domingo, 24 de marzo de 2013

El “gordillazo” ¿Para mantener la rectoría del Estado en la educación?

Aserto No. 116, marzo de 2013 Luis Javier Valero Flores La tarde del martes 26 de febrero se cimbró el país con la noticia: La dirigente sindical de los maestros, Elba Esther Gordillo había sido aprehendida. Horas después se supieron los cargos en la mismísima voz del Procurador General de la República, el ex gobernador hidalguense Jesús Murillo Karam, uno de los hombres más cercanos al presidente Enrique Peña Nieto. Gordillo fue acusada de “dirigir una organización criminal dedicada al lavado de activos del SNTE” y los delitos específicos fueron detallados en esa larga -para la maestra Gordillo- jornada: Delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita “en agravio de la sociedad, la seguridad pública, la economía nacional y el sistema financiero”, según la consignación del caso ante el juez. La denuncia original había sido elaborada solamente por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y no contenía a la maestra, fueron las autoridades de la PGR quienes resolvieron incluirla pues concluyeron, evidentemente con razón, que ninguna de esas operaciones pudo celebrarse sin el concurso y autorización de la máxima lideresa magisterial. De ese modo, y conforme pasaron los días, el país entero supo de los detalles de la enorme riqueza de la maestra y sus allegados. En una cuenta de las señaladas aparece el nuevo líder, Juan Díaz de la Torre, además del ex secretario general Rafael Ochoa Guzmán y su ex esposo, el cerebro financiero de Gordillo, Francisco Arriola Urbina, padre de la senadora del PANAL, Mónica Arriola. La trama de los intereses perniciosos se enmarañó aún más al conocerse el nombre de uno de sus defensores: Arturo Germán Rangel, quien actuó como Subprocurador de Investigación Especializada en Delitos Federales, de la PGR, cuando el titular fue el chihuahuense Arturo Chávez Chávez. Además, Rangel trabajó en el despacho del ex procurador panista Antonio Lozano y del ínclito Diego Fernández de Cevallos. La acusación Los posibles delitos cometidos podrían llevar a los imputados a purgar sanciones hasta de 15 años en prisión, pues el artículo 400 bis del Código Penal Federal establece que: “Se impondrá de cinco a quince años de prisión y de mil a cinco mil días multa al que por sí o por interpósita persona realice cualquiera de las siguientes conductas: adquiera, enajene, administre, custodie, cambie, deposite, dé en garantía, invierta, transporte o transfiera, dentro del territorio nacional, de éste hacia el extranjero o a la inversa, recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, con conocimiento de que proceden o representan el producto de una actividad ilícita, con alguno de los siguientes propósitos: ocultar o pretender ocultar, encubrir o impedir conocer el origen, localización, destino o propiedad de dichos recursos, derechos o bienes, o alentar alguna actividad ilícita. … Para efectos de este artículo se entiende que son producto de una actividad ilícita, los recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, cuando existan indicios fundados o certeza de que provienen directa o indirectamente, o representan las ganancias derivadas de la comisión de algún delito y no pueda acreditarse su legítima procedencia”. Además, de acuerdo con las declaraciones de los acusadores, se les podrían imponer un aumento de la mitad de las penas por tratarse de recursos federales pues, dice la acusación, ellos aseguraron que sus recursos proceden de la administración federal, específicamente de la SEP. Se calcula en más de 40 mil millones de pesos los recibidos por Gordillo en los 24 años de dirigencia sindical en la primera ocasión que un dirigente sindical es procesado por operaciones con recursos de procedencia ilícita, delito conocido como lavado de dinero, por lo menos desde 1996, en que fue derogado del Código Fiscal de la Federación para pasar al Código Penal Federal. La imputación implica haber lavado al menos mil 978 millones de pesos procedentes de las cuentas del gremio. El presunto dispendio se traduce en: 43 millones 940 mil pesos en aviones de la empresa Ademex; 39 millones 522 mil en las tiendas de lujo Neyman Marcus; 25 millones 800 mil pesos a Comercializadora TTS de México, empresa con la que compró dos casas en San Diego, California; 8 millones 385 mil en diversas galerías de arte, y 222 mil 692 pesos que usó en cirugías estéticas y reconstructivas. La cifra es apenas una mínima parte de lo que se manejó en esas cuentas entre 2009 y 2012: Registraron ingresos por 30 mil 644 millones 780 mil 959 pesos y retiros por 30 mil 650 millones 107 mil 30. Para los otros tres detenidos, que tuvieron funciones de operación, la PGR pide una sanción de 10 a 20 años de prisión, además de un aumento de la pena en una mitad por tratarse de servidores públicos. Precisa que en ese caso están Gordillo Morales, Chávez Gallardo y Díaz Flores, ya que de acuerdo con sus propias declaraciones fiscales, sus ingresos provienen de la Secretaría de Educación Pública. Develada la enorme corruptela de la dirigencia sindical, se supo del papel otorgado por Gordillo a uno de sus ex esposos, Francisco Arriola, quien a lo largo de los casi 24 años de cacicazgo, siempre tuvo en sus manos el manejo de las finanzas. Homero Pólito Domínguez, ex secretario general de la sección 56 de Veracruz, hoy en la oposición, declaró que era “obligado hablar con (Francisco) Arriola cuando en la sección se requerían recursos adicionales; él era el que tomaba la decisión, teniendo o no cargo formal en la secretaría de finanzas". Arriola era el administrador de los recursos, manejaba las chequeras, ordenaba las transferencia de recursos a los estados, le daba seguimiento a los convenios con los Estados para el entero del pago de las cuotas; se encargaba del manejo de las inversiones de gremio y de elaborar el informe de finanzas que se aprueba en cada Consejo Nacional del SNTE. Hoy está prófugo. Las razones El principal argumento utilizado por el gobierno federal para la detención de la dirigente magisterial fue el de la ilegalidad con la que se manejaron los recursos del sindicato, de ese modo deberá interpretarse la sentencia presidencial de que en el actual sexenio “no habrá intocables”, en uno más de los episodios en los que Enrique Peña Nieto no tuvo el atrevimiento, siquiera, de nombrar a la maestra Gordillo, de quien era hasta apenas unos meses atrás, uno de sus aliados incondicionales. Así lo fueron a lo largo del sexenio de Arturo Montiel, su tío y antecesor, y en el sexenio que dirigió el Estado de México, que es el lapso en el que Peña Nieto saltó a la vida pública y a la presidencia de la república. En esos dos sexenios, varios de los que lo acompañan desempeñaron distintos cargos, muchos de ellos relacionados con las finanzas públicas, que les permitieron conocer a la intimidad la relación del gobierno -como cualquier otra entidad a lo largo de los 24 años de la Gordillo- y el sindicato de maestros. ¿No sabían de las corruptelas de la maestra? La razón de fondo estriba en la oposición de la maestra a la reforma educativa elaborada por el grupo gobernante. Contra ella se había lanzado Gordillo, sin pararse a reflexionar que a lo mejor ya habían cambiado los tiempos, y que probablemente estuviéramos al umbral del regreso del presidencialismo a la priista. Aprobada por los partidos del Pacto por México -PRI, PAN y PRD- la reforma implicaba la intención gubernamental de ya no negociar con la cúpula sindical -se había vuelto muy poderosa, muy desleal y demasiado “independiente”-, incluso por encima de las generalmente bien elaboradas regulaciones que debieran normar las relaciones académicas de la planta magisterial, en todos los aspectos que les atañen. Pero esas regulaciones, en aras del pragmatismo sindical y las componendas políticas, poco o nada se usan para estimular el desempeño de los buenos maestros, son más bien el escaparate de una cúpula sindical que mostró, en los días de la detención, su verdadera ralea. Ahora resulta que la reforma educativa tenía como objetivo que “el Estado asumiera la rectoría de la educación”. Igual argumento se usó para justificar la detención de la maestra Elba Esther Gordillo. Siguiendo ese guión, ahora tenemos que durante décadas la conducción de la educación estuvo en manos de un poder “ajeno” al Estado mexicano y que, por fortuna, ahora está en la Presidencia de la República un hombre con una gran valentía, suficiente como para “arrebatarle” a ese poder fáctico tan importante aspecto de la sociedad mexicana. Tal argumentación, usada tan tramposamente, tiene como objetivo deslindar a los actuales gobernantes -y también a los pasados- de la Super Maestra, de hacerla aparecer como un poder ajeno a ellos, en muchos aspectos enfrentado al del Estado mexicano. Entendámonos. El Estado mexicano no es el grupo gobernante. Vamos, ni siquiera el total de los partidos -signantes o no del Pacto por México-; ni todo el gobierno federal. Es todo eso y mucho más; abarca al total de los poderes republicanos, a todas las instituciones -gubernamentales o no- y a todos los niveles del gobierno en el país. ¿Cómo es entonces que Elba Esther Gordillo era una cosa “ajena” al Estado Mexicano? Si quienes postulan tal cosa tuviesen razón, entonces ¿Por qué razón Elba Esther fue ungida por el presidente Salinas de Gortari? ¿Por qué Zedillo, Fox y Calderón pactaron con ella diversos y múltiples acuerdos que en la práctica hicieron que -con matices y diferencias, es cierto- la educación en México tuviese el rumbo y finalidades que ha tenido? ¿Acaso la Maestra no formó parte de la dirigencia nacional del PRI durante décadas, como delegada y parte del CEN; lideresa de los diputados federales y Secretaria General del CEN del PRI, cargo que ejerció simultáneamente con el de dirigente máxima del SNTE? ¿Y con quién pactaban todos los gobernadores electos del PRI -y muchos del PAN- la integración de los mandos de la educación en los estados? ¿Y con quién las alianzas electorales después de la formación del PANAL? ¿Con quien pactaban las reformas educativas? Con la “izquierdosa” CNTE no. ¿Quienes pactaron las reformas a la legislación del ISSSTE? Por supuesto que las fuerzas integrantes del bloque hegemónico en el país hace largas décadas. A ese pertenecía la Maestra. Se le olvidó que en ese bloque gobernante, por lo menos en los gobiernos priistas, el presidente es el que da y quita el poder y con el ungimiento de Enrique Peña Nieto, del Grupo Atlacomulco, los antecedentes de las confrontaciones con sus integrantes tendrían un enorme peso. A Elba Esther se le olvidó que Roberto Madrazo era algo así como un agregado de esa gran familia, que el mejor amigo de su padre se llamaba Carlos Hank González, pilar del Grupo durante muchos años, que los hijos de éste trataban al tabasqueño como hermano. Encima, se le ocurrió enfrentar a quien es ahora una especie de patriarca de ese grupo, Emilio Chuayffet. Son puros cuentos esos de que ahora el Estado “asume la rectoría de la educación”. Nunca la ha perdido. Los que no la tenían a plenitud, -Elba Esther no entendió que eran otros tiempos- son los gobernantes de ahora. A ellos se enfrentó, en un episodio que no duró, siquiera, 24 horas. Lo que pasa es que los de ahora decidieron no darle un papel protagónico, no le cedieron esa parte del gobierno, porque ya había adquirido mucha fuerza, porque se le consideraba proclive a la deslealtad, porque se acercó demasiado al PAN, porque maltrató en exceso a muchos gobernadores priistas, porque maneja mucho dinero en múltiples fideicomisos y porque el rumbo de la educación debe cambiarse para abrirla a la iniciativa privada, porque de eso se trata la reforma educativa. ¿A poco era un asunto de dineros, o de corruptelas? ¿A poco no sabían sus ahora encarceladores de la enorme fortuna de Elba Esther? ¿Ya se les olvidaron las Laptop’s que les regaló a todos los diputados federales en 2003? ¿Y las Hummers? ¿Y los viajes de fin de año de la cúpula magisterial? ¿De veras no sabían? ¿Cuántos de ellos fueron huéspedes, durante días, de las atenciones de la Maestra en sus casas de San Diego? Por eso, es un despropósito asentar que el sindicato de maestros, o que Elba Esther sean los únicos responsables del atraso educativo del país. Tenemos las políticas educativas que han trazado quienes han gobernado -incluida La Maestra y la cúpula sindical- y de las cuales se han beneficiado directamente los líderes sindicales; la diferencia con otros sindicatos es que, fruto de la importancia estructural de la educación y de la capacidad política de Gordillo, la dirigencia magisterial copó una buena parte de la estructura administrativa de la educación a todos los niveles; no nos vengan a decir que el responsable de la política petrolera es Carlos Romero Deschamps, el líder petrolero, o que los sucesores de la “Güera” Rodríguez Alcaine son los hacedores de la política eléctrica del país. La “gallarda” respuesta del sindicato Son casi idénticos, por eso no sorprende la manera en que el gobierno “arregló” el conflicto con la dirigencia del SNTE. Según la versión ofrecida por los nuevos dirigentes magisteriales, convocados por el gobierno de la república para negociar el futuro inmediato del sindicato, los funcionarios gubernamentales les ofrecieron dos opciones: O enfrentamiento o una nueva dirigencia. Y es que el enfrentamiento, así lo dijeron varios dirigentes magisteriales, “significaba investigar también a los secretarios generales de cada una de las secciones sindicales y a los ex secretarios generales”. (Nota de Claudia Salazar, Reforma, 1/III/13). El mismo nuevo “líder” Juan Díaz de la Torre -el nuevo “Juanito”- dio a conocer que el gobierno tiene en sus manos los expedientes financieros de los secretarios generales del SNTE y, además, amenaza con investigarlos. No hay que ir muy lejos para imaginarse la respuesta de la cúpula sindical magisterial. De 269 consejeros presentes, Juanito obtuvo 268 ¡No hagan olas! Y el “líder” se cuidó de no mencionar, así fuera una sola ocasión a quien era, apenas hasta unas horas antes, el “sol” de los maestros de México. Pero nada en su discurso, ni en el de sus compañeros, hizo recordar que apenas el lunes anterior se habían lanzado a “tomar” las calles para oponerse a la reforma educativa. Tales afanes oposicionistas se fueron a la cárcel con su ex lideresa. ¡Ah, es que eran, hasta la detención de Gordillo, una cosa “ajena” al Estado! Ya regresaron al redil. La reforma va...

No hay comentarios:

Publicar un comentario