domingo, 31 de enero de 2016

¿Y “Chacho” Barraza qué?

El Diario, 31 de enero de 2016
Luis Javier Valero Flores
La posibilidad cierta de que el empresario José Luis Barraza alcance el número de firmas necesario para obtener la candidatura independiente al gobierno de Chihuahua está muy cercana. El viernes pasado informó contar con poco más de 71 mil, de las 76 mil exigidas por la ley.
Si bien no alcanza las dimensiones sociales del “Bronco” Rodríguez en Nuevo León, el hecho de reunir tantas adhesiones a su candidatura lleva a muchas conjeturas y a varias conclusiones, por demás importantes para el momento político actual.
A principios de la semana (luisjaviervalero.blogspot.com) nos hacíamos la siguiente pregunta: “¿Cuál es la razón por la cual un empresario, llegado a las grandes ligas empresariales del país de manera tan cuestionada, José Luis (Chacho) Barraza, decide lanzar su candidatura independiente al Gobierno de Chihuahua, sin contar con antecedentes sociales o políticos que lo llevaran a creer que la ciudadanía se pudiera volcar en su candidatura?
Quien sabe”.
Conforme pasan los días va confirmándose la percepción de que las varias regulaciones establecidas para acceder a las candidaturas independientes sólo pueden ser superadas por dos mecanismos: Uno, el de contar con una auténtica base social, esto es el de estar frente a un auténtico fenómeno social y, dos, el de poseer (de manera propia o porque quienes apoyen al aspirante cuenten con suficientes recursos) una fortuna propia.
Y si nos apuran, para acceder a una candidatura en los grandes centros urbanos o en una entidad, se requiere una mezcla de ambos factores.
Sin embargo, y dado lo que hasta el momento se ha presentado en la entidad, es evidente que en muchos casos privará el de contar con una elevada fortuna para acceder a la candidatura independiente.
Si hasta unos días atrás uno pudiera colegir que detrás del proyecto de Barraza había un fuerte respaldo empresarial, hoy, con sus declaraciones y lo sucedido en los días recientes, así como las informaciones que le van llegando al escribiente, nos llevan a la conclusión que estamos frente a un proyecto empresarial, de cuyos integrantes y objetivos nos enteraremos, quizá, después de las elecciones.
Si el anuncio que hiciera en el Encuentro Empresarial de Coparmex (en octubre pasado), en el que anunció la creación de una iniciativa -“Chihuahua Primero”- llamó la atención que se realizara en el seno de esa reunión nacional, clausurada el mismo día por el Presidente Peña Nieto, en lo que llevaba implícito el apoyo de la cúpula empresarial que le da trabajo al 36% de la planta laboral en el país y cuya cercanía con el panismo lo llevó a que en algún momento -2003 al 2006- más de 30 de los diputados federales del blanquiazules tenían como antecedente el haber sido dirigentes del organismo empresarial y que hoy mismo la aparición de Barraza, en primer lugar, y luego la de Luis Enrique Terrazas, como aspirante a la alcaldía de Chihuahua, nos llevan a pensar, o en una ruptura del PAN con el sindicato patronal, o en una jugada en la que todo apunta a que los empresarios deciden utilizar, por sí y para sí, los resquicios que les ofrece la legislación electoral, sin las molestias de los filtros partidistas y sin el desprestigio de los partidos políticos.
De veras: 
¿A poco podemos creer que, de repente, un día se levantó José Luis Barraza con la convicción de que su participación era necesaria para cambiar al país y que en ese proyecto no tenían, por lo menos conocimiento, algunos de los personajes del mundo de las finanzas y los negocios con los que mantiene relación desde hace años y que son, por puritita coincidencia, algunos de los hombres más ricos de México?
¿A qué viene a Chihuahua un rico empresario, que goza de las confianzas de la élite empresarial al grado de haber encabezado el Consejo Coordinador Empresarial, la misma que se espantó ante la posibilidad del triunfo electoral de Lopez Obrador en 2006 y entonces le abrieron la chequera para que contratara una campaña millonaria -exitosa- en contra del tabasqueño?
¿A qué viene a Chihuahua, entidad en la que los índices de credibilidad hacia los dos partidos mayoritarios no caen a los abismos en que se encontraban en Nuevo León y, por tanto, por fuerza, su aparición “le robará” votos al partido opositor, en este caso el PAN?
¿Acaso tienen estudios demoscópicos que los lleven a la conclusión de una estrepitosa caída electoral del PRI?
¿O están pensando en ganarle la delantera al candidato panista y entonces obligarlo a sumarse al proyecto de Barraza?
En cualquiera de los escenarios prevalece el principal cuestionamiento. 
¿Cuál es la razón para que una parte del empresariado haya resuelto lanzar a uno de los suyos a dirigir la entidad lideresa de la industria maquiladora, que mantiene el nivel de crecimiento económico más elevado del país y, ojo, crecimiento, no desarrollo económico?
Y si antes teníamos algunos indicios, la entrevista concedida por el aspirante al portal digital laopción.com (30/I/16) nos ofrece mayor información.
En ella, Barraza afirma que Jaime Rodríguez (El Bronco) fue quien le llamó para exhortarlo a que lanzara su candidatura y que Carlos Slim lo apoya en su intención de convertirse en gobernador de Chihuahua.
Ahora ya es del conocimiento público que el lanzamiento de “El Bronco” tuvo como respaldo a una parte importante del empresariado neolonés, entidad en la que residen la mayor parte de los empresarios más poderosos de México ¿Les llegó el momento, habrán pensado los capitanes de la industria y las finanzas, los ex propietarios de los bancos más importantes del país y que luego vendieron al extranjero para convertirse, solo, en socios y ejecutivos, de hacerse cargo de la administración pública?
¿Que hay en el futuro de Chihuahua, ahora tan apetecido por un sector de los empresarios mexicanos?
Cierto, hay un enorme rechazo, en amplias capas de la población, hacia los partidos, los políticos, los gobernantes y sus ambiciones; de tal magnitud, que nos han llevado hasta la actual coyuntura, pero, igual, quienes aspiran a los más elevados puestos de elección popular deberán esclarecer sus objetivos, plantear sus programas y planes de gobierno; no basta con levantar denuncias en lo general contra la corrupción y lo malo que está el país para llamar a la sociedad a apoyar a tal o cual prohombre.
No está fácil desentrañar lo que hoy ocurre en el proceso electoral, si Barraza obtiene el número de firmas necesario, y le son validadas por el IEE, entonces será un fuerte competidor del PAN en la obtención del voto opositor y dependiendo del candidato del PAN, lucharán a brazo partido por, incluso, una buena parte del voto panista, en tanto, con el voto duro del PRI -entre el 25 y el 30% de los votantes, no del electorado, incluso más cercano a la última cifra que a la primera- más los votos del PANAL, Verde y PT pueden contar con algo más del 37% de los votos que, ante la fragmentación de los otros dos adversarios de la derecha (PAN y Barraza) y habida cuenta que Movimiento Ciudadano obtenga alrededor del 2%, al igual que el PRD y un 3% de Morena, más el 1% de PES y 4% de votos nulos, lo que, en el papel, le daría el triunfo a Enrique Serrano.
Y eso, en el escenario pesimista para el PRI y, obviamente, optimista para los candidatos de la oposición, pero si el priismo logra neutralizar la emisión del voto opositor en Chihuahua (en la que le pesará al PAN, aún más, la candidatura independiente de Luis Enrique Terrazas a quien un numeroso grupo de panistas está apoyando) y en Juárez, con los equipos de Lucy Chavira-Marco Adán Quezada y Héctor Murguía, respectivamente, las cuentas, finalmente, le pueden salir muy alegres al priismo y al principal hacedor de esa estrategia, César Duarte.
Escenario tan favorable para el PRI en la capital pudiera ser mejor en el antiguo Paso del Norte pues en éste la aparición de varios candidatos independientes puede fragmentar aún más el voto opositor y permitirle al PRI salir avante el 5 de junio, no sólo con la votación a la gubernatura, sino también a la alcaldía, y llevar a Murguía a su tercera gestión municipal.
Más aún, en la frontera pareciera tener menor peso la posible candidatura de Chacho Barraza, además de que la votación del PAN está en un franco declive, a menos que la candidatura de Vicky Caraveo lograra prender -¡Otra vez este tema!- al voto opositor, cosa que sólo se apreciaría en el curso de la campaña; tienen a su favor, en Juárez, los candidatos opositores, que el porcentaje de votantes no identificados con partido alguno es mayor -el llamado voto switch- y que en el curso de las campañas puede optar por alguna de las candidaturas, ya sean partidistas o independientes, ajenas al PRI.
Por lo pronto, aún deberemos esperar para saber quienes serán los candidatos independientes (además del candidato del PAN a la gubernatura, cuya indefinición les podrá costar muy cara) pues hasta ayer ya eran 27 los aspirantes a diputaciones, sindicaturas y alcaldías.
Deberemos esperar un mes.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

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