martes, 3 de abril de 2012

Narcotráfico, tema evadido

El Diario, 3 de abril de 2012
Luis Javier Valero Flores
La frase del subsecretario de Estado de Estados Unidos, encargado del tema del narcotráfico internacional, William Brownfield, acerca de considerar a Juárez como la ciudad más violenta de México, del hemisferio y posiblemente del mundo entero –que desató virulentas descalificaciones, sobre todo del mundo oficial– no es la única destacable de las varias lanzadas por este funcionario norteamericano.

Una de ellas –o más bien dicho, varias– ilustraron muy claramente la real política seguida por el gobierno norteamericano, contraria absolutamente a la que le ordenan seguir a los países subordinados. En tanto se desgañitan con sus vecinos para que éstos detengan el flujo de drogas y migrantes, ellos se hacen de la vista “gorda” con la distribución de la droga y su venta en todo el territorio estadounidense, y si hay necesidad de afrontar a los barones de la droga y sus ejércitos, él habla de aplicar la misma táctica experimentada en Colombia, y si fracasara “No tenemos que alcanzar el paraíso para alcanzar el éxito. Lo único que tenemos que hacer es encarecer entre un 5 por ciento y un 10 por ciento el negocio (del narcotráfico). Cuando logremos eso, las leyes económicas entrarán en juego y los narcos tendrán que irse a otra parte”. ¿Cómo dijo? ¿A dónde se irán los narcos si el mercado mayor está allá?”

Bueno, pues tal manera de incidir en el tráfico de drogas, a partir de las leyes económicas no ha tenido éxito, a juzgar por los reportes del precio de las drogas en las calles norteamericanas, en las que, se dice, ha disminuido y ha aumentado la oferta.

Como si no tuviera relación con ello, nos encontramos con la existencia de alrededor de 50 mil ejecutados en el sexenio, y la detención o eliminación, como dijo Felipe Calderón, de la mayor parte de los “capos”, sin que haya disminuido un ápice la guerra de los cárteles de la droga.

Si eso sucede con quienes tienen la posibilidad de influir grandemente en el mundo de las drogas, otro tanto pasa en quienes aspiran a la Presidencia de la República, que solo alcanzan a esbozar mínimos aspectos de la lucha contra la adicción a las drogas.

En realidad evaden el tema, hablan solamente de la reconstrucción del tejido social, de afrontar los retos del rezago social, del saneamiento de las corporaciones, y ahora de crear academias regionales de policía, como lo hiciera el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, pero no abordan los aspectos de un programa, de una campaña y los organismos creados dirigidos a la atención de la adicción a las drogas y al aspecto que más dolor ha traído, el de las ejecuciones.

Efectivamente, tenemos un grave problema de fractura social, de enormes rezagos, de pobreza infinita, y eso fortalece a las bandas criminales pues la mano de obra –y, además, intercambiable, barata, inmensa– la tiene a la mano y a pasto, pero no explica el fracaso total en el combate al narcotráfico, y no de ahora solamente, y el brutal incremento del salvajismo con el que se eliminan unos a otros, los integrantes de las bandas criminales.

¿Qué van a hacer con el narcotráfico? Esa es la pregunta que nos deben los candidatos a la Presidencia de la República, y deberán delinear la estrategia completa que llevarían al cabo, de triunfar, porque todos hablan de sanear a las policías, de rehacer el tejido social, pero no hay uno que nos explique seria, detallada, creíblemente, de sus acciones para enfrentarlo, ¿o acaso seguirán la política norteamericana, aplicada allá en su territorio? ¿O la política norteamericana, diseñada allá, para aplicarse acá, como lo devela el funcionario norteamericano?

O, mejor aún ¿aplicarán, por fin, una estrategia diseñada y aplicada por los mexicanos, pensando en los beneficios que les traería a los habitantes de este país, y no, como hasta ahora se ha hecho, pensando en los de allende el río grande?

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