jueves, 9 de enero de 2014

Acelerados

El Diario, 9 de enero de 2014
Luis Javier Valero Flores
Conforme se acercan los tiempos de renovación de la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional, empiezan a asomarse las evidencias del resquebrajamiento interno de la agrupación política que luchó poco más de 60 años para llegar a la presidencia de la república y que, una vez en el poder, mostraron los mismos vicios y defectos del partido al que tanto criticaron.
Derrotados contundentemente, tanto, que fueron enviados al tercer lugar en la elección presidencial, en distintos tonos y modalidades, la mayoría de sus integrantes han expresado la necesidad de efectuar una profunda reflexión a fin de cambiar y reencauzar su vida interna en los mejores valores de su doctrina.
Tales intenciones se caen a las primeras de cambio.
Los dirigentes nacional y estatal de este partido, Gustavo Madero y Mario Vázquez, respectivamente, han anunciado sus intenciones de buscar la reelección en sus respectivos cargos, en el proceso que deberá celebrarse -probablemente- en el mes de marzo y para el cual, en el curso de la semana, se emitirán las reglas específicas.
Las normas del PAN no exigen que los dirigentes que buscan reelegirse deban separarse de sus cargos. No les pasaba por la mente, a los elaboradores del estatuto del blanquiazul, que alguno de los militantes pudiera usar el peso y fuerza del cargo a favor de su reelección.
Pero eso sucedía en el mundo ideal, abstracto, del ideario panista, no en la realidad del mundo de la política, y menos en el de la practicada en México.
Las acusaciones de utilizar los recursos del partido y los recursos públicos en favor de candidatos y aspirantes a cargos de elección popular y de dirección partidaria fueron frecuentes a lo largo de la docena de años en los que el PAN fue el partido en el gobierno.
Sufrieron un incalculable daño por las acusaciones en ese sentido. Llegó a ser de tal magnitud que en las postrimerías del gobierno de Felipe Calderón más del 70% de los integrantes del Consejo Nacional eran funcionarios federales. Las acusaciones de manipulación con tal estatus fueron frecuentes.
Aparentemente no asimilaron suficientemente tales acontecimientos.
Los aspirantes a la presidencia estatal, Ramón Galindo (ex alcalde de Juárez, ex senador y ex candidato al gobierno de Chihuahua) y Héctor Ortiz (ex Secretario General del Comité Estatal y ex líder del grupo parlamentario del PAN en el Congreso del Estado) han solicitado al dirigente estatal, Mario Vázquez, que renuncie a su cargo, para darle equidad al proceso eleccionario.
Tal petición ha sido calificada por Vázquez como un acelere, ya que, por el momento, dice, no es candidato, sólo aspirante (sic).
El PAN está urgido a realizar una profunda reconversión y esta no provendrá -quizá para ser efectiva- solamente de sus militantes de base, deberá ser promovida y ejecutada, fundamentalmente, por sus dirigentes. Si éstos no la realizan, dado el excesivo control que ejercen las capas dirigentes sobre la dinámica partidaria, las perspectivas no son nada halagüeñas para el panismo.
Durante años, sus dirigentes y candidatos insistieron en que el gobierno y el partido en el gobierno entonces -el PRI- no debieran intervenir en los procesos electorales. Decían que lo proponían con el objeto de darle equidad a las elecciones.
La respuesta de los gobernantes -hasta antes de 1994- era que el gobierno de la república” garantizaba la limpieza de las elecciones y que los gobernantes, de ninguna manera, se inmiscuían en las contiendas electorales. Ajá.
Lo que hoy piden Ortiz y Galindo guarda congruencia con las viejas posturas de su partido, allá en aquellos años. Pero el líder estatal, Mario Vázquez les ha respondido que él sí les garantiza la equidad y la tranquilidad de la contienda” ya que no ha hecho pronunciamiento alguno que pueda considerarse como proselitismo dentro del PAN” y que sería una enorme irresponsabilidad para con el partido dejar el cargo.
Sería irresponsable de mi parte dejar la gestión sin concluirla, sería irresponsable que no hiciera mi trabajo como presidente", dijo y defiende su gestión, la que, dice, obtuvo “… una nueva conformación de nuestro grupo parlamentario; haberse convertido en una real oposición; y haberle otorgado otra cara al PAN.
Lo dicho, el PAN necesita una profunda reconversión.
asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

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