domingo, 17 de enero de 2010

Viraje en el PAN

El Diario, 17 de enero de 2010
Luis Javier Valero Flores
Con la más profunda solidaridad a Salvador Caballero Ramírez en el triste trance de la pérdida de su señor padre, Don Fidel Caballero Moreno.
Prácticamente sin desmentido alguno y ratificada a medias por el precandidato Pablo Cuarón, la información publicada en la columna “De los reporteros” de El Diario de Juárez, bajo el título “Las movidas de Don Luis” (11/I/10) parece confirmarse:
La columna afirma que el jueves de la semana pasada visitó Juárez Luis H. Alvarez, quien “conoce desde siempre a la familia Cuarón”, y a la sazón asesor de Felipe Calderón. No era una visita cualquiera. Según los columnistas se hizo por encargo directo de Calderón. Se quería “remover el proceso interno blanquiazul”.
Las razones de aceptar (o de lanzarse por su cuenta, o por insistencia de su esposa, dice Pablo Cuarón) fueron tres. La convicción de que la precandidatura del alcalde con licencia Carlos Borruel había encontrado serias resistencias al interior del PAN, y no solamente con los adversarios del edil y sus apoyadores, sino, incluso, en la misma burbuja blanquiazul de la cual emergió; y la manera en que el PRI había designado a César Duarte como su precandidato. A esos razonamientos agregaría que no había precandidatos por Juárez.
Los reporteros de El Diario afirman que Cuarón había intentado convencer a Miguel Fernández Iturriza para que aceptara postularse. No hay mucha ciencia para ubicar las razones de la cercanía de Luis H. Alvarez y el ahora precandidato. Resulta que la hermana de Miguel es la esposa de Pablo “Cuarón está casado con Regina Fernández Iturriza” y cuando Alvarez fue presidente nacional del PAN, Fernández Iturriza fue el tesorero.
Más aún, al escribidor se le afirmaría que el mismísimo presidente nacional del PAN, César Nava, habría hablado con Borruel pidiéndole desistiera de sus pretensiones.
En el mismo tenor, se afirma que los empresarios panistas más influyentes de la capital del estado tampoco estaban muy convencidos de la candidatura de Borruel. Luego llegó el telefonazo de Javier Corral, el apoyo de Francisco Barrio, el de Vicente Fox… el de Juan Blanco… y que empieza a temblar la candidatura del alcalde capitalino.
Encima de todo eso, la comisión interna le negó el registro a Clary Jones –por no contar con el número de firmas de militantes apoyando su solicitud de registro en la contienda interna- a quien inicialmente había apoyado Javier Corral. Solo será cuestión de horas para que el grueso de los simpatizantes del ex alcalde galeanense se sumen a la precandidatura del empresario Cuarón y la situación se le complique aún más a Borruel.
Sí, porque en la capital del estado, con la incorporación de Blanco a la coordinación de campaña y sin el apoyo de los empresarios mandones en el PAN capitalino (no se dice abiertamente en las notas de la prensa, pero podemos colegir que se habla de Enrique Terrazas y Samuel Kalish) en cuya esfera podemos ubicar a la senadora Teresa Ortuño, amén de la presencia de los activistas del grupo de Corral y Guillermo Luján, podríamos concluir que, por lo menos y dada la presencia de Borruel entre los capitalinos, podrían resultar muy parejos los números en la capital. Quizá con una ligera ventaja de Borruel sobre Cuarón, la que desaparecería con los resultados de Juárez pues aquí es más conocido en la población y contaría con una estructura incomparablemente superior a la de Borruel.
De ahí la importancia de la incorporación de Jones. Si se confirma, entonces Cuarón saldría avante en los municipios del noroeste y quedarían pendientes las decisiones de los grupos del panismo en los municipios del centro-sur. Ya se habla de que el alcalde de Parral, Oscar González Luna, habría decidido otorgarle el apoyo al juarense ¿Será?
A tales avatares deberemos sumar las acusaciones de Jones a Borruel, en el sentido de que éste contó con los formatos oficiales de la recaudación de las firmas con un mes y medio de antelación y luego con el señalamiento de Cuarón a Borruel, casi al desgaire, de incongruente, pues recordó que el alcalde con licencia había presentado en 2004 una iniciativa de ley a la que se le llamó antichapulines.
Es de antología el ejemplo. Recordemos que Borruel, siendo regidor de la capital pidió licencia para postularse como candidato a diputado local. A unos meses de terminar la diputación, se postuló como candidato a la alcaldía y ahora, a 10 meses de terminar el encargo en la presidencia municipal, aparece como precandidato a la gubernatura.
Pues bien, en diciembre de 2004, después de las elecciones locales en las cuales había contendido la priista Martha Laguette a la alcaldía de la capital, Guillermo Luján, entonces coordinador de los diputados locales del PAN, la “bautizó” como funcionaria chapulín pues, dijo, salta de un puesto a otro. Y sí, Laguette no había terminado la regiduría en el ayuntamiento de Chihuahua para buscar la diputación local; una vez alcanzada ésta, tampoco la terminó para ir en busca de la diputación federal ¡Y tampoco la terminó para pedir el voto como candidata a la alcaldía!
Pues hete aquí que el entonces diputado local del PAN, Carlos Borruel, propuso una iniciativa de ley para obligar a los funcionarios de elección popular a que por lo menos cubrieran el 70% del tiempo de su gestión. Sabia propuesta, resulta que ninguno de los aspirantes a otro cargo de elección se separan del que tienen antes de ese tiempo.
Pues bien, Borruel, al presentar una iniciativa de decreto para adicionar con una fracción VII el artículo 41 y reformar las fracciones VII de los artículos 84 y el 127, de la Constitución de Chihuahua, dijo que “… una de las exigencias más sentidas es que el mandato que les fue otorgado (a los políticos), cuyas características son definido y delimitado (cargo y tiempo), no se cumplen a cabalidad ya que muchos se ven interrumpidos por cuestiones eminentemente personales, pues abandonan el cargo, a través de solicitar la licencia respectiva, para contender por otro de la misma naturaleza, subordinando el bien común de la población a la cual representan, al interés personal o de grupo”. ¡Ay nomás!
Pero la aparición de Cuarón no solamente ha inquietado al seno del equipo de Borruel, debiera hacerlo también a sus adversarios pues por la importancia de los impulsores de la candidatura del empresario, y por los barruntos arriba comentados, pareciera que se trata de una decisión del más alto nivel del PAN y en la que, como lo hizo el PRI en 1998, al aprobar la celebración de la primera elección abierta de un candidato a un gobierno estatal, también la dirigencia nacional blanquiazul está preocupada porque el experimento les cuaje bien y les permita mejorar sus números en la competencia electoral que, por los antecedentes inmediatos, no se les presenta bajo los mejores augurios.
Y no tienen muchos argumentos para esperar buenos resultados en la contienda electoral (vista a medio año de su celebración) pues a los resultados del año pasado se le sumó la evaluación que los chihuahuenses hacen del desempeño de Felipe Calderón, según la encuesta de Consulta Mitofsky, resultó ser una de las entidades en las que peor lo calificaron.
No es una sorpresa si tomamos en cuenta que nuestra entidad es una de las que peor resintieron la crisis, en la que se perdieron más empleos y a estar convertidos en el estado “líder” en ejecuciones.
No son los únicos factores para tal desencanto, sin duda que también debió influir para tal resultado los inoperantes decretos de importación de autos norteamericanos, que han causado un gran malestar en no pocos chihuahuenses.
¿Y el precio de los combustibles y energéticos en general? ¿Qué creen, que los chihuahuenses no los resienten?
Bueno, pues sólo 53 de cada 100 chihuahuenses calificaron bien el desempeño de Calderón. Eso lo hizo uno de los electorados que más votaron por Calderón en 2006; sólo recuérdese que entonces el PAN duplicó los votos del PRI y le ganó a este partido las senadurías y la mayoría de las diputaciones federales.
Quizá eso explica los ingentes esfuerzos del panismo nacional por postular a un empresario notable, con viejas credenciales de activista blanquiazul, con honda raigambre juarense y plenamente conectado con las corrientes más conservadoras del PAN.
¿No explicará, también, el súbito y no explicado cambio de la coordinación del extinto Operativo Conjunto Chihuahua, ahora denominada Operación Coordinada Chihuahua y ya bajo el mando de la Policía Federal Preventiva?
Correo electrónico: Aserto1@netscape.net
Blog: http://luisjaviervalero.blogspot.com

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