martes, 16 de noviembre de 2010

Fiscalizar a las policías

El Diario, 16 de noviembre de 2010
Luis Javier Valero Flores
Pasan los días, los meses, ahora también los años y la anunciada –y necesaria– depuración de las policías locales no asoma por ningún lado. Tal requisito, se dijo, era el indicado para que los agrupamientos federales dejasen de asumir las tareas propias de las policías municipales, especialmente en Juárez y Chihuahua.

Hoy, las evidencias de las fallas de los mecanismos para dotarnos de policías confiables aparecen por doquier, por desgracia, con mayor frecuencia, a pesar de la creciente participación de los mandos militares en la preparación de los nuevos policías y en la aplicación de los exámenes de confianza.

Al mismo tiempo, la designación de consejos ciudadanos en distintas dependencias, incluida la de la seguridad pública, han mostrado muy rápidamente su inoperancia debido, sobre todo, a que las opiniones de los ciudadanos son simplemente “consejos” que las autoridades pueden, o no, tomar en cuenta, amén de que en muy pocos casos los ciudadanos designados conocen con profundidad los temas y dinámicas de las dependencias a las cuales son invitados a participar.

En todos los órdenes de la vida social aparecen los signos de la necesidad de pasar a una etapa superior de la vida ciudadana, la que podría ser, al fin y al cabo es sólo una opinión, la de pasar a la conformación de comités ciudadanos que tengan capacidad decisoria y no solamente consultiva para que una mayor cantidad de decisiones pasen por el filtro de quienes son, a final de cuentas, el destino final de las actividades gubernamentales.

Algo así deberíamos experimentar en lo concerniente a la actividad de los cuerpos policiacos, necesitamos de órganos eficientes en la vigilancia y monitoreo de los encargados de la seguridad pública, tanto para certificar la necesaria probidad de quienes pasan a formar parte de los mismos, como del seguimiento de los ingresos económicos y tren de vida de los integrantes de los cuerpos policiacos, seguramente que ahí se encontrarán verdaderas sorpresas y no pocas justificaciones a los elevados índices de corrupción al interior de aquellos.

Pero también necesitamos discutir acerca de la creación de un cuerpo policiaco especializado en el combate al tráfico de drogas, cuyas principales cualidades sean las de conformarse con individuos con una elevada preparación, dotados de todos los instrumentos necesarios para las actividades llamadas de “inteligencia” y muy bien remunerados, por encima de los 9 mil pesos para el de base y de 12 mil pesos para los jefes de la Policía Única, propuesta por el Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna.

La creación de un cuerpo policial y de inteligencia especializado en el tráfico de drogas es de extrema necesidad, los hechos de los últimos tres años lo demuestran, sobre todo a partir del inicio de las actividades de la Operación México pues Felipe Calderón, al usar al Ejército que no le son propias a este agrupamiento “quemó” las etapas a aplicar en este combate, muchas voces lo dijeron –Si el Ejército falla ¿A quién acudiremos? Y la descalificación a quienes nos oponíamos a esa medida fue la respuesta gubernamental, hoy comprobamos con dolor la gravísima equivocación cometida por Felipe Calderón.

En lugar de preparar a los agrupamientos policíacos y prejudiciales para lanzar una ofensiva –como la que él concibió– los lanzó a una riesgosa aventura que el país entero llora pues, como lo señaló el primer comandante de la Policía Federal Preventiva (PFP) de la Operación México, lanzada en Michoacán, Javier Herrera Valles, los operativos no tenían objetivos precisos, ni los integrantes de los operativos tenían conocimiento, ni del terreno, ni de los alcances de la operación en la que participaban ni, además, se sabía de la fuerza del enemigo.

Tal impreparación, afirmó Valles en repetidas ocasiones, fue la causa del fallecimiento de numerosos integrantes de la PFP, la mayoría de los cuales no tenían la preparación necesaria para ese tipo de actividades contra criminales.

Al país le urge empezar la discusión de la aplicación de nuevas estrategias, de nuevas medidas para mantener sanas las agrupaciones policiacas, nunca es demasiado tarde –ya lo es, sin duda, para decenas de miles de mexicanos– para empujar hacia una necesaria modificación de toda la estrategia gubernamental en el combate al tráfico de drogas.

RADIO.- Por si no nos ha escuchado, puede seguir las transmisiones de Aserto-Radio todos los días a las 6 de la tarde en la dirección www.antena760.com.mx

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