jueves, 17 de enero de 2013

La sana distancia

El Diario, 17 de enero de 2013 Luis Javier Valero Flores Generalmente vilipendiado por la dirigencia del PRI, muchas veces como reacción ante las filípicas críticas realizadas por éste, el presidente del Comité Municipal del PAN en Chihuahua, Miguel Latorre, “picó” uno de los grandes temas que al paso de los días pareciera adquirir carta de “naturalidad”, en la medida que se asienta el nuevo gobierno federal. Podría pensarse, antes del 1o. de diciembre, que nada nuevo ocurriría en el país, que atestiguaríamos un relevo “normal” de las autoridades federales, como fruto de los nuevos tiempos de plena competencia electoral, y que el regreso del PRI a Palacio Nacional no traería consigo ninguno de los vicios y defectos tanto tiempo realizados, los mismos que al paso del tiempo acumularon un inocultable rechazo. Uno de esos rasgos fue denunciado por el entonces presidente priista, Ernesto Zedillo: el de la “sana” distancia que habría de mediar entre el PRI –su partido– y el gobierno. De repente se encuentra uno con eventos, o procesos, en los que algunos miembros del partido gobernante no debieran estar, o concurrir; en otros momentos se podría concluir que esa es la “línea” trazada desde las “alturas”, o que, simplemente, la inercia del regreso al pasado es tan fuerte que se les hace imposible resistirse; o que, peor aún, que para los integrantes del partido vuelto gobierno es tan “normal” copar todos los “espacios” con visos de oficialidad que ya lo hacen casi de manera automática, sin pararse a pensar que los tiempos han cambiado. “Antes, como antes, y ahora, como ahora”, se puede leer en las paredes del Palacio de Gobierno de Sonora, atribuyéndole tal frase al jefe yaqui, Cajeme, para llamar a sus compañeros a encontrar otro modo de sobrevivir ante los crueles y devastadores ataques de las huestes porfiristas. Bueno ¿y dónde quedó la mención del dirigente panista Latorre? Ah, es que el blanquiazul criticó acerbamente al rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Jesús Seáñez Sáenz y al magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, Javier Ramírez Benítez, por su asistencia al acto en el que fue ungido presidente del Comité Municipal del PRI el diputado local, Fernando Mendoza. En el evento fueron instalados, como debe ser de acuerdo con su investidura, en primera fila; ignoramos si los organizadores del acto lo hicieron en su calidad de miembros distinguidos del PRI, o solo por sus elevados cargos. Por algo las expresiones de Latorre despiertan tan iracundas respuestas del priismo. Miren lo que dijo el dirigente azul: Con esto, “la sumisión y el entreguismo de las instituciones académicas y de gobierno, al servicio del PRI y del gobernador, quedaron demostradas”. Más: “… es abyecta la forma en que ambos funcionarios, uno académico y otro de gobierno, entregan al PRI y sus intereses políticos la universalidad y la pluralidad que deben de prevalecer en la UACh y en el Supremo Tribunal, lo que pone a pique los principios de respeto a la democracia y el privilegio del estado de derecho en la entidad”. Fernando Mendoza Ruiz rindió protesta como presidente del Comité Directivo Municipal tricolor, cargo que deberá entregar en septiembre de 2014, luego de sustituir a Cristopher James Larousse, designado hace poco, por el mismo misterioso mecanismo, dirigente nacional del Frente Juvenil Revolucionario (FJR). Acorde con los nuevos tiempos, Mendoza llamó a sus correligionarios a “impulsar un PRI moderno, que esté a la altura del país que encabeza nuestro presidente de la República, Enrique Peña Nieto”, y a seguir “respondiendo a las causas sociales y a las expectativas de la gente con logros y resultados concretos”. (Nota de Heriberto Barrientos, El Diario, 16/I/13). Sin embargo, a pesar de la formalidad del evento, en los hechos, Mendoza ya había tomado posesión. Apenas unos días atrás, el martes anterior, cuando faltaban aún seis días para su inscripción como candidato único, ya había acudido a la cena de los aspirantes priistas a la alcaldía y el dirigente estatal, Leonel de la Rosa. ¿En calidad de qué? ¡Ah, po’s es que ya se sabía que nadie más se inscribiría para disputar la presidencia de la dirigencia municipal priista de la capital! Por lo pronto, a reserva de que confirmen su militancia priista, ya el resto de los partidos políticos prepara las invitaciones para el rector Seáñez y el magistrado Ramírez a sus respectivos eventos… digo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario