jueves, 21 de enero de 2010

Asuntos de mercadotecnia, chicanadas dirían otros

El Diario, 21 de enero de 2010
Luis Javier Valero Flores
Fueron los partidos los que aprobaron las reformas electorales (quién sabe por qué. Diría mi abuelita que porque andaban tomados. A lo mejor, quien sabe) que prohibieron la contratación de propaganda política en los medios de comunicación.
El fondo de tal reforma era, es, el de otorgarle equidad a las contiendas electorales y de disminuir el financiamiento privado a las campañas. No se necesitan tantas explicaciones pero se intentaba que los más poderosos no fueran quienes determinaran el rumbo y sentido de las campañas y, por ende, el de los gobiernos.
Al legislar de ese modo, de inmediato los organismos cúpula del empresariado encabezaron la protesta –y por supuesto, los dueños de los medios electrónicos de comunicación masiva, fundamentalmente los de radio y tv- ¡Atentado contra la libertad de expresión! clamaron. No, de ninguna manera, se trata de quitarles a los dueños de los capitales la exclusividad de definir quienes deban gobernar pues hasta ahora son quienes determinan hasta la forma de pensar de millones de mexicanos.
Fue el senador perredista Pablo Gómez quien mejor les respondió –No, no es un atentado a la libertad de expresión, se trata de regular la libertad de comercio.
Tan larga explicación viene a cuento porque al estrenar nueva legislación electoral en Chihuahua, los retos para las autoridades electorales crecieron y de ellas dependerá que se mantenga vigente el espíritu que le dio origen a las modificaciones al marco electoral.
La publicación de sendos desplegados en los medios de impresos, ordenados, primero por los empresarios Federico de la Vega y Eloy Vallina a favor de Héctor Murguía, y luego los ordenados por infinidad de personas para “felicitar” a César Duarte por obtener la precandidatura del PRI al Gobierno del Estado, son oportunidad de oro para definir claramente los alcances de la libertad de expresión de tales personajes y los límites de lo que puede o no publicarse en cualquiera de los medios de comunicación.
A ver, a ver. Si usted, simple ciudadano, organiza y celebra una comida para festejar a un amigo ¿Qué necesidad tiene de publicitarlo? Ninguna.
¡Ah, pero si el amigo festejado busca ser postulado precandidato único de su partido y se celebra la comida, por supuesto que se antoja absolutamente necesario publicitar que se celebró la comida y que a la misma acudieron cientos de personas y, además, no todas eran de la misma categoría, entre ellas estaban legisladores, funcionarios públicos y tales y cuales empresarios y académicos!
Por supuesto, entonces, que la publicación de tal información –a plana entera- tiene un evidente interés político-electoral que tenía por objeto influir en la opinión de quienes podían y debían designar al precandidato. Pero no cualquier hijo de vecino podría (ni le interesaría) difundir la celebración de tal guateque, y lo más importante, no todos pueden pagar tal publicación.
Lo mismo se puede decir de las felicitaciones a César Duarte por obtener la precandidatura. ¿A poco habría mucho interés en felicitar a un amigo, por su cumpleaños, o por que ascendió en el trabajo, y hacerlo a través de un desplegado de media plana en el periódico? Otra vez, por supuesto que no, felicitar al priista de ese modo tiene una clara intención político-electoral pues se trata de mostrar que un importante número de ciudadanos, organizados o no, muestran su gusto por tal designación y, además, en muchos de los casos no se trataba de cualquier tipo de ciudadanos, sino de militantes que mostraban su gusto porque Duarte se convirtió en “nuestro precandidato”.
¡Ah, entonces se trataba de militantes del PRI! Y si es así, pues más claro se muestra el interés político consistente en mostrar que hay una mayor ascendencia ciudadana de tal o cual aspirante. Así que no se trata de coartar la “libertad de expresión” de cualquier persona, no, se trata de darle a la contienda electoral la mayor equidad posible; para eso se legisló, también, sobre las precampañas.
Tal es el sentido de las nuevas regulaciones, ojalá lo recuerden todos, y si no, que la autoridad electoral les refresque la memoria.
Correo electrónico: Aserto1@netscape.net
Blog: http://luisjaviervalero.blogspot.com

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