domingo, 30 de marzo de 2014

Vive Bus, el obsceno financiamiento

El Diario, 30 de marzo de 2014
Luis Javier Valero Flores
La crisis del Vive Bus-Chihuahua ha develado infinidad de vertientes que obligaría, no solamente al Gobierno del Estado, sino a la sociedad chihuahuense, al replanteamiento del esquema mediante el cual a un grupo de empresarios, además de otorgárseles las concesiones para la prestación del servicio de transporte urbano, se les subsidiará -ya se les subsidia- con extraordinarias inversiones públicas a fin de que puedan operar sin problemas su negocio, que es, para el resto de la población, absolutamente indispensable.
La oportunidad para hacerlo es inmejorable en el caso del Vive Bus-Juárez pues en este caso, al contrario de Chihuahua, se optó por iniciar la transformación del transporte urbano de manera paulatina con una sola ruta, ciertamente una de las más importantes del antiguo Paso del Norte, la Presidencia-Tierra Nueva.
En tan solo tres meses de funcionamiento arrojó luces sobre los verdaderos ingresos de los transportistas. Según sus propias informaciones, en la actualidad alrededor de 48 mil personas utilizan ese servicio diariamente, lo que arrojó utilidades de 10 millones de pesos y medio.
Son 50 camiones los que prestan el servicio en la única ruta del Vive Bus-Juárez con “unos 48 mil usuarios diarios, informó el coordinador del proyecto del Sistema de Transporte Colectivo de Ciudad Juárez por parte del Estado, Manuel Ortega Fernández”. (Nota de Araly Castañón, El Diario de Juárez, 28/III/14).
Pero “… Hace un mes el ex presidente de Intra, Rodolfo González Perea, quien actualmente sólo es socio de la empresa, aseguró que el proyecto había dejado 10.5 millones de pesos en los primeros tres meses de su operación”. (Ibídem).
“Según se vino previendo en el anteproyecto, la ganancia era de cinco mil pesos por concesión de manera semanal. Hay alrededor de 25 concesionarios, pero todavía no sabemos cómo va a quedar”, dijo Juan Carlos Saldívar Hernández, vocero de la empresa integradora INTRA. (Nota de Angélica Villegas, El Diario de Juárez, 11/XII/13).
Especulemos: Si diariamente 24 mil personas pagan la tarifa completa y otros tantos la tarifa especial, resultaría que tienen ingresos diarios del orden de los 200 mil pesos, de 6 millones al mes. Descontemos de ahí los gastos de la operación, calculemos en 4 millones mensuales, restan 2 millones de ganancias, con estos cálculos, que chocan con lo informado por González Perea.
Pero resulta que si sólo son 25 concesionarios, a pesar de todo cada uno tendría ganancias del orden de los 80 mil pesos mensuales. Y apenas empieza el proyecto.
Sin embargo, cuando se le inquirió al vocero acerca de las ganancias obtenidas en sólo tres meses de funcionamiento, afirmó que de ellas se tenía que descontar el pago de los camiones. 
A la fecha no han erogado un solo centavo por ese concepto pues aún no se define, ni siquiera, el mecanismo de compraventa, a pesar de que el plazo para concretar la venta vence el 30 de abril.
El desmentido viene desde las alturas. El alcalde Enrique Serrano informó que los camiones que operan el sistema semimasivo ViveBús Juárez les serán vendidos a los concesionarios conforme al avalúo correspondiente, pero que ronda el millón de pesos por unidad.
A su vez, el tesorero Juan Miguel Orta Vélez, informó que el Ayuntamiento aún debe 129 de los 475 millones de pesos que el Gobierno solicitó en la administración 2007-2010 para adquirir 50 unidades de pasajeros y para construir la infraestructura del transporte semimasivo, de ellos, 175 millones de pesos fueron destinados a la adquisición de los camiones, que ya fue liquidada. (Nota de Antonio Rebolledo, El Diario de Juárez, 28/III/14).
Es decir, cada vehículo nos costó 3 millones 500 mil pesos y ahora tienen un valor de un millón de pesos.
La conclusión de las negociaciones para la adquisición de las unidades vence en abril, pero el alcalde Serrano informó que “el flujo financiero del sistema de transporte no ha generado los recursos suficientes para pagar los autobuses”. (Ibídem). No parece ser así.
Tan solo por esta operación, el municipio de Juárez habrá perdido 125 millones de pesos.
Un segundo crédito, por 300 millones, fue el contratado para la construcción de los paraderos, para el confinamiento del carril exclusivo, para la compra de los vialetones, en el pago de las afectaciones a particulares por el desarrollo de las obras y la compra de los terrenos que albergarán los talleres.
No son los únicos egresos municipales realizados para subsidiar a la empresa de transporte urbano. A fin de dotar a la ruta troncal del Vive Bus de los señalamientos necesarios para que los vehículos puedan dar vuelta a la izquierda -o prohibirlo-, además de un conjunto de señalizaciones pendientes de colocar, la vocera de la dirección de tránsito declaró que “de 750 señalamientos gráficos, la DGTM ha colocado 500 de cruce peatonal, disminución de velocidad y vueltas indirectas. Aparte se van a colocar 92 semáforos peatonales y 19 vehiculares”. (Nota de Araly Castañón, El Diario de Juárez, 28/III/14).
En esas obras, el municipio gastará “15 millones de pesos en elaborar y colocar estos gráficos y semáforos”. (Ibídem).
“Se les está dando una última pasada a los paraderos. Estamos revisando cada uno, para tener cualquier detallito que se requiera y las vueltas izquierdas se van a hacer posteriormente, pero va a iniciar la primera etapa así como está”, decía el subsecretario de Obras Públicas del Gobierno del Estado en Juárez, Everardo Medina, el 15 de noviembre pasado; cuatro meses después no se han realizado tales obras. Inaudito.
En tanto, 106 cadetes de tránsito y policía y 12 agentes vigilan el sistema de transporte ViveBús ¿Cuánto se gastará en salarios de todos ellos, al mes? Y eso es ahora, pero al inicio de las operaciones más de mil empleados gubernamentales, estatales y municipales, fueron destinados a atender todos los pormenores del Vive Bus-Juárez.
No es lo único. El Gobierno del Estado tiene planeado invertir 69 millones de pesos más en el presente año en la construcción de la terminal suroriente, los patios de resguardo de la zona suroriente, así como los patios de resguardo de la zona poniente, aspectos que no se contemplaron en su totalidad en el Vive Bus-Chihuahua que, por ejemplo, ha invadido los terrenos aledaños al Estadio de la Uach, sin que hasta la fecha se haya informado de los términos en que una universidad pública financia a una empresa privada con el usufructo de sus instalaciones de manera gratuita (mientras no nos demuestren lo contrario).
¿Pues de qué clase de empresarios estamos hablando, con tantos privilegios?
Y faltan el resto de las obras necesarias de las rutas troncales y la instrumentación de las alimentadoras, en ambas ciudades ¿De qué montos será la inversión pública?
Más. Aunque el proyecto del nuevo sistema de transporte urbano contemplaba la adquisición de camiones nuevos para las rutas alimentadoras de la primera troncal del ViveBús, los concesionarios ya están condicionando su participación a que los dejen comprar  los mismos camiones escolares de desecho de siempre. 
Total, que los usuarios son los que sufrirán por el servicio y lo peor es que las autoridades siempre los dejan hacer lo que quieren. El colmo es que todavía es hora de que no pagan un cinco de los camiones que compró la Administración municipal de José Reyes Ferriz y que ahora son la base de su negocio en la primera etapa del semimasivo.
Su petición consiste en que se les permita reciclar autobuses modelos 2002 y 2003 para las siguientes rutas que se pondrán en funcionamiento en ese sistema. “Para completar las rutas alimentadoras de la troncal Presidencia-Tierra Nueva, en lugar de camiones para transporte colectivo se contempla adquirir unidades escolares, aseguró el tesorero de la Integradora de Transporte de Juárez (Intra), Luis Alfonso Sosa Flores”. (Nota de Araly Castañón, El Diario de Juárez, 18/III/14).
¡Ah, pero si el gobierno les permite elevar la tarifa a ocho pesos, dicen, entonces podrían adquirir camiones nuevos! Los argumentos son los de siempre para exigir el aumento de la tarifa, “los altos precios de las refacciones y del combustible”.
Y también, como siempre, los cuestionamientos de los usuarios. 
Si no obtienen las utilidades que se les achacan ¿Entonces por qué continúan en el negocio? ¿Por su patriótico sentido del “servicio público”, que lo contradicen sus niveles de vida?
Una diferencia existe entre las empresas que prestan el servicio en Juárez y Chihuahua. Por lo menos la de Juárez deja traslucir, así sean cuestionables sus cifras, el número de usuarios diarios, pero la de Chihuahua, nada, la opacidad plena, y eso que la inversión pública en su empresa es mayor.
Por dondequiera que se le observe, no hay explicación racional para que continúen, el Gobierno de Chihuahua y los ayuntamientos de Juárez y la capital, subsidiando a un negocio enteramente privado, y menos se justifica si el carácter del servicio que prestan es estratégico y lo hacen con tan elevados niveles de ineficiencia.
No hay justificación alguna, en todas las ciudades de población semejante a la de estas dos ciudades, cuando cuentan con un sistema de transporte unificado, es propiedad del Estado y es operado por éste, bajo distintas modalidades, las que tienen, como requisito indispensable, velar, ante todo, por el interés público, antes que el privado.
Y si algo nos faltara en tan enredado problema, la participación de los dos partidos mayoritarios en Chihuahua, partidizándolo, intentando, claramente, llevar agua a su molino, poco le aporta a la solución de tan complejo problema que implica, de manera directa, a más de un millón de chihuahuenses.
Queda en el aire la más evidente contradicción: El gobierno no puede subsidiar la operación de una empresa privada; si ésta no cuenta con la capacidad para ofrecer el servicio, entonces el Estado debe operarlo.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

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