martes, 19 de octubre de 2010

Bajar el IVA, contramarcha

Luis Javier Valero Flores
Con de no entenderse. Primero pactaron subir el IVA, a condición de que no se pactara alianza alguna, ni en Oaxaca, ni en ningún otro estado, pero fundamentalmente en el Estado de México, luego, traicionados por Felipe Calderón pues sí se realizó la alianza en Oaxaca y ahora se cocina en el Estado de México, en los días recientes, los priístas se lanzaron como el “Borras” a decirle a la patria entera que ellos sí bajarían el IVA a los términos de antes de las traiciones.

Pero ahora nos dicen que no, que ya la pensaron mejor, que las finanzas públicas (sobre todo las estatales) se salvarán si mantenemos ese impuesto en los niveles solicitados por los panistas que en el caso de Chihuahua, según el Secretario de Hacienda estatal, Cristian Rodallegas, significaría una disminución de cerca de 384 millones de pesos, lo que sumados a los más de 300 millones por el no pago de tenencia vehicular le abriría tremendo boquete a las finanzas estatales.

El domingo en la noche –pa’ que vean que ellos sí trabajan, hasta en días y horas inhábiles– dieciocho gobernadores en funciones y electos del PRI; la presidenta del partido, Beatriz Paredes, y los coordinadores parlamentarios del Congreso de la Unión acordaron “proponerles” a sus legisladores federales se pronuncien en contra de la medida que en los últimos días tanto vistió al priísmo nacional.

Estudiadas las cuentas, analizadas las desventajas, sobre todo al momento de evaluar qué tantos dineros perderían los mandatarios estatales, y sobre todo los elegidos el 4 de julio, pues enfrentarán un muy inseguro fin de año debido a los desfalcos que encontrarán –o encontraron– resolvieron enviarles señales muy distintas a las que ofrecieron en sus muy recientes campañas electorales.

Nuevamente, como cuando los funcionarios federales, especialmente los de Hacienda, les pintaron el negro panorama económico (muy distinto a las expresiones públicas, en las que destilan optimismo irredento), en esta ocasión los gobernadores se volvieron extremadamente sensibles a los informes de los funcionarios de esa misma dependencia, que los amenazó con una muy sensible baja de las participaciones federales a las entidades y llegaron a la conclusión de “comunicarles” a sus diputados y senadores que habrán de bajarle a sus pretensiones “populistas” y aterrizar en la terrible conclusión que no habrá disminución del IVA.

¡Ah pero eso sí, las gasolinas y energéticos en lo general siguen su interminable ascenso y ante esas alzas, nuestros legisladores locales sólo atinan a aprobar “respetables” exhortaciones

Ante panorama tan desolador, en el que no se aprecian intenciones de efectuar una drástica modificación a la estructura fiscal del país, y en el que la violencia se asume como el más importante de nuestros problemas, pero que, por desgracia, no lo es, y tampoco es de dimensiones menores, la crisis económica se afianza en la mayor parte de la población, aunque la crisis de seguridad pública hace que se soslaye.

A donde volteemos, las principales medidas anticrisis contienen en un grado de elevada importancia la disminución de los impuestos y la de las tasas de interés (y en este caso, de bajas sensibles), cosa que ni los encargados del Poder Ejecutivo, ni los del Legislativo (que, además, lo son en la mayoría de las entidades y de los congresos estatales) tienen contemplada como eje central de un programa de tales características.

Sirva de ejemplo, solamente, que para atenuar los efectos de las devastaciones climáticas, o las generadas por la inseguridad pública, los mandatarios estatales de una docena de entidades han solicitado el establecimiento de regímenes fiscales de excepción, cosa que le ocurre, por otro lado, a todo el país y sin que aparezca, por ningún motivo, la menor intención de cambiar el esquema tributario del país, fincado casi exclusivamente en hacer de una parte de la población el principal apoyo fiscal.

Sí, porque entre el IVA, los productos petroleros y el Impuesto Sobre la Renta pagados por los asalariados integran la mayor parte de los recursos recaudados por la administración federal.

Mientras no cambie tal realidad irán aumentando el IVA y no cambiará la actual situación. Todo por respetarle a los más poderosos sus no pocos privilegios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario