martes, 16 de octubre de 2012

Que son otros

El Diario, 16 de octubre de 2012 Luis Javier Valero Flores Por doquier el priismo pregona, festivo, el inicio de un nuevo gobierno emanado de sus filas, tras 12 años de ausencia en Los Pinos. Algunos de ellos, incluso, nos hablan del inicio de un nuevo régimen. Sobran los lugares y políticas de gobierno que les permitirán poner en práctica semejantes augurios. Uno de ellos, destacado por prácticamente todos los medios, impugnado por todas las fuerzas políticas opositoras al PAN hecho gobierno entre 2000 y 2012, fue el gigantesco crecimiento del gasto corriente del gobierno federal, que prácticamente absorbió los dividendos generados por los elevados precios del petróleo. Ciertamente, una parte importante de los excedentes petroleros fueron destinados a las arcas estatales y municipales, razón por la que todos los gobernantes se dieron vuelo inaugurando infinidad de obras de infraestructura. Pero fueron los panistas los que se sirvieron con la cuchara grande. Unos tres años atrás, el grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados informó los resultados de una investigación practicada a los salarios (que en nuestro trabajo incluye el total de los ingresos devengados por los legisladores en esa Cámara, consistentes en la llamada dieta y compensaciones) de la más alta burocracia federal. Reportó verdaderas sorpresas: de un poco más de 50 funcionarios que recibían el salario correspondiente a un subsecretario de Estado en el año 2000 al momento que Ernesto Zedillo le entregó el gobierno a Vicente Fox, pasaron a más de mil 100 en la misma categoría. Ese estudio sirvió para que los priistas enderezaran severas críticas al partido aún gobernante hoy sin que cambiara nada en la estructura de salarios de la administración federal. Del mismo modo, a principios de mes, la Fundación Colosio, del Partido Revolucionario Institucional, dio a conocer otro estudio acerca de los ingresos de la más elevada burocracia federal, en el cual se da cuenta del crecimiento de 127 por ciento de la burocracia en estos dos sexenios, al pasar de 4 mil 177 puestos laborales a 9 mil 498 en las diversas dependencias de la administración federal. (Nota de Rosa Elvira Vargas, La Jornada, 8 de octubre de 2012). Dirigida coincidentemente por uno de los más conspicuos integrantes del grupo político Atlacomulco y ex gobernador mexiquense, César Camacho, la fundación con el nombre del candidato asesinado, sostuvo que “son compromisos contraídos con una gran irracionalidad”. Es un verdadero asalto en despoblado. Los cargos de subsecretarios y homólogos crecieron de 169 a 456; los directores generales pasaron de 709 a mil 595, y los directores de área subieron de 2 mil 711 a 6 mil 234. Los extremos se encuentran en la PGR, “donde los mandos superiores equiparables a subsecretarios o subprocuradores creció 548 por ciento, al pasar de 135 a 875”. Punzante, César Camacho adujo que la experiencia de gobierno de los panistas “era muy raquítica, escasa y me temo que a muchos de sus correligionarios les ‘pagaron’ dándoles empleo sobre todo en los niveles de mando superior. Y el país ya no aguanta eso”. Bueno, pues es la hora de demostrar tal aserto y promesa de la campaña recién terminada. La nueva administración federal está obligada a efectuar un gran recorte de mandos medios, y sobre todo, de los puestos con niveles salariales de los más altos. La barrida deberá ser de escándalo pues tales excesos salariales se extendieron a toda la administración federal en los primeros niveles, incluidos los delegados y subdelegados de las dependencias en las entidades, y que son, sin ninguna duda, uno de los factores que más estimulan a cientos, a miles de priistas a participar en el nuevo gobierno. Pero de tales salarios y excesos no hemos escuchado pronunciamiento alguno de Peña Nieto y tan solo las expresiones de la Fundación Colosio, pero en ningún momento, tampoco, de la dirigencia nacional del PRI, y hasta el momento, de nadie en los mandos inferiores de la élite política que se apresta a retomar el poder político en el país. Criticados severamente por repetir las prácticas que tanto les criticaron a los priistas, los gobernantes emanados del PAN hicieron hasta lo imposible por asemejarse a ellos; ahora son los priistas los que deberán demostrar que son otros, que aquellos que perdieron la Presidencia de la República por sus excesos, ya no estarán de vuelta, que es un nuevo gobierno, que es un nuevo régimen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario