jueves, 22 de agosto de 2013

Obras sin ruta crítica

El Diario, 22 de agosto de 2013 Luis Javier Valero Flores Algo deberán hacer los gobernantes de Chihuahua –los de ahora, no los del futuro, aunque también y, obviamente, no los del pasado– para hacer que las obras que emprendan cuenten, ya no con la aprobación de la sociedad, sino con la debida ruta crítica que contemple como elemento esencial el empleo del menor tiempo posible en la construcción, para evitarle a la sociedad molestias innecesarias. Por supuesto, asentar lo anterior no significa, de ninguna manera, legitimar o allanarse al titipuchal de cosas emprendidas por nuestros gobernantes sin el consentimiento de la sociedad y ni tan siquiera con el aviso previo de lo que pretendían hacer al llegar al gobierno. Ahora le tocó al municipio de Juárez, del modo que sucedió antes en la capital del estado con motivo de las obras del Vive Bus, de las reformas al edificio Héroes de la Reforma y de diversas obras en el centro histórico de Chihuahua. A medio año del inicio de las obras del Plan de Movilidad Urbana (PMU) es evidente que la ruta crítica de la obra, si existe, ha sido rebasada y las molestias a una parte importante de la comunidad juarense se acrecientan sin que se aprecien medidas que permitan atisbar el aceleramiento de la construcción en las decenas de frentes abiertos, de tal modo que, seguramente, la nueva administración municipal deberá cambiar sus prioridades y sus planes de gobierno para que el PMU avance a la velocidad necesaria en una urbe del tamaño e importancia de Juárez, obra que, por otra parte, no tiene –no debería tener– como obstáculo la escasez, posposición o el racionamiento de los recursos económicos, como sí sucedió en las obras de la capital, que generaron retrasos tan lamentables como los ahora sufridos por los habitantes del antiguo Paso del Norte. Nadie, o muy pocas personas podrían oponerse a la modernización –la benéfica– del entorno citadino, y menos a los cambios necesarios en las zonas más urgidas de ellos, como serían las vialidades, cruces y puentes de Juárez, o la modernización del centro histórico de Chihuahua, y menos aún en la instrumentación de un moderno sistema de transporte público, sea el Semimasivo de Juárez, o el Vive Bus de Chihuahua. Los tiempos de construcción y de obstaculización de la vida cotidiana debieran ser el centro de las preocupaciones de constructores y gobernantes. No parece ser el caso. En la capital, con frecuencia a lo largo de la construcción de las obras del Vive Bus y de muchas de las obras del centro de la ciudad, se presentaron retrasos inexplicables, o notorias bajas de ritmo en la construcción, debidas, según los reportes periodísticos recogidos de los trabajadores de las obras, a la falta de recursos económicos, de las empresas constructoras, o de las partidas gubernamentales que debían ejercerse. El resultado siempre fue el mismo, el caos en buena parte del centro histórico a las horas pico. Hoy los juarenses atraviesan por una dinámica semejante ante la cual se responde con la inauguración de pequeños tramos viales y con un discordante uso mediático que de inmediato choca con la realidad vivida por miles y miles de juarenses. No bastan los mensajes, lo único que puede llevarle tranquilidad al ciudadano es el aceleramiento de los ritmos de construcción, la participación evidente de decenas o cientos de trabajadores y maquinaria que demuestre que, efectivamente, se trabaja en los ritmos que la sociedad y la ciudad requieren. Por lo menos en el caso del PMU no se puede argüir que las partidas presupuestales de tal obra “no han llegado”, o que se han retrasado; el esquema de financiamiento debiera mostrar, en esta fase, que tiene una alta efectividad y el acceso a esos recursos no debiera encontrar obstáculo alguno, a menos que en la operatividad aprobada para este proyecto existan pasos que están sujetos a la aprobación de alguien en la estructura estatal, ya sea en el Ejecutivo, o en el Legislativo. No debieran existir, y si los hay, debieran dar lugar a mecanismos infinitamente más expeditos.

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