domingo, 9 de octubre de 2011

1er. Informe, optimismo rebosante

El Diario, 9 de octubre de 2011
Luis Javier Valero Flores
Vaya un abrazo solidario a nuestros compañeros Juan y Raúl Gómez Franco, y con ellos a toda su familia, por la irreparable pérdida de su hermano Eduardo.

El sábado anterior el Gobernador César Duarte presentó ante el Congreso del Estado el informe del primer año de su gobierno. Luego, celebró un evento en el que reunió a miles de personas. En ambos eventos la nota descollante fue la violación de las formas políticas (y legales).

Si en el recinto del Poder Legislativo todos violaron la Constitución del Estado de Chihuahua, al hablar primero los representantes de los partidos y al final el Gobernador (hábrase visto ¿Cómo está eso que primero los demás hablan sobre el informe, que no conocen, y luego el informante?) el evento masivo se constituyó en una flagrante violación a la norma electoral, al adherirse, César Duarte, a la aspiración presidencial de Enrique Peña Nieto.

Así lo dijo: “Agradezco especialmente a nuestro amigo Enrique Peña Nieto. Tu distinguida presencia realza la importancia de este evento, pues es una muestra más del interés que has mostrado por Chihuahua... Te reconocemos como un político que supo encabezar en el Estado de México un gobierno innovador y eficaz. Ahora, sin duda, es referente y modelo para fijar el rumbo y los nuevos derroteros del país. Gracias Enrique, por acompañarnos, Chihuahua le apuesta sin titubeos al proyecto que tú encabezas”.

Sorprendieron enormemente tales frases, en un acto cuyo objetivo central era darle a conocer a la sociedad los resultados de su gobierno, quizá eso explique la ausencia de Manlio Fabio Beltrones que, además, es el coordinador de los senadores del PRI.

Se comprometió el apoyo de ¡Todo Chihuahua a las aspiraciones del mexiquense, en un proyecto que apenas conoceremos a partir de mañana y que el gobernante chihuahuense ya delineó, esto es, que a partir del desempeño de Peña Nieto como gobernador ya tenemos “referente y modelo para fijar los nuevos derroteros del país”. Si el gobernante chihuahuense toma como eje tal actuación, mal nos puede ir a sus conciudadanos.

Para expresar semejante apoyo, la administración gubernamental estatal realizó una impresionante movilización, con los consiguientes elevadísimos costos al erario (los cuales podrían servir de argumento para acusarlo de usar recursos públicos por apoyar a aspirantes a algún puesto de elección popular) y que, en definitiva hicieron que la evaluación a la obra de su gobierno estuviese empañada por los hechos comentados líneas atrás.

Pero si las posturas políticas fueron de llamar la atención, lo informado a través de los discursos realizados por el Gobernador en el Congreso y en el Centro de Convenciones puede llevarnos a la conclusión que la realidad vivida por la mayoría de los chihuahuenses no se reflejó en ellos. Sin duda alguna que a lo largo del año transcurrido, César Duarte ha iniciado obras que le permitirán ser bien calificado por sus conciudadanos, pero en materia de seguridad pública y economía no está la situación como para lanzar las campanas al vuelo.

Las frases iniciales de su intervención ante los suyos –y algo más– no dejan lugar a dudas: “Con Chihuahua Vive, hemos transitado del estigma que injustificadamente nos señalaba como el estado más violento… Con Chihuahua Vive, recuperamos el ánimo y la certidumbre que hace un año parecían perdidos para siempre… Restablecimos la confianza de los inversionistas y de los productores… En el campo se respiran nuevos aires de esperanza… En las ciudades se recuperan los espacios para que las familias los disfruten con seguridad y libertad… En las escuelas tienen cabida todos, hasta aquellos que no tenían voz ni un futuro cierto… En los jóvenes, revive la esperanza de que la escuela sea sinónimo de empleo de calidad… En las familias se ha recobrado la confianza en la unidad social y en las instituciones… En el territorio, desafiamos la vastedad con infraestructura para acercar la educación, la salud, el deporte y el empleo…”.

Hay, en la obra del gobierno que termina su primer año, aspectos positivos, sin duda, entre ellos la continuación de la construcción de la infraestructura, en materia de salud y la decisión de ofrecer cobertura total en la educación media superior y superior. Pero son, al fin y al cabo, acciones iniciales, de su continuación, de la persistencia gubernamental dependerá la calificación que reciba de los chihuahuenses, en tanto, el reto es mayúsculo, y ello debería llevarlos a reflexionar acerca del fenómeno que sufrimos.

La crisis de seguridad pública se agudizó en unos cuantos meses, con ello se precipitó la preocupante degradación social previa; por lo mismo, esperar que la ola delictiva descienda –si se aplicaran una serie de medidas, adecuadas, tendientes a atender tal emergencia– de manera instantánea, es una utopía, pretender influir en la percepción ciudadana sobre la seguridad pública, a partir de mensajes mediáticos, tarde o temprano lleva a la parálisis societaria, al descrédito gubernamental y a la profundización de la crisis social y de seguridad pública.

Nadie duda de la disminución de los índices delictivos, (por las razones que fuere, seguramente por la concurrencia de todos los factores, incluido el hecho de que el peso mayor de la confrontación se ha trasladado a otras entidades) pero de ahí a que la situación sea tal y como se presentó en la ceremonia del informe, hay mucha distancia.

Recordémoslo, la actual situación tuvo como acto inicial el salvaje enfrentamiento de los grupos criminales, que originó el súbito crecimiento de los demás delitos que asolan a los chihuahuenses. No enfrentar adecuadamente al crimen organizado dio pie a lo demás.

Todos elogiamos el abatimiento del secuestro y la extorsión (y esta última está aún presente en varias ciudades de la entidad) y de otros delitos, pero no deberá cantarse victoria aún pues el que le dio origen a estos, las ejecuciones, si bien han disminuido al pasar, en promedio, de las 11.17 diarias en 2010, a las 9.06 en el presente año, de acuerdo con el recuento periodístico realizado por el portal digital La Opción.com que reportaba en 2010, en todo el estado, 4 mil 80 ejecuciones y hasta el viernes, en 2011, 2 mil 512.

Tales cifras, arrojan que en 2010 se presentaron 123.66 ejecuciones por cada 100 mil habitantes en todo el estado, cifra muy por encima de cualquiera de los países de Centroamérica, que son de los más elevados en el mundo y que podría llevarnos a terminar el año con alrededor de 100 ejecuciones por cada 100 mil habitantes, que son, finalmente, cifras de espanto.

Y si la situación en esta materia no es para el júbilo, lo económico tampoco, por más mensajes optimistas que escuchemos. En el informe se destacó la instalación de 20 nuevas plantas maquiladoras y la recuperación de 20 mil empleos, noticias, todas, inmersas en el modelo económico que nos llevó a la actual situación y, además, nada se comentó en concreto para que una economía, como la chihuahuense, tan dependiente de la norteamericana, afronte la crisis del gigante estadounidense.

No todo es malo, indudablemente que la inversión en infraestructura sirve para impedir de alguna manera el deterioro económico y que las decisiones en materia educativa, del nivel medio superior y superior, son extremadamente nobles, así como la atención a algunos sectores del campo chihuahuense, todos ellos aspectos que deberán elogiarse –así haya algunos aspectos controversiales– pero cuyo análisis rebasa, como se puede apreciar, estos espacios.

ABIERTA.- Sin duda alguna que el PRI ha dado un campanazo al resolver la celebración de un proceso abierto a la ciudadanía para elegir a su candidato a la Presidencia de la República. Pueden llevarse sorpresas, la primera de ellas, que su decisión deja atrás a sus competidores. Gustavo Madero, del PAN, ha reconocido que su partido no está preparado para tal evento, que cuesta mucho, es decir, es un partido sin la fuerza para realizar tal ejercicio democrático, y eso que es el partido del gobierno. Está derrotado.

Y la izquierda, promotora de tales procedimientos para designar a sus candidatos, se enfrascará en la discusión acerca de los términos, alcances, universos y resultados de una encuesta.

Pero falta aún que algunos priístas se olviden de las prácticas de antaño, de cuando cometían toda clase de tropelías con tal de ganar las elecciones. En tanto, el primer round de tal contienda se realizará en la capital chihuahuense. Veremos.

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