jueves, 27 de mayo de 2010

¿Incivilidad?

El Diario, 27 de mayo de 2010
Luis Javier Vaslro
Bueno, pues finalmente coincidimos en la postura esgrimida por los representantes del PAN y el PRD, en negarse a firmar un acuerdo de “civilidad política”, aunque no por las razones aducidas por tales personajes.
Así, a pesar de ser una propuesta del senador panista Gustavo Madero, impulsada desde la Cámara de Senadores, sus compañeros de Chihuahua no estuvieron de acuerdo debido a que, (válgame tal exageración futbolera, como si el ya inminente torneo mundialista fuera el centro de la atención de los chihuahuenses) dijo Jesús Limón, representante del PAN ante el Instituto Estatal Electoral (IEE), el presidente de ese organismo, Fernando Herrera Martínez, se desempeña como “director técnico de los partidos que postulan a César Duarte Jáquez”. (Según nota de Alejandro Salmón A.
El Diario, 26/5/10).
Y todo porque, argumenta el PAN, sus candidatos reciben los embates de una “guerra sucia” por parte del PRI y sus aliados, consistente, tal inapropiada expresión bélica, en que el órgano electoral no sancionó al PRI por montar unos carteles espectaculares en los que, dicen, se “denostaba al blanquiazul y al candidato a gobernador por ese partido, Carlos Borruel Baquera”, porque ese anuncio decía cuántos empleos se perdían por segundo en el sexenio del presidente del empleo. Los argumentos del representante del PRD, José Luis Acosta, no fueron más lejos, “condicionó la participación a que se aclare el robo de propaganda que han sufrido candidatos a diputados por el partido del Sol Azteca” y señaló a personas “que trabajan en el Congreso del Estado”.
Ante tales negativas, Herrera Martínez optó por proponer una mesa de trabajo que analice si se aprueba o no.
La verdad, dan ganas de festejar la no aprobación de semejante acuerdo, no porque se piense en reprobar cualquier acto de cortesía o de civilidad entre los partidos, máxime en los momentos actuales, pero pareciera ser un despropósito llamar a quienes aspiran a ser los próximos gobernantes a firmar un compromiso de, en la práctica, respetar la ley; eso, en el supuesto de que se quisiera hacer de ese modo, porque si la pretensión fuera “bajarle” el tono a las campañas e impedir que se presentaran polémicas y debates entonces de ninguna manera se puede estar de acuerdo.
¿Cómo va a ser “guerra sucia” el anuncio citado líneas arriba? Se puede estar en contra de él, pero de ninguna manera puede coincidirse en que viola la regulación electoral, y menos la actual en la que existen una serie de restricciones a los candidatos y partidos en lo referente al modo en que deben dirigirse a sus adversarios o mencionar los errores y fallas que en su opinión tienen.
Tal argumentación no tiene sustento, al contrario, el ejemplo usado el día de hoy es el mejor para ilustrar –por supuesto que en la opinión del escribiente– la diferencia entre la denominada “guerra sucia” y los aspectos polémicos de la propaganda, porque ahora, a la menor acusación o señalamiento de alguna deficiencia o errores, los contendientes, y sobre todo el PAN, inmediatamente claman que es “guerra sucia”.
No, esa denominación, con toda justeza, la debe recibir, por ejemplo, todas las actividades efectuadas por el PAN y sus organismos afines en contra del candidato presidencial del PRD.
Y si quieren ejemplo de auténtica guerra sucia ahí está el “Michoacanazo” del año pasado en el que detuvieron a más de una treintena de alcaldes y funcionarios estatales –la mayoría emanados del PRI y del PAN– para, a los meses, liberarlos porque no les pudieron fincar cargos. Y hasta que no se compruebe lo contrario, lo mismo podría decirse del candidato del PRD al gobierno de Quintana Roo, Gregorio Sánchez, detenido por estar involucrado, dice la PGR, en el crimen organizado.
La maniobra parece perfecta pues, todavía no se difundía nacionalmente la detención del perredista cuando ya la candidata panista al mismo cargo, Alicia Ricalde, ya estaba llamando a los seguidores de Sánchez a sumarse a su candidatura ¡Qué poca vergüenza!
La otra justificación a alabar que no se firmara tal acuerdo es que esos pactos han sido como las llamadas a misa. Mejor así, con el estricto cumplimiento de la ley tenemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario