viernes, 13 de noviembre de 2009

"Con usted hasta la ignominia"

El Diario, 12 de noviembre 2009
Luis Javier Valero Flores
Nunca será ocioso recordar las frases de los burócratas porfiristas. Le dijeron de todo a Porfirio Díaz, para ensalzarlo; la más conocida de tales frases fue aquella que le dijeran –“con usted, Señor Presidente, hasta la ignominia”. O aquella otra, seguramente fruto de la creatividad popular en la que le achacaban a Díaz preguntarle la hora a uno de sus subordinados y que éste le respondiera: “La que usted diga, Señor Presidente”.
Tal conducta fue acremente criticada por el panismo a lo largo de 61 años, hasta antes de llegar a la Presidencia de la República. A partir del 2000, con una lamentable frecuencia nos llevan a recordar las frases de los políticos porfiristas de hace un siglo.
Así, nuevamente la senadora chihuahuense Teresa Ortuño se ha metido en camisa de once varas a causa de sus declaraciones. No bien termina de salir del episodio anterior, en el que prácticamente señaló al gobernador del Estado, José Reyes Baeza, de estar coludido con el narcotráfico –por comisión u omisión, diría hace no mucho- el martes se convirtió en el centro de acres críticas, a consecuencia de sus expresiones con motivo de la intención gubernamental de disminuir el presupuesto federal a la educación.
En la propuesta de egresos de la federación, enviada a la Cámara de Diputados (que, debemos recordar, es la única facultada para resolver en tal asunto) para su discusión y aprobación, Felipe Calderón propuso disminuir el presupuesto asignado a la educación se contempla disminuirlo en 4 mil 712 millones y a la educación superior en otros 7 mil millones de pesos. (Los que sumados al recorte sufrido por las instituciones de educación superior en el presente año, abrirían un tremendo boquete a sus finanzas, por lo que el secretario general de la ANUIES, Rafael López Castañares, solicitó a Hacienda revertir tal propuesta y asignarles 14 mmdp para garantizar “la operación de las universidades en el año 2010”. Nota de El Universal, 24/X/09).
Tal intención ha recibido el unánime rechazo de los rectores y directores de las instituciones de educación superior.
Pero los responsables de los máximos niveles de educación en el país se llevaron una muy académica respuesta de la senadora Teresa Ortuño, por casualidad Presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara de Senadores:
“No me vengan con esa demagogia de que no pueden apretarse el cinturón…, porque aunque la educación, el desarrollo social y la salud son temas prioritarios, perdónenme, donde quiera hay grasita y se puede cortar grasita sin llegar al músculo ni al hueso… no se vale echarle la pelotita a Calderón… No, no, no. No me vengan a, ¿cómo dice?: donde lloran ahí está el muerto. No, no; el dinero hace falta, pero no sirve de nada si no hay pasión, si no hay compromiso, si no hay decisión, si no hay vocación, si se pretende medrar y se busca que siempre se haga la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”.
Y le cayó el elogio, por supuesto del Secretario de Educación, Alonso Lujambio, ex presidente del Instituto Federal de Transparencia y por puritita casualidad, amigo personal de Felipe Calderón, quien dijo que “gente como Teresa Ortuño prestigia la política”, y le agradeció su “inteligencia, entusiasmo y pasión”.
Pero las últimas frases de la senadora son de llamar la atención. Ni más ni menos señaló a los rectores de todas las universidades, UNAM y UAM incluidas, así como a los directivos de la asociación de todas las instituciones de educación superior, de medrar, además de ser faltos de pasión, vocación y compromiso, todo por no estar de acuerdo con la disminución del presupuesto a la educación.
A pesar de lo evidente, de lo obvio, Lujambio insistió en decir que “este gobierno, por ninguna circunstancia, por ningún motivo, ha dejado de considerar absolutamente prioritaria la educación superior de México”. Pues sí, a lo mejor la consideran prioritaria, pero le disminuyen el dinero a la educación.
¿Cómo compaginar las frases de la senadora Ortuño con la pretendida aspiración de asignar a educación el 8% del PIB, o con la “preocupación” blanquiazul de que vivimos una crisis de valores, entre ellos los de la educación, si se disminuye, en términos reales, por lo menos el 8% a la educación?
Por lo menos debieran contenerse al momento de expresar cosas como las que le dieron origen al tema abordado ahora.
Correo electrónico: Aserto1@netscape.net
Blog: http://luisjaviervalero.blogspot.com

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