lunes, 30 de mayo de 2016

Una elección, casi, de tercios

Mega Radio 860, Juárez, 30 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
Poca gente, imparcial, neutral, podría aventurarse a declarar un favorito para ganar las elecciones a gobernador del próximo domingo.
Como nunca antes, los comicios de este año se han convertido en los más disputados, superando, probablemente, los realizados en 1986 y 1992. Además, eran los tiempos en los que los organismos electorales estaban absolutamente controlados por el gobierno. La estructura del control se reproducía hasta en las casillas, todos los funcionarios eran nombrados por el gobierno y eran, la mayoría de las veces, destacados miembros del PRI y que casi siempre, los presidentes seccionales de este partido eran los presidentes de las casillas.
Con una realidad totalmente contraria, por lo menos en esa parte, y no es menor, las elecciones se han convertido en una competencia con un ingrediente mayor de mercantilismo y manipulación mediática; los cierres de las campañas de todos los partidos se convirtieron en una competencia por ver quien traía los conjuntos musicales de mayor arrastre.
Fue un espectáculo denigrante observar que los partidos, para presumir asistencias mayores, recurrieron a tales medidas. Y, sí, también por desgracia, una buena parte de los asistentes acudieron a disfrutar de las actividades musicales, de ahí que no era raro observar que una parte importante de los asistentes no se involucraron con los discursos de los candidatos y dirigentes partidarios.
Pero la competencia política, a pesar de todo, sí atrajo a la mayor parte del electorado chihuahuense. En ella, permeó, fundamentalmente, el elevado rechazo a la actual administración, se convirtió -probablemente no podía ser de otra manera- en el principal tema de las campañas de los distintos candidatos, incluido el oficialista, Enrique Serrano, tanto, que en pleno debate fue obligado a declarar que en su (posible) administración haría una revisión “del gobernador para abajo” y que “no le temblaría” la mano en caso de encontrar algunas corruptelas.
Además, la irrupción de los candidatos independientes sí tuvo un impacto en las campañas, probablemente también en el resultado de las elecciones. Si bien el candidato a la gubernatura José Luis Barraza no alcanzó el impacto ciudadano que esperaba, el hecho es que se convirtió en el principal competidor del candidato del PAN, Javier Corral, en la disputa por el voto opositor y el porcentaje que alcance el empresario pudiera ser la diferencia entre el triunfo de la oposición y el del partido gobernante, de ahí los insistentes llamados de los panistas a ejercer el voto “útil”, es decir, no “desperdiciarlo” por un candidato de oposición que no va a ganar.
A su vez, en la capital, el candidato independiente, Luis Enrique Terrazas, puede convertirse en factor semejante en el resultado de las elecciones a la presidencia municipal de Chihuahua. La beneficiaria sería la candidata del PRI, Lucía Chavira, del grupo de Marco Adán Quezada y del ex gobernador, José Reyes Baeza.
Aparentemente no ocurrirá lo mismo en Juárez. En el antiguo Paso del Norte, el periodista televisivo, Armando Cabada, como candidato independiente, pareciera encaminarse a un triunfo sobre el dos veces alcalde, Héctor “Teto” Murguía, candidato del PRI y la coalición, a juzgar por las numerosas evidencias existentes de que su campaña penetró en todos los sectores de la sociedad juarense, aunque el priista tiene su principal fortaleza en los sectores más marginados de la sociedad juarense, y son mayoría.
Eso lo recoge la encuesta publicada por los periódicos Reforma-El Diario, en la que Teto y Cabada aparecen empatados, lo que sugiere que el independiente va adelante.
Y aquí la candidata del PAN, Vicky Caraveo, pudiera convertirse en el factor que le otorgara el triunfo, paradójicamente, a Teto. La campaña panista a la alcaldía no prendió y pudiera arrastrar, también, a los candidatos a las diputaciones. Nuevamente, el porcentaje de ciudadanos que ejerzan el voto útil será el determinante para el resultado de la elección a la alcaldía.
Sin embargo, ejercerlo será más complicado pues los ciudadanos que voten por Cabada o por Vicky Caraveo, son votantes opositores y al hacerlo por Cabada, seguramente serían de los que “cruzarían” su voto por otro candidato en la elección estatal, mayoritariamente por el candidato del PAN, Javier Corral.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

domingo, 29 de mayo de 2016

Sin favorito

El Diario, 29 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
Pocas veces el escribiente había constatado que un político mintiera tan abiertamente a la sociedad. 
Es un descaro.
El sábado anterior, en el debate de los candidatos al gobierno de Chihuahua, el candidato independiente, Jose Luis “Chacho” Barraza, mostró un papel al tiempo que declaraba que ya había cumplido con la presentación 3 de 3, y que esa era su declaración patrimonial.
El papel mostrado por Barraza es una carta firmada por él en la que anuncia su decisión de hacer pública su declaración de bienes y propiedades, pero hasta que sea elegido gobernador de Chihuahua!
Cada asistente, escucha o televidente tiene su opinión sobre el debate y habrá llegado a la conclusión de quien, o quienes fueron, los ganadores del mismo.
Más allá de las filias y las fobias, la percepción generalizada fue que salió mejor librado el candidato del PAN, Javier Corral, quien logró ¡Por fin! hacer que el candidato del PRI, Enrique Serrano, saliera a defender la obra de gobierno de César Duarte, lo que fortaleció el eje estratégico de la campaña de Corral, empeñado en hacer que el electorado identifique al candidato del PRI como el de la continuidad.
Ese evento, y muchos otros a lo largo de la campaña, y de los efectos de ella en el electorado, así como las distintas mediciones -unas más creíbles que otras- las conversaciones con distintos actores políticos y con ciudadanos de todo tipo, nos llevan a la conclusión que no puede señalarse un ganador.
Poca gente, imparcial, neutral, podría aventurarse a hacerlo.
Sin duda que al descrédito al que cayeron las empresas encuestadoras después de las elecciones presidenciales del 2006 y 2012, y a los factores realmente existentes, (por ejemplo, la muy extendida convicción de un buen número de electores que algo o alguien los puede estar observando en la emisión de preferencias o del voto) arrostran el problema de que un número significativo de personas, o mienten, o enmascaran sus verdaderas simpatías, (que no desaparecen con el uso de urnas simuladas) lo que lleva a que en la mayor parte de los resultados de las encuestas se “castigue” más a las fuerzas y candidatos opositoras, que a los partidos gobernantes, dependiendo del ámbito de la elección.
El año pasado, Jaime Rodríguez, El Bronco, ganó las elecciones de Nuevo León con 48.82% de la votación; a su vez, Ivonne Alvarez, del PRI, obtuvo el 23.85% y Felipe Cantú, del PAN, el 22.32%.
El 7 de mayo de 2015, la encuesta de Reforma reportó que El Bronco encabezaba las preferencias electorales con un 29% y la candidata priista, Ivonne Alvarez, 27%; y ubicaba a Felipe Cantú, del PAN, en el tercer lugar con el 22%.
Luego, a cuatro días de la elección, El Bronco, en otra encuesta del mismo periódico, obtenía el 42% de la votación, por el 29 de la priista Alvarez y el 24 del panista Cantú.
Cosa peor ocurrió con las encuestas realizadas por el periódico El Universal.  Lo publicamos en la semana. A 6 días de las elecciones, reportó un empate técnico.
Hace seis años, a unos días de las elecciones, la empresa Confirme, contratada por El Diario, le achacó al candidato del PRI, César Duarte, el 41.8% de las preferencias y al candidato del PAN, Carlos Borruel, el 22.1%.
El resultado de las elecciones mostró que una parte importante del electorado esconde sus verdaderas intenciones de voto, cuando es encuestado,  pues Duarte obtuvo el 55.49% de los votos, en tanto que Borruel consiguió el 39.13%.
Es decir, que, en tanto que para el candidato oficialista la diferencia fue de 12 puntos menos, para el de oposición fue de 17 puntos. Por tanto, la encuesta le restó 5% al de oposición, en relación a los resultados de la elección.
No es el único caso, ya en abril, ante los resultados de las encuestas realizadas por la misma Confirme, comparados con los resultados electorales, mostramos que ocurrió cosa semejante.
La encuesta de Reforma-El Diario, publicada el viernes, le atribuye a Serrano el 40% de las preferencias electorales; a Corral, el 33, y a Chacho Barraza el 17%.
Si le aplicamos -arbitrariamente- 12 más a Serrano, y 17 más a Corral, estaríamos frente a un empate “técnico”.
Todo el alegato anterior -ustedes disculpen la abundancia de números- sirvió para tratar de demostrar que, hasta en las encuestas que muestran como claro favorito a Enrique Serrano, se encuentran los datos que nos llevan a la conclusión primaria de este día, de encontrarnos ante una competencia extremadamente pareja.
Aún más, y es en donde, probablemente, se resuelva la elección, el crecimiento del denominado “voto útil”, puede determinar el ganador.
Si hacemos caso a los números de las encuestas de El Universal y Reforma que le otorgan, respectivamente, 12.8% y 17% al independiente Chacho Barraza, es altamente probable que una parte de esos electores resuelvan no votar por éste y hacerlo por el candidato de oposición que aparezca con mayores probabilidades de vencer.
Bastaría que la tercera parte de ellos, en el caso de Reforma, para que, con esos mismos números, la elección se empate 40-39% y que, si es cierto lo que aquí hemos comentado, el candidato del PAN, Corral, aventaje por uno o dos puntos al priista, Serrano.
Lo que explica, aún más, la insistencia del panismo en presionar, ya no a Barraza, sino a sus votantes, en pedirles que cambien su voto. No es una cosa absurda, el perfil de la mayoría absoluta de éstos lo justifica.  Son personas de las capas medias, medias altas y altas, que frecuentemente han votado por el PAN, que se pronuncian en contra de la corrupción y los partidos políticos y que razona más su voto.
Pero la operación electoral del PRI le reditúa, al mediodía del día de las elecciones, entre 2 y 3 puntos, pues echa a andar toda una vasta operación para detectar a los empleados de gobierno -de todos los niveles y de todos los ámbitos- que no hubiesen votado y a conminarlos a que no vayan solos, que lleven a amigos, vecinos y familiares que se encontraren en ese caso.
Y no todo es coser y cantar para el priismo. Un porcentaje importante de esos “activistas” electorales ahora no actuarán igual que en el pasado, existe, ahí también, una parte que se encuentra resentida con la actual administración estatal.
Los ecos de su resentimiento se escuchan hasta en los actos oficiales. En ellos, empleados, maestros y funcionarios cruzan comentarios desfavorables al actual grupo gobernante.
A tales factores debemos sumar uno en la capital del estado. En plena campaña electoral, los concesionarios y choferes del transporte urbano -quienes siempre fueron activistas del PRI- hicieron toda suerte de maniobras para disminuir el número de unidades en activo, lo que ha generado otra oleada de inconformidad entre los usuarios.
Basta con subirse a un camión de las rutas alimentadoras para encontrarse con la indignación, el enojo de un pueblo, harto de ese mal servicio.
Ante este panorama, se entiende de mejor manera la decisión presidencial de postular en Chihuahua a Lucy Chavira -del grupo de Marco Quezada y Reyes Baeza- y a Teto Murguía en Juárez.
En la capital, aparentemente, la priista lleva una ligera ventaja sobre la panista Maru Campos, a quien le pesó sobremanera el episodio de sus votos aprobatorios en el tema de la deuda, el Vive Bus y las fotomultas.
Además, luego de algunos días de un muy tenso impasse, roto a partir del primer acto público del candidato Serrano con la candidata a la alcaldía y todos los candidatos a las diputaciones -un desayuno- las campañas de todos se sincronizaron.
No ocurrió lo mismo en el caso de Juárez. 
Armando Cabada, logró sumar a su causa a no pocos operadores y militantes del PRI y convertirse en el receptor de la inconformidad de un buen número de priistas a los que no les gustó la tercera nominación de Murguía al mismo puesto y, porque, además, fue tomado por éste y su equipo como un mero requisito para buscar, nuevamente, la candidatura al gobierno de Chihuahua. Cosa que fue ratificada, para beneplácito de los fiscalizadores de la picaresca mexicana, por el mismo Teto con la frase de “chi…. a mi madre si no soy gobernador”.
Los resultados están a la vista, la encuesta publicada ayer por El Diario-Reforma reporta un empate entre Cabada y Teto en el 39% de las simpatías y de seguir el hilo de las deducciones anteriores, concluiríamos que en realidad Cabada lleva ventaja en la parte final de la campaña. 
Pero nada está dicho, si la operación del PRI, en cualquier lugar del estado, le reporta grandes dividendos a partir de las 2 de la tarde del día de las elecciones, en Juárez puede reportarle aún más pues sus grandes reservas electorales se encuentran, por puritita casualidad, en los sectores más pobres y marginados de la ciudad.
Otra cosa serán los resultados de la elección de diputados en Juárez. 
La caída de la campaña a la alcaldía y el surgimiento de la de Cabada, además del crecimiento de Morena y la distribución irregular de las candidaturas de la coalición del PRI, podrían llevarlos a obtener, por lo menos, 8 de los distritos.
Pueden asegurarle la mayoría en el Congreso, más allá de quien gane la gubernatura.
Varias monedas están en el aire.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

jueves, 26 de mayo de 2016

Debate, mentiras abiertas y simuladas

Aserto.mx, 25 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
Pocas veces el escribiente había constatado que un político mintiera tan abiertamente a la sociedad. 
Es un descaro.
El sábado anterior, en el debate de los candidatos al gobierno de Chihuahua, el candidato independiente, Jose Luis “Chacho” Barraza, mostró un papel al tiempo que declaraba que ya había cumplido con la presentación 3 de 3, y que esa era su declaración patrimonial, lo que equivale a presentar todas las propiedades, su valor, las cuentas bancarias y sus montos, los vehículos y su valor, así como el menaje de las propiedades y el valor total de las joyas, así como el de las obras de arte, es decir, presentarle a la sociedad el total de sus propiedades, incluidas, por supuesto, las del cónyuge.
Pero ¡Oh, sorpresa! al acceder al sitio en la que se publican tales declaraciones nos encontramos que ahí está el original del papel presentado por Chacho en el debate.
Se trata de una carta firmada por él en la que anuncia su decisión de hacer pública su declaración de bienes y propiedades, pero hasta que sea elegido gobernador de Chihuahua!
¡Y eso, dijo, lo hará en un plazo de 60 días!
Es increíble, el hombre que a lo largo de toda la campaña se dedicó a atacar a los partidos -esgrimiendo argumentos que cualquier ciudadano puede estar de acuerdo- en su primera incursión en la política de manera personal mintió de una peor manera a la que muchos de la clase política nos tienen acostumbrados.
No es lo único, la organización a la que pertenece Chacho Barraza, la poderosa Confederación Patronal Mexicana (Coparmex por sus siglas) es la que más ha promovido la presentación de la 3 de 3 y su conversión en ley y su candidatura, podríamos decir, fue avalada por esa organización y ahora nos mintió.
No fue el único episodio destacado del frustrado denominado debate organizado por el Instituto Estatal Electoral.
Cada asistente, escucha o televidente tiene su opinión sobre el mismo y habrá llegado a la conclusión de quien, o quienes fueron, los ganadores del mismo.
Al entrar a la parte final de la campaña, las tres elecciones más importantes se aprecian extremadamente apretadas, a juzgar por la conducta política de los punteros. 
El debate no escapa a tal circunstancia y el hecho que Cruz Pérez Cuéllar (ahora candidato del partido Movimiento Ciudadano) y Jaime Beltrán del Río (candidato, a su vez, del PRD) y sobre todo el primero se dedicara a atacar a Javier Corral, del PAN, lo que compartió en diversos momentos el candidato del PRI, Enrique Serrano, me deja la impresión que la contienda se encuentra extremadamente pareja.
Más allá de las filias y las fobias, personalmente me parece que salió mejor librado el candidato del PAN quien logró ¡Por fin! hacer que Serrano saliera a defender algunos de los aspectos de la obra de gobierno de César Duarte, lo que fortaleció el eje estratégico de la campaña de Corral empeñado en hacer que el electorado identifique al candidato del PRI como la continuidad del actual gobierno.
Más aún, al ser atacado hasta el exceso de presentar, nuevamente, la acusación en contra de Corral, de que sus hermanos son “narcotraficantes”, como lo sostuvo Pérez Cuéllar, con el agravante de que sólo uno de ellos estuvo en prisión acusado por ese delito, cosa que sabe muy bien por la añeja amistad que sostuvo con Corral, hizo, primero, que para una buena parte de los seguidores del debate se fortaleciera la idea que llegaron con la consigna de golpear al panista.
Segundo, permitieron que Corral lanzara uno de los peores reveses sufridos por el gobernador Duarte. Corral dijo que si a acusar a alguien, por el hecho de que algún familiar hubiese cometido algún delito, entonces el gobernador también caería en esa clasificación pues su hermano Manuel, sostuvo, había sido sentenciado por una corte de El Paso en 2006 por tráfico de marihuana, lo que concitó una airada respuesta del dirigente del PRI, Guillermo Dowell, quien afirmó que el mandatario no tenía un hermano con ese nombre.
A su vez, el gobierno de Chihuahua, en un comunicado oficial, acusó al candidato de recurrir a la mentira y al engaño.
Horas después, el equipo de Corral haría públicas los enlaces de los sitios del gobierno norteamericano -de la Corte- en la que se consignan los documentos oficiales.
Y lo anterior, es sólo un aspecto del debate en el que a las críticas al gobierno de Duarte, efectuadas por Corral, se sumaron las realizadas por Barraza, ante las cuales Serrano centró su intervención en poner a la administración municipal juarense, encabezada por él, como una de las mejores del país, ejemplar, dijo.

Gravísimo error.

Encuestas, declinaciones y propaganda

El Diario, 26 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
La campaña electoral termina pletórica de incidentes que ratifican los bajos niveles de cultura democrática existentes en la clase política, sean sus integrantes, veteranos de las lides políticas, o novatos recién desempacados en esta actividad.
Descollaron en esta etapa los candidatos a la alcaldía de la capital, Guillermo Gutiérrez, de Encuentro Social, y Abril Padilla, de Movimiento Ciudadano, que a menos de dos semanas de las elecciones decidieron renunciar a sus candidaturas y apoyar a Luis Enrique Terrazas, candidato independiente al mismo cargo y, por ende, a José Luis “Chacho” Barraza, al que, tanto Terrazas, como el también declinante, Javier Mesta, se habían sumado previamente y, sin que mediase argumento alguno para la toma de tal determinación, lo hicieron, literalmente, de la noche a la mañana.
Si esa decisión es altamente criticable, también lo es el modo en que fueron aceptados por quienes denostaron a lo largo de la campaña a toda la clase política. Salta la pregunta, de inmediato ¿Pierden sus cualidades y defectos al pasar a un proyecto independiente?
Obviamente, no.
Al paso de las semanas, después de las elecciones, nos enteraremos de las múltiples jugadas “políticas” realizadas por todas las fuerzas políticas con el objetivo de ganar las elecciones o de sumarse al presunto ganador; lo que sí denotan, es la falta de compromiso para con las agrupaciones partidarias que los habían impulsado a ocupar parte de las responsabilidades ciudadanas.
Al mismo tiempo, un grupo de activistas de Terrazas decidió sumarse a la candidatura de Maru Campos y la respuesta del candidato independiente fue lacónica: “Les dieron 20 pesos más allá”, con lo que le da pie a las especulaciones acerca de las motivaciones de los renunciantes  de los episodios aquí abordados y de otros, muchos, que se han dado en la campaña electoral.
Tal pareciera que el mercado electoral ha crecido y ahora de manera totalmente irregular.
Pudieran no ser las únicas sorpresas en el fin de semana previo a las elecciones.
A tal batidero de cosas han contribuido, también, las empresas encuestadoras, las reales, las “realmente” inexistentes (hay por ahí una, que le efectuó trabajos al Instituto Nacional de la Mujer, que al llamarlos a sus teléfonos , responden con el nombre de una empresa, “Limpiezas ecológicas”) y las más conocidas nacionalmente.
Sirvan de referencia dos. Ayer, el periódico El Universal publicó los resultados de una encuesta estatal en la que el candidato del PRI-Coalición, Enrique Serrano, obtiene el 44% de las preferencias electorales, por el 35.6 de Javier Corral, del PAN, y 12.8% del independiente José Luis Barraza.
Y, prontamente, el priismo del estado, al igual que el priismo de la capital  a principios de la semana (porque El Diario de Chihuahua publicó una encuesta en la que la candidata priista, Lucía Chavira, va adelante en las simpatías electorales) lanzó las campanas al vuelo.
Sólo para ubicarnos. Un año atrás, el 1 de junio, el mismo periódico  de la capital del país, El Universal, a seis días de las elecciones, publicó los resultados de su última encuesta en Nuevo León. Dijo que existía un empate “técnico” entre el candidato independiente, Jaime Rodríguez “El Bronco” (39.7%), y la candidata priista, Ivonne Alvarez (36.9%).
El día de las elecciones, El Bronco arrasó con los partidos. Obtuvo una ventaja histórica de 2 a 1 sobre los dos grandes partidos de la historia electoral del país, PAN y PRI, al recibir poco más de la mitad de los votos de los electores.
Otra. Días atrás, la empresa Mitofsky publicó los resultados de una encuesta de las preferencias electorales en la elección para alcalde de Juárez. 
Más allá de los resultados de las preferencias, un sólo dato hizo que la encuesta mereciera una absoluta desconfianza. Al medir el grado de conocimiento de la sociedad sobre los candidatos, reportó que la candidata del PRD, Lluvia Luna, y el de Morena, Juan Carlos Loera, eran ¡Más conocidos que el independiente Armando Cabada!
Podían contar con más preferencias electorales, pero no el rubro de conocimiento de la sociedad sobre él.
Vistas así las cosas, y luego de los desastres de las empresas encuestadoras en 2006 y 2012, es posible -y muy deseable- que el papel de las encuestas como elementos de propaganda haya llegado a su fin.
Ojalá.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

lunes, 23 de mayo de 2016

Apretones estertóreos

El Diario, 22 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
Al entrar a la parte final de la campaña, las tres elecciones más importantes se aprecian extremadamente apretadas, a juzgar por la conducta política de los punteros, y hacen que aparezcan algunos de los peores defectos de la clase política que más han contribuido al rechazo que una parte importante de la sociedad le guarda a la mayoría de los integrantes de la clase política.
Hasta algunos de los candidatos independientes, por lo menos los que más expectativas han despertado (en la capital y al gobierno de Chihuahua), dieron pie a que las críticas enderezadas a los partidos políticos también recaigan en ellos.
Es de no creerse. Ahora priistas y panistas (y de éstos no todos, ni todo el tiempo) intentan a como dé lugar desligarse de sus relaciones con el actual mandatario estatal, César Duarte.
Tales reflexiones tienen origen en algunas de las consignas más importantes de la candidata a la alcaldía, por el PAN, Maru Campos, y la acusación política que le hiciera la del PRI, Lucy Chavira, de haber aprobado una parte del endeudamiento del gobierno estatal.
Y es que la panista puso el acento, en su desempeño como legisladora local, en la crítica al establecimiento de las fotomultas en la capital del estado, en el nivel de endeudamiento y el fracaso del transporte urbano, el Vive Bus.
En todos esos asuntos, no sólo la candidata, sino un buen número de legisladores panistas, de la actual legislatura y de la anterior, aprobaron esas medidas que ahora consideran lesivas para los chihuahuenses.
La dirigencia del PAN ha presentado una denuncia por la presunta falsificación de documentos del Congreso del Estado, porque, asegura, la candidata Campos no firmó, ni siquiera en las comisiones legislativas a que pertenece, los dictámenes de la aprobación del refinanciamiento de la deuda, hasta por 25 mil millones de pesos, aprobada en septiembre del 2013; ni tampoco los dictámenes de la cuenta pública del 2014 (motivo del diferendo), ni la de la creación del fideicomiso del Vive Bus.
Además, ahora debemos recordar, que la imposición de las fotomultas fue por unanimidad, pero como ya estamos en campaña electoral, ahora todos se arrepienten de haber aprobado semejante agresión a los automovilistas capitalinos.
A su vez, los candidatos independientes a la alcaldía de Chihuahua, Luis Enrique Terrazas y Javier Mesta, finalmente acordaron la declinación del segundo en favor del primero, luego de haber protagonizado uno de los incidentes más bochornosos a principios de la campaña cuando recurrieron a los servicios de un grupo de ciudadanos “notables”, a fin de que éstos resolvieran quien debía declinar en aquel momento.
Luego supimos que uno de los “notables” consultados era José Luis “Chacho” Barraza, el candidato independiente al gobierno de Chihuahua. Cuestionados frecuentemente acerca de las posibles conexiones entre ellos, siempre las negaron. En el curso de la semana anunciaron que habían decidido formar parte del mismo proyecto.
No sólo comparten el mismo perfil -empresarial- sino que, además, los tres guardan estrecha relación con la agrupación empresarial que por años había permanecido más estrechamente ligada al PAN, la Coparmex.
Pero la paradoja mayor es que la Coparmex es la agrupación más importante, del mundo de la empresa, que más ha impulsado la iniciativa 3 de 3, que pretende, con el apoyo de las firmas de más de 600 mil ciudadanos, declarar la obligatoriedad para los funcionarios públicos de hacer públicas sus declaraciones patrimoniales, de conflicto de interés y la fiscal.
Bueno, ninguno de los tres candidatos (aunque Mesta, legalmente lo ha dejado de ser, no lo hizo en su momento) la ha presentado hasta el 21 de mayo. 
El colmo ha sido Chacho Barraza. En lugar de presentar la declaración patrimonial, ha publicado una carta en la que dice que sólo en el caso de ganar la gubernatura, en un plazo no mayor a 60 días, la hará pública. (Ver nota de Georgina Torres, 21/V/16, www.aserto.mx o www.3de3.mx).
Por si fuera poco, solamente 3 candidatos a las alcaldías de Chihuahua (de un universo de más de 150 aspirantes) la han presentado: Los priistas Lucia Chavira (Chihuahua), Miguel Primo Armendáriz (Parral) y el panista Eliseo Compeán (Delicias).
A su vez, de más de 250 aspirantes a las diputaciones, solamente 6 candidatos han realizado tal ejercicio de transparencia: Christopher Barousse, Pedro Domínguez (Chihuahua) y Karina Velázquez (Parral) del PRI; los panistas Diana Siqueiros y Jorge Soto (Chihuahua) y el candidato de Movimiento Ciudadano, Mario García Alvídrez (Parral).
Pero el problema mayor lo tienen una parte de los legisladores panistas -incluida la candidata Maru Campos-, a cuya defensa también ha salido el coordinador del grupo parlamentario, César Jáuregui.
En reiteradas ocasiones se les acusó de haber actuado como una débil oposición y de haber llegado a algunos acuerdos, contrarios a lo deseado por una parte importante de la población, entre ellos la aprobación del refinanciamiento de la deuda a fines del 2013 por un monto de 25 mil millones de pesos, y el del -todavía más criticable- modo en que se sumaron al nombramiento de 13 magistrados del Tribunal Superior de Justicia, en uno de los episodios más tristes de la falta de división de poderes en la entidad, de la subordinación del principal partido de oposición en el Congreso y del modo en que la clase política se reparte las posiciones del poder público.
Mediante esos acuerdos, Luis Villegas y Rafael Quintana, un par de militantes panistas, sin más contacto con el Poder Judicial que haber sido litigantes -en mayor o menor grado, y en distintas áreas-, se convirtieron en magistrados, del mismo modo que otros destacados militantes del PRI, sin las debidas credenciales, también llegaron al máximo tribunal chihuahuense.
Sólo para tenerlo de referencia, en días pasados, en el curso de una reunión privada, el candidato del PRI al gobierno, Enrique Serrano, se ufanó de contar con el apoyo de los 32 diputados de la pasada legislatura. Y lo repitió, orgulloso, con ganas de que los asistentes se percataran bien de las dimensiones de los que estaba informando.
De esa legislatura formaban parte el ahora candidato del PRD al mismo cargo, Jaime Beltrán del Río y el ex diputado, coordinador de los legisladores del PAN, hoy activo promotor de la candidatura de Cruz Pérez Cuéllar, de Movimiento Ciudadano, Héctor Ortiz; Héctor Barraza, del PRD, hoy síndico de la capital, fruto de la alianza con el PRI y Rubén Aguilar, del PT, ya casi sempiterno aliado priista.
Bueno, pues aquella legislatura aprobó, en septiembre del 2013, el refinancimiento de los 25 mmdp. Le pusieron un candado, que las autorizaciones (para poner a la venta los instrumentos bursátiles) se podrían ejercer “a más tardar” el 31 de diciembre de ese año.
La aprobación fue por mayoría, Ortiz Orpinel y la diputada Inés Aurora Martínez votaron en contra, los otros 3 diputados panistas votaron a favor.
Sin embargo, tres meses después, al discutir la ley de ingresos del 2014, en la Comisión de Programación, la diputada Maru Campos, Secretaria de la Comisión, votó a favor del dictamen que contenía la inclusión, en los ingresos del 2014, de la mencionada refinanciación. Luego, en las discusiones en el pleno del Congreso hablaría y votaría en contra, pero su aprobación ya se había dado en el paso previo.
Ahora han presentado una denuncia porque argumentan que esos documentos son falsos.
Es de una dimensión mayor tal denuncia, pero la verificación es fácil, basta con recurrir a los audios y videos de la sesión del 12 de diciembre del 2013 para constatar la lectura del dictamen sobre la iniciativa de ley de ingresos para el 2014, presentado por la comisión y el desarrollo de la sesión plenaria.
Más aún, serviría, para verificar lo anterior, la aprobación del acta de esa sesión para apreciar si hubo alguna modificación que en su momento los legisladores del PAN hubieran presentado.
No, eran otros momentos políticos, luego nos daríamos cuenta.
El 12 de agosto del 2014, el gobernador César Duarte convocó a una reunión en la que lanzaría la propuesta del “Gobierno abierto”, que consistiría, dijo, en la gran reforma que Chihuahua efectuaría.
Ahí, en el evento, denominado “Reformándonos para el Futuro”, sin que existiera un mínimo de acuerdos de ejes mediante los cuales la bancada del PAN hubiese comprometido al gobierno de Duarte, César Jáuregui, líder de los diputados del blanquiazul dijo que el evento al que fue convocado, “es el acto político más importante de la presente administración y una oportunidad histórica de transformar el destino político de Chihuahua” y adelantó la postura del PAN de contribuir a la oxigenación del “Poder Judicial para renovarlo”, enfatizó en la necesidad de un Poder Legislativo “más abierto y de ejercicio real de las fuerzas y de fiscalización y vigilancia frente a los otros poderes” y que se deseaba “un Ejecutivo fuerte, pero que se complemente con los otros poderes”.
Eran otros tiempos, hoy son los de las denuncias y deslindes de la administración con la que tuvieron numerosos desacuerdos, pero con la que no fueron pocos los momentos de plena concordancia.

Por eso, Corral es el candidato del blanquiazul, necesitaban uno que no tuviese esas credenciales.

jueves, 19 de mayo de 2016

Alianzas “confesionales”

El Diario, 19 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
El Partido Encuentro Social (PES), que durante largas semanas había ocultado su determinación acerca de la candidatura al gobierno de Chihuahua, finalmente lo resolvió, no sin problemas y, al parecer, mayores: Su dirigente nacional, y el municipal de Juárez, anunciaron su apoyo al candidato del PRI, Enrique Serrano.
A su vez, la dirigente municipal de Cuauhtémoc, Silvia Chávez, se deslindó de dicho apoyo. No es la única voz disidente al interior de ese partido, en redes sociales un buen número de seguidores expresaron vivamente su oposición a tal decisión.
La discusión en el PES se dio durante semanas, dos posturas se encontraron: Apoyar a Serrano o no. 
Finalmente, por la vía de los hechos, la dirigencia nacional lo resolvió, se pronunció por el priista.
El PES, notoriamente ligado a varias iglesias evangélicas, tiene, por esa razón, una estructura territorial bien cimentada y podrá, con toda seguridad, obtener el 3% de la votación, a juzgar por las movilizaciones y la disciplina religiosa mostrada por una buena parte de sus agremiados, pero cuyos dirigentes nacional y estatal están muy ligados a Miguel Osorio Chong y a Enrique Serrano.
La oportunidad para expresar su adhesión a la candidatura de Serrano se presentó con la realización, en la capital del estado, de un evento convocado por la dirigencia estatal y la Confraternidad Ministerial Evangélica de Chihuahua (CMECH).
Dicho pronunciamiento se había tardado, llega justamente cuando más lo necesita el candidato del PRI, la competencia, contra todas las encuestas publicadas recientemente, y la buena cantidad de sondeos que desde las dos campañas principales se lanzan continuamente, se encuentra muy pareja, de ahí que la incorporación de partidos, grupos políticos o sociales sean bienvenidos por las campañas de Serrano y Javier Corral.
No podía ser de otra manera, la desconfianza hacia los partidos políticos creció tanto que ahora muchos ciudadanos, sin importarles mayormente la militancia partidaria de los aspirantes está optando por uno ú otro, con base en las evaluaciones personales y ello ha llevado a que la competencia se empareje.
Tal explica la insistencia de Corral en convencer al equipo de José Luis Barraza, y a éste mismo, de unir sus candidaturas, objetivo que finalmente parece haber desechado, en cuanto al candidato y sus promotores, pero que seguramente estará apostándole a convencer a los potenciales votantes del candidato independiente.
En tanto, Serrano esperó que “madurara” al interior del PES, tanto a nivel estatal, como a nivel federal, la posibilidad de que este partido lo apoyara. Es posible que muchos de los militantes-simpatizantes lo hagan, su problema estriba en convencer al total, esos 3 puntos porcentuales podrían ser la diferencia en la noche del 5 de junio.
No se le dificultó mucho con el líder nacional del PES, Hugo Eric Flores, (diputado federal suplente por el PRI (1997) y luego senador suplente, por el PAN, en 2006 y, ya en el sexenio de Felipe Calderón, ocupó la Oficialía Mayor de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en donde se le fincaron cargos de corrupción finalmente desechados por errores garrafales en la integración de la las acusaciones), cuyas ligas con el actual grupo gobernante son extremadamente visibles. 
Además de la actuación de su pequeño grupo de diputados federales, que en los hechos se ha sumado a la coalición del PRI, PANAL y Verde, se encuentra muy ligado al grupo encabezado por el Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong (El grupo Hidalgo), pues el Secretario General del PES es el empresario constructor Alejandro González Murillo, sobrino de Jesús Murillo Karam, exprocurador general de la República y el presidente estatal de Hidalgo del PES, Natividad Castrejón Valdez, fue coordinador de Audiencias de la Secretaría de Gobernación desde el inicio del sexenio.
El apoyo a Serrano se dará a título personal, al candidato, precisó Flores, pues, dijo, “en la ciudad de Chihuahua los militantes del PES son más afines al independiente, José Luis Barraza, pero allá no apoyarán a ninguno”. (Nota de Araly Castañón, 18/V/16).
A su vez, el presidente Estatal del PES, Edilberto Royval Sosa fue el encargado de la oficina de asuntos religiosos en la administración de Enrique Serrano en el municipio juarense.
El camino estaba empedrado…

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

domingo, 15 de mayo de 2016

De debates y voto “cruzado”

El Diario, 15 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
Seguramente los debates de los candidatos a las alcaldías de Juárez y Chihuahua no alcanzaron los niveles de audiencia que esperamos todos los optimistas, pero con toda seguridad sí lograron, primero, que los ciudadanos más interesados (menos en la capital que en Juárez, a consecuencia de las fallas técnicas de su transmisión, cosa que se resolvió al final del debate) tuvieran oportunidad de apreciar de mejor manera a los candidatos, más allá de las cansinas entrevistas radiofónicas que han ofrecido y del martilleo constante, salvaje, de los spots de radio y televisión.
Segundo, que los diversos analistas, conductores, dirigentes de los partidos, de las organizaciones sociales y empresariales, tuvieran la misma oportunidad y, además, de apreciar las posibles tendencias, tanto de las preferencias electorales, como de las fallas de los aspirantes.
Hay una más, no apreciada antes, seguramente porque en la mayor parte de los casos, las contiendas, a estas alturas de las campañas electorales (a 21 días de las elecciones) ya se percibía que uno de los candidatos era el que llevaba la delantera, significativa en muchos casos, pero que ahora, ante la incertidumbre de los resultados en las dos principales urbes chihuahuenses y en la candidatura al gobierno del estado, se volvieron más importantes.
Por supuesto, porque la pérdida, o la ganancia de 1 o 2 puntos, ya sea por el debate mismo, o por la discusión post-debate, significarán la diferencia. Pueden determinar el ganador de cualquiera de las tres elecciones.
Más aún, en el actual proceso electoral, no necesariamente los candidatos al gobierno de Chihuahua pueden descansar ante la posible victoria de su compañero candidato en cualquiera de las dos alcaldías. No, pues el incremento del porcentaje de ciudadanos que van a cruzar su voto será significativamente mayor que en las elecciones precedentes.
Y los escenarios fueron distintos en ambos debates. En los dos, a juicio del escribiente, hubo triunfadores, pero las consecuencias fueron distintas. Mientras que en Chihuahua el post-debate se convirtió en la principal consecuencia; en Juárez, los virulentos ataques del candidato independiente, Armando Cabada, al candidato de la coalición del PRI, Héctor (Teto) Murguía, secundado, por momentos, del candidato de Morena, Juan Carlos Loera, se convirtieron en el aspecto más comentado entre los juarenses, a grado tal que la percepción generalizada es la de que el gran derrotado fue el aspirante priista.
Pero a esa percepción debería sumársele otro aspecto, el de que, con toda seguridad, la gran derrotada de la noche fue la candidata del PAN, Victoria Caraveo, y, por supuesto, su partido. En la noche del jueves los panistas de la frontera “más bonita” pudieron perder 2-3 puntos porcentuales de las preferencias electorales. La incógnita radica en saber cuántos de esos electores migraron -o encauzarán- su preferencia por el independiente Cabada.
En tanto en Chihuahua, a lo largo del debate se apreciaba que las dos principales contendientes, Maru Campos, del PAN, y Lucy Chavira, del PRI (en alianza con PVEM, PANAL y PT), si bien habían tenido un discreto desempeño, en el que Campos lanzó, primero, una puya, seguida por dos de Chavira, dejando de lado la vieja máxima de que la candidata puntera no ataca al segundo lugar (porque no podíamos saber, por esos ataques, cual de las dos se sentía  adelante), y luego dos más, al mismo tiempo que Campos respondía prometiendo que su gobierno “no sería uno de más deudas y deudos”. 
Pero todo cambió en la ronda de conclusiones. A Lucy le tocó el último lugar y lo aprovechó a la perfección. 
Ante el desliz de Maru, cuando afirmó que “el PAN no le aprobó la deuda al Gobernador Duarte”, Lucy respondió, con copias de los dictámenes de la Comisión de Programación y Presupuesto del Congreso, en la que Maru es Secretaria, en los que aparece la firma de la panista, aprobando los dictámenes, referentes a la Ley de Ingresos (en la que se aprobó una parte del endeudamiento del fideicomiso carretero) sin que hubiera emitido un “voto particular en contra” de tal o cual aspecto.
La candidata panista se quedó demudada; no tenía derecho a la réplica, el golpe fue contundente, ahí se alzó como triunfadora la candidata priista.
Al día siguiente, Maru adujo que eran falsos los documentos, lo que, implícitamente, fue desmentido por César Jáuregui, líder de los diputados panistas, cuando, en el ánimo de desmentir lo dicho por Lucy Chavira, adujo que Maru sí había firmado, pero que sólo eran los dictámenes de la Comisión y que en la discusión en el Pleno del Congreso habían votado en contra de ese aspecto en particular (el de la deuda).
Pero ¿Cómo justificar que el dictamen de una comisión legislativa venga firmado por unanimidad y no haya, en el texto, el rechazo de una legisladora a un aspecto particular de una ley en discusión?
El post-debate no le ha sido favorable a la candidata del PAN en Chihuahua.
En el mismo caso se encuentra el candidato del PRI a la presidencia juarense, pero Teto perdió en el debate mismo, a grado tal que le hicieron cometer varios errores de dicción (además de los que comete cotidianamente), fruto del indudable enojo que le produjeron los señalamientos de haber cometido diversas corruptelas en sus anteriores mandatos, de haber gastado más del 80% del financiamiento del Plan de Movilidad Urbana (PMU), de haber propiciado el crecimiento de la mancha urbana en más de 10 veces, frente a un crecimiento poblacional de solamente 5 veces.
Las críticas fueron despiadadas en contra de Teto Murguía. 
“Ni en su partido lo quieren, nosotros qué culpa tenemos”, le espetó Armando Cabada, al criticar la fallida intención de Teto por convertirse en gobernador.
Murguía le respondió con la descalificación: “… la experiencia no se improvisa. La ignorancia, la improvisación, la soberbia y el berrinche son la combinación perfecta para volver a hundir a Juárez en el terror y la pobreza”. 
En las últimas rondas, experimentado como es, Teto Murguía (o probablemente funcionaron sus asesores) decidió actuar para las cámaras y entonces, en lugar de debatir con sus oponentes, lanzó mensajes en los que el principal sustrato es que “Teto ya ha cumplido, tú lo sabes, tengo la experiencia”.
El problema es que esos mensajes son fácilmente asimilables por las capas más pobres de la población, pero que escasamente inciden en las capas medias y éstas son las que, en mucha mayor medida (perdón por la figura literaria) constituyen la audiencia principal de los debates de los candidatos.
Los pobres, los trabajadores de 3 salarios mínimos o menos, poco siguen las discusiones de la clase política. Por eso, quizá, Murguía se negó a discutir en el ¡Debate! el tema del PMU.
¿Cómo? ¿O sea que el principal tema de la discusión de los juarenses a lo largo de los últimos 3 años, su autor se niega a debatirlo con sus oponentes en el principal acto de la campaña municipal de la ciudad más importante de Chihuahua?
Increíble.
La mala noticia para los candidatos al gobierno de Chihuahua, o buena, según sea el caso, es que el avance en las preferencias electorales de sus compañeros a las alcaldías, o el retroceso, no está ligado a las simpatías por sus candidaturas. Sobre todo en las ciudades mayores de la entidad el porcentaje de electores que cruzarán sus votos aumentará de manera importante.
Así, la contienda en el antiguo Paso del Norte, aparentemente, se circunscribirá a Murguía y Cabada -en una muy apretada disputa- y Caraveo y Loera lucharán por el tercer lugar, pero muchos de quienes votarán por Cabada en Juárez lo harán indistintamente por Serrano o Corral.
A su vez, en Chihuahua la competencia se cerró aun más entre Maru Campos, del PAN, y Lucy Chavira, del PRI. En este caso, algunos de los que votarán por Chavira lo harán por Serrano o Corral.
Y en ambas ciudades, los votantes de Héctor Murguía y Maru Campos serán, abrumadamente, simpatizantes de Serrano y Corral, respectivamente.
Es, en toda su plenitud, la irrupción de su majestad, el voto cruzado.
De ahí la insistencia de Corral en presionar a Barraza para que declinara uno de los dos, el que fuera abajo en las preferencias electorales, después del levantamiento de dos encuestas.
“Independientemente de las coincidencias y de las diferencias que mantengo con esa candidatura”, Corral, en el panel realizado por el Consejo Coordinador Empresarial de Chihuahua, se dijo dispuesto a declinar si se encontrara abajo en las intenciones del voto, pero reclamó lo mismo del candidato independiente.
Fue más lejos, mirando fijamente, por una fracción de segundos, a la mesa en la que se encontraban, entre otros, Enrique Terrazas y algunos de los impulsores de las candidaturas independientes (las de Luis Enrique Terrazas, a la alcaldía de Chihuahua, y Barraza) les pidió que actuaran con responsabilidad, que “lo peor que nos puede pasar es que se nos cuele por en medio el candiduarte”.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

viernes, 13 de mayo de 2016

Debates municipales

El Diario, 12 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
La ley electoral de Chihuahua ordena al órgano electoral efectuar “al menos un debate”, entre los candidatos a cada puesto de elección popular; es decir, en cada distrito y municipio, el Instituto Estatal Electoral (IEE) está obligado a realizar un debate entre los candidatos de todos los puestos de elección popular, y cuando sostenemos que en todos, es en todos. Así dice la ley.
En una fecha, ahora tan lejana, en 2001, las autoridades electorales de Chihuahua aprobaron, delinearon y efectuaron una inmensa cantidad de debates, prácticamente en todas las cabeceras municipales se realizó este ejercicio.
Chihuahua se inauguraba a la época de los debates. Lo hizo con un rígido formato, fruto del temor -de partidos y consejeros electorales- a que las discusiones se salieran del cauce por ellos proyectado.
Alguna razón les asistía, los electores y los candidatos no poseían la cultura democrática que incluyera el debate libre y razonado al que estaban obligados a protagonizar los candidatos y dirigentes de los partidos. Y los ciudadanos, fruto del mismo problema, esperaban -¿Esperan?- que en dichos debates se atacaran, “con todo”, los aspirantes; a que unos y otros se “sacaran los trapitos al sol”, más que a acudir a sopesar propuestas y descalificaciones a las propuestas, aunque, justo es decirlo, son la ocasión propicia para sacar a la luz pública aspectos criticables de los adversarios.
Y al sostener que deban debatirse los aspectos criticables, de ninguna manera se abre la puerta para la descalificación de las vidas privadas de los aspirantes; no, pero sí deberán ponerse al alcance del gran público los aspectos de las vidas personales que tengan que ver con la administración de los recursos públicos.
Fruto de aquellos temores -enmascarados en una falsa intención de abarcar en los debates la mayor parte de los aspectos de la administración pública- se diseñó un formato que prevalece hasta nuestros días, cuya estructura central consiste en que se sortean los temas y a cada candidato le toca abordar el que la suerte le asignó, que puede ser distinto (así ocurre en la mayor parte de las ocasiones) al que abordará el siguiente candidato, o al del otro candidato puntero de la contienda.
Luego, en las siguientes rondas ocurren cosas semejantes. 
De este modo, la única posibilidad de que hubiese un debate sobre un asunto, es cuando alguno de los candidatos, casi siempre sin venir a cuento, lanza una crítica, una descalificación o una denuncia pública, en contra de otro de los candidatos y, entonces, en el mejor de los casos, los debates se convierten en una feria de puyas en el que el triunfador es el que elaboró las mejores de la tarde.
Así, la posibilidad de que asistiéramos a un evento en el que cada candidato estuviese obligado a expresar su opinión sobre el mismo tema, y que los otros le rebatieran su punto de vista, o su propuesta, no está al alcance de los chihuahuenses, por ahora.
Cosas de la política. En mayo del 2001, el entonces presidente de la Asamblea Municipal del IEE, José Miguel Salcido Romero, definió las fechas de los debates que se llevarían a cabo en la capital de Chihuahua. Los debates se celebraron en todos los distritos electorales del municipio, además del realizado entre los candidatos a síndico.
Hoy estamos en la regresión. 
Ni los partidos y sus candidatos, ni los órganos electorales, estuvieron dispuestos a ir más allá de una fecha tan remota como la de principios del siglo XXI y se repiten los esquemas de aquella época. 
Aún peor, ahora, a pesar de las nuevas regulaciones, -¿O precisamente por eso?- y de los alcances infinitamente mayores de los nuevos medios de comunicación, los organismos electorales han perdido las atribuciones legales para exigir de los propietarios de la radio y la televisión la total disposición, a fin de lograr en cada uno de los debates la máxima cobertura posible.
Todo eso deberá cambiar.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

lunes, 9 de mayo de 2016

El Chapo en Juárez

Luis Javier Valero Flores
Mega Radio Juárez 9 de mayo de 2016
¿Cuáles fueron las verdaderas razones para trasladar a Joaquín Guzmán “El Chapo”, al penal federal de Juárez?
¿Es cierto, como sostienen el Gobernador César Duarte y el candidato priista, Enrique Serrano, que le tuvieron confianza a lo realizado en seguridad pública en nuestra entidad, o que significa “un triunfo” para Juárez?
¿Entonces, cuando trasladan a otros penales a los delincuentes, es por las mismas razones? ¿Que prefieren a Hermosillo, Tlaquepaque, Tepic o Reynosa, por encima de los chihuahuenses?
N’ombre, no resisten el menor análisis las afirmaciones del gobernante y el aspirante. Seguirles ese curso de pensamiento nos llevaría a pensar que, permanentemente, el Estado de México tendría “la confianza” del gobierno federal.
No, otras deben ser las razones y no exactamente las más racionales; ni en términos de seguridad, ni de la legalidad vigente en el país.
¿A quién se le ocurrió trasladarlo al penal de la ciudad en la que está asentado el Cártel con el que más cruentos enfrentamientos protagonizó El Chapo? 
Los saldos de esa guerra -que aún continúa- llevaron a Juárez a una de las peores catástrofes de su historia y, ahora, con la mano en la cintura, a las autoridades federales se les ocurre llevarlo ahí, en donde no solamente se encuentran algunos de sus presuntos secuaces, sino, también, varios de sus más acérrimos enemigos.
¿Casualidades? ¿A estas alturas de lo que hemos vivido los mexicanos, y especialmente los chihuahuenses?
Durante el sexenio anterior, sólo como referencia, El Diario de Juárez publicó  un reportaje sobre el porcentaje de detenidos, acusados de pertenecer a una de las bandas criminales enfrentadas en el antiguo Paso del Norte; la desproporción es apabullante, casi 10 a 1 en detrimento del llamado Cártel de Juárez.
Bueno, la mayoría de los pocos que fueron detenidos y sentenciados como responsables de haber cometido una serie de delitos, se encuentran ahí.
Además, el número de víctimas fatales, fruto de la guerra de los cárteles, rebasa los 25 mil ejecutados en el estado, la mayor parte de ellos en Juárez ¿Con esos datos, de una siniestra realidad, a quien se le ocurrió trasladarlo a esta ciudad?
Peor aún, de acuerdo con la revisión de los penales federales, el de Juárez se encuentra en el último lugar de condiciones de seguridad y otros rubros ¿Y entonces?
No, el traslado de Guzmán no tiene que ver con las condiciones de seguridad de la entidad, ni de la ciudad.
Deben obedecer a otras razones, entre las cuales no se encuentra el hecho de que podría ser extraditado a Estados Unidos, y si así fuera, entramos al terreno de la enorme ilegalidad con la que actúa el gobierno de Peña Nieto, pues hacerlo, sería renunciar, de plano, al ejercicio de la soberanía.
Esta no es una frase rimbombante de nuestro pasado patriótico, sino reflejo fiel de la enorme dependencia de los gobernantes, respecto de los norteamericanos, porque Guzmán cometió, presuntamente, infinidad de delitos; es el responsable intelectual, también presuntamente, del asesinato de miles de personas ¿Y lo dejan ir?
No, no pareciera haber razones serias de este traslado. 
Lo podrían haber llevado a cualquiera de los penales mencionados anteriormente. Podrían argüir que lo hicieron porque el actual responsable de los penales federales es Eduardo Guerrero, quien tuviera esa responsabilidad en el ámbito local, pero sus competencias no llevaban a garantizar las condiciones de seguridad de los penales federales de Chihuahua.

No, son otras las razones.

domingo, 8 de mayo de 2016

PAN aprobó un debate

El Diario, 8 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
Ora sí que es de no entenderse. ¿O sí?
De acuerdo con la minuta de la reunión de la Comisión del Instituto Estatal Electoral (IEE) -en la que participaron representantes de los candidatos y partidos- encargada de la celebración del debate entre los candidatos al gobierno de Chihuahua, y también con el video publicado en la página de Facebook del candidato de Morena, Javier Félix Muñoz, (https://www.facebook.com/SoyJFM/videos/1838831679677655/) resulta que los representantes del PAN estuvieron de acuerdo con la cancelación de uno de los debates (el que a la postre debía celebrarse en Juárez) y la realización de uno solo, en la ciudad de Chihuahua el 21 de mayo, tentativamente a las 7 de la tarde.
No es todo, en esa reunión estuvo presente y participó el Coordinador General de la campaña de Javier Corral, Jorge Camacho, quien, en un punto posterior, propondría que la duración del debate se alargara a tres horas.
Ninguno de los presentes hizo referencia -seguramente porque lo desconocían el día de la realización de la reunión ahora comentada (28 de abril)- que en la fecha propuesta ya se sabía que el sábado 21 de mayo se realizaría en Juárez el juego final de la división de ascenso a la Primera División de futbol, en el que el equipo Bravos de Juárez enfrentaría al Necaxa o a los Leones Negros de la U de G, y con toda seguridad a la misma hora del debate.
¿Estaban obligados, los políticos reunidos para determinar tan trascendente hecho, a saber de ese evento? Pues no, pero sí los estrategas de los equipos de campaña, que ante la determinación de fechas y eventos a efectuar deben monitorear todos los acontecimientos que pudiesen incidir de alguna manera en la realización de las actividades de los candidatos.
Ni modo de quedarnos callados. Padecemos de un grave rezago en cultura democrática y participación electoral. Por los motivos que todo mundo argüimos, pero el hecho es que, por lo menos en Juárez (y en el resto de la entidad de manera tangencial en algunos sectores de la población) el debate de los candidatos competirá con el juego de futbol y éste atraerá la atención de los juarenses, lo que disminuirá grandemente el número de ciudadanos que le darán seguimiento a la discusión de los aspirantes al gobierno de Chihuahua.
¿Tiene importancia la realización de debates?
Sí, incluso con el formato aprobado, que puede recibir cualquier denominación excepto la de debate, será una pasarela que por momentos podrá convertirse (como los precedentes) en el lanzamiento de algunas acusaciones  de los candidatos a los otros y la respuesta de éstos, pero que de ninguna manera ofrece la posibilidad de discernir las diferencias entre las propuestas realizadas por cada uno de ellos y, además, punto central, de apreciar las capacidades discursivas de los debatientes que ilustran, no sólo en la capacidad retórica, sino en el conocimiento, a bote pronto, de los temas que les brotaran en el curso del debate y, por tanto, de la capacidad del candidato para enfrentar situaciones inesperadas o difíciles de abordar ya en el gobierno.
Más aún, es tan rígido el formato, tan alejador de los ciudadanos, que los conductores no tienen el suficiente mandato como para llamar a los debatientes a que aborden el tema seleccionado y no suceda lo que en los anteriores, que hasta se dieron el lujo de leer sus propuestas ¡En los espacios de la réplica y la contra réplica!
A pesar de todo ello, los debates organizados por la autoridad electoral son el único instrumento al alcance de la mayoría de la población para apreciar las cualidades y defectos de los candidatos, por ello sorprende la actuación del IEE, y no sólo en esta ocasión.
¿Por qué razón el organismo electoral pone a la discusión de los candidatos y partidos el formato del debate? ¿Acaso no saben que, como en esta ocasión y cada que ocurra un proceso electoral extremadamente reñido, los que se sienten en ventaja intentarán disminuir el número de debates y posponer su realización hasta las fechas más cercanas al día de los comicios, para no sufrir el efecto nocivo de una mala actuación en ellos?
¿Porqué no, simplemente, aplica la ley, la que establece la obligatoriedad de celebrar “cuando menos un debate” y organizarlo de tal manera que justifique la denominación?
No es la única falla. De acuerdo con la minuta de la reunión, por la intención de llegar a un consenso con los partidos, la preparación de los debates se fue posponiendo y ello posibilitó que se alegaran razones técnicas que impedían la realización del primer debate en la fecha del 4 de mayo. 
Extrañamente, se les “echó” el tiempo encima. A pesar de los largos años de experiencia, de varios de los consejeros ciudadanos en la conducción de los órganos electorales, no pudieron tener a tiempo todos los trámites y arreglos técnicos para que se realizaran en las fechas inicialmente aprobadas y se lograra una más amplia difusión radiofónica y televisiva en ellos. 
Y, luego, se adujo que el segundo debate sólo podría transmitirse por internet (y al parecer no con la mejor calidad) ya que la Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) argumentó que no podía transmitirlo debido a que ya no había tiempos oficiales para hacerlo, por lo que, después de un receso, los representantes de los partidos, todos, coincidieron en que debería celebrarse, solamente, un debate.
En la discusión nadie propuso, por ejemplo, que de los fondos de los partidos y el IEE se destinaran recursos para contratar los servicios de cadenas de radio y televisión.
Pero antes de ese receso, los representantes de los partidos de la coalición que abandera Enrique Serrano, fueron insistentes en la realización de solamente un debate. Y lo central de sus argumentos no eran la imposibilidad técnica o cualquier otra causa, sino, por ejemplo, lo dicho por el representante del PT, quien sostuvo que hacer un segundo debate “le restaría tiempo de campaña” al candidato.
En la actitud de persistir en la celebración de por lo menos dos debates sólo se sostuvieron los representantes de Morena y del candidato independiente, José Luis Barraza.
Así, a pesar de toda la alharaca efectuada por algunos medios de comunicación y un buen número de comentaristas de los medios electrónicos e impresos, en la que lamentábamos tal determinación, nuevamente los partidos políticos, los poderes fácticos y los órganos electorales resuelven entre ellos y para ellos, sin considerar que en cada uno de los pasos del proceso electoral se va construyendo, o destruyendo, la cultura democrática de los chihuahuenses.
Además, hay otra probable explicación de la táctica electoral de los candidatos punteros. 
¿Por qué razón priistas y panistas estuvieron de acuerdo en que sólo se realizara un debate?
¿Acaso ambos, Javier Corral y Enrique Serrano, se sienten con ventaja en la competencia electoral, de tal modo que no se atrevieron a arriesgarse a la pérdida de uno o dos puntos por las consecuencias en la percepción de la gente acerca del debate?
Sólo así podría explicarse lo que antes sostuvimos, cuando desconocíamos el proceso de aprobación del debate, que el PRI propuso y logró lo ahora aprobado, en virtud de saber que contaba con ventaja, pero magra, y que no podía arriesgarse a la pérdida de puntos por los debates, de ahí la posposición a fechas tan próximas a la elección.
Pero resulta que el PAN también le apostó a lo mismo, y éste, seguramente, por el temor, no al debate (porque en el papel se supone mejor discursista a Corral que Serrano, razón que explicaría la postura del PRI), sino al postdebate.
¿O será que los punteros temieron que los ataques de Barraza y de Javier Félix, de Morena, les quitasen valiosísimos votos?
¿O que Corral temiese un “corralito” a manos de Serrano, Pérez Cuéllar (de Movimiento Ciudadano) y Jaime Beltrán del Río (PRD) y hasta de Barraza?
Además, este episodio debiera ser el final de la historia de los debates realizados con este formato y fuera cambiado -incluso especificado en la ley electoral- por uno en el que los temas a discutir fueran obligatorios para todos los candidatos en la misma ronda. Y que a los conductores se les diera la facultad legal para normar el debate, para dirigirlo, no en función de los intereses de los candidatos, sino de la sociedad.
Y lo más importante, cambiar la legislación para que nos ahorremos una cantidad inmensa de spots y los cambiemos, ante el INE y la CIRT, por el tiempo necesario para la realización de por lo menos 3 debates entre los candidatos al gobierno de Chihuahua, como mecanismo central del órgano electoral para promover el voto, a través de una transmisión estatal de toda la radio y la televisión en la entidad.
A ello debieran comprometerse todos los aspirantes al gobierno y a las diputaciones.
EL CHAPO Y “EL TRIUNFO DE JUAREZ”.- Es increíble la torpeza y la ilegalidad con la que actúa el Gobierno de la República. ¿Está preparando la extradición de El Chapo Guzmán? ¿Acaso no cometió delitos en México? ¿Por qué enviarlo al peor de los 20 penales federales del país? ¿Acaso no saben que nos encontramos en otra fase del enfrentamiento de las dos bandas criminales preeminentes en Chihuahua? No es de las dimensiones del acaecido entre 2008 y 2011, pero aquí está. 
¡Ay Peña Nieto!
¡Y luego dicen que traer al Chapo “es un triunfo para Juárez”!

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

jueves, 5 de mayo de 2016

Los “jefes” se quedan con las “pluris”

El Diario, 5 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
Los dirigentes de algunos de los partidos locales pretenden actuar como si en México prevaleciera el régimen parlamentario: Se colocan en el lugar número uno de las listas plurinominales.
Sin embargo, en un régimen presidencialista como el mexicano, con una profunda cultura patrimonialista, los partidos políticos replican, de manera casi idéntica, al régimen político que padecemos y los dirigentes partidarios utilizan los recursos puestos a su servicio para “no dejar” ir la oportunidad de aprovechar tal posición de privilegio para sumar un peldaño más a “sus carreras políticas”.
En la mayoría de los regímenes parlamentarios no existen los candidatos uninominales, en otros existen distintas variantes, pero en todos los casos los militantes de los partidos eligen a los integrantes de las listas de candidatos de representación proporcional, los acá denominados “plurinominales”.
Casi dueñas de las franquicias partidarias, las cúpulas deciden por sí y ante sí quienes deben ir en los lugares de privilegio.
Prácticamente desaparecidas las elecciones internas en los partidos locales, algunas de las designaciones enervan. Si el control partidista es criticable, lo que ocurre en varios partidos a nivel local, caracterizados porque el control -y, por tanto, las designaciones- se ejerce para beneficiar a las familias de los dirigentes.
Tal ocurre, de manera destacada, en el Partido del Trabajo (PT), en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y en el Verde Ecologista (PVEM). Los otros partidos no escapan a tal clasificación, incluido el PRI, partido al que, cuando se critica lo anterior, se le excluye. La realidad es absolutamente distinta.
Así, el Partido del Trabajo (PT) postuló en el primer lugar a su dirigente estatal, Rubén Aguilar Jiménez, quien ha sido el único que ha ocupado tal cargo en ya casi 3 décadas. Como suplente lleva a su hijo, Rubén Aguilar Gil, quien ya ocupó el cargo titular entre 2004 y 2007.
Rubén Aguilar Jiménez ha sido en dos ocasiones diputado federal y a partir de octubre se convertirá, por tercera vez, en diputado local, cargo que han ocupado previamente sus hijos: Lilia, Rubén, Hanoi y América Aguilar Gil.
A su vez, el dirigente estatal del PAN, Mario Vázquez, pidió licencia para inscribirse como aspirante al lugar número de la lista plurinominal de su partido. Una comisión nacional del PAN lo designó en ese lugar, dejando de lado un aspecto central: Que al asumir esa posición, a querer y no, envió un mensaje al electorado de que, pase lo que pase, él ya estaría ocupando una posición de privilegio.
Igual ocurrió con el Movimiento Ciudadano al inscribir en ese lugar el dirigente Miguel Vallejo, y también en el PRD, en que la dirigente estatal, Crystal Tovar Aragón, solicitó licencia para asumir el número uno de los “pluris”.
La exageración es que su lugar en la dirigencia estatal fue ocupado por su madre, Guadalupe Aragón Castillo.
Y luego, cuando los medios de comunicación intentan poner a reflexionar a los candidatos y partidos sobre los modos en que deben estimular la participación electoral terminan acusando a los órganos electorales de no realizar, con eficiencia, tal tarea. 
La explicación a las elevadas cifras de abstencionismo es compleja y multifactorial, pero, sin duda, uno de los principales es la falta de compromisos éticos de la clase política y la enorme voracidad con la que se conducen en la función pública.
Aquí están los ejemplos del porqué la ciudadanía los califica a todos con el mismo rasero. Ninguno de los candidatos ha propuesto una drástica disminución de los salarios de los funcionarios públicos, ninguno ha sido capaz de asumir un mínimo de solidaridad con el pueblo al que aspiran a gobernar
Hasta los de Morena caen. 
En lugar de devolver los elevados salarios percibidos por sus diputados federales, en lo que sería el máximo gesto de congruencia con lo que diariamente critica el régimen de privilegios de la clase política; en lugar de desentenderse de tal podredumbre, la usa para beneficiar su imagen política, por medio de la aperurta de centros de educación superior; medida loable, indudablemente, pero que avala, con ello, que continúen los indignantes salarios de la clase política mexicana.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

lunes, 2 de mayo de 2016

Operación salvamento

Mega Radio Juárez, 2 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
En contra de las pretensiones del grupo gobernante en Chihuahua, la de imbuir la creencia que el candidato oficialista, Enrique Serrano, lleva una ventaja imposible de alcanzar por cualquiera del resto de los contendientes, desde las más elevadas posiciones del partido gobernante se envían las señales de alerta de que la realidad es contraria a eso.
Por las evidencias pareciera que, o están muy parejas las preferencias electorales entre Serrano y el candidato del PAN-Alianza Ciudadana, Javier Corral, o que éste va adelante en las simpatías ciudadanas.
Bastarían solamente dos evidencias para concluir lo anterior: Por una parte, la decisión de cancelar uno de los dos debates a realizar entre los candidatos al Gobierno de Chihuahua y posponer el único a celebrar hasta el 21 de mayo; y por otra, el cambio de estrategia del candidato de la coalición priista, el exalcalde juarense, Serrano, de atacar frontalmente a Corral, pero de una manera que luego lamentará al llamarlo “rajado” en virtud de que el panista llamó al candidato independiente, José Luis  Barraza, a declinar en su favor.
Sorprendió que desatara tan lamentable ataque en el curso del mitin de arranque de campaña de la candidata a la alcaldía de la capital, Lucía Chavira, cual si la contienda electoral se tratase de una pelea callejera, “vénganse de uno en uno”, “A rajarse a su tierra, porque en Chihuahua no somos tierra de rajados”, gritaría a voz en cuello en el acto celebrado en la Plaza de Armas.
Para el PRI y sus aliados la actual campaña electoral es extremadamente novedosa. Nunca, en el curso de los últimos 16 años habían enfrentado tal oposición en las elecciones estatales.
Ahora no, la simpatía por los blanquiazules o el rechazo a la actual administración estatal, han provocado que un buen número de chihuahuenses estén optando por los candidatos de este partido, en mayor o menor proporción, en una dinámica, en la que panistas e independientes deberán competir por los votos de los electores indecisos y los opositores al grupo gobernante en la entidad.
Probablemente el resultado será la aparición de un mayor porcentaje de voto “cruzado”, que determinará, con seguridad, el triunfo a las alcaldías de Juárez y Chihuahua, y posiblemente el del gobierno del estado.
¿Cuál es la lectura del hecho de cancelar el debate que se realizaría en Juárez? Una sola, que se cree que el ganador sería el abanderado panista y que las repercusiones a su favor serían insuperables si se dejara el tiempo necesario para que así ocurriera.
Tuvieron temor a que el debate a efectuarse en el antiguo Paso del Norte, el 11 de mayo, fuera el escenario de una derrota, o de una percepción ciudadana de que Serrano sería superado, precisamente en la ciudad que será la más importante para el desenlace de la elección y en la que, se cree, llevaría ventaja, pues fue la que gobernó.
Aquí los priistas no pueden darse el lujo, ya no de perder, sino de ganar por diferencias mayores que les permitan compensar las desventajas que tendrán en el resto de la entidad.
Uno o dos puntos que perdieran en los debates serían, probablemente, los que marcarían la diferencia entre el infierno y la gloria.
No es la única novedad, también desde las alturas gubernamentales se decidió acudir al rescate de la campaña -o dicho en términos más generosos- a contribuir a  recuperar simpatías perdidas a lo largo de los últimos años.
En un giro verdaderamente sorprendente, el gobierno estatal anunció que el período de descuento en el pago de las placas se alargaría hasta el 15 de junio, convenientemente hasta que se hubiesen celebrado las elecciones. Casi al mismo tiempo, en el curso del desfile del 1o. de Mayo, el Gobernador Duarte notificó que decretaría un aumento salarial para los trabajadores del gobierno del Estado, hasta del 7% mensual, en virtud, dijo, de la salud de las finanzas estatales las que, agregó, se verán beneficiadas con una serie de transacciones financieras que le permitirán a Chihuahua, sostuvo, disminuir abruptamente el monto de la deuda pública.
No son las únicas medidas, en la capital del estado, a raíz del marco de ilegalidad en el que fueron puestas en vigor las fotomultas, existe una especie de suspensión de esta medida, que ha concitado el rechazo de la población y que llevó a que el mismísimo Serrano declarara, también, su oposición, luego de que Lucía Chavira encabezara, desde el PRI, la oposición a una de las medidas que mayor enojo ciudadano han provocado y que le mereciera severas críticas, no de los partidos de oposición, sino del interior mismo de su partido.
Así, diversos hechos, ocurridos al calor de la contienda electoral, van develando, a cada momento, el estado de ánimo de los contendientes y las estrategias, resultado de las verdaderas lecturas del curso de las campañas y que la publicación de la mayoría de encuestas tiene, sólo, un claro sentido propagandístico.
Y es que la confianza popular hacia las encuestas tiene sustento ¿Quién va a creer que en la realizada por Mitofsky, en la que se muestra a Teto Murguía adelante en las preferencias electorales, aparezca que la candidata del PRD, Lluvia Luna, sea más conocida que el ex conductor televisivo, Armando Cabada, y que éste apenas supere, en conocimiento, al candidato de Morena, Juan Carlos Loera?
Y estamos hablando del grado de conocimiento en la población, no de las preferencias, ser conocido no basta para ganar elecciones.

De ese modo, lo único que tenemos a la mano para tratar de desentrañar el complejo proceso electoral que vivimos, serán los indicios que nos muestra a cada momento la clase política.

domingo, 1 de mayo de 2016

Complejísima elección

El Diario, 1 de mayo de 2016
Luis Javier Valero Flores
No es una elección fácil para las fuerzas realmente competitivas en Chihuahua. Al contrario, es de una extrema complejidad. Al interior de cada agrupación partidaria conviven diversos y encontrados intereses, los que al calor de la competencia han debido subsumirlos, pero que a cada momento emergen y muestran el crítico momento por el que pasan.
Para el PRI y sus aliados la actual campaña electoral es extremadamente novedosa. Nunca, en el curso de los últimos 16 años habían enfrentado tal oposición (por supuesto, obviando las elecciones presidenciales del 2000 y el 2006 y las municipales en distintos momentos en varias alcaldías) en las elecciones estatales; desde las de 1998 habían transitado con cierta holgura.
Ahora no, la simpatía por los blanquiazules o el rechazo a la actual administración estatal, han provocado que un buen número de chihuahuenses estén optando por los candidatos de este partido, en mayor o menor proporción.
Pero el PAN está pagando, los numerosos errores cometidos en ese lapso y la aparición de los candidatos independientes le está imprimiendo (por lo menos en Juárez, Parral y Chihuahua y la estatal de “Chacho” Barraza) una dinámica diferente, en la que panistas e independientes deberán competir por los votos de los electores indecisos y los opositores al grupo gobernante en la entidad.
Probablemente el resultado será la aparición de un mayor porcentaje de voto “cruzado”, que determinará, con seguridad, el triunfo a las alcaldías de Juárez y Chihuahua, y posiblemente el del gobierno del estado.
Diversos acontecimientos ocurridos en la semana dan cuenta de lo que puede ser el inicio de la crisis terminal del actual gobierno. Tal pareciera que los controles, ejercidos férreamente por el gobernador César Duarte a lo largo de su administración, se han perdido, justamente en el momento en que más los necesitan los candidatos oficialistas.
Tras la publicación de diversas encuestas, en el priismo empezó a hablarse de la “consolidación” del candidato Serrano, pero la cancelación del debate entre los candidatos al gobierno estatal, a realizarse en Juárez el 11 de mayo y la posposición del que habría de realizarse en Chihuahua el 4, para pasarlo al 21 de mayo, a dos semanas de las elecciones, con el evidente propósito de que las consecuencias del debate no afectaran al candidato que supuestamente iría en el tope de las preferencias electorales tiene una sola lectura: El ex alcalde juarense, Enrique Serrano, no va adelante en las simpatías electorales, o que de llevar una ventaja, sería mínima, menor a la que las encuestas establecen.
Tal posposición fue duramente criticada por el candidato del PAN-Alianza Ciudadana, Javier Corral. Tienen miedo al debate, sostuvo en el curso del mitin de arranque de la campaña de María Eugenia Campos a la alcaldía de Chihuahua capital y acusó a la autoridad electoral de plegarse “a los designios” del PRI y del candidato Serrano, “son buenos para la guerra sucia, pero miedosos para la confrontación de las ideas, son buenos para la calumnia, pero absolutamente miedosos para plantear ante la gente de Chihuahua los problemas y los compromisos para solucionarlos…”, diría en el mitin, con la presencia del expresidente Felipe Calderón.
Tal postura fue replicada, sorpresivamente, por los candidatos de Movimiento Ciudadano, Cruz Pérez Cuéllar, y del PRD, Jaime Beltrán del Río.
Pero la sorpresa mayor fue la aportada por la dirigente estatal perredista, Guadalupe Aragón, quien, en comunicado oficial, sostuvo que la cancelación se debía a que “al parecer están protegiendo a un candidato que viene de picada en la aceptación de los electores”, además de calificar de “sospechosa” la decisión del Instituto Estatal Electoral de mover la fecha del debate y de sostener que “las autoridades electorales no deben proteger a los candidatos que no son aceptados por los electores”.
A su vez, Pérez Cuéllar afirmó que “Es antidemocrático y algo totalmente inmoral que la autoridad encargada de vigilar y asegurar un buen proceso electoral en Chihuahua, traicione a los electores de ésta forma… ”.
El “aflojamiento” de los controles gubernamentales tendrá serias repercusiones para los candidatos oficialistas. 
Más de un simpatizante de esta causa sostendrá “que no es para tanto”, pero la pérdida o la ganancia de uno o dos puntos en las preferencias electorales podrán ser la diferencia en la larga noche del 5 de junio, día de las elecciones. 
Y no sólo en la gubernatura, la disputa será cerrada en varias alcaldías y distritos electorales, de tal manera que también está en el aire la mayoría en el Congreso del Estado.
Así, la falta de decenas de camiones del transporte urbano dejó varados a decenas de miles de la capital, hecho que concitó el enojo hacia la actual administración, de manera tal que la frase más recordada, usada por el Gobernador Duarte en la la toma de posesión, “el poder es para poder, y no para no poder”, fue duramente recordada por miles.
Será uno de los dolores de cabeza para el oficialismo.
Del mismo modo, aunque con menor repercusión, el diferendo suscitado entre el líder del Congreso del Estado, Rodrigo de la Rosa, y el Auditor Superior del Estado, Jesús Manuel Esparza Flores, quien amenazó con renunciar debido a que el Poder Legislativo, sostuvo, no ha realizado los trámites necesarios para  la aplicación de sanciones a los alcaldes y funcionarios públicos que su dependencia ha señalado como probables responsables de desfalcos al erario.
Alientan la corrupción y la impunidad, dijo Esparza.
No son cualquier funcionario, y no sólo por la importancia de sus cargos, sino por la cercanía con el actual ocupante de la Casa de Gobierno, son integrantes, llamémosle así, del “War Room” del actual grupo gobernante.
Sin embargo, la explosiva denuncia pública realizada por el dirigente estatal del sindicato de trabajadores del Colegio de Bachilleres, José Acuña, acerca de la utilización de los servicios de los trabajadores para las tareas partidistas, “de nuestro instituto político”, sostenida en tensa entrevista radiofónica (Aserto Radio, en Antena 102.5 FM,  27/IV/16), es de una importancia mayúscula.
Acuña acusó al gobierno de Chihuahua de pretender “desaparecer” al sindicato de Bachilleres debido a que les anunciaron que desaparecerían las comisiones sindicales, tal y como lo establece la reforma educativa.
“Así nos pagan”, dijo un encolerizado Acuña, al informar que él había afiliado al sindicato, al total de los trabajadores (maestros y administrativos) al “Partido Revolucionario Institucional” porque es el partido, sostuvo, que hace posible los progresos que tenemos los mexicanos y que, gracias a esa afiliación, los trabajadores realizan múltiples tareas partidistas, “en beneficio de nuestro instituto político”.
Tal corporativismo se hizo evidente, también, en la declaración realizada, en el curso de la reunión sostenida por los trabajadores al servicio del municipio de Juárez, con los candidatos priistas al gobierno del estado, Enrique Serrano, y a la alcaldía, Héctor Murguía, por Héctor Cano, secretario del Trabajo del SUTM, quien dijo “que el sindicato ya está decidido a apoyar a Murguía Lardizábal para la presidencia municipal y a Serrano para la gubernatura”, lo que explica el porqué la candidata panista a la alcaldía, Vicky Caraveo, no fue recibida en esa reunión. (Nota de O. Saucedo/M. Giacomán, El Diario, 29/IV/16).
Y si hubiera algún suceso que retratara nítidamente “la crisis terminal” de la actual administración, este es la arbitraria detención del ex periodista y actual candidato suplente de Morena a una diputación por un distrito capitalino, Gabriel Ortega.
¿A quién se le ocurrió, en plena contienda electoral, al igual que el cese de los pagos a los líderes sindicales del Bachilleres?
Lo detuvieron, dijeron después las autoridades prejudiciales, en cumplimiento de una orden de aprehensión, por la acusación del Secretario de Salud, Pedro Hernández, de haber “producido o editado” una información “falsa o verdadera” que se refiere a la difusión de unos documentos bancarios en los que aparece que Hernández transfería recursos millonarios a una cuenta de la esposa del gobernador Duarte, Bertha Gómez.
Lo liberaron, pero el proceso sigue y ahí se abre una oportunidad de oro para esclarecer los hechos, en cualquiera de los dos sentidos.
Finalmente, en el PAN también sufren lo suyo. 
La visita de Felipe Calderón, en medio de una evidente tensión, por los ríspidos diferendos entre éste y Corral, que se apreciaba hasta por el modo en que se comportaban en los actos públicos, en los que la defensa de su gobierno se convirtió en el tema central de sus discursos. 
Revivió las heridas acaecidas en el tiempo más aciago para los chihuahuenses. Además, el intento de promover a su esposa, Margarita Zavala, como una mejor presidenta, “mejor que yo”, llevaría a más de uno a gritar ¡No me ayudes, compadre! Especialmente a Javier Corral.
¿No sería una de las respuestas de la extrema derecha al evidente acercamiento de Corral, no sólo a los grupos de izquierda, sino a las posturas ideológicas y políticas de éstos?

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF