martes, 25 de octubre de 2011

Otra vez ¡Qué cochinero el del PRD!

El Diario, 25 de octubre de 2011
Luis Javier Valero Flores
Apenas empezaba a levantar en las preferencias ciudadanas, rumbo a las elecciones presidenciales, cuando nuevamente el más grande partido de la izquierda mexicana, el PRD, volvió a ofrecernos uno más de los bochornosos espectáculos que cotidianamente nos otorga la clase política mexicana.
¿Cómo compaginar los nobilísimos ideales de la izquierda mexicana de todos los tiempos, especialmente la de los orígenes socialistas y comunistas, con el robo de urnas y las mil y un maniobras fraudulentas para ganar las elecciones internas del domingo pasado?
¿Dónde quedaron los ejemplos, reconocidos por todos los que los conocieron, de los abnegados militantes de los partidos de izquierda que dieron origen al PRD?
Todo eso quedó sepultado ante el alud de denuncias e informaciones de las innumerables anomalías cometidas por los perredistas en ese domingo de elección de los integrantes del Consejo Nacional, de los consejos estatales y de los miembros del Congreso Nacional. Elecciones ni siquiera acordadas al interior del partido sino ordenadas por el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, que dictaminó como fecha límite el 15 de noviembre para designar a sus dirigentes.
Y no son cualquier grupo, la manifestación realizada por la agrupación de Dolores Padierna y René Bejarano por las calles de la capital del país para exigirle a Marcelo Ebrard su salida del proceso interno así lo evidenció.
¿A quién irle, en quién confiar?
Como ayer, como siempre, con la mano en la cintura, cientos de activistas creen que pueden hacer mil tropelías y que nada pasa, incapaces de ver más allá del presente día, faltos de compromiso con los ideales enarbolados por algunos de sus militantes, seguros de que esa agrupación política solo es el escaño para la obtención de sus pequeñas aspiraciones.
Se pueden contar mil y una anécdotas de tal comportamiento, más miserables mientras más pequeño es el entorno de sus protagonistas: Integrantes de órganos de dirección estatal que sólo aspiran a recibir una pequeña compensación mensual, por la que no desarrollan actividad alguna; mayorías de consejos estatales que aprueban no publicar periódico partidista alguno, o que desechan la transmisión radial de mensajes periódicos de los órganos de dirección; dirigentes nacionales que se burlan de otros al momento que éstos les proponen trabajar en pro de un proyecto de nación -¿Y eso qué es?
Dirigentes que cobran comisión a los propietarios de las fábricas de artículos de propaganda para adjudicarles los contratos de la propaganda necesaria para la siguiente elección constitucional; dirigentes que recaudan facturas para justificar gastos extras; dirigentes municipales que se embolsan, íntegras, las participaciones estatales correspondientes a los comités municipales; activistas y dirigentes de nivel medio que inventan a propagandistas para apropiarse de los apoyos económicos entregados para hacer proselitismo electoral; dirigentes estatales que trabajan, al mismo tiempo, como integrantes de los órganos de seguridad, o gobernabilidad del Estado; legisladores locales incapaces de asumir una mínima postura crítica a los gobiernos estatales del PRI –y en ocasiones a los del PAN-; dirigentes nacionales que acomodan en los órganos electorales y jurisdiccionales a sus incondicionales para que avalen las mil y un cochinadas cometidas para mantener la hegemonía en la dirigencia partidaria; dirigentes nacionales que acuerdan con el Presidente de la República a espaldas de los órganos de dirección, etc.
La vida cotidiana del PRD así es, de ese terrible modo ¿Cómo esperar que en las elecciones internas sea diferente? ¿Cómo esperar una conducta ética diferente?
Sale sobrando asentar que existen, como en todos los partidos, una mayoría de militantes que no forman parte de las corruptelas arriba señaladas; por desgracia, ni son mayoría en las dirigencias –a ningún nivel- ni pesan en la toma de decisiones de ese partido.
Quizá para muchos, y no solo adentro, haya llegado el momento de preguntarse si este partido es de izquierda, partiendo de la base que no sólo es el discurso lo que retrata a un partido sino, fundamentalmente, su actuación.
Y la del PRD, en su conjunto, como partido, dista mucho de ser de aquella como las identificadas con las de los hombres y mujeres de las ideas de avanzada.
Correo electrónico: asertodechihuahua@yahoo.com.mx
Blog: http://luisjaviervalero.blogspot.com

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