martes, 18 de mayo de 2010

Cosecha de odio

El Diario, 18 de mayo de 2010
Luis Javier Valero Flores
¿A dónde habremos llegado que un ex candidato presidencial, del partido gobernante, se encuentra hoy bajo la más de las inciertas de las suertes (por lo menos hasta el mediodía de ayer) secuestrado, o, peor aún, “levantado”?
Lamentable, como lo deben ser todas las acciones de este tipo, podemos concluir que Diego Fernández de Cevallos es ahora víctima de lo que ayudó a construir tesoneramente. De ninguna manera justificamos su desaparición, es, como todas, igualmente inaceptable, pero la suya corre por circunstancias absolutamente distintas a las del resto de las presentadas en el país en los últimos años.
Fernández de Cevallos es uno de los principales responsables de la construcción del actual régimen político, el mismo que ahora es incapaz de contener la oleada criminal abatida sobre nuestro país, que si bien posibilitó la alternancia partidaria, se quedó solamente en eso, sin transformar el total de las estructuras sociales y políticas que el viejo régimen había forjado a lo largo de poco más de cinco décadas (porque, evidentemente, el período 1932-1948 en nada puede compararse con el régimen nacido a partir de la presidencia de Miguel Alemán) y al no incidir en la transformación del viejo estado de cosas, permitiendo la persistencia de todas las estructuras corporativistas del priato, el PAN, al conformarse con ser solamente una alternancia partidaria, permitió, con su accionar o su permisividad, lo que ahora sucede.
Factor central de la gravísima crisis institucional que padecemos es la impunidad, a ella se acogió durante buena parte de su vida el hombre al que ahora deploramos haya sido privado de su libertad (y quizá de su vida). No es el único aspecto altamente cuestionable de su actividad pública, también el que, quizá como nadie en tan elevada esfera, aprovechó su protagonismo público para combinarlo con su actividad privada que, por pura coincidencia, redundaba en su beneficio.
Más aún, en la conformación del actual régimen tuvo primacía pues de su despacho emergieron por lo menos dos procuradores generales de la república, un secretario de gobernación y varios subsecretarios de la última dependencia. No exageraremos si planteamos que muchas de las estrategias, de combate al crimen organizado y de elaboración de la agenda política del país fueron elaboradas en el bufete jurídico que tanto renombre alcanzó bajo su conducción y protección.
Y si en tales aspectos su participación fue decisiva, en la legitimación de Carlos Salinas de Gortari y en su consolidación política fue factor primordial. El problema es que la consolidación del régimen salinista no abarcó solamente la esfera política fue, sobre todo, la apertura a la más salvaje de las privatizaciones que en su momento fue el más grande despojo jamás sufrido por la nación mexicana, superior, incluso, a la expoliación efectuada por España sobre nuestro territorio y sus habitantes.
En ese marco es que se consolida la alternancia partidaria y en la que Fernández de Cevallos se erige, para deshonra del panismo, como el “Jefe Diego”, llamado así por su preeminencia en Palacio Nacional y su nunca desmentida, antes bien, siempre confirmada, ascendencia sobre Carlos Salinas, obtenida a partir de su aquiescencia de legitimar el cuestionado triunfo del priista e incinerar las boletas electorales de la elección presidencial de 1988.
Luego vendría el Fobaproa, la legitimación del despojo bancario sobre toda la nación, los litigios ganados por Diego y su despacho al Estado Mexicano, (por miles de millones de pesos) siendo el titular del Congreso de la Unión, actos que le merecieron hasta el repudio de María Luisa Calderón, hermana de Felipe, por los elevados grados de inmoralidad, hasta el escabroso episodio de los videos de Bejarano, el desafuero de López Obrador, el apoyo al repudiado ex presidente Salinas de Gortari.
Es decir, muy poco podría comprenderse el México actual sin la mano de Fernández de Cevallos, por desgracia no podemos decir que para bien, al contrario, la impunidad, el uso de la fuerza política para servir a los intereses privados son ejes centrales de la vida de tan destacado panista.
Correo electrónico: Aserto1@netscape.net
Blog: http://luisjaviervalero.blogspot.com

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