Reyes Baeza. En él se prometió que antes del término de ese gobierno se contaría con tal servicio. Quedó en promesa, los señores del transporte se opusieron -como a tantas otras cosas- y los señores del gobierno les obedecieron.
Hoy parece que el intento puede cristalizar, es una necesidad impostergable, sobre todo ante el evidente atraso del transporte colectivo; abaratar el servicio de taxis -cosa que se puede lograr con esa medida- puede llevar al mejoramiento del total del servicio, como sería la adquisición de unidades nuevas (por ejemplo, Ford, aprovechando que una de sus principales fábricas de motores se encuentra en la ciudad de Chihuahua, que fabricará, a mediados del año próximo, un millón de motores al año) a través de esquemas como los realizados en la ciudad de México en la que el gobierno financió la compra, o por la concreción de un plan con las plantas armadoras a fin de que pudieran propagandizar en los taxis, por ejemplo, el lema de “Juárez (o Chihuahua), la ciudad de x marca automotriz”.
Pero todas las buenas intenciones se pueden perder si al fijar la tarifa por kilómetro, en la práctica, el costo del servicio se equipara al de la hora presente. No debiera ir más allá de los 5 pesos por kilómetro.
Debe fijarse una tarifa que abarate sensiblemente el servicio, la que, paradójicamente, le podría rendir mayores dividendos a los taxistas pues si la abaratan, un mayor número de usuarios haría uso del servicio; transitarían, por tanto, menos tiempo sin clientes a bordo, se ocuparían más tiempo y obtendrían mayores utilidades.
Los usuarios saldrían ganando con la prestación de un servicio más eficiente y más barato… si nos dejan las cúpulas sindicales que controlan el transporte urbano y a las que, todavía, los gobernantes y dirigentes del partido en el gobierno, les creen todo acerca de su inmenso “control” sobre sus agremiados y los rendimientos electorales que, dicen, les generan.
No es cierto, y las pruebas se encuentran en prácticamente todos los procesos electorales de los últimos 20 años, los chihuahuenses (la mayoría de quienes van a votar) aprendieron a ejercer su voto sin que tuvieran la tutela de los caciques sindicales.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

lunes, 12 de octubre de 2015

Se apresta la parejera


Mega Radio 860, Juárez, Chih.
Luis Javier Valero Flores
No hay lugar a la duda, no es una coincidencia que todos los aspirantes a la candidatura al Gobierno de Chihuahua, por el PRI, hayan resuelto realizar toda suerte de actividades en busca de todos los reflectores, con el objetivo, en general, de colocar a su partido adelante en las simpatías del electorado.
Alguna lectura semejante habrá hecho el PAN, el otro contendiente con posibilidades.
El dirigente estatal, Mario Vázquez, convocó a los aspirantes, con las ausencias del alcalde de Delicias, Jaime Beltrán del Río, y del ex alcalde capitalino, Carlos Borruel. Asistieron Juan Blanco, Javier Corral, Gustavo Madero y Carlos Angulo, a comer en conocido restaurante de la capital chihuahuense. 
En la anterior elección, la agonía de los aspirantes priistas en 2010 concluyó el 7 de enero cuando se dio a conocer, desde la ciudad de México, que César Duarte era el candidato de “unidad” del PRI, a pesar de que era el aspirante con las menores preferencias, apenas el 29%, contra el 52 de Teto Murguía, según una encuesta de Consulta Mitofsky.
Seis años atrás, en 2003, el PRI se lanzaba a una elección interna, en octubre, entre los aspirantes Víctor Anchondo y Reyes Baeza, proceso que repetía lo realizado en 1998, en el que Mario de la Torre, Artemio Iglesias y Patricio Martínez protagonizaron la primera elección interna, en el país, del PRI.
¿Qué harán ahora?
A diferencia de 2010, el PAN no sufre el desgaste de ser gobierno.
Hoy el panismo se apresta a recoger la inconformidad, de una parte de la ciudadanía, generada por el gobierno del priista César Duarte.
El PAN como la más importante fuerza de oposición, (y única, convicción que creció luego de los somníferos y acaramelados discursos de los regidores de los otros partidos, en los informes de Javier Garfio y Enrique Serrano) dependerá de la manera en que procese la designación de su candidato a gobernador.
Por lo pronto, la fotografía de la unidad de los aspirantes del panismo les puede llevar buenas nuevas a los militantes; se abre la posibilidad de que la designación se haga en los mejores términos.
Muy probablemente tendremos una competencia “parejera” muy reñida, lo que disminuirá sensiblemente las posibilidades de los candidatos de cualquiera de los otros partidos.
Sorprende la presencia de Javier Corral en la reunión, se le creía descartado de la contienda, luego de la derrota sufrida en la búsqueda de la dirigencia nacional. Aparece en los primeros lugares de las simpatías electorales, apenas por encima del otro ausente de la foto, el ex alcalde y ex candidato, Carlos Borruel.
El porcentaje de rechazo contará definitivamente, puede ser lo que defina las candidaturas en los dos partidos mayores, esto es, los porcentajes de la respuesta de los ciudadanos encuestados a la pregunta de -¿por quién nunca votaría?
En la misma tesitura, pero por razones totalmente distintas, se encontrarían las senadoras Graciela Ortiz y Lilia Merodio. Seguramente con ellas se aplicaría un parámetro que duele, porque denotaría uno de los peores rasgos de la sociedad actual, el derivado de preguntar a los ciudadanos si votaría por una mujer para gobernadora.
La realidad es terca, una vez que el gobernante presenta su quinto informe, se empieza a desgranar la lucha por la sucesión y su papel, ante la opinión pública, empieza a declinar. 
Todos los mandatarios lo saben y, peor aún, lo resienten. De la manera en que afronten tal proceso dependen muchas y muy importantes cosas en Chihuahua.
En primer lugar, la estabilidad de su gobierno y de su partido. En el caso del Gobernador Duarte, ya lo comentamos previamente, su confrontación con el ex gobernador Reyes Baeza y su Secretario de Finanzas, Cristian Rodallegas y la derivada con Marco Adán Quezada.
Por ello sorprende el atrevimiento de nombrar como su representante al segundo informe del alcalde juarense, Enrique Serrano, al ex alcalde Héctor Murguía. 
¿Por qué? ¿Para mandar el mensaje de que ambos forman parte del mismo equipo, no el de Duarte, sino el de la sucesión? ¿Para decirle a Serrano que la voz principal en Juárez es la del Teto Murguía? ¿O para obligar a Murguía a elogiar, obligatoriamente, la obra de gobierno de Serrano?
Cualquiera que sea la respuesta, ni Serrano, ni Murguía, pueden descartarse, la andan buscando, y en serio.
No estarán solos.

domingo, 11 de octubre de 2015

Campañas anticipadas

El Diario, 11 de octubre de 2015
Luis Javier Valero Flores
No hay lugar a la duda, no es una coincidencia que todos los aspirantes a la candidatura al Gobierno de Chihuahua, por el PRI, hay resuelto realizar toda suerte de actividades en busca de todos los reflectores.
Tal activismo tiene como objetivo, además de la búsqueda de la mejor calificación en las preferencias electorales (por aquello del levantamiento de la encuesta del Comité Nacional de su partido), la de colocar a su partido adelante en las simpatías del electorado y, con ello, arrancar en una mejor posición en la contienda electoral del próximo año.
Contra la creencia generalizada, ya está aquí, no solamente por las repetitivas apariciones de los aspirantes en prácticamente todos los medios de comunicación, sino porque los tiempos legales ya están encima. 
El proceso electoral arranca formalmente en el mes de diciembre y en enero -a fines- darán inicio las campañas internas a fin de elegir (si es que algún partido en Chihuahua llega a hacer eso) a su candidato a fines de febrero.
Alguna lectura semejante habrá hecho el PAN, el partido que más cercanamente le ha disputado la gubernatura al priismo en las últimas tres elecciones, que recurrió a una cosa parecida.
El dirigente estatal, Mario Vázquez, convocó a los aspirantes (se supone que también al alcalde de Delicias, Jaime Beltrán del Río, aunque el escribiente desconoce las razones de su ausencia) del blanquiazul -Juan Blanco, Javier Corral, Gustavo Madero y Carlos Angulo- a comer en conocido restaurante de la capital chihuahuense. 
Extraña otra ausencia, la del ex candidato a la gubernatura, Carlos Borruel (más aún que prácticamente ningún medio de comunicación lo haya echado de menos) al que insistentemente se le señala, también, como aspirante a la candidatura.
La agonía de los aspirantes priistas 2010 concluyó el 7 de enero del 2010 cuando se dio a conocer, desde la ciudad de México, que César Duarte era el candidato de “unidad” del PRI, luego de un proceso que arrancaría -extraoficialmente- en el mes de agosto del 2009.
Casi cinco meses después fue nominado César Duarte, a pesar de que, según una encuesta de Consulta Mitofsky era quien había obtenido la más baja calificación en las preferencias electorales -29%- contra el 52 de Héctor Murguía, seguido por el presidente municipal juarense, José Reyes Ferriz, con 49.3 por ciento; el diputado federal Alejandro Cano alcanzó el 32.9 y sin que se dieran a conocer los números alcanzados por Óscar Villalobos Chávez y Fernando Rodríguez Moreno, ex secretario de Fomento Social y ex secretario General de Gobierno, respectivamente, de José Reyes Baeza.
La entonces delegada del Comité Ejecutivo Nacional en Chihuahua, Adela Cerezo, fue quien dio a conocer la sui géneris manera en que el PRI resolvió su candidatura: “Fueron los propios aspirantes los que se pronunciaron por Duarte”.
En esa encuesta, Carlos Borruel, aspirante por el PAN, obtuvo el 36.3% de las preferencias electorales. Unos meses después, Duarte obtendría poco más de 600 mil votos por casi 450 mil del panista.
Seis años atrás, en 2003, el PRI se lanzaba a una elección interna, en octubre, entre los aspirantes Víctor Anchondo y Reyes Baeza, proceso que repetía lo realizado en 1998, en el que Mario de la Torre, Artemio Iglesias y Patricio Martínez protagonizaron la primera elección interna, en el país, del PRI.
¿Qué harán ahora?
A diferencia de 2010, el PAN no sufre el desgaste de ser gobierno; en ese año, la administración de Felipe Calderón, se sabía, recibiría un inmenso voto de castigo en las elecciones locales. Así fue. 
Hoy el panismo se apresta a recoger la inconformidad, de una parte de la ciudadanía, generada por el gobierno del priista César Duarte que protagoniza, además, una fuerte confrontación con el grupo que apoyó las precandidaturas de Patricio Martínez y Reyes Baeza.
También es un hecho que una buena parte del electorado no olvidó tan fácilmente la docena de gobiernos panistas, de ahí que el PAN no se haya convertido en la principal fuerza emergente en las elecciones del 2013. 
Ese es su principal reto. Como la más importante fuerza de oposición, (y única, convicción que creció luego de los somníferos y acaramelados discursos de los regidores de los otros partidos, en los informes de Javier Garfio y Enrique Serrano) dependerá de la manera en que procese la designación de su candidato a gobernador, incluso, independientemente del mecanismo seleccionado para hacerlo.
Por lo pronto, la fotografía de los aspirantes, con la presencia, lado a lado, hombro a hombro, de Javier Corral y Gustavo Madero, tan enfrentados en los meses y años recientes, les puede llevar buenas nuevas a los militantes del blanquiazul; se abre la posibilidad de que la designación se haga en los mejores términos.
Así, lo que se antoja difícil de alcanzar, en cualquier otro escenario, con la consabida frase de “salir juntos en la foto”, al parecer, sí les habrá funcionado a los panistas.
Además, si a partir de ahora, despliegan una actividad parecida a la efectuada por los aspirantes priistas, entonces muy probablemente tendremos una competencia “parejera” muy reñida, lo que disminuiría sensiblemente las posibilidades de los candidatos de cualquiera de los otros partidos, -especialmente de Morena y el PES, únicos hasta ahora obligados a no concretar coaliciones en la próxima elección debido a que es la primera local en la que aparecen- por la polarización que se presentará, generada por el voto útil (es decir, que una parte de los electores no sufragarían por el candidato o partido de sus preferencias primigenias, sino por el que cree que podría ganar).
Otra parte del electorado lo hará en función de su decisión oposicionista y lo hará por el partido, contrario al PRI, que crea en mejores condiciones de ganar.
Sorprende la presencia de Javier Corral en la reunión, se le creía descartado de la contienda, luego de la derrota sufrida en la búsqueda de la dirigencia nacional y su decisión de construir una corriente interna en el PAN. En los ejercicios demoscópicos de la dirigencia nacional aparece en los primeros lugares de las simpatías electorales, apenas por encima del otro ausente de la foto, el ex alcalde y ex candidato, Carlos Borruel.
Ellos dos se encuentran en el mismo caso que los priistas Héctor Murguía, Marco Adán Quezada, Javier Garfio y Enrique Serrano, en el que el voto de rechazo que reciban (esto es, los porcentajes de las respuestas de los ciudadanos encuestados a la pregunta de -¿por quién nunca votaría?) será determinante para sus aspiraciones.
Aunque en esas mismas condiciones, pero en márgenes menores, se encontrarían Gustavo Madero y el ex alcalde y actual diputado federal, Juan Blanco, único ganador en los distritos de Chihuahua.
En la misma tesitura, pero por razones totalmente distintas, se encontrarían las senadoras Graciela Ortiz y Lilia Merodio. Seguramente con ellas se aplicaría un parámetro que duele, porque denotaría uno de los peores rasgos de la sociedad actual, el derivado de preguntar a los ciudadanos si votaría por una mujer para gobernadora.
Cuestionadas al respecto sostienen que es un factor que ya no cuenta, que han medido tan denigrante aspecto de las sociedades modernas y que, aparentemente, a los chihuahuenses poco les afectaría que una mujer ocupara la silla principal de Palacio.
La realidad es terca, una vez que el gobernante presenta su quinto informe, se empieza a desgranar la lucha por la sucesión y su papel, ante la opinión pública, empieza a declinar. 
Todos los mandatarios lo saben y, peor aún, lo resienten. De la manera en que afronten tal proceso dependen muchas y muy importantes cosas en Chihuahua.
En primer lugar, la estabilidad de su gobierno y de su partido. En el caso del Gobernador Duarte, ya lo comentamos previamente, algunos sucesos pueden ser determinantes, como el episodio del supuesto desvío de 3 mil millones de pesos por el ex gobernador Reyes Baeza y su Secretario de Finanzas, Cristian Rodallegas; la confrontación con Marco Adán Quezada y, luego, dos episodios, por lo menos extraños.
Uno, el contenido en la respuesta en una entrevista concedida a El Diario de Chihuahua, en la que le preguntan su postura respecto a la demanda de juicio político en su contra, interpuesta por algunos concesionarios del transporte urbano de la capital, cuyo representante es el abogado Maclovio Murillo.
Sorprende, así lo dijo: “Ya no hallan ni qué hacer. Espero que el tiempo ubique las cosas en su lugar y que la justicia se haga y les recuerdo que también hay revancha. El que se ríe se lleva y el que se lleva se aguanta”. (Jaime Álvarez Jiménez, El Diario de Chihuahua, 6/X/15).
¿Cómo está eso? De acuerdo con la respuesta, los concesionarios y el abogado formarían parte de un grupo empeñado en mantener una ofensiva en su contra. 
Más aún, implícitamente reconoce haber “perdido” frente a ellos, a grado tal de reconocer la existencia de la “revancha”, palabra que le da paso a la parte crítica de su mensaje, el que no debería haber emitido, pues es el jefe de las fuerzas policíacas de la entidad, pues da pie a pensar que aplicaría su fuerza al momento de decir que “el que se lleva, se aguanta”.
El otro episodio es el del atrevimiento de nombrar como su representante al segundo informe del alcalde juarense, Enrique Serrano, al ex alcalde Héctor Murguía. 
¿Por qué? ¿Para mandar el mensaje de que ambos forman parte del mismo equipo, no el de Duarte, sino el de la sucesión? ¿Para decirle a Serrano que la voz principal en Juárez es la del Teto Murguía? ¿O para obligar a Murguía a elogiar, obligatoriamente, la obra de gobierno de Serrano?
Son tiempos de campaña, anticipada o no, dentro de los marcos legales o no, pero la disputa por el gobierno de Chihuahua ya está presente, el problema es que no se aprecia, en ninguno de los ahora mencionados, la intención de efectuar el viraje que la entidad necesita.
Somos el estado que más empleos formales tiene, pero con los peores salarios para más de dos tercios de los chihuahuenses; nuestra economía palpita al ritmo de la norteamericana y, por desgracia, no solamente en la de los negocios ilícitos.
Las gravísimas consecuencias de ello se aprecian casi en cada espacio del Estado Grande. Por desgracia.

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