martes, 19 de febrero de 2013

Mando único

El Diario, 19 de febrero de 2013 Luis Javier Valero Flores Es probable que más de uno se haya percatado de la ironía de la resolución tomada ayer por los gobernadores en la última reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) presidida por el mandatario chihuahuense, César Duarte. Aprobaron una propuesta de Felipe Calderón, elaborada por su Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, consistente en la creación de un mando único de las policías municipales y estatales, con la diferencia que los panistas la querían de todo el país, de todas las policías, y ahora se pretende, solamente, las existentes en cada entidad federativa, para lo cual deberán presentar una reforma constitucional a fin de que las autoridades municipales puedan “solicitarle” al gobierno estatal asuma la conducción de las policías municipales y así crear un solo “cuerpo policiaco que aglutine a los cuerpos estatales y municipales, como medida para hacer más eficiente la lucha contra la delincuencia”. (Nota de Alejandro Salmón, El Diario, 18/II/13). El planteamiento lo formuló el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, -quien, por puritita casualidad, viajó en la noche del domingo con el Presidente Enrique Peña Nieto a la capital de Chihuahua-. Y es que en el marco de la reunión presidida por el otro Duarte, el de Chihuahua, bajo insistentes opiniones que los días de tal organismo -como agrupación alterna ante la presidencia de la república- están contados, los mandatarios estatales hicieron esa propuesta que muy bien pudiera encuadrarle a la Conago. Para que no quedara duda de la vigencia de los nuevos tiempos, Peña Nieto anunció la creación de 12 zonas, con un responsable, integrante del gabinete presidencial, para atender “directamente” a cada uno de los gobernadores. En castellano quiere decir que para tratar algún asunto al presidente, en adelante los gobernadores deberán tratarlo, antes, con el Secretario designado a la zona que pertenezca la entidad. Así, a las múltiples ocupaciones derivadas de su cargo -nomás la Secretaría de Energía- Pedro Joaquín Coldwell deberá sumar las planteadas por César Duarte y Guillermo Padrés, gobernador de Sonora. Pero tales asuntos son los menores, -si se les puede catalogar de tal manera- lo sustancial de la reunión celebrada ayer en la capital consiste en que los mandatarios estatales y el federal asumieron como el asunto más importante en el momento el de la inseguridad. Así lo denotan sus resolutivos, aunque Peña Nieto haya intentado matizarlo y mencionar lo inaceptable de la existencia de 7 millones y medio de mexicanos en extrema pobreza y que la estrategia en contra de la delincuencia no está basada en el uso exclusivo de la fuerza, sino en la consolidación de “un modelo policial que ponga el acento en la capacitación, equipamiento e investigación que brinde seguridad a las comunidades” y también en el “fortalecimiento del tejido social”. Ni el gobernador veracruzano, ni Peña Nieto nos dieron más elementos para concluir en que la creación de los mandos únicos podrían establecer “una mejor coordinación que ponga el acento en la capacitación, el equipamiento y las tareas de investigación, análisis e inteligencia”, o que tal modificación nos lleve a tal conclusión, después de años de pruebas de “confianza” y de cientos, miles, de discursos de lo bien que han estado “coordinados” los tres niveles de gobierno en esta materia. O que la seguridad pública mejore a partir de la pronta puesta en vigor del nuevo sistema de justicia penal. La experiencia chihuahuense alumbra más en el sentido contrario, es decir, que en momentos de una aguda crisis de seguridad pública, la transición de un sistema de justicia penal a otro no necesariamente lleva al mejoramiento de aquella, lo cual no quiere decir que apoyemos la prevalencia del viejo sistema de justicia penal; son evidentes las ventajas del nuevo, el acusatorio. En cambio, hasta ahora nadie ha mencionado las ventajas y desventajas del esquema norteamericano, que creó una dependencia especial para atender el problema del tráfico de drogas. ¿Si el principal mercado de estupefacientes en el mundo llegó a esa conclusión, porqué nosotros no? ¿Será porque allá decidieron ver el problema como uno de salud pública y no como nosotros, exclusivamente de policías, patrullas y pistolas, sin inteligencia aplicada? asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

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