jueves, 10 de enero de 2013

“Recomenzar”

El Diario, 10 de enero de 2013 Luis Javier Valero Flores Hay momentos en que la realidad es tan aplastante que más valiera a los protagonistas aceptarla y desde ahí iniciar el camino de la recuperación, no hacerlo de ese modo, significaría no tener las necesarias bases para “recomenzar”. Si lo anterior vale en el ámbito personal, en el plano político puede tener consecuencias más que lamentables para los integrantes de un partido político, como el PAN, inmerso en una profunda crisis y más cuando están de frente a la friolera de ¡14! procesos electorales estatales, uno de ellos, el de Baja California, de la mayor importancia pues se renovará, además de las alcaldías y la legislatura, la gubernatura que mantienen en su poder desde el año ¡1989, 24 años en el poder! Que su primer presidente de la república, dos ex dirigentes nacionales; que Francisco Barrio, su único ex gobernador en la entidad, ex coordinador del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados y ex secretario de Estado, así como Clara Torres, ex candidata a la alcaldía juarense y ex diputada local, o figuras relevantes como Eduardo Romero (ex secretario de Gobierno y ex precandidato al gobierno estatal) o Alfredo Delgado, ex alcalde de Juárez, la sexta ciudad más poblada del país en su momento, no se afilien, es para preocupar a cualquiera. Estamos frente a una verdadera debacle del partido que logró derrotar al PRI, después de poco más de medio siglo en el poder (ya lo hemos escrito, el PRI de Miguel Alemán no era el PRM de Lázaro Cárdenas) construido para enfrentar al modelo político y social generado por la Revolución Mexicana. Por eso sorprenden frases como las expresadas por el dirigente estatal del PAN, Mario Vázquez Robles, al catalogar como “positivo” que se hayan “ido del partido las personas que se afiliaron sólo con la expectativa de obtener una candidatura o un cargo público en el Gobierno federal”, al mismo tiempo que negaba la existencia de una “desbandada” de panistas. Igual aseguró el dirigente nacional, Gustavo Madero, quien les recriminó-respondió a los reporteros: “no alcanzo, honestamente, como ustedes lo quisieran insinuar o pretender, a ver una desbandada”. (Nota de La Jornada, 8/I/13). No es para preocuparse, dice Don Mario, porque “la cifra de afiliados que lograron superó a la cantidad de votantes que participó en la elección de la candidatura presidencial del 2012”. (Nota de Alejandro Salmón Aguilera, El Diario, 9/I/13). Ante el señalamiento de la ausencia del ex gobernador Barrio, informó que no era necesario lo hicieran los miembros con más de 30 años de antigüedad, que se daba en automático; sin embargo, otro militante de tanta o más data en el PAN, como Diego Fernández de Cevallos, al darle a conocer que debía refrendar su afiliación, ratificó su determinación de permanecer en el partido. La sangría es impresionante. Aun aceptando las argumentaciones de los dirigentes blanquiazules, cuando dicen que el padrón previo no reflejaba la realidad interna, lo cierto es que sí; era la realidad del momento por el que pasaba ese partido, en el poder y con todos, o casi todos, los protagonistas en una fiera disputa por el poder. Para empeorar su desgracia, tal conducta se hacía desde la mismísima presidencia de la república. De tal proceder puede dar cuenta, quizá como ningún otro, el PAN chihuahuense. En las dos últimas elecciones federales debió arrostrar la vergüenza de protagonizar dos procesos electorales internos fraudulentos. Hoy sufren las consecuencias, la desbandada es hasta natural. Nada de que el PAN queda con “un padrón más efectivo”, como dice Mario Vázquez, si perdió tres de cada cuatro integrantes. “Sólo casi 12 mil panistas en Chihuahua ratificaron su pertenencia, cantidad que representa apenas el 26 por ciento del total que tenían registrados y que ascendía a 45 mil 580 miembros”. (Nota de Gabriela Minjáres, El Diario, 8/I/13). En el estado de Chihuahua había 16 mil 890 miembros activos del PAN y 28 mil 690 adherentes. De los cuales, según la información ofrecida por el dirigente nacional del partido, Gustavo Madero Muñoz, 11 mil 889 panistas refrendaron su militancia. No es el único dirigente que “da nota”. El presidente del Comité Municipal del PAN en Juárez, Hiram Contreras Herrera, agregó otro episodio a la picaresca mexicana al afirmar que en el “PAN se quedan los que quieren y tienen convicción con su ideario político”. Es decir, los que tengan marranos, que los amarren, y los que no, po’s no. Así está difícil “recomenzar”.

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