martes, 22 de marzo de 2011

Relevos partidistas y la “Morena”

El Diario, 22 de marzo de 2011
Luis Javier Valero Flores
Con los días se va recrudeciendo la lucha política. Las campañas electorales rumbo al relevo presidencial del 2012 ya están aquí. Puede argumentarse que aún no son los tiempos, que aún no hay candidatos, etc. pero la actividad política desplegada este fin de semana no hace más que reforzar tal percepción.

Dos relevos tienen especial significado; uno para el total de la nación y el otro en especial para los chihuahuenses. La designación de Jesús Zambrano y Dolores Padierna en la dirigencia nacional del PRD, si bien impidió la ruptura profundizará las enormes diferencias sostenidas entre los agrupamientos a los cuales pertenecen cada uno de ellos. A su vez, la elección de Mario Vázquez como presidente del Comité Estatal del PAN reflejó, por un lado la preocupación de la mayoría de sus grupos internos por hacer más llevaderas sus diferencias, y por otro, los profundos cambios en la composición de los alineamientos que en los últimos años los habían llevado a la generación de verdaderos escándalos políticos. Inicia, de ese modo, una nueva dirigencia que, probablemente, no concitará las continuas querellas presentadas a lo largo de los últimos años ¿Les alcanzará el tiempo para restañar todas las heridas y las bajas sufridas?

La resolución de la elección perredista –la primera sin irregularidades, quizá por haberla circunscrito al ámbito del Consejo Nacional- podría ser la evidencia de que el grupo de Nueva Izquierda –Los “Chuchos”- llegó a la conclusión que no puede ir al proceso federal del próximo año sin la participación de López Obrador, o que, por otro lado, enfrentados a la posibilidad de que éste finalmente decida participar sin el PRD los llevó a antagonizar a quienes han sido hegemónicos en los órganos de dirección perredista –Nueva Izquierda- y alcanzar el 30% de los votos en el órgano dirigente del PRD.

Así, el gran ganador de la elección fue el ex candidato presidencial, pues Padierna se identifica con esa corriente. Rechazó la alianza con el PAN en el Estado de México y declaró su simpatía por la candidatura de Alejandro Encinas en esa entidad. Ni más ni menos que la esencia de las posturas lopezobradoristas para esas elecciones y las federales. Previamente, por unanimidad, el sábado el PRD había rechazado las alianzas con el PAN o el PRI para los futuros comicios presidenciales.

Más aún, al asumir Padierna el segundo puesto de dirección partidista, el lopezobradorismo, por ese solo hecho, adquiere una mejor posición que en la actual dirigencia, en la que Jesús Ortega era acompañado de Hortensia Aragón –de la corriente de la ex gobernadora zacatecana, Amalia García, eterna aliada de Nueva Izquierda- en la Secretaría General, hecho que en la práctica hacía de la línea política de la dirigencia perredista una sola, siempre enfrentada a la de López Obrador, de ahí la frase de Jesús Zambrano –le tiendo la mano a López Obrador- que por sí sola pudiera ser un indicio de la rectificación de una línea política que los llevó a uno de los peores enfrentamientos entre sí.

El sábado, en Chihuahua, ocurrió un evento, que si es reflejo de lo acontecido en el resto del país explicaría el giro en las posturas de Nueva Izquierda. Ese día se reunió López Obrador con el núcleo central de sus activistas en la entidad, congregados alrededor del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Sorprendió ver ahí a la mayoría de los liderazgos regionales de este partido, o más correctamente dicho, de una buena parte de la izquierda local, que se dieron cita para expresar su simpatía por el tabasqueño. Ahí informaron de la conformación de comités seccionales y municipales. Si los informes rendidos en esa reunión son ciertos nos encontraremos de frente con la mejor organización territorial de la izquierda en muchos años en Chihuahua.

Y si en el resto del país se encuentran igual, entonces deberemos anotar a López Obrador con la fuerza necesaria como para disputar nuevamente la presidencia. Algo de eso reflejó el impresionante acto del domingo en la Ciudad de México en el que presentó su “Proyecto Alternativo de Nación”.

Ya no sorprende la masiva participación en los actos del ex candidato presidencial, pero sí la de un sinfín de destacados personajes de todos los ámbitos de la vida nacional y en el que es, sin duda, el regreso de una buena parte de la intelectualidad a las filas de la izquierda.

Así, no sería raro que en los próximos días la posibilidad de la alianza PAN-PRD en el Estado de México se aleje, que Alejandro Encinas aparezca como candidato de la alianza del PRD, PT y Convergencia y que la candidatura de López Obrador se fortalezca.

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