jueves, 17 de febrero de 2011

La despedida

El Diario, 17 de febrero de 2011
Luis Javier Valero Flores
La decisión de Felipe Calderón de emitir un decreto para que las colegiaturas de los niveles educativos básicos y medio básico se puedan deducir del pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), parece ser la primera de las medidas que su administración tomará de cara al término de la gestión, seguramente consciente que los resultados electorales del 2012 no les favorecerán, o peor aún, intentando atraer a segmentos electorales que en los últimos años les han retirado sus simpatías y ahora desplegarán infinidad de maniobras de todo tipo para atraerlos.

Tercamente insistentes en efectuar una reforma fiscal regresiva, los panistas en el poder ahora le asestan un duro golpe a las finanzas públicas, favorecen a los sectores con mayor poder adquisitivo, en los cuales han encontrado en el pasado a su voto “duro”, se congracian con la conservadora y filopanista Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) y con, objeto fundamental, con la alta jerarquía de la Iglesia católica y por la vía del decreto presidencial, sin consulta alguna con nadie de la oposición o de los sectores educativos, aprueban una medida elevadamente regresiva.

Por pura coincidencia la medida operará a partir de 2012, incluirá desde nivel preescolar hasta medio superior. Son de antología los argumentos esgrimidos. Calderón dijo que es “un principio elemental de justicia distributiva, ya que los alumnos que asisten a escuelas privadas no representan un costo para el Estado en materia de educación, aun cuando sus familias siguen contribuyendo a financiar el gasto de educación pública a través del pago de sus impuestos”. Pero que no nos preocupemos pues “no tendrá impacto en los niveles de ingresos proyectados para el 2011, toda vez que en los hechos, el gasto deducible comenzará a operar a partir del próximo año”.

Además, afirmó que no incidirá en el presupuesto educativo pues se absorberá con “ahorros de la administración pública” ¿Y de dónde se obtendrán los ahorros? ¿En qué dependencias federales se ahorra dinero para subsidiar a las familias de más altos ingresos?

¿Y por qué no seguir ahorrando y el dinero que se dejará de percibir se usa, por ejemplo, en el fortalecimiento de las universidades públicas, particularmente aquellas que tienen los presupuestos más bajos por alumno?

Calderón y Ernesto Cordero, su secretario de Hacienda dicen que la medida no incidirá en las finanzas públicas, sin embargo, ya los especialistas calculan en alrededor de 13 mil millones de pesos la cantidad que el erario federal dejará de percibir por esta medida, a todas luces electorera para congraciarse con uno de los sectores más proclives al panismo.

La medida beneficiará, dijo, a 3 millones de alumnos en principio, ante la cual la UNPF mostró su regocijo pues había sido un insistente reclamo pero que representa una forma embozada para incrementar las preferencias y ganancias del sistema privado y aumentar la desigualdad y la exclusión en la educación. Y constituye, en la práctica, una forma de privatización de la educación. Por ello, el vocero de la Unión Nacional de Padres de Familia, Marco Tulio Mendoza, consideró que se trata de una acción “justa”, la cual “fortalece el derecho a decidir de los padres” sobre el tipo de escuela a la que enviarán a sus hijos, en lo que es una repetición de la consigna enunciada cientos de veces por la más alta jerarquía católica.

El agravio a la educación pública es severo pues en la práctica se transferirán recursos públicos a la iniciativa privada pues los colegios particulares viven en un “paraíso fiscal”, ya que no pagan impuesto sobre la renta (ISR), ni el empresarial a tasa única (IETU). Además, deberán contarse en tales prerrogativas las continuas concesiones efectuadas por los gobiernos locales a esas empresas, como la donación de terrenos, práctica común en Chihuahua en donde a las más variadas instituciones educativas privadas, particularmente las más ligadas a la jerarquía eclesiástica se les han otorgado tales prebendas.

De este modo, todo apunta a que Felipe Calderón intentará efectuar un paseíllo de despedida en el cual intentará otorgarle privilegios a los sectores afines al panismo antes de que se les aparezca de nueva cuenta el priísmo o que la izquierda logre aglutinarse y dar la sorpresa en el 2012.

Se subasta un país (Hecho trizas, pero, bueno, ahí está la oferta).

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