jueves, 4 de abril de 2013

Opacos a más no poder

El Diario, 4 de abril de 2013 Luis Javier Valero Flores Encargados de elaborar y ser garantes de la legalidad, además de haber protestado hacerla guardar y cumplirla, incluida, por supuesto, la correspondiente a la de la transparencia, los partidos de Acción Nacional y Revolucionario Institucional, recientemente dieron otra evidencia de su inocultable desprecio a la sociedad. Ya es queja nacional que la clase política mexicana aprovecha todos los resquicios que produce, o que aparecen, para obtener una mayor cantidad de prebendas, de todo tipo, y que no tiene empacho para eludir la legislación que genera, siempre y cuando se beneficie de tales elusiones y evasiones. En respuesta a sendas solicitudes de transparencia realizadas por ciudadanos en 2012, el PAN se negó a entregar nombres y salario de los miembros de la Comisión Nacional de Elecciones y el PRI no reportó facturas de alimentación del presidente del Comité Directivo Estatal de Tabasco, por puritita casualidad, el dirigente de los tiempos del ex gobernador Granier, el mismo que ha recibido varias denuncias de enriquecimiento inexplicable de la actual administración, encabezada por el perredista Arturo Núñez. El IFE, bueno es decirlo, les ordenó que lo hicieran; ante ese mandamiento del órgano electoral, ¡interpusieron recursos ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), para no hacerlo! Sin embargo, la consejera presidente del IFAI, María Marván, ha asegurado que deberán hacerlo. (Nota de Leslie Gómez, Reforma, 31/III/13). Los partidos alegaron que dicha información la entregarían hasta que terminara el proceso de fiscalización de los gastos realizados ese año, lo que equivaldría a que los gobiernos no entregaran la información solicitada sino hasta que se dictaminara la respectiva cuenta pública por los órganos legislativos correspondientes. En esa actitud de opacidad, es el PAN quien lleva mano pues la información sobre la nómina es una obligación que debe aparecer sin solicitud previa, tal y como la deben otorgar los portales digitales de todas las dependencias públicas, y los partidos, por mandato constitucional, son “entes de interés público”, razón por la cual, ni siquiera debería existir una petición para acceder a la nómina y salarios de los funcionarios partidistas. Y en el otro caso ¿cuál es la impedimenta para acceder a los gastos realizados en tal y cual actividad de un partido determinado, si lo que se gastan son dineros públicos? En este caso, aun más después de las denuncias del gobernador actual que hacen suponer, por lo menos, de malos manejos financieros. Pero en cualquiera de los dos casos, no se trata de una dependencia partidaria la que presenta los recursos ante el TEPJF, por ley, sólo la dirigencia nacional, a través de sus órganos jurídicos correspondientes, con el aval de los más altos dirigentes nacionales, pueden presentar dichos recursos jurídicos ante el tribunal. Es decir, no es la opinión de un órgano cualquiera, sino la de la dirigencia de los dos más importantes partidos políticos del país, los que en las tres últimas décadas han elaborado cerca del 90 por ciento del entramado legal más importante de la nación, incluida la legislación en materia de transparencia; ahora conocemos su postura acerca de asuntos tan trascendentales en materia de transparencia y manejo honesto de las finanzas públicas, ante la cual lo sucedido en ese lapso en la revisión de las cuentas públicas en Chihuahua, por estos mismos dos partidos, no hay diferencia alguna, con todo y las quejas del blanquiazul de que el PRI no les consulta los dictámenes, no les entrega la información a tiempo, o que les “mayoritea” en la votación de los dictámenes pues en la mayor parte de los casos –o quizá en todos– aprobó la designación de quien lleva la responsabilidad de efectuar el trabajo técnico de la fiscalización de las cuentas públicas. Y tiene justificación el referirse a las cuentas públicas porque por el camino que llevan, no tardan en ofrecer como pretexto los anotados líneas arriba para no entregar la información que los ciudadanos interesados les soliciten. La burra no era arisca, la hicieron harta. PD.- El domingo, sobre la ruta del Peje y, a lo mejor, la resolución del PRD en su pretendida alianza con el PRI. ¡Sálvalos, Chucho, se van a condenar! Híjole, ver para creer.

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