lunes, 18 de julio de 2011

Yo no negocié

El Diario, 14 de julio de 2011
Luis Javier Valero Flores
El sainete escenificado por Miguel Angel Yunes, Elba Esther Gordillo y Felipe Calderón se asemeja a una de las mejores películas de los hermanos Coen, protagonizada por Frances McDormand y William H. Macy, entre otros, Fargo, que obtuvo un sinfín de reconocimientos.
La trama consiste en que un hombre necesita dinero y contrata a dos individuos para que secuestren a su mujer y exijan un rescate a su millonario suegro. Pero nada le sale bien al marido secuestrador. Al primer error, para enmendarlo, comete otro, mayor, y así hasta el infinito. Obviamente termina en la cárcel, aprehendido por una provinciana policía (McDormand).
Así están los protagonistas de este sainete, a cada paso van mostrándonos las inmundicias del ejercicio del poder.
En la noche del 2 de julio del 2000, decenas de miles de ciudadanos, reunidos alrededor del Angel de la Independencia, le hacían un reclamo-exhortación a Vicente Fox: No nos falles, no nos falles.
Los panistas llegados al poder, gracias al hartazgo de la gente de los gobiernos priistas no supieron y no quisieron entender el mensaje. No se trataba solamente de no ser corruptos como sus antecesores, no era solamente no comportarse autoritariamente como los priistas en el poder, era, también, y primordialmente, desmantelar el viejo aparato de estado, destruir el sistema político vigente hasta entonces.
Vital era desmantelar el aparato clientelar y el corporativismo sindical, fuente inagotable del poder de los gobiernos priistas. No solamente no lo hicieron. Lo revitalizaron y lo modernizaron, creyeron que era para su beneficio, para mantenerse a como diera lugar en el poder, hoy lo sufren, y con ellos el país entero.
Ahora resulta que Felipe Calderón, el autor de la tristemente célebre frase del “haiga sido como haiga sido”, emulando a Fox –por aquello del “¿Y yo por qué”?-, para deslindarse de la maestra Gordillo, afirma que su única relación con ella fue para construir “el acuerdo por la calidad educativa” que implicó que como Presidente de la República “respetara posiciones o perfiles que le habían sido reconocidos, o negociados, no sé, desde la administración anterior”.
¿Qué?
¿Es decir, Fox negoció posiciones a la Gordillo, a cambio de su apoyo a Calderón y éste disciplinadamente acató una vez llegado al poder y no sabe a ciencia cierta en que consistió la negociación?
Es decir ¿Calderón no negoció con la Gordillo? ¿Quién le cree?
Pero va más lejos, aterrorizado del curso que puede seguir el presente conflicto, ahora se atreve a afirmar que al aceptar otorgar esas posiciones en su gobierno, "en ningún momento hubo carta de impunidad para nadie, ni para la maestra ni para nadie, (ni) una licencia para saquear las arcas". Entonces ¿Sí ha habido saqueo, en versión del encargado de la administración pública federal? ¿Y por qué no presenta la denuncia correspondiente?
Dispuesto a todo con tal de no aparecer como quien negoció con la lideresa magisterial, afirma que hubo un acuerdo de Fox para la designación de los directores del Issste y de la Lotería Nacional, y que estos "fueron dialogados, conversados, vistos en común con el sindicato y yo no me opuse finalmente a eso, a cambio de que hubiera un acuerdo por la calidad educativa, cosa que sí existió".
¡Cosa maravillosa es este Calderón! Gracias a sus habilidades negociadora ahora tenemos excelencia en materia educativa, gracias, también a que el yerno de la maestra es el subsecretario de Educación Básica.
Y ya puestos en la moda cercenadora del presente, Calderón aseveró que "explícitamente le di instrucciones a los directores de que nadie meta aquí la mano a la caja, y el que meta la mano se la corto… ".
¡Híjole! ¡Qué presidente tenemos para el momento presente!
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Blog: http://luisjaviervalero.blogspot.com

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