lunes, 29 de febrero de 2016

Tiempo de enmendar el camino

Editorial
Aserto No. 151. Febrero 2016
En la práctica, febrero es el mes de inicio de las campañas electorales, pues a partir del día 11 arrancaron las precampañas y desde el domingo 7 los aspirantes a candidatos independientes a las alcaldías y diputaciones estuvieron en condiciones legales de solicitar el número de firmas necesario para acceder a la candidatura, además de que desde días atrás el único aspirante a candidato independiente al gobierno del estado, José Luis Barraza, ya había iniciado dicha tarea.
Y esa, la de los independientes, será probablemente la más novedosa de los cosas que presentará el actual proceso electoral; no será lo único diferente al de los procesos anteriores, la designación de Javier Corral a la candidatura del PAN traerá ingredientes que harán de la contienda de este año una de las más ríspidas que tengamos memoria.
En el centro de las actividades de los dos principales aspirantes opositores –Barraza y Corral- se encuentra el combate a la corrupción, dicho así, de manera general por Barraza, y de tajante manera por Corral cuando éste afirmó que al gobernador Duarte “le va en esta elección la libertad” pues de llegar al gobierno, sostuvo, lo llevaría a la cárcel por los actos de corrupción presuntamente cometidos en su administración.
Son muchos los aspectos a discutir, los que deberán afrontar los candidatos y más los que deberá resolver el triunfador de los comicios del 5 de junio próximo, entre ellos, fundamentalmente, el de la aplicación de justicia, rubro que empieza a mostrar serios quebrantos –además de los ocurridos con motivo de la ola homicida de los años previos- con un aspecto que a raíz de las denuncias de agrupaciones como la del Centro de los Derechos Humanos de las Mujeres y en el orden internacional de Amnistía Internacional, ha cobrado notoriedad –el de los desaparecidos- que ha mostrado las enormes deficiencias y carencias del aparato procurador de justicia.
Por ello, sería deseable que, además de la natural confrontación que se dará, dadas las características de los oponentes y de los temas que serán el centro de las discusiones, abordaran los problemas que son la fuente de la mayor parte de las desgracias que nos han ocurrido a los chihuahuenses, entre ellas, en primerísimo lugar el de los salarios pagados en la entidad. 
Nunca estará de más repetir que somos la entidad que ocupa el primer lugar nacional en los más bajos salarios pagados por la economía formal.
La contradicción aparece nítida si comparamos tal situación con la de que ocupamos, también, el primer lugar, por tener la más alta ocupación en empleo formal.
Si, aquí en en donde más empleos se crean al año, pero también en donde pagan los más bajos salarios. Así, está a la vista de todos el inmejorable caldo de cultivo para que los negociantes de las drogas encuentren, también, la mano de obra más barata para sus actividades y, con ello, abrirle paso al acelerado proceso de degradación social que produce este negocio, al que, ni en el orden estatal, ni en el nacional, han sido capaces, primero, de entenderlo, ni, segundo, de enfrentarlo.

En buena hora que han decidido algunos de los empresarios más connotados (por ellos mismos o por los círculos empresariales a que pertenecen) participar como candidatos independientes, destacadamente Barraza y Luis Enrique Terrazas (éste a la alcaldía de Chihuahua) para que escuchemos de ellos la que debiera ser la propuesta de ese sector de la sociedad, sin duda el más beneficiado de la obra de gobierno en Chihuahua en los últimos 50 años.

La guerra

Aserto No. 151, Febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
Las palabras del senador Javier Corral sonaron durísimas, tronantes, como eco de la cartulina que sostenía en sus manos momentos antes: “He sostenido que es una vergüenza que el Gobernador de Chihuahua participe en esta mesa y venga a hablar de seguridad y justicia cuando está acusado de enriquecimiento ilícito y Chihuahua se hunde en la corrupción”.
Corral acusó al gobernador Duarte de haber incurrido en ilícitos y de poseer un claro “conflicto de interés” por ser, dijo, accionista mayoritario del Banco Unión Progreso (Que se creará a partir de la unión de crédito del mismo nombre).
“Qué vergüenza que en estas audiencias participe el corrupto César Duarte sujeto a proceso penal #VeteDuarte #NoMásCorrupción”, se leía en la cartulina mostrada por el senador panista por Chihuahua.
La respuesta no fue menos ríspida: “Yo no puedo dejar pasar las acusaciones que se me han venido haciendo. No puedo permitir que mi nombre y el de mi familia se señale como se ha venido haciendo. Se dice que soy socio mayoritario de un banco que no existe… El que no reconoce el avance de Chihuahua es no reconocer al Gobernador o al Presidente; sino a los chihuahuenses”.
Y el gobernador soltó la bomba, pretendiendo involucrar a Corral como beneficiario y gestor del Cártel de Juárez, al que nunca se atrevió a mencionar por su nombre:
“Me voy con una duda mayor. El que tiene un conflicto de interés es usted. Me ha acusado en más de veinte ocasiones y la autoridad nunca ha descubierto nada… Hoy me preocupa demasiado el hecho que sus señalamientos lleven otro fondo. Aquí se ha dicho un fondo posiblemente electoral, sería lo menos malo. A mí lo que me preocupa que la afectación que hemos hecho a los intereses del grupo delictivo de la frontera sea lo que a usted le está motivando a pretender desestabilizar mi gobierno… su hermano estuvo al recaudo de la cárcel fronteriza, en donde tiene la mayoría presencia del grupo delictivo de Ciudad Juárez y esos intereses los hemos afectado de frente y su hermano fue procesado por narcotráfico… Y su otro hermano estuvo en una cárcel de Estados Unidos”.
“Que no pasen esos intereses que están pretendiendo cambiar desde aquí la realidad que estamos viviendo en Chihuahua”.
A su vez, Corral Jurado contraatacó: ”Voy a pedir al Gobernador de Chihuahua que fundamente sus dichos y voy a pedir al Senado que se encargue de recoger las declaraciones de ‘pandillero’ del Gobernador. Además de corrupto es un vulgar pandillero… El Gobernador de Chihuahua no tiene ningún elemento para acusarme”.
Todo ello sucedió en el marco del Tercer día de Audiencias Públicas en Materia de Seguridad y Justicia que llevó al cabo el Senado de la República, a mediados de enero del año anterior.
Ahí, Duarte habría sostenido lo que es parte central de sus discursos: ”Chihuahua ha venido avanzando en el tema de la seguridad. Hoy Chihuahua vive otro momento, dejamos de ser la nota roja”.
Sería desmentido por Corral.
La postulación de éste como precandidato único del PAN cambió súbitamente las condiciones, el modo, los ritmos y las expectativas del actual proceso electoral.
No bien se anunciaba oficialmente su designación y ya afirmaba, enfático, que en la elección “le iba la libertad al Gobernador Duarte”. Con ello se encendieron las luces de alerta en Palacio de Gobierno y en la sede del PRI estatal, la participación del ahora senador le añadió un ingrediente de elevada competencia a la campaña electoral y ubicará en el centro de las discusiones la gestión del ballezano.
Corral no sólo arremetió en contra del mandatario, al precandidato del PRI, Enrique Serrano, lo señaló de ser “solo, la marioneta” del gobernador.
El abanderado panista intentará ganar en un escenario completamente distinto al del 2004, -cuando compitió con Reyes Baeza- en el que una parte importante del electorado desaprueba al actual gobierno estatal y en el que, a diferencia de 12 años atrás, habrá una seria disputa por el voto opositor, en primer lugar, y en segundo, por evitar una sangría mayor en el electorado panista.
La postulación de Corral se derivó, sin duda, del curso tomado por la posible candidatura independiente de José Luis “Chacho” Barraza, éste se convirtió, desde ya, en el natural competidor del senador panista por los votos opositores, lo que motivó, primero, a que Corral cambiara sus decisiones, la primera, de no participar; la segunda, que, de hacerlo, lo haría impulsando una candidatura impulsada por el Frente por la Unidad Democrática de Chihuahua que junto a destacados militantes de la izquierda partidaria y de la izquierda social había impulsado.
Ahora es el abanderado del PAN. 

Un cambio estratégico en el PAN
Era obvio, el panismo necesitaba a un candidato con un discurso más “pegador” y que fuera capaz de ser identificado, claramente, como un opositor al actual grupo gobernante. Lo logró en sólo unas cuantas horas, en las calles de Chihuahua son dos las novedades que han despertado elevadas expectativas; la de inquirir si Corral, desde el gobierno, llevaría a  juicio al gobernador Duarte y la despertada por los aspirantes a las candidaturas independientes.
Ambos fenómenos colocaron, por ahora, a la baja, las expectativas del candidato priista, Enrique Serrano.
Aún más, sorprendentemente, la precandidatura de Corral concitó la simpatía de la mayoría de los militantes del PAN y hasta la de algunos dirigentes de la izquierda electoral, entre ellos los ex diputados federales Guadalupe Acosta Naranjo (del PRD) y Gerardo Fernández Noroña, a tal grado que el primero informó que estaba urgiendo a la dirigencia nacional del PRD a establecer un acuerdo a fin de impulsar la candidatura del panista.
Con esa designación, el proceso electoral adquiere nuevos rumbos, será una tremenda confrontación entre Corral y el priismo, especialmente con el Gobernador Duarte, disputa que puede marginar al candidato Serrano.
No será la única contienda; en el primer plano se establecerá una ruda competencia entre Corral y Barraza por el voto opositor, pues si éste se divide, la votación dura del PRI y sus aliados será suficiente para alzarse con el triunfo, amén de los votos que el PAN pierda a manos de los candidatos de Movimiento Ciudadano (Cruz Pérez Cuéllar, ex presidente estatal, ex legislador local y federal) y del candidato del PRD (Jaime Beltrán del Río, alcalde de Delicias y ex diputado local), ambos procedentes del PAN.
Corral lo planteó desde el principio, faltando un mes -“digamos”- para la elección, si Barraza va más adelante, entonces propondré, dijo, que nos sumemos, y en caso de que sea Barraza quien ocupe ese lugar, esperaría la misma actitud, afirmaría.
Claro que muchos, sobre todo desde el ámbito oficial (o del muy cercano a éste) se rasgarán las vestiduras y lamentarán que, otra vez, las campañas se vayan a llenar “de lodo”, a raíz del modo de hacer campaña de Corral o de los serios cuestionamientos realizados por éste al actual mandatario.
Ni una cosa ni la otra, estamos entrando a un proceso electoral, ríspido, es cierto, pero de ninguna manera fuera de lo común en cualquier contienda que se precie de poseer, medianamente, atributos democráticos. De manera muy extendida los chihuahuenses tendremos oportunidad de presenciar y apreciar nítidamente las acusaciones y los alegatos defensivos, además del despliegue de los priistas por mostrarle a la sociedad el alcance de los logros del gobierno duartista.

Crisis partidarias por ausencia de prácticas democráticas
Además, y no es cosa menor, tendremos oportunidad de apreciar los mejores y los peores rasgos de los tres principales candidatos (por lo menos a nivel de las preferencias electorales, de acuerdo con los antecedentes de los partidos y de lo que se alcanza a ver del trabajo de Chacho Barraza), especialmente de Serrano y el candidato independiente, en una campaña en la que el factor común de todos los partidos es que designaron por dedazo a sus candidatos al Gobierno de Chihuahua, los procesos democráticos brillaron por su ausencia; peor aún, en los dos partidos mayoritarios, PAN y PRI, ese método abarcó hasta los abanderados a las alcaldías de Juárez y Chihuahua.
Más allá del número de aspirantes a las candidaturas independientes que pasen a la segunda etapa, y de quienes obtengan las firmas necesarias, este fenómeno es ya significativo de la profunda crisis democrática en la que están los partidos; todos, incluidos los de nuevo registro, el Partido de Encuentro Social y Morena, sus procesos designatorios adolecen de las mismas características del resto, una absoluta falta de mecanismos democráticos.
Fallan en un aspecto crucial para la vida democrática, la de imbuir, precisamente, los valores de la cultura democrática ¿Cómo le pueden pedir a la sociedad que confíe en los procesos democráticos si ellos mismos no son capaces de efectuarlos?
Y ya tienen en sus manos el contra argumento mediante el cual justifican la falta de procesos eleccionarios. Todos los dirigentes aducen que es mejor el método empleado pues entrar a elecciones interna, dicen, desgasta a los partidos, los enfrenta y, finalmente, los divide.
Bueno, pues la respuesta, primero, de los militantes o aspirantes dejados en el camino por este método y, segundo, la de los numerosos aspirantes a candidaturas independientes, son la clara muestra del fracaso del “dedazo” para resolver los asuntos partidarios.
En todos los partidos se advierten las evidencias de la inconformidad de algunos de sus militantes por las designaciones.
La égida panista, fruto de indudables aspiraciones personalistas, pero también de la profunda y alargada crisis en el PAN, no sólo en el ámbito local, sino nacional, ha dejado caer sus consecuencias, quizá no lo afecten mayormente en la obtención de votos, pero puede, si la contienda se cierra, ser al final, la diferencia entre el triunfo del blanquiazul y el PRI. 
Las designaciones provocaron inconformidad en todos los partidos, en algunos en pequeños grupos, en otros sólo provocó “resfríos”, y en el PAN, la salida de algunos destacados miembros, como Jaime Beltrán del Río, presidente municipal de Delicias, y de María Antonieta Pérez, ex candidata a la alcaldía de Juárez en 2013 y ex diputada federal, sin duda, uno de los activos más importantes del panismo de la frontera, pero quien afirmara que si el candidato fuera Corral, lo apoyaría.
Pero lo que más destaca es el hecho de que se advierte una vasta maniobra política para quitarle potenciales votos al PAN.
Pueden decir mil cosas, pero la participación de Beltrán del Río y de Pérez Cuéllar tendrá ese efecto, incluso sin que ellos lo pretendieran ¿Y qué tal si ese era su propósito?

¿Ruptura del empresariado con el PAN?
Además, la participación de los empresarios ligados al grupo de Enrique Terrazas es muy significativa, Luis Enrique, su hijo, que busca la candidatura independiente a la alcaldía de Chihuahua adujo que no se trataba de una ruptura del empresariado agrupado en Coparmex y el PAN, organismos a los que los ha unido más de una liga política.
Sin embargo, los antecedentes de José Luis Barraza, entre los que destaca el hecho de que su ascenso al Consejo Coordinador Empresarial,  a nivel nacional en 2006, sólo se puede explicar en aquella abierta connivencia de Coparmex y el PAN, de lo que se derivó el hecho de que los spots en contra del candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, fueran pagados, aparentemente, por Celiderh, la agrupación más ligada a Enrique Terrazas (formadora de una gran cantidad de dirigentes del blanquiazul en Chihuahua), por entonces uno de los co-dueños de la empresa Cementos de Chihuahua, en la que participaba (probablemente con el 30% de las acciones) Lorenzo Zambrano, propietario de Cementos Mexicanos (CEMEX), uno de los gigantes mundiales de la industria cementera.
Las expectativas despertadas por Barraza motivaron la participación de Corral y seguramente la dirigencia nacional del PAN, en el afán de no perder competitividad rumbo al 2018, decidieron apostarle a quien estuviera mejor calificado en las encuestas, independientemente del grupo al que perteneciera o las críticas o enfrentamientos sufridos con el que emergiera de este proceso.
Tuvieron razón. Por primera ocasión, desde 1998, todos los aspirantes a la candidatura le ofrecieron su respaldo al ungido Javier Corral.
Estamos, así, frente a la posibilidad de que por primera ocasión en Chihuahua aparezca una votación a tercios en donde el tercio mayor pueda  alzarse con el triunfo, si no ocurren cualquiera de las dos cosas: Primero, que uno de los dos candidatos opositores más fuertes resuelvan sumarse al otro, en virtud de saberse en minoría; o, segundo, que, sin haber acuerdo de por medio de los participantes, el electorado, por su cuenta, decida ejercer el voto “útil” y que, así, otra vez, como ha ocurrido desde hace 34 años, la competencia se cierre, a sólo, entre los dos competidores mayoritarios.
Un factor contará: La participación, abierta o no, del gobernador Duarte. La gran pregunta flota en el aire ¿Se involucrará en el debate el gobernador Duarte ante las descalificaciones que le harán los candidatos opositores, especialmente Corral?
Más aún ¿En la campaña, en algún momento, cuando arrecien las críticas al gobierno duartista y se empiece a generar un movimiento en las preferencias de simpatía a los críticos de Duarte, se deslindará Enrique Serrano?
De todo habrá en la campaña. Así, un antiguo colaborador de Corral, Luis Villegas, ahora magistrado del Tribunal Superior de Justicia, gracias a los cuestionados nombramientos realizados por el Congreso del Estado, cuestionó la legalidad de la designación del senador, porque, dijo, no había pedido licencia a ese cargo, en un más que gratuito servicio al partido gubernamental.
Otra, la incongruencia de Jaime Beltrán del Río, quien abandonó al PAN, porque se daría el “dedazo” en su partido y fue al PRD a recibir la designación (por ahora) del mismo modo, en lo que fue un proceso más truculento que en el panismo pues siquiera los blanquiazules designaron a un organismo colegiado para resolver la candidatura de Corral, pero en el PRD tal mecanismo no se apareció, aunque queda en el aire qué órgano dirigente lo resolvió.

Otro damnificado, el Frente por la Unidad Democrática
Otro de los dejados en el camino por las designaciones fue el proceso unitario que dio origen al ahora aparentemente desaparecido Frente por la Unidad Democrática, impulsado por Corral, Gustavo Madero, -entre los más destacados panistas- y varios dirigentes y activistas de izquierda, como Jaime García Chávez, Víctor Quintana, Javier Félix, Lucha Castro y Alma y Gabino Gómez, y cuyo fracaso (en impulsar una candidatura ciudadana, frentista) se debió a que los principales participantes no se deslindaron a tiempo de sus respectivos compromisos partidarios.
Así, dos de ellos, Javier Corral y Javier Félix, son abanderados del PAN y Morena, respectivamente y otro, Víctor Quintana, declinó a la postulación de Morena, debido, dijo, a que condicionó su candidatura a la conformación de un frente amplio ciudadano.
Finalmente ni lo uno ni lo otro, dejó la precandidatura de Morena y el Frente en la práctica se deshizo. 
Durante la última gira del dirigente nacional, Andrés Manuel Lopez Obrador, lo “enfermó”, cosa que no contradijo tajantemente, aunque sí declaró que había algunas indisposiciones de salud, pero no de una magnitud que le impidiera la participación política.
Sin embargo, existe otra versión, la de que durante varias semanas trabajaron en la posibilidad de que el empresario juarense, Miguel Fernández Iturriza, ex tesorero del Comité Nacional del PAN en la presidencia de Luis H. Alvarez, al final, declinó la posibilidad de encabezar una propuesta ciudadana para ser el candidato de distintas fuerzas políticas y sociales, tanto de la derecha, como de la izquierda chihuahuense.

Hoy todo eso historia, entramos de lleno a la que puede ser una de las disputas más ríspidas por el gobierno de Chihuahua.

domingo, 28 de febrero de 2016

La “notablecracia”

El Diario, 28 de febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
Justamente cuando el tema de los candidatos independientes empezaba a convertirse en el fenómeno destacado de la presente campaña electoral (y aún no se le puede descartar), dos de los aspirantes más destacados, los que buscan convertirse en candidatos independientes a la alcaldía de Chihuahua destaparon lo que puede ser la tumba electoral de ellos y la del aspirante a la gubernatura José Luis (Chacho) Barraza.
Lo que protagonizaron Luis Enrique Terrazas y Javier Mesta a principios de la semana fue un verdadero batidero, poco faltó para que se insultaran a través de los medios de comunicación. Lo que se dijeron se inscribió como caso ejemplar de las querellas que han protagonizado los miembros de la clase política chihuahuense, lo novedoso es que quienes cruzaron groseras descalificaciones pertenecen a algunas de las familias más poderosas de la capital chihuahuense.
El origen del conflicto fue que resolvieron nombrar a un “Consejo de Notables” para que decidiera quien debía declinar a favor del otro, a fin de no obstaculizar el triunfo de alguno de ellos.
Según todas las informaciones, los “notables” se reunieron el domingo anterior y ahí dictaminaron que quien llevaba la delantera era Javier Mesta. Acordaron -y firmaron el acuerdo- que al día siguiente realizarían una conferencia de prensa a fin de dar a conocer la declinación de Terrazas.
Sin embargo, éste se adelantó y ante la prensa declaró que Mesta debería sumarse a su candidatura en virtud de contar con mayores y mejores evidencias de que llevaba la delantera en las simpatías electorales.
La réplica fue relampagueante, Mesta lo acusó de faltar a su palabra, que había aceptado esa determinación y que para comprobar quien mentía, lo retaba a someterse al detector de mentiras. 
La contrarréplica fue aun más contundente, Terrazas adujo que tenía más trabajo en la comunidad, de muchos años atrás, que su “amigo” Javier Mesta y que éste “ni una hamburguesada había efectuado a favor de Chihuahua”.
No es todo. Ante el requerimiento de la prensa por saber quienes eran los integrantes del “Consejo de Notables” respondieron que habían prometido guardar la secrecía de su integración.
No fue muy difícil saber los nombres, pero la mayor novedad y sorpresa la constituyó el hecho de que uno de esos notables resultó ser el mismísimo aspirante a la candidatura independiente al Gobierno de Chihuahua, Chacho Barraza.
Los restantes son: Alberto Chretín (ex Secretario Economía y ex presidente de la Asociación de Maquiladoras, de la Unión Social de Empresarios Mexicanos, del Grupo Industrial las Américas, de Chihuahua Now, Consejero de la Fundación del Empresariado Chihuahuense y ex vice presidente de Coparmex y de Canacintra);  Sergio Mares (Propietario de la cadena de Al Super), Federico Elías (Propietario de CTU, empresa constructora), el Doctor Antonio Ríos (Director de una de las escuelas del Instituto Tecnológico de Monterrey-Campus Chihuahua); Miguel Ángel Valdez (Rector de la Universidad Lasalle), Alberto Araujo (ex rector ITESM) (ex director de ITESM), y las señoras Cano y Baca.
Mesta reconoció que la reunión se había realizado en las oficinas del rector de la Universidad La Salle (al parecer hubo otras reuniones previas) y que en ella había participado, también, el ex presidente de Canacintra, Francisco Santini, quien va de suplente de Terrazas en su planilla.
Así, de golpe y porrazo los diferencias de los aspirantes nos permitieron confirmar lo que algunos pensaban acerca de estas pretensiones, que se intuía la existencia de un hilo conductor en la aparición simultánea de tantos aspirantes que mantienen más de una coincidencia.
Tres de sus argumentos para postularse han quedado hechos añicos: La antidemocracia existente en los partidos, la opacidad y los continuos pleitos de los políticos “que sólo pelean por el poder”.
¿Quién eligió al “Consejo de Notables” para que resolviera un asunto que en última instancia le tocaba resolverlo a la ciudadanía con su voto?
¿Por qué se niegan a dar a conocer a los “notables”, en un asunto que es por demás extremadamente público, pues se trata de decidir quien debe administrar el erario municipal en el período 2016-2018 y quizá 2018-2021?
¿Qué hacía en esa reunión José Luis Barraza? ¿Hay, entonces, planes compartidos sin que la sociedad esté enterada de ellos?
Luis Enrique Terrazas ha expresado en varias ocasiones que varios de los integrantes de su planilla no son sus amigos, que a algunos no los conocía. Y entonces ¿Quién los designó? ¿Quién los invitó a esta aventura independentista?
Así, con la existencia de ese grupo de “notables” y la participación de otras personas para impulsar proyectos como el de estos dos aspirantes, podemos llegar a la conclusión que en la práctica cuentan con un organismo de dirección, como el de los partidos políticos, que, como el de éstos, no le responde a la sociedad, pero que a diferencia de las agrupaciones partidistas, no está obligado a rendir cuentas de los recursos económicos empleados para hacer política, ni de las acciones realizadas.
Y por supuesto, salta la inquietud, sin siquiera llamarla, ¿De llegar a la presidencia municipal realizarían el mismo ejercicio, el de llamar a los suyos para integrar ese Consejo de Notables, para que resuelva los asuntos más importantes del cabildo -igual que hacen los partidos-? 
El anotar que existe un símil con los partidos políticos lo refuerza el hecho de que finalmente los integrantes -con variaciones, obviamente- comparten concepciones ideológicas y políticas, como si se tratara de un partido político, porque quienes tienen pretensiones políticas se “juntan” con quienes comparten puntos de vista, por lo menos en materia política, a menos, claro está, que sus pretensiones vayan más allá de las estrictamente políticas y se inscriban en el uso de las posiciones gubernamentales para el beneficio personal o grupal.
¿Que son válidas sus pretensiones? Por supuesto que sí -obviamente las que se refieren al buen gobierno- el problema estriba en que lo hasta ahora conocido, fruto de un diferendo, nos vino a revelar cuán débil se encuentra la veta democrática en ellos y desveló la posibilidad de que estemos frente al proyecto de una parte de la élite empresarial del país, de espaldas a la sociedad, que se está concretando con los peores defectos de la clase política mexicana, y eso no le conviene a la mayoría de la sociedad.
LOS REGIDORES DE CHIHUAHUA DE TURISTAS EN MIAMI.-
Fueron pródigos los políticos -los que ya lo son y los que aspiran a serlo- a otorgarnos escándalos en la semana. A principios de ella supimos que 6 regidores de la capital viajaron a Miami a un curso, con recursos del gobierno municipal. Llamó la atención que lo hicieran a 7 meses de entregar los cargos, pero más que el motivo de su viaje fuera acudir a la realización de la Cumbre Latinoamericana de Marketing Político, cuyo objetivo central sería el de capacitar a los asistentes para ganar elecciones.
Nada de las tareas, facultades y responsabilidades de los regidores los autoriza a recibir recursos económicos municipales a fin de que se preparen en esa materia, en todo caso les correspondería financiarlos a los partidos políticos. 
El costo total asciende a 250 mil pesos. Aún convaleciente de una afección respiratoria, el alcalde Eugenio Baeza -que suple a Javier Garfio- adujo que los regidores no iban de vacaciones, que nos convenía que se capacitaran, pero que ese gasto estaba presupuestado y que fue aprobado antes de que él asumiera el cargo.
Estos son algunos de los temas en los que fueron a capacitarse los regidores:    Hispanos, Más allá de las estadísticas; Premios por ganar elecciones; Gobierno durante la transición política en México (el expositor fue Vicente Fox); Las elecciones se ganan en las calles; 2016, campañas en el centro del estado de ánimo de los votantes en México; Alguien que hace menos errores, gana; Manejo de la Opinión Pública a través de los medios de comunicación; Como manejar una campaña continúa en las Américas; Elecciones en la región más transparente; Manejo de campañas electorales; El cambio digital de la democracia y el voto; El uso de las nuevas tecnologías en la política de comunicaciones en elecciones; La mecánica de la persuasión; El voto latinoamericano en 2016.
Y así, hasta culminar con el tema de Organización territorial y movilización electoral para una campaña local.
Lo dicho, los regidores deben devolver el costo total de ese viajecito, que se lo cobren a sus partidos, o a su mamá, porque pareciera que los recursos públicos son el botín por haber ganado una elección (y algunos ni siquiera las ganan).

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

jueves, 25 de febrero de 2016

¿Descriminalizar el consumo?

El Diario, 25 de febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
¡Valiente postura, la del Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, la de descriminalizar el consumo de mariguana!
Dijo que se requiere de una legislación que deje de perseguir a los usuarios de la hierba para detener a los delincuentes que lucran con este fenómeno. Tal aseveración la realizó en la inauguración del Segundo Foro Nacional para el uso de la Mariguana, efectuado en Juárez el martes anterior. (Nota de Martín Orquiz, El Diario,  24/II/16).
Que alguien le avise que tal cosa ya es una realidad, desde hace mucho tiempo; que le digan que en México no es un delito ser consumidor de drogas, que lo dictaminado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fue la aprobación a la producción, es decir, al cultivo, de la mariguana para uso LÚDICO (perdón por las mayúsculas) personal, que prohibirlo coarta los derechos de los ciudadanos.
Lo que está a discusión no es si se puede permitir el uso medicinal de tal sustancia (aunque también, así de atrasados en esta materia nos encontramos) sino, el de si le damos un giro completo al modo de afrontar la lucha contra las adicciones, pues en el último medio siglo el acento se ha puesto en el combate violento al tráfico de drogas, en la detención de los delincuentes dedicados al trasiego de ellas y a las actividades violentas en aras de preservar el negocio y, en dejar de lado la atención a los adictos al consumo de drogas y a la prevención, que en la práctica es inexistente.
Las cifras son de espanto, Osorio Chong afirmó que de cada 10 reos, 6 están recluidos por la comisión de delitos “contra la salud”, como eufemísticamente se denominan los delitos del tráfico de drogas.
La evidencia empírica revela que después de 50 años de la aplicación de la política prohibitiva y punitiva, asumida por los organismos internacionales, a presión del gobierno de los Estados Unidos, ha demostrado contundentemente su fracaso, dijo Rubén Aguilar.
Después de ese tiempo lo que tenemos son sociedades devastadas, el tejido social severamente degradado las instituciones relacionadas con la procuración y aplicación de la justicia gravemente dañadas por la infiltración criminal; un inmenso ejército de empobrecidos jóvenes involucrados en el tráfico de drogas, muchos de ellos adictos; inmensos recursos públicos perdidos, destinados al combate de los narcotraficantes; la eclosión de una gran variedad de delitos relacionados con el trasiego de las drogas, la pérdida  del control gubernamental, no sólo en vastas zonas del país, sino sobre las mismas dependencias, incluidos, por supuesto, la mayor parte de los cuerpos policiacos.
Y a pesar de todo ello, -por ejemplo, en el sexenio anterior, el de la guerra contra las drogas, el gobierno federal empleó poco más de 700 mil millones de pesos en el sostenimiento de las dependencias encargadas de la seguridad pública-, el número de muertos rebasó los 100 mil en el sexenio; el consumo de drogas se elevó marginalmente, bajaron los precios de la cocaína en las calles de las ciudades norteamericanas y medio país se vio envuelto en la vorágine de la violencia, la muerte y el dolor.
Así, ¿Si empleamos una millonada en combatir a los cárteles, en tratar de evitar que trafiquen con la droga y en el camino nos pervierten a las instituciones, matan a miles, envician a otros más, desarticulan a la sociedad y, de paso, se enriquecen, ellos, los mercaderes de la muerte, y las empresas dedicadas a la producción y comercio de armas, qué caso tiene continuar con tal política de combate? ¿Por qué no cambiar el sentido de la “guerra”?
¿Por qué no legalizar el tráfico de drogas, hacer un padrón de adictos, establecer un programa nacional de rehabilitación, realizar una gran batida de prevención y suministrar la droga a quien la necesite?
Varias cosas son seguras, en primer lugar, los índices de violencia disminuirán drásticamente, empezará una lenta recuperación de las instituciones, disminuiremos las dimensiones de los cuerpos de seguridad pública -con lo que ahorraremos cuantiosos recursos presupuestarios- y los recursos podrán reorientarse a la construcción de un tejido social acorde a las necesidades de la sociedad moderna mexicana, orientados especialmente a las zonas más conflictivas de los centros urbanos.
Es decir, podríamos dedicarles más recursos a los “ejércitos” de paz, que a los ejércitos -estos sí de verdad- de la guerra y la muerte que hoy tenemos.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

domingo, 21 de febrero de 2016

Papa secuestrado

El Diario, 21 de febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
El Papa Francisco y la élite mexicana hicieron como la vieja canción infantil de Juan Pirulero -que cada quién atienda su juego-.
Así, Peña Nieto y la élite política y empresarial del país se “lucieron” al lado del Papa mostrándonos su faceta de creyentes y fieles seguidores de la doctrina católica y su representante en la Tierra.
Y recurrieron a todo ¿El resultado? miles de selfies de los políticos mexicanos ocupando las zonas VIP para estar en la cercanía del mandamás de la Iglesia Católica.
A su vez, Francisco (Jorge Mario Bergoglio en la vida cívica) lanzó cuantos discursos pudo, todos genéricos, criticando la forma de conducirnos, la del modo en que se gobierna, con relatos puntuales -generales- de las grandes tragedias por las que transita el pueblo de México (y algunos otros) y aprovechando su condición de latino (por aquello que hasta cuando los cardenales debían nombrar a un papa latinoamericano no se arriesgaron mucho y optaron por nombrar a uno con raíces italianas) fue capaz de hilar muchos momentos de acercamiento con su grey, destacando en ello la misa realizada en san Cristóbal de las Casas en las que el ingrediente indio le imprimió, no sólo una extrema coloridad al evento, sino también una inmensa emotividad y, luego, ya lejos del territorio nacional, lanzó verdaderos obuses.
Si las élites mexicanas fueron capaces de secuestrar al pontífice -para recrearse ellos y sus allegados, aprovechando sus puestos- ¿Qué no podrán hacer, si en algo en lo que debieron mostrar misericordia y humildad, -algo que Francisco ha solicitado insistentemente- no lo hacen y actúan como suelen hacerlo con el erario, de manera patrimonialista, esto es, como si fuera su propio patrimonio?
Los asistentes a las zonas VIP de prácticamente todos los eventos fueron los integrantes de los gobiernos y los más poderosos empresarios. Así fue desde el acto inicial. En el hangar presidencial (construido en la cantidad de mil millones de pesos por la empresa Higa, propiedad, también, de Juan José Hinojosa, el que le “vendió” la casa blanca a la esposa del presidente) quienes lo recibieron fueron invitados de la presidencia, y al pedir las ovaciones al público, de acuerdo a su procedencia, sobresalió la ovación por Toluca. ¿Coincidencia?
Los “invitados especiales” abundaron en todos los eventos, hasta el exceso. ¿Qué hacían, en el acto celebrado en el penal de Juárez, los hijos del empresario Carlos Slim, algunos miembros de la familia Aramburuzabala (los ex propietarios de Grupo Modelo), el cantante Emmanuel, políticos locales y funcionarios?
Pero el secuestro mayor fue en la abundante agenda privada que desarrolló el Papa. 
Evitó reunirse con los padres de los 43 jóvenes desaparecidos y con los padres de los miles de desaparecidos (a pesar de que muchos de ellos son representados o asesorados por las organizaciones derechohumanistas más reconocidas, dirigidas por sacerdotes jesuitas, como él), pero sí pudo recibir en audiencias privadas a cientos de personas (las colas eran inmensas para entrar a la sede de la nunciatura en la ciudad de México, luego de las actividades realizadas en el día), incluidos los directivos y propietarios de Televisa y Tv Azteca.
No son los únicos episodios polémicos de las posturas del Papa, su declaración acerca de que los grupos criminales asentados en Juárez pactaron una tregua de 12 horas para que pudiera celebrarse su visita ha provocado, no ronchas, sino un verdadero ataque anafiláctico en el gobierno: “En Ciudad Juárez, Chihuahua, los criminales alcanzaron un pacto de 12 horas de paz por mi visita. Después seguirán luchando entre ellos, los traficantes”. (Nota de El Diario, 19/II/16).
Ni en eso le falló el jerarca argentino, afirmó que los grupos delincuenciales habían pactado, nunca declaró que las autoridades lo habían hecho, o que éstas no hubieran realizado su trabajo, no, simplemente, con mayor naturalidad que los gobernantes locales, aceptó una cosa real, la de que los grupos criminales, los dedicados especialmente al tráfico de drogas ahí estaban y que seguirían haciendo sus actividades delincuenciales.
Pero las respuestas del mundo oficial nos dejan pasmados y llevará a que la sociedad deba preguntarse a quien creerle, si al Papa o a los gobernantes que lo desmienten cuando éstos aún siguen elogiando su visita y presumiendo sus “selfies”.
Así, el gobernador de Chihuahua, César Duarte, aseveró: “Para nada, (que) no se distorsione de ninguna manera el tema, no hay ninguna tregua con el narco, nosotros hemos acreditado cada vez que se detiene a cada grupo delictivo, que se les incautan drogas, se les quitan armas, por el delito que sea, no hay tregua alguna”.
Más atrevido, el Secretario de Gobierno (por aquello de que las autoridades, de todos los niveles, se le hincaron al Papa) nos “interpretó” lo que el Papa quiso decir: “Lo que el Papa dice y valoró es que en su visita a Juárez no hubo ningún incidente”. (Nota de El Diario de Chihuahua, 19/II/16).
Y ya puestos en el plano de los excesos, el Fiscal General del Estado, Jorge González Nicolás, afirmó que ”… los eventos celebrados en Juárez por el Papa Francisco sin duda fueron calificados por propios y extraños los mejores de los cinco días, los mejores eventos y con un profundo sentimiento y gran emotividad”. (Nota de Luz del Carmen Sosa, El Diario de Juárez, 18/II/16) 
¡Vóytelas!
Y si faltaba evidencia para acreditar el secuestro de Francisco, él mismo la aportó. Dijo que hubo gestiones de distintos sectores para tener una reunión de los padres de los jóvenes de Ayotzinapa con él, pero “eran muchos grupos, incluso contrapuestos entre ellos, con luchas internas. Entonces yo preferí decir que en la misa los iba a ver a todos, en la Misa de Juárez si preferían o en alguna otra, pero me abría a esa disponibilidad. Era prácticamente imposible recibir a todos los grupos que, por otro lado, también estaban enfrentados entre ellos”. (La Jornada, 18/II/16).
Los padres de los 43 estudiantes declinaron asistir a la misa de Ciudad Juárez porque sólo había tres lugares para ellos y no se había concretado la audiencia privada.
Además, el problema estriba en que no hay evidencia alguna de divisiones entre ellos.
De los numerosos actos realizados y de la multitud de mensajes enviados por el Papa, resaltan -para los fines de esta colaboración editorial- el realizado en el Colegio de Bachilleres, en el acto que eufemísticamente le denominaron Encuentro con el Mundo del Trabajo, pues ahí dijo que “… La mentalidad reinante pone el flujo de las personas al servicio del flujo de capitales provocando en muchos casos la explotación de los empleados como si fueran objetos a usar y tirar… Dios pedirá cuenta a los esclavistas de nuestros días, y nosotros hemos de hacer todo lo posible para que estas situaciones no se produzcan más. El flujo del capital no puede determinar el flujo y la vida de las personas”, ante lo cual, el dirigente de la Canaco de Chihuahua capital, Carlos Fierro, afirmó que “en Chihuahua no existe esclavitud laboral”. ¡Válgame dios!, diría mi abuela.
Ahí, frente a prácticamente todos los empresarios más poderosos de Chihuahua, en un acto finalmente dejado en manos de la Coparmex y de los Empresarios Católicos, (pues los que hablaron a nombre de los empresarios fueron Juan Pablo Castañón Castañón, presidente en turno del Consejo Coordinador Empresarial nacional, y Gustavo de Hoyos Walther, dirigente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana) fueron fustigados: 
“¿Qué quiere dejar México a sus hijos? ¿Quiere dejarles una memoria de explotación, de salarios insuficientes, de acoso laboral o de tráfico de trabajo esclavo? ¿O quiere dejarles la cultura de la memoria de trabajo digno, del techo decoroso y de la tierra para trabajar?… ¿En qué cultura queremos ver nacer a los que nos seguirán? ¿Qué atmósfera van a respirar? ¿Un aire viciado por la corrupción, la violencia, la inseguridad y desconfianza o, por el contrario, un aire capaz de generar alternativas, generar renovación o cambio? Generar es ser co-creadores con Dios. Claro, eso cuesta”.
Se necesita ser muy cara dura para soportar tal andanada de conceptos y seguir pagando a la mayoría de los trabajadores (6 de cada 10 registrados en el IMSS) hasta dos salarios mínimos mensualizados.
Pero si de algo debemos dolernos es del abandono de la laicidad por parte de los gobernantes. Así, Enrique Peña Nieto se fue a la misa en la Basílica olvidando que es el representante del Estado Mexicano y que, por tal circunstancia, no puede andar hincándose ante nadie ni besar los anillos papales, como lo hicieron los gobernadores de Sonora, Claudia Pavlovich, y Chiapas, Manuel Velasco.
El cura Solalinde lo retrató de mejor manera: “El Papa es un pastor antes que un jefe de Estado y Peña Nieto su acólito, al igual que todo su gabinete. A un jefe de Estado no le piden bendiciones ni le besan la mano”.
¿Es fervor católico o simples maniobras políticas para manipular el fervor religioso de un pueblo, tan sufridor como el nuestro y tan ávido de, por lo menos, señales de esperanza, razón por la cual se volcó con Francisco?

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

jueves, 18 de febrero de 2016

Las encrucijadas del PRD

El Diario, 18 de febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
En un buen problema se encuentra el perredismo local. 
Luego de postergar hasta donde le fue posible definir quien sería su candidato, le cayó como anillo al dedo el que, finalmente, antes de que se supiera la decisión de la dirigencia nacional del PAN, el alcalde de Delicias, Jaime Beltrán del Río, anunciara que renunciaba a su partido, debido a su desacuerdo con el método aprobado para designar al candidato, que privilegiaba la realización de dos encuestas, una a la ciudadanía y otra a la base panista.
Entonces, casi sin trámites, la dirigencia estatal resolvió aceptar su inscripción como precandidato.
Para quienes seguimos puntualmente los avatares de la clase política chihuahuense tal decisión se inscribía en la línea política adoptada por el PRD local en el presente sexenio. 
Atrás quedaron los años en que este partido abanderaba la oposición de izquierda y la mayor parte de las luchas populares de los chihuahuenses; ingresó al selecto grupo de las agrupaciones políticas y sociales aliadas del gobernante local.
Así, que postulara a un ex panista (incluso sin involucrar al alcalde deliciense) tendría una consecuencia: Quitarle votos al PAN, único partido político capaz de competir con el PRI en la disputa gubernamental.
De ese modo, sin que existiera la sospecha de un “compló”, podríamos concluir que la dirigencia estatal del PRD le estaría haciendo un favor al partido gubernamental en Chihuahua, probablemente oneroso.
Beltrán del Río adujo antidemocracia en el PAN, pero en el PRD no habrá un mecanismo diferente para designar a su candidato; el problema estriba, para los dirigentes locales del perredismo, en que en los últimos días crece la opinión en el seno del Comité Nacional del PRD de aprobar una alianza con el PAN en Chihuahua, de acuerdo con los resolutivos del último congreso nacional perredista, ya que varios integrantes de la dirigencia perredista le guardan simpatía al abanderado panista, Javier Corral.
Concretar tal candidatura no tiene problemas legales, aún están a tiempo de registrar una candidatura común pues el plazo vence el 15 de marzo. Sin embargo, las impedimentas son de carácter político ya que la dirigencia estatal perredista mantiene la misma línea política a pesar de los relevos ocurridos en ella pues el fin de semana anterior la presidenta estatal, Crystal Tovar Aragón, pidió licencia para separarse del cargo a fin de buscar una diputación local -seguramente por la vía plurinominal- con lo cual el Consejo Estatal debió elegir a la sucesora.
Este cargo recayó en Guadalupe Aragón -mamá de la denunciante y hermana de la diputada federal y ex legisladora local, Hortensia y, además, suplente de ésta en la diputación federal- quien, en sus primeras declaraciones afirmó que de ninguna manera habría alianza con el PAN pues privilegiarían la postulación del candidato “del PRD”.
Ahora sí que ya no entendimos. Los perredistas locales decidieron postular a un ex panista como su candidato a la gubernatura de Chihuahua, candidato que seguramente no les retribuirá un mayor porcentaje de votos que los alcanzados en cada uno de los últimos comicios celebrados a partir de 1998, esto es, no superior al 5%. 
Sin embargo, les ofrecen una candidatura común con el PAN, lo que les acarrearía la posibilidad de obtener el triunfo -por lo menos estarían en la disputa- y algunas otras posiciones, incluso si perdieran, pues recordemos que en el anterior ejercicio de este tipo -en 2004- el PRD obtuvo 3 diputaciones locales; bueno, pues a pesar de eso ¡No quieren la alianza!
¿Será, acaso, por divergencias ideológicas con el panismo?
¡Pero, po’s si ya se convirtieron en aliados de un gobierno del PRI!
Entonces ¿Cómo explicar tal oposición a la alianza electoral con el PAN? ¿Sólo porque el candidato sería Javier Corral?
¡Ah, entonces ya vamos entendiendo, no sólo la postura de la dirigencia estatal, sino las frases del dirigente nacional del PRD, Agustín Basave, quien dijo que las decisiones de la dirigencia perredista son “inescrutables”!
En tanto, el coordinador de sus actividades, de cuando Beltrán del Río era aspirante a la candidatura del PAN, Héctor Ortiz, aún miembro del PAN, en una entrevista radiofónica se lanzó con todo en contra del precandidato Javier Corral, el que, dijo, sólo le traerá “problemas” al PAN pues, y en eso parafraseó al gobernador César Duarte, no le ha traído “nada a Chihuahua”.
¿Coincidencias?
Difícilmente.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

lunes, 15 de febrero de 2016

Ríspido inicio de precampañas

Mega Radio, Juárez, 15 de febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
No podía ser de otra manera, el arranque de las precampañas -sobre todo de los precandidatos de los dos más importantes partidos en la entidad, PRI y PAN- fue como lo imaginaba la mayoría de quienes le dan seguimiento a los asuntos públicos.
En tanto, el aspirante priista, Enrique Serrano, buscó cambiar su imagen del político serio, extremadamente formal y frío, por el del candidato jovial, “alivianado”, incluyendo hasta pasos de baile al estilo duartista, y deslindarse, desde ese primer acto, del gobernador de Chihuahua; en tanto, el del PAN, Javier Corral hizo gala de lo que mejor hace, un durísimo discurso en contra del actual gobernador, César Duarte, y del precandidato priista, al que señaló como “marioneta” del mandatario.
Serrano, en el acto oficial de arranque -el de los jóvenes, en la sede del Comité Estatal- al estrenar su nueva faceta, tuvo un mediano éxito, con los suyos, no pueden esperarse semejantes resultados cuando enfrente al electorado no identificado con el priismo.
Por otra parte, como se esperaba, prácticamente desde el primer día, el gobernador Duarte se “subió” a la contienda. Lo hizo para dar respuesta a Corral y para darle un pequeño “desconocimiento” al gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez (El Bronco), con motivo del motín del penal de Topo Chico, que se puede explicar, porque de otro modo es inexplicable que el gobernador de una entidad critique tan seriamente a otro, porque una parte del equipo hacedor de la imagen de José Luis Barraza (El Chacho) es el del regiomontano.
Duarte le dijo al Bronco: “Hay que tomar el toro por los cuernos, dejar la publicidad y ponerse a gobernar’’.
Pero el de Nuevo León lleva, apenas, 4 meses en el gobierno, en cambio, una de las masacres más salvajes ocurridas en el penal de Juárez, con un saldo de 17 muertos, ocurrió en julio del 2011, cuando César Duarte llevaba, ya, ¡9 meses! en el gobierno.
A su vez, Javier Corral, en un durísimo discurso, en Chihuahua, develó a grandes rasgos lo que será el eje de su campaña, una demoledora crítica al Gobernador César Duarte, responsable, dijo, de haber llevado a que el “cinismo se enseñoree en Chihuahua” y enfatizar en lo que hasta ahora ha sido el tema central: “Le llegó la hora a César Duarte”, al que promete, lo llevará a la cárcel por ser el “corrupto más corruptor en la historia de Chihuahua”.
Ante esas frases, repetición de las que había expresado desde el momento en que se anunció su precandidatura, el gobernador Duarte reaccionó agresivamente: “Yo sólo sé que los hermanos de Corral son narcotraficantes”.
Ante ello, cabe preguntarse ¿Los hechos de los hermanos del aspirante panista le pueden ser imputados? ¿O el gobernador de Chihuahua sabe de actividades ilícitas de Javier Corral? ¿Por qué no lo denuncia, como es su obligación?
Algunos pensábamos que Enrique Serrano sería obligado por la dinámica de la campaña, allá por el primer mes de la campaña, probablemente en la segunda quincena de abril, a deslindarse de Duarte, nunca pensamos que lo intentara en el mismísimo primer día de la precampaña. El nombre del gobernador no fue mencionado, salvo cuando expresó que “no necesité hacerle la barba a nadie”, para llegar hasta ese lugar.
No estoy bajo la sombra de Duarte, dice Serrano: “Es mi amigo, pero no es cierto lo que dicen, no estoy bajo su amparo ni bajo su sombra”.
 Su problema estriba en la credibilidad que alcance en los sectores de votantes no plenamente identificados con el PRI.
¿Será el continuismo sin continuidad?
En tanto, enfrente, la euforia fue el principal signo del evento panista, con la presencia del dirigente nacional, Ricardo Anaya. 

No se trató, como muchos lo piensan, que el panismo haya cerrado filas alrededor de Corral, sólo porque “son políticos” o porque “no les queda de otra”, no, el arranque de Corral mostró a un panismo por primera ocasión con sonrisas de satisfacción de todos, de todas las corrientes.

domingo, 14 de febrero de 2016

Arranque

El Diario, 14 de febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
No podía ser de otra manera, el arranque de las precampañas -sobre todo de los precandidatos de los dos más importantes en la entidad, PRI y PAN- fue como lo imaginaba la mayoría de quienes le dan seguimiento a los asuntos públicos.
Por supuesto que hubo novedades -siempre las habrá en el curso de las campañas-, la mayor parte derivadas de las estrategias adoptadas por los equipos de campaña, con el fin de mejorar la imagen de los aspirantes, que generalmente tratan de ocultar a la mayoría del electorado las facetas menos atractivos de sus abanderados.
Así, Enrique Serrano, del PRI, aportó las dos novedades: En el acto oficial de arranque -el de los jóvenes, en la sede del Comité Estatal- intentó mostrar otra imagen, la del político jovial y simpático, que ahí, con los suyos tuvo un mediano éxito y deberemos esperar los resultados cuando enfrente al electorado no identificado con el priismo; pero quizá la más importante de esas novedades fue que a las primeras frases de la precampaña se desmarcó del mandatario chihuahuense.
A su vez, Javier Corral, en un durísimo discurso, en Chihuahua, develó a grandes rasgos lo que será el eje de su campaña, una demoledora crítica al Gobernador César Duarte, responsable, dijo, de haber llevado a que el “cinismo se enseñoree en Chihuahua” y enfatizó en lo que hasta ahora ha sido el tema central: “Le llegó la hora a César Duarte”, al que promete lo llevará a la cárcel por ser el “corrupto más corruptor en la historia de Chihuahua”.
Ante esas frases, repetición de las que había expresado desde el momento en que se anunció su precandidatura, el gobernador Duarte reaccionó agresivamente: “Yo sólo sé que los hermanos de Corral son narcotraficantes”.
Gravísimo. Quien más se ha ufanado de colocar a Chihuahua en el liderazgo nacional por la implementación del nuevo sistema de justicia penal incrimina, acusa y sentencia en un solo acto a los hermanos de Corral, que no participan de la vida pública y que, sí es cierto, uno de ellos, sí fue acusado y sentenciado, pero que ya compurgó su pena, pero no en el caso del otro, que fue acusado de actividades ilícitas en manejos financieros, pero de ninguna manera en actividades del crimen organizado.
Pero, en todo caso ¿Los hechos de los hermanos del aspirante panista le pueden ser imputados? ¿O el gobernador de Chihuahua sabe de actividades ilícitas de Javier Corral? ¿Por qué no lo denuncia, como es su obligación?
Así, el gobernador Duarte hizo buenos -muy pronto- los pronósticos, acerca de que la postulación de Corral y sus señalamientos lograrían involucrarlo y que se “subiría” a la arena política, con lo que la confrontación no sería solamente con el precandidato Serrano. 
Al mandatario le ganó la víscera prontamente y le hizo lanzar frases al vuelo, en las típicas entrevistas banqueteras a que fue tan afecto a lo largo de su gobierno. Ante los primeros señalamientos de Corral respondió cometiendo, por lo menos, una falta a lo establecido en los marcos de la legislación en materia penal.
Esa declaración contradice tajantemente sus afirmaciones previas, especialmente las vertidas con motivo de la presentación de la solicitud de José Luis Barraza para buscar la candidatura independiente. En esa ocasión dijo que “habrá respeto (a los aspirantes)”.
No fue la única intervención del mandatario en el inicio de las precampañas. Ante el motín del penal de Topo Chico, criticó acremente al gobernador neolonés, Jaime Rodríguez (El Bronco), a quien dijo que “Hay que tomar el toro por los cuernos, dejar la publicidad y ponerse a gobernar’’. (Nota de Orlando Chávez Echavarría, El Diario/Chihuahua, 12/II/16).
Pero “El Bronco” lleva, apenas, 4 meses en el gobierno, pero una de las masacres más salvajes ocurridas en el penal de Juárez, con un saldo de 17 muertos ocurrió cuando César Duarte llevaba, ya, ¡9 meses! en el gobierno.
Basta una ojeada a la hemeroteca para darse cuenta que la irrupción de Duarte es estrictamente política-electoral, ya que a mediados del mes de enero del 2011 hubo una fuga de 15 reos del penal de Chihuahua; luego, en marzo, desalojaron el mismo penal de San Guillermo por un motín; en mayo, en el penal de Parral, una riña entre Mexicles y Aztecas produjo un deceso; en ese mismo mes, ante el asesinato de dos reos, en el penal juarense, el entonces alcalde de Juárez, Héctor Murguía, declaró que el penal estaba sobresaturado, y finalmente, en julio, la masacre del penal juarense, precedida de una gran fiesta con la participación de 2 docenas de jovencitas al penal;.
¿Por qué, entonces, montarse en las críticas al gobernador independiente de Nuevo León? ¡Ah, es que los estrategas, en imagen, del Bronco Rodríguez, son quienes la están haciendo para el aspirante a candidato independiente Chacho Barraza, además de que este no oculta su cercanía con el regiomontano.
De este modo -imposible saber si la pretensión de Corral sea esa- la inmediata participación de Duarte obligó -entre otras cosas, seguramente- a desmarcarse tempranamente del ballezano. 
Algunos pensábamos que Enrique Serrano sería obligado por la dinámica de la campaña -alrededor del primer mes de la campaña probablemente en la segunda quincena de abril-, nunca pensamos que lo intentara en el mismísimo primer día de la precampaña, al que no mencionó en esos primeros momentos, salvo para expresar claramente que “no necesité hacerle la barba a nadie”, para llegar hasta ese lugar.
No estoy bajo la sombra de Duarte, dice: “Es mi amigo, pero no es cierto lo que dicen, no estoy bajo su amparo ni bajo su sombra”.
 Su problema estriba en la credibilidad que alcance en los sectores de votantes no plenamente identificados con el PRI.
¿Será el continuismo sin continuidad?
Compañero del actual gobernador César Duarte durante muchos años, de épocas en las que no todo era coser y cantar, el ahora precandidato único del PRI a la gubernatura de Chihuahua, representa vívidamente la hegemonía ejercida por el grupo gobernante; las viejas formas del aparato de poder del priismo y significa el demoledor triunfo del gobernador César Duarte en la lucha por el poder al interior del PRI.
Vengo desde abajo, dice, y se esfuerza en convencer en ese sentido, para lo cual arguye haber trabajado de “mil usos”, lo que sumado al aspecto anterior, trasluce que se encuentran a la defensiva al inicio de la precampañas, algo que aceptó la presidenta del Comité Estatal, Karina Velázquez, en el acto de arranque, al afirmar que el PRI era “el más partido más cuestionado”, para, a continuación, enmendar lo dicho y asentar que también es el que ha realizado la ruta del progreso de México.
En tanto, enfrente, la euforia fue el principal signo del evento panista, con la presencia del dirigente nacional, Ricardo Anaya. No se trató, como muchos lo piensan, que el panismo haya cerrado filas alrededor de Corral, sólo porque “son políticos” o porque “no les queda de otra”, no, el arranque de Corral mostró a un panismo -por lo menos el presente- por primera ocasión con sonrisas de satisfacción de todos, de todas las corrientes, fruto del reencuentro entre ellos.
El escribiente confirmó que efectivamente el panismo quería un candidato “más echado pa’lante”. En 20 años de analizar cotidianamente la vida política de la entidad, es la primera vez que se encuentra a un panismo con ese estado de ánimo. 
En 1998, la elección interna culminó con las lágrimas de los derrotados, entre ellos las de Hortensia Olivas (la esposa del gobernador Barrio) y las del desaparecido Luis Herrera, a la sazón Secretario de Obras Públicas en ese sexenio, quienes lloraban amargamente la derrota de Eduardo Romero, el ex secretario de gobierno, a manos del ex alcalde juarense Ramón Galindo, hoy no fue así, pueden equivocarse los que le apuesten a la sangría del PAN, como fruto de las desavenencias, las habrá, pero no parece ser las del gran conglomerado del blanquiazul, el que, al parecer por las expresiones de los últimos días, añoraba aparecer como una sólida fuerza de oposición.
Falta observar que tanto influirá en el panismo el nuevo giro del discurso del panista que rescató dos conceptos del excandidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel Lopez Obrador, al llamar a los chihuahuenses a construir un programa de gobierno que tenga como centro el que “en primer lugar por los que menos tienen” y al afirmar que “Sólo el pueblo salva al pueblo”. ¡Vóytelas!

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

jueves, 11 de febrero de 2016

Convertirlos en honorarios

El Diario, 11 de febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
¿Por qué no aprovechar la ola “independentista” que nos asuela para echar los cimientos de una nueva forma de concebir el trabajo de un buen número de funcionarios de elección popular que ahora han tomado esos puestos como si fueran el botín de guerra?
¿Por qué no convertir en casi honorarios los cargos de diputados locales y regidores?
¿Cuáles fueron los criterios que llevaron a la autoridad municipal de Juárez para entregarles, a cada regidor, una “ayuda de transporte” por 13 mil pesos mensuales cuando éstos sólo tienen como obligación la asistencia a dos sesiones mensuales del cabildo y alguna participación a las comisiones de las que forman parte?
Los regidores del ayuntamiento del antiguo Paso de Norte, con esa compensación extra “alcanzan un ingreso neto de 64 mil 700 pesos, casi igual al salario que tiene en nómina el presidente municipal suplente, que es de 65 mil pesos”. (Nota de Juan de Dios Olivas, El Diario, Juárez, 10/II/16).
En ellos, el ayuntamiento de Juárez “eroga mensualmente 504 mil pesos en compensaciones y ayuda para transporte, sin contar el presupuesto de viáticos del que disponen”.
No son los únicos funcionarios públicos que se encuentran en tal situación de privilegio, pero sí son los que menos argumentos tienen para justificarlo; por lo menos los diputados locales deben cumplir con el protocolo de su asistencia a las sesiones del Congreso del Estado, o los federales a las realizadas en el Congreso de la Unión.
¿Por qué no imaginarnos que los regidores de los ayuntamientos chihuahuenses sólo perciban una modesta compensación por su asistencia a las sesiones del ayuntamiento y su participación en las comisiones de las que formen parte?
¿Por qué debemos pagarles, como si fueran funcionarios de tiempo completo, ya que en realidad sólo algunos de ellos realizan actividades cotidianas, pero que generalmente son quienes ocupan cargos partidarios, o que lo hacen en función de la búsqueda de otros puestos de elección popular?
Y no hay diferencias en el origen partidario, los regidores de todos los partidos acreditados en los cabildos chihuahuenses actúan de la misma manera, creen que ese salario se lo ganaron gracias a los “servicios prestados a la patria”, o que su mamá se los regaló. 
Son becas para continuar ejerciendo las tareas políticas propias de cada agrupación partidaria, en el que la característica principal es la de contar con políticos profesionales cuya principal preocupación es la de mantener la actual hegemonía política.
Y lo mismo debiéramos hacer en el caso de los diputados locales.
¿Para qué necesitamos a los diputados “trabajando” todo el año -y, por supuesto, pagándoles con excesos- si se la pasan inventando -y no es una frase- nuevas leyes, en tanto realizan todo tipo de actividades político-partidarias a costa del erario?
¿Porqué no cambiar la legislación para que sólo acudan al Congreso del Estado una parte del año -y cuando se requiera extraordinariamente- y que reciban, por esa razón, sólo una compensación, por los meses que acudan a sesionar, al fin y al cabo que el marco legal existente no requiere de su actividad permanente?
Por supuesto que tales propuestas chocan, de inmediato, con las posturas de quienes son los beneficiarios de tales privilegios, porque si lo que ahora abordamos es en el ámbito municipal, en el federal igualan a las cortes de los monarcas absolutistas de la edad media.
Son insultantes. 
Los diputados federales gozan de al “menos 14 prebendas” extras: Seguro de gastos médicos mayores, -que cubre a los legisladores y familiares ascendentes-; seguro de vida, -con coberturas que van de los 5 a los 15 millones de pesos-; ingresos por 74 mil 558 pesos al mes, sin obligación de comprobar -45 mil 786 por “Asistencia Legislativa”, y 28 mil 772 de “Atención Ciudadana”-; gastos funerarios, -equivalentes a un mes de dieta-; atención dental gratuita; 40 días de aguinaldo, (del que la Cámara cubre el pago del Impuesto Sobre la Renta); devoluciones del ISR, (por el concepto de "Aportaciones a Fondo de Ahorro”); aportación de la Cámara por una cantidad igual al monto ahorrado por cada legislador; peluquería gratis; 58 mil pesos anuales para financiamiento del informe de labores -y que no requieren comprobación del destino del dinero-; ayuda para transportación a la Cámara desde sus lugares de origen (a los que viven a menos de 300 kilómetros, de 3 mil 540 pesos hasta 12 mil pesos y a los que viven más allá de los 300 kilómetros 40 mil pesos al mes); tarjetas IAVE; 2 mil 780 pesos en vales de alimentos  y 170 pesos de vales de comida cuando haya sesión.
¿Podrán renunciar a todo ello? Por supuesto, no.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

lunes, 8 de febrero de 2016

Seis años después

Mega Radio Juárez, 8 de febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
La campaña electoral apenas inicia, -será una guerra- y tendremos oportunidad de comentar todos sus aspectos, partiendo de la idea que será novedosa, por innumerables nuevos factores presentes en ella, pero, aprovechando que se trata de renovar el total de los puestos de elección popular, incluidos el del Poder Ejecutivo, será necesario detenernos en una de las heridas que más dolió en la larga sangrienta noche homicida de los años anteriores, algo que deberemos enfatizar, a contrapelo de las versiones oficiales, no se ha ido y no se irá pues es producto del tráfico de drogas y el combate violento desplegado contra él.
Hace seis años un salvaje comando del crimen organizado arremetió contra un grupo de jóvenes que se divertían, en medio de una de las numerosas colonias juarenses en las que la pobreza campea y a la que los juarenses se enfrentan y aprenden a compaginar con alegría y optimismo a pesar de todo.
La masacre de Villas de Salvárcar se convirtió en uno de los símbolos emblemáticos de la barbarie sufrida por los chihuahuenses y sirvió para que se realizara uno de los ejercicios más memorables en la relación de los mandatarios y la sociedad.
Felipe Calderón aceptó debatir con representantes de la sociedad civil juarense y con los padres de las víctimas. Cientos de discursos después y de innumerables promesas se aterrizaron algunos acuerdos, en todos los aspectos de la vida política, económica y social del antiguo Paso del Norte.
En el lapso transcurrido amainó la ola homicida y el nuevo gobierno se ufanó de haber controlado la incidencia delictiva, gracias, sostiene férreamente, a las políticas gubernamentales y al mejoramiento del  nuevo sistema de justicia penal, a tal grado que ahora, Chihuahua, es punta de lanza en los sistemas de justicia oral en todas las materias; sin embargo, con motivo de la última visita presidencial de Enrique Peña Nieto, los representantes de 20 de las 25 familias agraviadas, padres de algunas de las víctimas ellos mismos, le enviaron una carta al presidente, que no pudieron entregarle en mano porque para los gobernantes los únicos representantes de la sociedad civil juarense siguen siendo los empresarios.
Así es, en las dos últimas visitas presidenciales quienes han hablado a nombre de la sociedad han sido, únicamente, los representes empresariales.
Bueno, pues en la carta evidencian que los resultados en la aplicación de justicia son desastrosos.
No necesita explicaciones, duelen sus términos y lo que traslucen:
“…
LIC. ENRIQUE PEÑA NIETO.
Hoy viene otra vez a Ciudad Juárez, hace un año le planteamos personalmente, la necesidad de hacer justicia para nuestros hijos, esposos, padres, hermanos que murieron y fueron lesionados el 30 de enero del 2010.
Ha sido un año de trámites interminables y ninguna autoridad inferior a usted ha resuelto el asunto.
EL GOBERNADOR DEL ESTADO se niega a firmar la ley de víctimas YA APROBADA por el Congreso del Estado.
 LA PGR se niega a investigar el crimen como un acto de delincuencia organizada, aún a pesar de que el líder de La Línea (brazo armado del cártel de Juárez) así lo aceptó.
LA COMISIÓN EJECUTIVA DE ATENCIÓN A VICTIMAS (de la Segob), se niega a reconocer que somos víctimas de la delincuencia organizada, y sostiene que fue un crimen menor.
LA COMISIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS mantiene congelada la solicitud de auxilio que le hicimos desde julio del 2015, ni siquiera han tomado el acuerdo de trámite.
SEÑOR PRESIDENTE, seguimos esperando justicia, rezando todos los días en la casa donde murieron nuestros seres queridos un día para cada muerto.
¿USTED PUDIERA HACERNOS JUSTICIA?
Representantes comunes de 20 de las 25 familias afectadas: 

Alonso Encinas; Luz María Dávila”.

domingo, 7 de febrero de 2016

Será una guerra

El Diario, 7 de febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
La postulación de Javier Corral como precandidato único del PAN cambió súbitamente las condiciones, el modo, los ritmos y las expectativas del actual proceso electoral.
Será distinto al del 2004, no sólo por los evidentes cambios en el modo de hacer política del actual senador, sino, fundamentalmente, por el entorno en que ahora se desenvolverá. A diferencia de ahora, en 2004 el abanderado del PRI, José Reyes Baeza, llegaba con una extendida simpatía al interior de su partido, que se prolongaba en otros sectores de la sociedad (Bueno, hasta José Luis Barraza declaró que votó por el deliciense), entre otras razones porque se le apreciaba como una especie de remanso frente a la vorágine que representó el mandato de Patricio Martínez.
En ese año irrumpió con fuerza el “voto cruzado”. Así, un gran número de votantes panistas lo hicieron por sus candidatos a las alcaldías de Juárez y Chihuahua, pero no por el abanderado al gobierno estatal. A pesar de todo, Corral rebasaría el umbral del 40% de los votos.
Hoy intentará ganar en un escenario completamente distinto, en el que una parte importante del electorado desaprueba al actual gobierno estatal y en el que, a diferencia de 12 años atrás, habrá una seria disputa por el voto opositor, en primer lugar, y en segundo, por evitar una sangría mayor en el electorado panista.
Sin duda que el factor "Chacho" Barraza ya empezó a influir en el proceso electoral pues motivó, primero, a que Corral cambiara sus decisiones, la primera, de no participar; la segunda, que, de hacerlo, lo haría impulsando una candidatura impulsada por el Frente por la Unidad Democrática de Chihuahua que junto a destacados militantes de la izquierda partidaria y de la izquierda social había impulsado.
Ahora es el abanderado del PAN.
Como él mismo lo declaró, la campaña de Barraza lo motivó, del mismo modo que a la dirigencia nacional del PAN le llevó a reflexionar sobre las características que debería tener su abanderado, de forma tal que apareciera en el primer lugar de las preferencias del voto opositor en Chihuahua, e impedir que el candidato independiente (que por esa sola denominación ha atraído la simpatía de muchos chihuahuenses ¿Cuántos? Es imposible determinarlo en estos momentos, pero los suficientes como para preocupar a la cúpula blanquiazul) los capitalizara.
Era obvio, necesitaban a un candidato con un discurso más "pegador" y que fuera capaz de colocar, de inmediato, una frase, una idea, y que, además, estuviera bien calificado en las simpatías ciudadanas.
De acuerdo con las versiones del panismo, y del resto de los aspirantes, ese era Corral.
Insólitamente, todos los aspirantes, al día siguiente del anuncio, declararon su apoyo al aspirante, incluido el ex candidato Carlos Borruel quien había expresado serias dudas sobre el método de designación, pero que no tuvo empacho en afirmar que el PAN debería salir unido como mecanismo para afrontar al adversario, que se encuentra afuera, dijo.
Con esa designación, el proceso electoral adquiere nuevos rumbos, será una tremenda confrontación entre Corral y el priismo, especialmente con el Gobernador Duarte, disputa que puede marginar al candidato Serrano.
Y Corral, desde ya, se colocó en el centro de la atención pública al prometer que de llegar al gobierno encarcelaría al actual mandatario, tema que ha prendido, por lo menos entre los más interesados en la política. Es una pregunta realizada frecuentemente: ¿Lo meterá?
No será la única contienda; en el primer plano se establecerá una ruda competencia entre Corral y Barraza por el voto opositor, pues si éste se divide, la votación dura del PRI y sus aliados será suficiente para alzarse con el triunfo, amén de los votos que el PAN pierda a manos de los candidatos de Movimiento Ciudadano (Cruz Pérez Cuéllar, ex presidente estatal, ex legislador local y federal) y del candidato del PRD (Jaime Beltrán del Río, alcalde de Delicias y ex diputado local), ambos procedentes del PAN.
Corral lo planteó desde el principio, faltando un mes -"digamos"- para la elección, si Barraza va más adelante, entonces propondré, dijo, que nos sumemos, y en caso de que sea Barraza quien ocupe ese lugar, esperaría la misma actitud, afirmaría.
Claro que muchos, sobre todo desde el ámbito oficial (o del muy cercano a éste) se rasgarán las vestiduras y lamentarán que, otra vez, las campañas se vayan a llenar "de lodo", a raíz del modo de hacer campaña de Corral o de los serios cuestionamientos realizados por éste al actual mandatario.
Ni una cosa ni la otra, estamos entrando a un proceso electoral, ríspido, es cierto, pero de ninguna manera fuera de lo común en cualquier contienda que se precie de poseer, medianamente, atributos democráticos. De manera muy extendida los chihuahuenses tendremos oportunidad de presenciar y apreciar nítidamente las acusaciones y los alegatos defensivos, además del despliegue de los priistas por mostrarle a la sociedad el alcance de los logros del gobierno duartista.
Además, y no es cosa menor, tendremos oportunidad de apreciar los mejores y los peores rasgos de los tres principales candidatos (por lo menos a nivel de las preferencias electorales, de acuerdo con los antecedentes de los partidos y de lo que se alcanza a ver del trabajo de Chacho Barraza), especialmente de Serrano y el candidato independiente, en una campaña en la que el factor común de todos los partidos es que designaron por dedazo a sus candidatos al Gobierno de Chihuahua, los procesos democráticos brillaron por su ausencia; peor aún, en los dos partidos mayoritarios, PAN y PRI, ese método abarcó hasta los abanderados a las alcaldías de Juárez y Chihuahua.
Más allá del número de aspirantes a las candidaturas independientes que pasen a la segunda etapa, y de quienes obtengan las firmas necesarias, este fenómeno es ya significativo de la profunda crisis democrática en la que están los partidos; todos, incluidos los de nuevo registro, el Partido de Encuentro Social y Morena, sus procesos designatorios adolecen de las mismas características del resto, una absoluta falta de mecanismos democráticos.
Fallan en un aspecto crucial para la vida democrática, la de imbuir, precisamente, los valores de la cultura democrática ¿Cómo le pueden pedir a la sociedad que confíe en los procesos democráticos si ellos mismos no son capaces de efectuarlos?
Y ya tienen en sus manos el contra argumento mediante el cual justifican la falta de procesos eleccionarios. Todos los dirigentes aducen que es mejor el método empleado pues entrar a elecciones interna, dicen, desgasta a los partidos, los enfrenta y, finalmente, los divide.
Bueno, pues la respuesta, primero, de los militantes o aspirantes dejados en el camino por este método y, segundo, la de los numerosos aspirantes a candidaturas independientes, son la clara muestra del fracaso del "dedazo" para resolver los asuntos partidarios.
La égida panista, fruto de indudables aspiraciones personalistas, pero también de la profunda y alargada crisis en el PAN, no sólo en el ámbito local, sino nacional, ha dejado caer sus consecuencias, quizá no lo afecten mayormente en la obtención de votos, pero puede, si la contienda se cierra, ser al final, la diferencia entre el triunfo del blanquiazul y el PRI.
Y apenas empezó el proceso…
SEIS AÑOS DESPUÉS.- Han pasado poco más de seis años de la masacre de Villas de Salvárcar y los resultados en la aplicación de justicia son desastrosos. Con motivo de la más reciente visita del presidente Peña Nieto (en la que habló a nombre de toda la "sociedad civil", la empresaria Alejandra de la Vega -y qué bueno que lo hizo- pero nadie más) los padres de las víctimas de esa masacre le dirigieron una carta al mandatario.
No necesita explicaciones, duelen sus términos y lo que traslucen:
“…
LIC. ENRIQUE PEÑA NIETO.
Hoy viene otra vez a Ciudad Juárez, hace un año le planteamos personalmente, la necesidad de hacer justicia para nuestros hijos, esposos, padres, hermanos que murieron y fueron lesionados el 30 de enero del 2010.
Ha sido un año de trámites interminables y ninguna autoridad inferior a usted ha resuelto el asunto.
EL GOBERNADOR DEL ESTADO se niega a firmar la ley de víctimas YA APROBADA por el Congreso del Estado.
 LA PGR se niega a investigar el crimen como un acto de delincuencia organizada, aún a pesar de que el líder de La Línea (brazo armado del cártel de Juárez) así lo aceptó.
LA COMISIÓN EJECUTIVA DE ATENCIÓN A VICTIMAS (de la Segob), se niega a reconocer que somos víctimas de la delincuencia organizada, y sostiene que fue un crimen menor.
LA COMISIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS mantiene congelada la solicitud de auxilio que le hicimos desde julio del 2015, ni siquiera han tomado el acuerdo de trámite.
SEÑOR PRESIDENTE, seguimos esperando justicia, rezando todos los días en la casa donde murieron nuestros seres queridos un día para cada muerto.
¿USTED PUDIERA HACERNOS JUSTICIA?
Representantes comunes de 20 de las 25 familias afectadas:
Alonso Encinas; Luz María Dávila”.

jueves, 4 de febrero de 2016

¿Las municipales, únicas corruptas?

El Diario, 4 de febrero de 2016
Luis Javier Valero Flores
En otra fase más del agudo proceso de centralización vivido en el gobierno de Enrique Peña Nieto, la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) le solicitó a los senadores la creación de 32 policías estatales “únicas” y la desaparición de mil 800 corporaciones municipales, para “tener mayor eficacia contra el crimen y reducir riesgos de corrupción”, como afirmó en la presentación el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, en su calidad de Presidente de la Conago. (Nota de Alonso Urrutia y Víctor Ballinas, La Jornada, 2/II/16).
El principal argumento esgrimido por los gobernadores es que ‘‘es mejor fortalecer, robustecer, apoyar a 32 policías estatales, que tratar de recomponer o reconstruir más de mil 800 corporaciones municipales, varias de ellas, la mayoría, con dificultades económicas, de formación, de certificación y desde luego en la aplicación de los exámenes de confianza’’, además de que, dijo, con la policía estatal única ‘‘vamos a quitar presiones a los alcaldes, a los directores de policías locales, que, si bien no podemos generalizar, en muchas ocasiones se ven presionados por el crimen organizado’’.
En un giro inesperado, por aquello de que el gobierno de Peña Nieto resolvió desaparecer mediáticamente el asunto de la inseguridad, el Gobernador César Duarte, quien preside la Comisión de Seguridad de la Conago, afirmó que por el momento de inseguridad que vive el país es necesario quitarle a los municipios la facultad de poseer sus propios cuerpos policíacos y que, a lo sumo se les podría dejar funciones ‘‘de orden administrativo’’, para aplicar los bandos de buen gobierno o para asumir el control de los vendedores ambulantes. (Ídem).
Adelantó que de avanzar la propuesta algunos de los elementos municipales podrían, si pasaran los filtros de confianza, integrarse a la nueva policía estatal.
Sin embargo, desde el momento de la presentación, el coordinador de los senadores panistas, Fernando Herrera y el de los perredistas, Miguel Barbosa, expresaron su oposición a tal iniciativa pues, dijeron, atenta contra la soberanía municipal. (Nota de Andrea Becerril y Víctor Ballinas, La Jornada, 3/II/16).
Luego, los senadores perredistas presentaron una iniciativa que en lugar de desaparecer las policías municipales "rediseña" el sistema policial mexicano, poniendo el acento en la calidad de las corporaciones.
Asumir que sólo las policías municipales son corruptas y que por ahí es donde se debería empezar el combate a la corrupción para mejorar los índices de seguridad es un completo desatino. Barbosa puso de ejemplo que de los más de 38 mil agentes policiacos "que no pasaron los exámenes de confianza, 55 por ciento eran estatales". (Ibidem).
Otro argumento de peso es el expuesto por el senador, Javier Lozano, quien afirmó que "no queremos dejar el mando único en la policía estatal de Veracruz o Tamaulipas’’.
O el de Manuel Bartlet, quien opinó que desaparecer las policías municipales es “el camino a la militarización’’, algo que el Presidente Peña pretende, de alguna manera, al pretender crear la regulación para que los cuerpos militares puedan asumir, constitucionalmente, las tareas policiacas, algo que los jefes militares han perseguido afanosamente desde el sexenio de Calderón.
Sin embargo, y sin tener conexión, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Samantha Power, durante la reunión del Consejo de Seguridad sobre los desaparecidos en México, -que, de acuerdo con cifras oficiales son más de 26 mil personas- señaló que las autoridades mexicanas permanecen “sentadas” ante “pistas clave” o pierden “evidencias cruciales” ante las familias que acudieron a denunciar los miles de casos de desaparecidos ocurridos en los últimos años.
”La falta de investigaciones apropiadas no sólo daña a la familia, también manda un mensaje a los responsables de que pueden continuar desapareciendo gente”, denunció la embajadora. (Nota de Redacción Aristegui Noticias, 28/I/16).
El problema no está, pues, sólo en las policías municipales, sino, también en los aparatos de procuración de justicia y que, si siguiéramos la tónica aplicada, entonces deberíamos centralizar, también, las procuradurías de los estados.

No parece ser el camino.