jueves, 1 de noviembre de 2012

Escenografía unitaria

El Diario, 1 de noviembre de 2012 Luis Javier Valero Flores Primero lo primero: vaya un fuerte abrazo a Héctor Murguía, el alcalde de Juárez, y mi solidaridad al resto de su familia, con motivo del deceso de su señora madre, doña Margarita Lardizábal Aguilar. ¿Usted cree que los ex gobernadores Fernando Baeza, Patricio Martínez y José Reyes Baeza, necesitaban un tour por Palacio de Gobierno, a fin de que admiraran las más recientes reformas realizadas ahí, especialmente la del mega balcón? ¿O que necesitaban placearse para que recibiéramos la noticia de que acompañarían al actual mandatario en la celebración de algunos eventos de primera importancia, allá en Parral, la nueva meca del poder en Chihuahua, como antes lo fue Delicias, de donde salieron multitudes de funcionarios para todas las dependencias, igual que ahora proceden de la antigua capital del mundo? Para informarnos de la asistencia de los tres ex gobernadores priistas a una gira del gobernador César Duarte Jáquez, en la cual asistirían al arranque oficial del 19º Radioteletón Parralense “En busca de una sonrisa”, se desplegó toda una operación mediática a fin de que todos los chihuahuenses nos enteráramos de que, por fin, habían aparecido juntos todos los ex gobernadores emergidos del PRI. Oigan, y si el fin era que hicieran lo que informaron, ¿habrán invitado al otro ex gobernador vivo, el panista Francisco Barrio y a los otros que han ocupado transitoriamente ese puesto, Víctor Anchondo Paredes, Graciela Ortiz y, no recuerdo si también, Sergio Martínez Garza que, quizá, también pasó por tal eventualidad? Algunas de las verdaderas motivaciones de tal encuentro las alcanzó a esbozar, o a expresar en el críptico lenguaje de la clase política, toda, pero especialmente la priista, el parralense César Duarte, cuando afirmó a la prensa que irían a Parral y que los había invitado “por la unidad y el aprecio que hay entre los ex gobernadores y su servidor, así como por la importancia de que los chihuahuenses estemos unidos para atender los retos que todos los días asumimos”. (Nota de El Diario, 30/X/12). Realmente ¿cuál fue la novedad? Una, muy simple, la aparición pública, en Chihuahua, al lado del actual mandatario y del ex gobernador Patricio Martínez, del otro ex, el compadre de éste último y sobrino de Fernando, José Reyes Baeza, excluido, o no invitado, o declinante de infinidad actos públicos a lo largo –casi– de toda la gestión de Duarte, salvo, obviamente, de la cena en casa de Fernando Baeza, de la que se generó la celebración de un acto en la campaña electoral pasada, en la que los Baeza reforzaron la candidatura de Abraham Montes. Ahora, bien ¿el mensaje fue para toda la sociedad chihuahuense, o solamente para las bases priistas? ¿O acaso para el presidente electo y sus más cercanos en Chihuahua? Todo ello en vísperas de la toma de posesión del mexiquense y la avalancha de nombramientos en el Gobierno federal, en los que, obviamente, están muy interesados los usuarios de los tours en Palacio de Gobierno, amén del interés principal del que ahora despacha ahí. La fotografía de los cuatro políticos caminando por los pasillos de Palacio volvió explícita la existencia de por lo menos tres grupos políticos priistas hegemónicos en Chihuahua, bajo una real coexistencia pacífica (esos terminajos los saqué de los tiempos de la guerra fría ¿se acuerdan de ella?), pero también de una no menos real existencia de ellos: el del actual gobernador, el de los Baeza y el de Patricio Martínez, además del otro y al que habrán de tomar muy en cuenta en todas sus deliberaciones, el del alcalde juarense, Héctor “Teto” Murguía. Entre ellos resolverán –y ya nos lo dijo el dirigente estatal, Leonel de la Rosa, que no habrá elecciones– las candidaturas del ya inminente proceso electoral local pero en el que deberán tomar muy en cuenta un factor inexistente los 12 años previos: el de que hoy tienen un presidente de la República emanado del PRI. Ese hecho, a pesar de las transformaciones sufridas por los partidos políticos, contará de sobremanera. Los gobernadores priistas, necesariamente, deberán consultar algunas de las decisiones y designaciones de los cargos más importantes con el equipo del mexiquense, entre ellas, seguramente, la de las alcaldías de las principales ciudades y, seguramente, la de quien podría ser, eventualmente, el líder del grupo parlamentario, que de ganar la mayoría sería el líder de la nueva legislatura. ¿Usted cree que Peña Nieto no estará intentando, por lo menos, ser consultado acerca de algunas de esas designaciones? De ahí la importancia de las fotografía de los “ex” juntos, muy juntitos.

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