martes, 13 de octubre de 2009

¡¿Cuál transparencia? ¿Cuál legalidad?!

El Diario, 13 de octubre 2009
Luis Javier Valero Flores
Ante el artero golpe del gobierno de Felipe Calderón a los trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyF), agrupados en el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), no puede haber atenuantes; es un golpe a la vida democrática, no sólo a la sindical, sino del país entero y retrata de cuerpo entero, sin maquillaje, el verdadero rostro de la derecha entronizada en el poder.
Podrán argüirse mil y un pretextos, los hechos son muy concretos: Durante los días previos se lanzó una descomunal campaña mediática mediante la cual se linchó a los dirigentes del SME, en todos los tonos, particularmente en las dos cadenas televisivas (pero no sólo) a quienes se culpó de la ineficiencia de la empresa al sindicato, súmmum, en esta concepción, de todos los males, incluido el de haber celebrado una elección fraudulenta de la cual, como por azar, el Secretario del Trabajo, Javier Lozano, se dio cuenta y como priva en estos gobernantes la idea que son la razón encarnada, decidió no entregarle el “toma de nota” a la dirigencia sindical, según los resultados de los comicios, triunfadora y, por tanto, desconocer a la dirigencia encabezada por Martín Esparza, en una clara trasgresión a la ley pues la Secretaría del Trabajo no tiene facultades para reconocer o desconocer dirigencias sindicales.
En el colmo de la deshonra, luego de haber pactado una reunión a celebrarse el día de ayer, el sábado por la noche, cual vil maniobra de abogadetes y polizontes, sin previo aviso y sin aplicar las leyes correspondientes, Calderón ordenó la desaparición de la empresa por “su comprobada ineficiencia operativa y financiera”, y para indemnizar a los 40 mil trabajadores echará mano de un “guardadito” de veinte mil millones de pesos.
Son otras las razones que llevaron a Calderón a tan oprobiosa decisión, ninguna de ellas cercana al respeto a la legalidad, o el compromiso con el buen funcionamiento de las empresas generadoras de energía eléctrica. En primer lugar, el odio cerval al sindicalismo practicado por el SME, su postura indeclinable de no ceder en ninguna de las ventajas o prestaciones alcanzadas por tal organismo sindical y por ser claramente un sindicato de izquierda. Por si fuera poco, y al paso de los días será más visible a la opinión pública, en el fondo de la pretendida desaparición de LyF se encuentra la ríspida disputa por el triple play en materia de comunicaciones, esto es, el negocio de la transmisión de datos, audio y video a través de los cables de fibra óptica.
Desde junio de este año, LyF y el SME dieron a conocer su pretensión de acceder a una concesión a fin de que la empresa compitiera en este ramo con Teléfonos de México y Televisa, propietaria de Cablevisión y Sky.
Enfrente de tal pretensión se encuentra la empresa WL Comunicaciones, creada el 23 de agosto de 1998, propiedad de dos connotados panistas, miembros del gobierno de Vicente Fox, Ernesto Martens y Fernando Canales Clariond, el primero de los cuales fue Director de Pemex y el segundo, Secretario de Energía, además, representados por Armando Salinas Torre, representante del despacho jurídico de ¡Oh, casualidades del destino! Diego Fernández Cevallos, bufete del cual provienen, ¡Por puritita casualidad! El exprocurador en tiempos de Ernesto Zedillo, Antonio Lozano, y los actuales Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont y el Procurador, Arturo Chávez Chávez.
WL Comunicaciones pretende acceder al uso de la red de LyF y con ello acceder a un negocio multimillonario, sin que por ello se necesite privatizar la energía eléctrica, por eso Calderón se apresuró a aclarar que tal medida no se llevaría al cabo.
No ¿Para qué, si el negocio está garantizado en la otra vertiente?
Es de tal peso, de tal importancia la destrucción de la empresa y, sobre todo, del sindicato, que el gobierno federal propuso que las liquidaciones a los trabajadores electricistas equivaldrían, en promedio, a dos años y medio de sus salarios.
¿De dónde tal desprendimiento si todos sabemos que en los conflictos laborales la parte patronal siempre pretende pagar a la baja las indemnizaciones?
Tiempos terribles nos esperan, el huevo de la serpiente sigue incubándose… ¿Por qué tal odio, de los gobernantes, no se despliega, por ejemplo, con la dirigencia sindical del magisterio, o de los petroleros? -¡Ah, es que ésos son nuestros!
Correo electrónico: Aserto1@netscape.net
Blog: http://luisjaviervalero.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario