miércoles, 27 de enero de 2010

Cafeteando con Antonio Becerra

El Diario de Chihuahua, 27 de enero de 2010
Luis Javier Valero Flores
Le agradezco los comentarios elogiosos de Antonio Becerra y me duelo del sarcasmo y comentarios crípticos, publicados el martes 26 imaginando que nos tomamos un café (cargado, diría Erasto Olmos), en los que intenta descalificar mis aseveraciones del artículo (“¿Y el PRD? ¿A la izquierda?”) mediante la afirmación de que poseo un grupo, o mantengo “un proyecto” o que tengo a “varios ejemplares de esa calaña (traidores)” en mi “entorno cercano”. Desconozco a quien se refiere cuando señala que les falta congruencia “a la gente con la que te juntas”.
Les pido disculpas a todos mis amigos por tales señalamientos, que son con quienes regularmente me reúno, pues desde hace ya varios años –casi 8, desde que abandoné las filas del PRD- no tengo grupo político alguno. Durante muchos años lo tuve y nunca, incluso si ahora lo tuviera, me avergoncé de ello, como bien lo sabe Becerra. Ahora bien, me pide que me ponga el overol “de político franco” y me ponga a trabajar “de cara a la sociedad”, “clara y abiertamente” por mi “proyecto”, pero como bien lo saben muchos de los lectores de El Diario y Aserto, hace rato que opté por ejercer el periodismo. Por esa razón rechazo sus aseveraciones acerca de que participo en política.
No podría ser más abierta y clara la conducta de una persona que escribe tres veces a la semana sus opiniones personales sobre todos los aspectos de la vida política y social de Chihuahua y del país.
Desearía que al momento de escribir sobre asuntos tan importantes –las alianzas, el desarrollo de la izquierda- el Profe Becerra dejara la víscera lejos.
Vayamos al tema de fondo. El Profe Becerra (ni modo, a pesar de los misiles lanzados, para mí seguirá siendo, con todos sus defectos y actitudes a lo largo de su vida política que tanto le han criticado viejos compañeros suyos desde la existencia del Partido Comunista, un respetado referente de la izquierda chihuahuense) alega que ya no era miembro del PRD cuando se presentó al acto de registro de la precandidatura de Reyes Baeza al Gobierno del Estado. Algo que no puede argumentar Roberto Cázares.
Tiene razón, ya no lo era en esa fecha, pero no tenía diez años de haber abandonado esas filas (si así fuera entonces él debió salir en 1994) pues él dejó de ser Presidente del Consejo Estatal del PRD en agosto de 1999, año en que asumí la presidencia del Comité Estatal y todavía hasta el año 2000, y quizá 2001, Toño aún participó en las sesiones del Consejo Estatal en su calidad de ex presidente estatal.
Más aún, argumenta que optó por apoyar públicamente al actual gobernador debido al rechazo que le provocó la alianza que el PRD celebró con el PAN para las elecciones del 2004.
Bueno, pues ya se peleó con mi base de datos, que tanto elogia el Profe. Resulta que el acto de registro de la precandidatura de Reyes Baeza fue el 13 de octubre de 2003 y la elección interna del PRI fue el 9 de noviembre del mismo año. En ese acto Becerra fue presentado, acertadamente, como una figura púbica respetable y reconocida en Chihuahua. Con ello, demostraba su rechazo a la alianza PAN-PRD.
Pero hete aquí que el PAN celebró su elección interna el 18 de enero de 2004. De ella salió triunfador el entonces senador Javier Corral. Solo hasta fines de ese mes se empezó a hablar de la posibilidad de una alianza entre panistas y perredistas.
Pues ya debería emplearse de adivino el Profe Becerra ya que él ya sabía, desde principios de octubre del año anterior, es decir, poco más de tres meses antes de la celebración de las elecciones del PAN, que éste realizaría un proceso abierto, que el ganador sería Corral y que éste se daría a la tarea, hasta lograrlo, de construir la alianza con el PRD ¡Todo con el objeto de que Becerra tuviera un buen argumento para pronunciarse en contra de esa alianza y, por tanto, a favor de Reyes Baeza!
Sería mejor que el profe aceptara que el actual gobernador es el que le cuadraba mejor para dirigir los destinos de Chihuahua, lo cual no tiene nada de criticable en sí, salvo que independientemente de si Becerra pertenecía o no al PRD, lo importante es que era un hombre de izquierda, formalmente ajeno al PRI, participando en un acto interno de ese partido y tratando de influir determinantemente en los militantes priistas para seleccionar a su candidato a la gubernatura.
Y eso, sin tratar de pontificar acerca de la pureza ideológica o política de los hombres de izquierda (de lo que me acusa), es el tema de fondo abordado en el artículo en el que equiparo la conducta de Roberto Cázares al apoyar a César Duarte, con la de Becerra al hacer lo mismo con el actual gobernador.
Ahí está, según mi opinión, una de las razones del decrecimiento de la izquierda –y no sólo del PRD, sino del conjunto de la izquierda- en Chihuahua. Es parte esencial de lo que considero la crisis de identidad política e ideológica del PRD y en general de una buena parte de la izquierda chihuahuense.
Tiene razón Becerra en cuanto a que las condiciones son distintas y en cuanto a que, a diferencia de Cázares, él ya no era miembro del PRD, pero sí era –lo sigue siendo- una figura señera de la izquierda local y en ese sentido, sí que tiene validez mi afirmación sobre esa participación en las contiendas internas de los partidos mayoritarios en Chihuahua, sin ser miembros de los mismos.
Por lo demás, no tengo inconveniente en seguirnos tomando este café virtual. Ojalá sirva de algo al debate sobre las tareas de la izquierda chihuahuense pues queda en el tintero el tema de las alianzas, y ése sí que es un tema fundamental.
Por lo demás, le agradezco a El Diario la oportunidad para pergeñar estas líneas.
Correo electrónico: Aserto1@netscape.net
Blog: http://luisjaviervalero.blogspot.com

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