jueves, 22 de abril de 2010

Pa’ que se nos quite

El Diario, 22 de Abril de 2010
Luis Javier Valero Flores
Frase semejante fue la usada en la “precampaña” por el sempiterno dirigente del Partido del Trabajo en la entidad, Rubén Aguilar. “Pa’ que se les quite”, decían los pendones colocados en algunos lugares antes del cierre del plazo legal de las precampañas.

Sin destinatario conocido, la frase de Aguilar sirvió más para el chacoteo y la crítica superficial, o lapidaria, dependiendo de quien la emitiera, acerca del comportamiento del dirigente petista y su reconocida afición a ungir como candidatos plurinominales, funcionarios y dirigentes partidistas sólo a sus familiares más cercanos. En el momento actual, una de sus hijas es diputada local y la suplente es otra de ellas. En el pasado proceso electoral, otra de sus hijas ocupó uno de los lugares preferentes de la lista plurinominal a diputados y la suplente era… por supuesto una de sus descendientes ¿O el hijo, del mismo nombre?

Diputado por enésima ocasión en la legislatura 2006-2009, su suplente era su propia esposa. Cuestionados al respecto, padre e hijos no reconocen tal preeminencia y hablan de que han llegado por méritos propios cuya cuantía es superior a la del resto de los integrantes de este partido.

Sumados al PRD en las elecciones presidenciales del 2000 y 2006, los petistas lograron valiosísimas posiciones, de todo tipo. Pero eso es en el ámbito nacional, en el local no se equivocan, se han sumado al PRI, y no sólo en los períodos electorales, sus diputados, puros Aguilar en las últimas dos legislaturas, invariablemente, en los asuntos que importan, votan al lado de sus compañeros priístas. Tal conducta ha servido para que innumerables chihuahuenses los expongan como ejemplo para rechazar las candidaturas plurinominales.

Ahora protagonizan un lamentable espectáculo digno de la mejor picaresca nacional. Su dirigencia nacional resolvió actuar bajo la sombra del ex candidato presidencial del PRD, Andrés Manuel López Obrador. Este les devolvió el favor y en las pasadas elecciones federales, ante el enfrentamiento sostenido con la dirigencia nacional perredista, apoyó al PT y, en reciprocidad este partido postuló en lugares preferentes a varios de los más cercanos a López Obrador. Así llegaron a la Cámara de Diputados, entre otros, Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Camacho, Gerardo Fernández Noroña y Mario Di Costanzo.

Sin embargo, la cabra tiende al monte, en las elecciones locales de Nuevo León, el dirigente nacional, Alberto Anaya, fundador de su partido en esa entidad, impulsó la alianza a fin de apoyar al entonces candidato priísta. Tal alianza fue desbaratada a insistencia de López Obrador.

Ahora sucede lo mismo en Chihuahua –aunque justo es reconocer que ignoramos si existe una posición similar del ex candidato presidencial– en la que, por su cuenta, la dirigencia estatal decidió considerar al candidato priista César Duarte como el suyo, bajo la figura de “candidatura común”.

Pero ahora resulta que la dirigencia nacional no está de acuerdo y han iniciado un complicado proceso para anular tal candidatura.

Dadas a conocer las cifras de las más recientes encuestas, la de Milenio que le da una cómoda ventaja a César Duarte, y la de El Diario, con cifras menores (7 por ciento) pero que puede elevarse a diez o más puntos si se considera que será candidato de cinco partidos, podría considerarse que no necesitaba de tales enredos, a menos que hubieran optado los priístas por hacerlo aparecer como un candidato apabullante.

Y como este el juego de Juan Pirulero, cada quien obtiene sus propios beneficios, el candidato los ya enunciados y los partidos menores las prerrogativas y ventajas de acompañar a quien puede –en su visión– alzarse con el triunfo, no de otra manera podría explicarse la decisión del Verde Ecologista y del Panal, partidos que en otras entidades, en este mismo año van aliados al PAN, cuyo candidato en Chihuahua lanza denuestos contra estos dos partidos ¿Y si estuvieran de su lado?

Otras podrían ser las motivaciones del Partido Convergencia, hegemonizada su dirigencia por el ex panista Fernando Reyes su principal móvil podría ser la de combatir, en todo momento, a quienes fueron sus compañeros, además de sumarse a los ganadores.

¡Vaya cuadro de la política chihuahuense!

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