martes, 20 de abril de 2010

Bájenle

El Diario, 20 de abril de 2010
Luis Javier Valero Flores
Va dirigido a todos los actores políticos, porque todos, absolutamente están incurriendo en verdaderos excesos. Pero hay de grados a grados, y en ese sentido, el dirigente municipal panista de la capital, Manuel Payán, obtuvo la más alta calificación
Para todos está claro que el principal tema a abordar por los candidatos será el de la crisis de la seguridad pública, y que, por lo dañino de las consecuencias de la guerra de los cárteles, superará ampliamente el tema de la economía de los chihuahuenses.
Apenas iniciada la campaña electoral y ya los protagonistas políticos muestran que no cambiarán en sus propuestas y señalamientos acerca de la seguridad pública. Los candidatos y dirigentes del PAN insistirán en criticar la “inacción” y pasividad –en momentos, hasta la colusión- de la actual administración estatal; a su vez, los similares del PRI seguirán señalando a la administración federal del grave deterioro de la tranquilidad pública.
Así, en el discurso de sus actores políticos, ambos agrupamientos perpetúan lo que es ya casi insostenible, la incoordinación y hasta el enfrentamiento –en distintos momentos, grados y modos- entre los responsables estatales y federales de la Operación Coordinada Chihuahua (OCCh), con letales consecuencias para los chihuahuenses.
En ese contexto, el dirigente panista capitalino, Manuel Payán, mediante un boletín de prensa cuestionó al candidato priista, César Duarte, por proponer “la desaparición de la Procuraduría y de la CIPOL y la respectiva creación de una Fiscalía General por parte del candidato del PRI a la gubernatura” y que tal propuesta se “maneje hasta ahora dicha propuesta como solución de la inseguridad a las familias chihuahuenses”, a tal propuesta la calificó de irresponsable y en el colmo de lo ininteligible, dijo que (Duarte) “sólo busca llamar la atención con propuestas con un fondo meramente partidista”.
Más. Dijo que propuestas de este asunto no deben efectuarse “en el marco de una efervescencia electoral como ahora”.
¿Qué? O sea que las propuestas de este tipo, y las de cualquier otro tema, no deben realizarse por el candidato del partido gobernante en la entidad, ni durante ¡Las campañas electorales ni que sean partidistas!
Entonces ¿Cuándo?
Y ya puestos en la confrontación, el mismísimo candidato priista lanzó otra frase de auténtica confrontación, en el arranque de la campaña en Parral, dijo que le sobraban “pantalones para poner orden en Chihuahua” y como Borruel en Juárez, afirmó tener la preparación para “combatir la inseguridad y regresar la seguridad que tenía años atrás”.
En ese mismo tono, al lamentarse del ambiente de inseguridad prevaleciente y de las calles teñidas de rojo, el candidato panista, Carlos Borruel, afirmó que todo “lo que sea rojo vamos a desterrarlo de Chihuahua, el rojo es peligro, dolor y muerte”, en lo que parece un episodio más de los mensajes no tan subliminales que se envían los dos candidatos más fuertes de la actual contienda.
Pero si alguna cordura existiese en los equipos de campaña de ambos candidatos, debiesen llegar a un acuerdo, el ánimo prevaleciente en la entidad no es precisamente el mejor para presenciar, además de las continuas bajas de la guerra de los cárteles, la ríspida mutua denostación efectuada por priistas y panistas.
Porque la crisis de seguridad pública es profundísima, por encima de las aspiraciones personales y de que sus deseos por devolver la tranquilidad a los chihuahuenses sean verdaderos, va más allá, abarca al total de las instituciones encargadas del combate al crimen y de la prevención delictiva.
Si quieren un ejemplo de ello, baste echarle una hojeada a la información proporcionada por El Diario (Edición Juárez, 18/IV/10), acerca del supuesto jefe del comando armado que incursionó en Creel el 15 de marzo.
Fue detenido y liberado en varias ocasiones por agrupaciones policiacas de los tres niveles de gobierno, amén de que, dicen las autoridades estatales, fue detenido en los Estados Unidos por delitos conectados al tráfico de drogas.
Si todo lo anterior es cierto ¿En dónde está la labor de inteligencia, en dónde la limpieza de los agrupamientos policiacos, de las autoridades prejudiciales estatales y federales?
Como ven, no se trata de otra competencia electoral como las del pasado. Ojalá lo entendieran quienes hoy aspiran al máximo cargo público otorgado por los chihuahuenses.
Correo electrónico: Aserto1@netscape.net
Blog: http://luisjaviervalero.blogspot.com

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