domingo, 9 de marzo de 2014

Reconstrucción relampagueante

El Diario, 9 de marzo de 2014
Luis Javier Valero Flores
De los archivos del pasado:
“… Destaca el papel reclamado por el primer mandatario (Patricio Martínez); no sólo se erigió en el ‘primer priísta’ del Estado, sino que, al amenazar con cambiar las características de la elección interna -no hacerla abierta a la ciudadanía- se convirtió en el único dirigente de su partido y transformó a los órganos de dirección partidaria -y no sólo a los estatales- en meros vehículos que deberán concretar las directrices elaboradas en la oficina principal de Palacio de Gobierno”. (“Nubarrones, gritos y regaños”, LJVF, El Diario, 17/07/03).
Cuando creíamos enterrado al dinosaurio, héte aquí que nos lo topamos prácticamente a diario, a tal grado que hasta en las filas del todopoderoso partido crece la preocupación, pero al parecer no en las sillas principales de Palacio. 
Estamos en pleno regreso a los “gloriosos” tiempos del partido “casi único” en el cual el gobernante era, no sólo el fiel de la balanza, sino la balanza completa.
Por todos lados, y en prácticamente todos los eventos, paso a paso se reconstruye el viejo partido de Estado en Chihuahua.
Por un lado, la organización priista de las “capas” medias, la casi extinta CNOP, decide afiliar en masa a esa organización a más de 15 mil trabajadores del IMSS y, por esa vía, al PRI; por el otro, el gobernador Duarte viaja indistintamente a actos de su partido que de su gobierno en las aeronaves oficiales; en tanto el gabinete municipal juarense se convierte en el comité dirigente del PRI y algunos diputados se dan el lujo de cobrar dos salarios públicos.
El colmo, ante un confuso incidente entre el líder nacional juvenil priista, Cristopher James Barousse y el hijo del ex alcalde panista Carlos Borruel, los más connotados priistas le extienden certificados de buena conducta y no antecedentes penales a su compañero, sin parar mientes en que hay una persona aparentemente golpeada de manera salvaje y no como fruto de una riña entre dos personas que compartían, por lo menos, el lugar de las libaciones.
El reclamo del respeto a la legalidad vigente es lo menos que debemos hacer. 
El gobernador César Duarte usó el avión propiedad del Gobierno de Chihuahua, se trasladó a Guadalajara a participar en el evento nacional de la organización juvenil de su partido, presidida por James Barousse y luego, de regreso a la capital del Estado Grande a encabezar los festejos del “Día de la Familia”.
Justamente cuando arreciaban las críticas en contra de otro paisano, el panista Gustavo Madero, por haber utilizado un avión de la empresa Oceanografía -ahora envuelta en un escándalo de corrupción y tráfico de intereses, por supuesto blanquiazules-, el gobernante chihuahuense no se detiene a reflexionar que, si bien en ningún momento -en el período gubernamental para el cual fue elegido- deja de ser el mandatario, no por ello el erario estatal tendría por que solventar los gastos de sus actividades partidarias.
Ahora bien, si no viajó en el avión gubernamental, debieran exhibir los contratos de arrendamiento o los boletos de la línea comercial correspondiente. Podría decirnos que “un amigo” le facilitó su avión. En ese caso, el PRI deberá mostrarnos el cálculo del costo de esos traslados y sumarlos a los donativos recibidos en especie y cuantificarlos en sus cuentas.
Pero si en este caso podrían demostrar la ausencia de violación a alguna norma legal, en el caso de la afiliación de los trabajadores del IMSS a la CNOP-PRI no hay atenuante que valga, la prohibición constitucional es clarísima: 
“Artículo 41. 
… Sólo los ciudadanos podrán formar partidos políticos y afiliarse libre e individualmente a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa.” (Las negrillas son de LJVF).

Nada de lo anterior parece formar parte del arsenal legal de los dirigentes partidarios, en este caso, del dirigente estatal de la CNOP, quien es, a su vez, Presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento de Chihuahua, el ex aspirante a la alcaldía, Maurilio Ochoa, quien recibió con estas palabras a los dirigentes del sindicato del IMSS: “siéntase como en su casa, esta afiliación demuestra que hoy en el PRI estamos avanzando y somos sensibles a las acciones de cambio que se dan en nuestro país”. (Comunicado de prensa de la CNOP, 1/III/14).
Pero no es todo, al congraciarse de haber afiliado masivamente a los trabajadores del IMSS al PRI, el tesorero del SNTSS, Adalberto de los Ríos, cometió otra posible violación legal, pues aseveró que con ese hecho, la firma del convenio de adhesión a la CNOP, “permitirá crear mejores garantías y mejores prestaciones laborales para los trabajadores del SNTSS”. (Ibídem).
¿O sea que, si nos afiliamos al PRI todos los mexicanos, podremos tener eso, todos?
N’ombre, se habían tardado en informarnos de tan peculiar forma de rescatar de la pobreza y del desempleo a decenas de millones de compatriotas.
Bueno, pues podrían incurrir en un delito mayor al condicionar el acceso a una plaza en el IMSS a la militancia en el PRI.
No es una casualidad la prohibición constitucional a la afiliación corporativa; ése era el signo distintivo del PRI, en los años del “partido casi único”, en la que un trabajador, por el solo hecho de laborar en tal o cual dependencia o empresa, lo afiliaban automáticamente al entonces partido gobernante, en clara violación a todos sus derechos humanos, empezando por el de la libertad de afiliación política y en un intolerable paralelismo al corporativismo típico de los regímenes fascistas.
Bueno, pues parece que eso formó parte de alguno de nuestros sueños y que el nuevo grupo gobernante se empeña en recordarnos que otra es la realidad.
Evidencias las ofrecen a diario.
No hace mucho reflexionábamos acerca del hecho de que la tesorería del ayuntamiento juarense era la encargada de recaudar las cuotas partidarias de empleados y funcionarios miembros del partido gobernante; ahora nos enteramos que una buena parte de los integrantes del Comité Municipal del PRI en Juárez son funcionarios municipales o estatales.
¿A qué horas atienden una y otras responsabilidades?
Incapaces de resistirse a recibir doble salario público, violan la norma y la justifican de manera tal que su contribución a la picaresca nacional es de antología.
Entre ellos se encuentra Juan Carlos Alonso, “ejecutivo de proyectos” del municipio, quien es el secretario de Evaluación y Seguimiento del órgano partidario municipal y, a la vez, “dirigente a nivel estatal del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político (Icadep) del PRI”. (De Los Reporteros, El Diario de Juárez, 4/III/14).
A su vez, la diputada local Mayra Chávez es la presidenta del comité; Héctor Salazar, director de Alumbrado Público, es el secretario de Afiliación y Credencialización; el secretario de Administración y Finanzas del PRI, Héctor Borunda, “cobra decenalmente en la Dirección de Centros Comunitarios” del municipio”. (Ibídem).
Además, el secretario técnico del Comité Municipal es Andrés Quevedo, subdirector de Asentamientos Humanos, además de ser el “dirigente municipal del Icadep”; y “el coordinador de Asuntos Juveniles, Ricardo Salas, trabaja en Desarrollo Social del Municipio”.
El colmo, el secretario particular de la presidenta y diputada Chávez, Javier Apodaca, es el director de Atención Ciudadana del municipio.
Aparte, Raúl Galván, secretario de Acción Electoral del comité partidista, es integrante “del staff del coordinador general de asesores, el profe Guillermo Narro” y dos funcionarios estatales también forman parte de la estructura municipal de su partido: “… el delegado de Protección Civil, Jorge García, quien funge como secretario de Vinculación Ciudadana y una abogada de la defensoría pública, Katy Vázquez, quien es titular en el partido de la Coordinación Jurídica”. (Ibídem).
Y la “enfermedad” parece no circunscribirse a los militantes del PRI. Varios diputados, de distintos partidos, además de su actividad legislativa se dan el tiempo, dicen ellos, para atender su otro trabajo, “docente”, aseguran.
De todos ellos, “sólo la legisladora Elvira González es académica de una institución de educación superior (lo que sí está contemplado por la ley), en este caso de la Facultad de Contaduría y Administración de la UACH, campus Delicias”. (Nota de Gabriela Minjáres, El Diario de Juárez, 2/III/14).
Gustavo Martínez, del PANAL y miembro del Comité Nacional de Vigilancia, Transparencia y Rendición de Cuentas en el SNTE, aseguró tener una plaza como “docente en el nivel superior” ¿Cuál?
El diputado Rosemberg Loera Chaparro, también del PANAL, está a la espera del cambio  “de centro de adscripción”, pero él es maestro de indígenas.
El que no falla a sus responsabilidades, dice, es el diputado Hugo Avitia, del PT, “quien es director de la Escuela Secundaria Técnica Número 89”, y cumple de esta manera con su doble responsabilidad: “… sigo trabajando en mi escuela, sigo firmando, sigo siendo el responsable directo de la escuela y cumpliendo con mis responsabilidades y mi función…”. (Ibídem).
A su vez, América Aguilar, también del PT, sigue dando clases como maestra de la presa dirigida por su padre, el ex diputado local y federal, Rubén Aguilar.
En tanto, Francisco Caro, “se ostenta como maestro de la Escuela Secundaria No. 3032, con sede en Camargo” ¿A qué horas da clase?
Efectivamente, no son del partido gobernante, pero el entorno creado reproduce, con extrema fidelidad, aquel pasado en el que los gobernantes hacían y deshacían, sin que se sintieran obligados a dar cuenta de sus actos, ni del modo en que ejercían el presupuesto público.
Pero la aparente reconstrucción de hechos aquí relatada es total, por doquier se advierten las señales de que la principal fuerza de oposición, la antagonista del PRI en las últimas 3 décadas, como entonces, el PAN, podríamos decir que casi sin merecerlo, ni de trabajar en ese sentido, podría alzarse con muy sorprendentes victorias en 2016, no sin que antes, en el 2015, se presentaran, para el PRI, falsos positivos de su hegemonía; es decir, que en las elecciones federales pudiera contabilizar más triunfos que los panistas, pero que un año después debiera afrontar su segunda derrota al gobierno de Chihuahua.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

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