lunes, 5 de noviembre de 2012

¿La operación limpieza ya terminó en Chihuahua?

El Diario, 4 de noviembre de 2012 Luis Javier Valero Flores Los titulares de las noticias de los últimos días, con relación a la guerra de los cárteles de las drogas, son realmente impactantes: "Baja incidencia de delitos durante octubre: Duarte". El Diario. "Octubre, el mes con menos asesinatos en 5 años: sólo 30". El Diario. "... y hubo ocho en octubre en Chihuahua capital". El Diario. "Revela WikiLeaks comentarios internos de agencia Stratfor". The Narco News Bulletin y El Diario. "Fuerzas Especiales mexicanas empleadas como escuadrones de la muerte en la guerra contra las drogas, revelan correos publicados por Wikileaks". The Narco News Bulletin "Funcionarios mexicanos y de EEUU negocian con 'cárteles' de droga, según documentos de WikiLeaks". The Narco News Bulletin. ¿Cuáles son las explicaciones a tan repentina caída en las ejecuciones cometidas en Chihuahua? Ciertamente, algunas acciones gubernamentales del ámbito local tienen un impacto directo, y otro indirecto, en la disminución de tales índices; acciones como la de la cobertura total en la educación, los diversos programas sociales y la construcción de infraestructura deportiva y social; el fortalecimiento del grupo antisecuestros, la mejoría en las acciones de inteligencia en el combate a la extorsión, a los grupos de asaltantes a los comercios, los de los robos de vehículos, etc., pero, salvo las estrictamente de combate a los grupos delincuenciales del orden común, las otras tienen un efecto mediato y/o de muy largo plazo, y que no necesariamente se reflejan en la disminución de muchos de los delitos que en la semana presumieron el Fiscal Carlos Manuel Salas y el gobernador César Duarte, pues ninguna de ellas tiene un efecto inmediato en la comisión de los delitos relacionados con el tráfico de drogas y menos cuando la disminución es tan abrupta. Quizá distintas informaciones, aparecidas en las últimas semanas, pueden llevarnos a otras conclusiones. Lugar central ocupan las revelaciones de WikiLeaks acerca de los comentarios internos de la agencia Stratfor, en los que se da a conocer la existencia de un intento por "generar un pacto de cárteles en Juárez y la presunta protección de Estados Unidos al grupo de Sinaloa". (Nota de Sandra Rodríguez Nieto, El Diario, 22/VIII/12). En esa correspondencia, una de las fuentes, un diplomático mexicano, asegura que "las principales rutas y métodos de transporte hacia Estados Unidos están ya negociadas con las autoridades norteamericanas”, y de que el hecho de que el gobierno de ese país haya decidido dar a conocer que el Cártel de Sinaloa era hegemónico en Juárez, algo inusitado para el gobierno de los EU, constituyó un doble mensaje. Por una parte, "un intento por decirle a la Secretaría de la Defensa Nacional que dejara de decomisar los vehículos cargados con droga en su camino hacia Estados Unidos... esto es sólo mi lectura de la situación”, decía en ese mensaje la fuente de Stratfor; y, por otra parte, un mensaje al Cártel de Juárez para que aceptaran las reglas y, de conformidad con sus rivales, bajarle a la confrontación. Al darse a conocer la correspondencia sostenida por diversos informantes de la agencia Sttratfor, -funcionarios de los gobiernos de Estados Unidos y de México- vendría a corroborar lo que muchos ciudadanos deducen, o lo que otros desearían se hiciera para hacer un alto a la extrema violencia desatada en el país desde el inicio de la actual administración, la concertación de una tregua. De todos los informantes de Stratfor (agencia dedicada al estudio del fenómeno del tráfico y consumo de drogas, radicada en Austin, Tex.), WikiLeaks sólo ha develado la identidad de uno de ellos, la de Fernando de la Mora, funcionario diplomático del gobierno mexicano, con el seudónimo de MX1, que estudió derecho en la Universidad de Nuevo México, adscrito al Consulado de México en El Paso, Texas y ahora ubicado, según el reportero, en el consulado de Phoenix, Ari. Lo revelado es terrible, en caso de ser cierto, con el agravante de que nada de lo filtrado por WikiLeaks previamente, ha podido ser desmentido por alguna instancia del gobierno mexicano. En primer lugar, que grupos especiales del ejército mexicano "llevaron a cabo golpes 'quirúrgicos' contra células narcotraficantes, pandillas y adictos, de acuerdo con la nota de Bill Conroy (The Narco News Bulletin, Denver, Co., 21/IX/12). Según esta publicación, un buen número de los asesinatos ocurridos en Juárez no podrían achacárseles a los grupos criminales, pues la cantidad rebasaría la capacidad de éstos; a cambio, antes de conocerse la correspondencia de WikiLeaks, sugería que el patrón usado en la mayoría de los casos, fueron "asesinatos a sangre fría a menudo a cargo de equipos coordinados de hombres armados, a veces enmascarados, que hacen uso de tácticas de inteligencia, vigilancia y tácticas tipo paramilitar para sacar a sus víctimas". En esa correspondencia, MX1 revela que cuando llegaron miles de militares, entre ellos venían "por lo menos 10 unidades de inteligencia especializadas, así como unidades de fuerzas especiales del Ejército y la Fuerza Aérea. Los militares… quirúrgicamente eliminarán las células previamente identificadas que por alguna razón no fueron eliminadas aún. Se producirán períodos de ajuste, pero los militares llenarán cualquier vacío dejado en el control territorial, finalmente provocando que las organizaciones narcotraficantes rivales esperen o se den por vencidos". Más aun, en un correo del 13 de julio de 2009, MX1 aseguraba a Stratfor que el cambio en la estrategia militar estaba dirigido, una vez que los cárteles habían asegurado las rutas de la droga hacia EU, a combatir a los adictos locales, en virtud de que "el 80% de las víctimas de secuestro que sobrevivieron mencionan que sus captores parecían estar drogados con algo. Por lo tanto, un componente importante de la estrategia [del Ejército Mexicano] será prevenir secuestros y similares, dirigiendo los esfuerzos contra los adictos y las pandillas". Y entonces, aparecieron las ejecuciones colectivas, especialmente en los centros de rehabilitación. A continuación, citaba el "reportaje del 3 de octubre 2009, publicado por el periódico londinense The Guardian" en el que Gustavo de La Rosa, a la sazón funcionario de la CEDH, había declarado que "Hay escuadrones de la muerte [en Juárez] asesinando malandros, planeando asesinatos de los no deseados. Y si nos fijamos exactamente en la forma en que lo hacen, son expertos en matar, característico de la formación del ejército o de la policía. No creo que estos asesinatos sean obra de sicarios, porque no creo que alguien quisiera pagar a sicarios para matar malandros. Los sicarios matan a miembros del cártel rival; no se necesitaría un sicario para matar malandros en un centro de rehabilitación o en casas abandonadas donde se drogan. No estoy diciendo… que el ejército [mexicano] está matando directamente a estas personas... Yo tenía un mapa donde observaba cómo estos escuadrones de la muerte se movían a través de los puestos de control del ejército sin obstáculos. Hasta que me dijeron que parara". Lo último de la correspondencia de Stratfor y sus informantes es de la mayor importancia, en ella se asegura que "funcionarios mexicanos y de EEUU" negociaron con los "cárteles" de droga. (Nota de Bill Conroy, The Narco News Bulletin, 20/VIII/12). En ella se da paso a una evaluación del diplomático mexicano consistente en que la estrategia de EEUU y de México en la guerra contra las drogas, "de acuerdo a las revelaciones en los correos, es la de una 'guerra simulada", para favorecer "la posición dominante de una organización del narcotráfico con el fin de minimizar la violencia y la interrupción de los negocios en las plazas o mercados importantes de la droga". Para el caso de Juárez (y el escribiente supone que para el total de la entidad) MX1 cree que el gobierno norteamericano envió señales a los cárteles en las que les "agradecía" el suministro de drogas a su mercado, pero "que estaban preocupados por la comisión de actos violentos y nos gustaría detener eso. En este sentido, por favor sepan que Sinaloa es más grande y mejor que Vicente Carrillo Flores. También tengan en cuenta que CDJ [Ciudad Juárez] es muy importante para nosotros, al igual que toda la frontera. En este sentido, por favor, hablen entre ustedes y permitan a todos volver al trabajo. Una vez más, reconocemos que Sinaloa es más grande y mejor, así que o VCF se pone en línea o los acabaremos”. Tales informaciones guardan mucha relación con lo que está ocurriendo ¿Serán simples coincidencias? AGRADECIMIENTOS. Aprovecho para agradecerle públicamente a Lorenzo Pérez, titular de Información Procesada (Inpro), la calidad de los servicios hemerográficos de esta empresa sin los cuales las reflexiones de este trabajo, y de muchos más, sería casi imposible. asertodechihuahua@yahoo.com.mx http://luisjaviervalero.blogspot.com http://twitter.com/LJValeroF

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