domingo, 7 de marzo de 2010

Pifias y podredumbre electorales

El Diario, 7 de marzo de 2010
Luis Javier Valero Flores
“¿Hasta dónde llega tal coqueteo? ¿Cuáles serán las consecuencias del coqueteo –indudablemente más allá de lo personal- entre personajes tan poderosos como Beatriz Paredes y Fernando Gómez Mont?
En tanto la clase política se devanea entre sí, un país agraviado como el que más, debe presenciar escenas como ésta”: Asertijo, Aserto 76, noviembre de 2009


El 1 de octubre del año pasado, el periódico capitalino La Jornada publicó una fotografía en primera plana. En ella, apostados en el balcón de Palacio de Gobierno de Morelia, la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, lanza una coqueta mirada al Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. Eran los días de la firma de los acuerdos que ahora provocan el repudio nacional.
Difícil tomar la decisión sobre cual tema abordar, tan pródiga fue la semana de eventos, hechos y situaciones a cual más de lamentables, que tienen como fondo la lucha electoral y la salvaje disputa por el poder, echadas a un lado la ética y el compromiso ciudadano por quienes aspiran –no todos, es justo reconocer- a ocupar los principales cargos públicos en el país y la entidad.
Descuella por encima de todos los hechos de la semana, el escándalo acerca de los convenios entre priistas y panistas, en los cuales, como si fuera un mercado cualquiera, intercambiaron votos legislativos a cambio de no efectuar alianzas electorales en los comicios estatales.
Tal acuerdo era –creíamos- para las elecciones de Oaxaca. No se comprendía que el PRI invirtiera tanto para impedir la alianza opositora en esa entidad, si bien importante en el número total de votos para los priistas en cualquier elección, se antojaba desmesurada “tamañota” inversión.
Ahora sabemos cuál fue el verdadero cambalache: El Estado de México. Ni más ni menos que el PAN de Calderón decidió, en aras de contar con suficientes recursos económicos, (para ejercerlos a placer en dos años de intensa actividad electoral, 2010 y 2012) ayudar a pavimentarle el camino al aspirante presidencial priista más fuerte, también promovido por Televisa, por la vía de comprometerse a no efectuar alianza con partido alguno en los comicios del próximo año y así Enrique Peña Nieto pudiera presumir, al término de su gestión, el triunfo de alguno de los suyos en la gubernatura y él encaminarse sin mayores complicaciones a la candidatura presidencial del PRI.
Cinismo puro.
Pero es de tal hediondez ese trato, que hasta Manlio Fabio Beltrones ya protestó. Lógico, la presidenta de su partido, a espaldas (dicen) de sus compañeros senadores, pero sobre todo sin el conocimiento de Beltrones, decidió “ayudarle” a su amigo Peña Nieto. La pura “grilla” pues, y ante eso, es lógico el enojo y deslinde del sonorense que sueña con la candidatura presidencial para el 2012.
Pero éste también miente ¿Se acuerdan que la mayoría de los senadores del PRI decidieron, o abstenerse, o retirarse del recinto legislativo en la votación de la aprobación de la ley de ingresos, para que los senadores panistas, ya solos frente a los del PRD, PT y Convergencia, fueran mayoría? ¡Ah, cuánto deshonor!
Y luego el papelón de Fernando Gómez Mont. El señor viene a decirnos –a ratificar lo dicho semanas atrás- que él no tiene porqué rendirle cuentas de todos los asuntos a Calderón, olvidando que es, a final de cuentas, un simple secretario. Nadie le va a creer que en un asunto de la envergadura como la elección del Estado de México, o la aprobación del presupuesto del presente año, no fueran asuntos del interés de Calderón y que de su resolución le podía informar ¡tres o cuatro meses después! ¡Cuánta desvergüenza! ¡Y todavía se enoja con los reporteros cuando estos le preguntan lo lógico!
¿Con qué autoridad podrá, en adelante, plantarse con cualquier grupo de ciudadanos, si todos sabemos que es un auténtico mercachifle, negociador de querellas judiciales?
¿Y los legisladores priistas, los chihuahuenses que se comprometieron a no aumentar impuestos, que se desgarraron las vestiduras en la campaña previa prometiéndonos que velarían en todo momento por nuestros intereses, que entendían las graves circunstancias económicas por las que pasamos los mexicanos?
¿Se atreverán a desmentir lo afirmado por Francisco Rojas, su líder parlamentario, quien dijo que las negociaciones fueron hechas del conocimiento de todos los diputados federales, es decir, que sabían del vil y vulgar cambalache, todo en aras de despejarle el camino a quien muchos de ellos consideran, ya, su candidato presidencial?
¿Cómo le responderán a sus electores, a la ciudadanía toda?
¡Viva la podredumbre!
Y luego nos hacen constantes llamados a participar “en la toma de decisiones”, a votar, a no “dejar en manos de otros” las decisiones, pero ¿Así cómo? Más aún, los partidos, con su fuerza, con sus arreglos, con su actitud contraria a los intereses ciudadanos, convierten –o tratan de convertir- a los organismos electorales en sus zonas de control a los que les encomiendan, entre otras tareas, ¡la de convencer a los electores a votar!
Ahora ya lo sabemos a ciencia cierta, los ciudadanos tienen como uno de sus principales argumentos, para no ir a votar, la disociación entre los dichos y los hechos de políticos y gobernantes, así lo evidencian los estudios sobre el abstencionismo ordenados por el IEE a la Uach, la Uacj y el Colegio de Chihuahua. El otro argumento, expresado por no pocos ciudadanos encuestados, es el de que la actividad de los políticos no tiene como objetivo central satisfacer las necesidades ciudadanas.
No hay necesidad de ir muy lejos para encontrar otros argumentos para deplorar la conducta de quienes conducen la administración pública. Tan sólo, para ejemplificar, vayamos a los métodos de designación de los funcionarios electorales, especialmente los integrantes de las asambleas electorales municipales, realizada 8 días atrás. Cuesta trabajo aceptar que el Consejo General del IEE, y su presidente, Fernando Herrera, hayan designado, como presidente de la Asamblea Municipal Electoral, a un hombre tan ligado al PRI como lo es Ramón Serna Grajeda, en una decisión que, lo debieron prever los consejeros electores, concitaría el rechazo de amplios sectores del PAN, por puritita casualidad partido gobernante del municipio en el cual conducirá las elecciones Serna Grajeda, y que ya dio pie a la protesta institucionalizada del PAN, en voz de sus dirigencias municipal y estatal.
Claro que no son tan ajenos, ni tan inocentes los panistas. Durante lustros, priistas y panistas se han repartido –lo vio bien, se han repartido- los puestos en los órganos electorales. Ahora no fue la excepción y los resultados seguramente no satisficieron a alguno de los grupos del blanquiazul y se les hizo muy grande la concesión de otorgarle la presidencia del órgano electoral municipal a un hombre tan cercano a Víctor Silva, aspirante a la candidatura priista a la alcaldía de la capital del estado en el muy cercano 2007.
No es un asunto menor, tal y como va hasta ahora el proceso electoral, derivado de las nuevas regulaciones, es previsible que las denuncias, de supuestas o reales violaciones cometidas por los partidos, se desgranen en la campaña electoral, a juzgar por las presentadas hasta la fecha. De ahí la importancia de contar con un juez electoral que concite confianza a todas las fuerzas participantes, en particular a las que están en condiciones de disputar el triunfo en la entidad y los municipios más poblados y muy especialmente en la capital del estado, que puede convertirse en el foco rojo de las elecciones del presente año.
Por eso la preocupación acerca de tal nombramiento, quizá uno de los pocos asuntos importantes criticables a la gestión del Presidente Consejero del IEE, Fernando Herrera, a quien no se le puede achacar el total de la responsabilidad, la misma que deberán asumir el resto de los consejeros y que Serna –y quienes esperarían una conducta facciosa de su parte- está obligado a demostrar que puede ejercer una función pública (si se mantiene en el cargo) de una manera ajena a sus filias y fobias políticas personales.
Tan escabroso asunto –el segundo de los abordados el día de hoy- nos confirma en la convicción de establecer los mecanismos necesarios para evitar que los ciudadanos ligados a los partidos coopten a los organismos “ciudadanizados”, de lo contrario, seguiremos por esta pendiente de descrédito popular hacia todo lo político y sobrevendrá la crisis que nos falta, la política, pero la de las buenas, la estructural, en la que todo puede suceder, no sólo La Revolución, como lo pudieran plantear quienes le apuestan a la izquierda y que, tal y como se ven las cosas ahora, podría profundizarse la derechización del país.
De ese tamaño es la responsabilidad, no sólo de la dirigencia priista, también de los panistas interesados, realmente, en la existencia de un régimen de libertades y democracia.
Correo electrónico: Aserto1@netscape.net
Blog: http://luisjaviervalero.blogspot.com

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