lunes, 26 de agosto de 2013

Municipalizar el transporte

El Diario, 25 de agosto de 2013 Luis Javier Valero Flores Podrán achacarse a unos y otros manifestantes la responsabilidad de lo ocurrido en la tarde del viernes en los alrededores del Palacio de Gobierno cuando dos distintas manifestaciones confluyeron. No habrá razón. Lo ocurrido obedece a la evidente irresponsabilidad de quienes lanzaron a decenas de agentes de vialidad, policías estatales y municipales a remover los autobuses de ruta apostados por los choferes que protestaban. Los policías, estatales y de vialidad, mayoritariamente, todos, bajo el mando de la Fiscalía General, iban armados con pistolas, sin caretas, sin macanas, sin escudos y en desorden. El colmo, llegaron justamente por donde se celebraba la otra manifestación, la de quienes se oponían a la construcción de la réplica del mausoleo del Gral. Francisco Villa. Detectados, fueron detenidos por estos y aquellos manifestantes y de atrás de quienes se increpaban (policías y manifestantes) empezaron a llover proyectiles -¿Acaso ese factor no fue tomado en cuenta por quien ordenó el operativo? ¿No sabía que la acción policíaca -desesperada- de quitar los camiones, encendería los ánimos, cuando en ese momento se encontraban más de 500 manifestantes, la mayoría de ellos muy poco entrenados en eso de manifestarse pacíficamente, y me refiero no a los de la copia del mausoleo, sino a los otros, que han participado en la disuasión de otras manifestaciones?-. La respuesta policiaca es de antología: Empezaron a responder piedra por piedra ¿Acaso no hay policías antimotines, los mismos que actúan desarmados, para evitar algún desaguisado? ¿Acaso no han recibido adiestramiento para disolver manifestaciones sin violencia? Luego, una parte de los manifestantes, sobre todo los de la réplica del mausoleo decidieron, en una acción verdaderamente temeraria, abrir la puerta de Palacio de Gobierno ¿Para qué, para tomarlo? ¿Para qué? Las imágenes son elocuentes, tanto las distribuidas por Gobierno del Estado, como las tomadas por civiles y prensa, no hubo la menor preparación policiaca para un incidente como este. Los momentos en que ambos bandos estuvieron frente a frente, ante la puerta principal de Palacio de Gobierno fueron eternos ¿No había nadie, en el gobierno, que fuera capaz de llamar a las partes a negociar para amainar el conflicto? No, se dejaron correr preciosos minutos, los que sirvieron para que se enconaran aún más los ánimos. Los heridos son pocos si nos atenemos a la gravedad de los enfrentamientos, pero el salvajismo y la impreparación de los elementos policiacos son enormes, así como la incapacidad de sus jefes. Los enviaron sin preparación alguna y sin saber las consecuencias de sus actos. Espeluznante. Dos o tres policías apuntaban directamente a los manifestantes con sus fusiles, alguno de ellos amenazando con disparar -¡No te acerques!- ¿Esa es la preparación antimotines? ¿Sabrán que a esa distancia los proyectiles de gases son tan mortales como las balas? Pero el fondo del conflicto, el principal, el planteado por los choferes apenas entró en la fase de su resolución, porque el otro, se resolvió. En la misma noche de los hechos el gobierno estatal anunció la demolición de las obras de la construcción de la réplica del mausoleo de Villa, en una decisión que se aplaude ahora, pero ¿Qué caso tenía construirlo si el original se encontraba a menos de 500 metros y, además, con un costo que ofende a la mayoría de la sociedad? ¿Qué planteaban los choferes? Sorprenden las peticiones, la respuesta de las autoridades, el silencio de los concesionarios y los enormes vacíos en la puesta en marcha del nuevo sistema de transporte urbano en la capital. Todo ello deberá servir de experiencia a la puesta en vigor del Transporte Semi Masivo en Juárez. A menos de 48 horas de la puesta en vigor, los choferes no habían firmado un nuevo contrato -de sustitución de patrón-, no sabían quienes permanecerían en sus puestos de trabajo, no habían firmado las condiciones de trabajo en el nuevo sistema de transporte y, por tanto, los antiguos contratos laborales, individuales, entre el concesionario y su trabajador ya no serán vigentes y deberán ser sustituidos por el que firmen los choferes y la Coordinadora de Transporte Colectivo, que así se llama el nuevo patrón. Bueno, pues fue necesaria la manifestación, las pedradas del viernes y el clima de tensión para que empezaran a firmarse los contratos. Afortunadamente no hubo muertos. Asombran las conductas, tanto del gobierno, como de los concesionarios. La administración estatal ha gastado más de mil 200 millones de pesos en el Vive Bus -a fondo perdido, regalados a los concesionarios- en toda la infraestructura de la ruta troncal, ¡La primera, solamente en ella!, sin que la nueva empresa hubiese avanzado en una tarea ineludible, la de modificar las relaciones laborales de sus trabajadores. Cómodamente le dejó, ese conflicto y otros, al Gobierno estatal. -Po’s si ya nos regalaron toda la infraestructura del Vive Bus, y le pusieron hasta internet, y se andan adornando, además de comprometerse a mantener en óptimas las instalaciones, las vialidades y todo lo demás, po’s de una vez que se echen el trompo a la uña de los choferes. Y estalló el conflicto ¿Pueden ustedes creerlo? No es la única falla. Los funcionarios gubernamentales encargados del Vive Bus han dicho en todos los tonos que el 16% de la población de la capital es usuaria del transporte, eso significa que alrededor de 128 mil chihuahuenses se suben diariamente a los autobuses. A menos de una semana se anunció oficialmente que el nuevo sistema se pondría en funcionamiento el día de hoy y a menos de 48 horas aún no se sabía de las tarifas. Lógico. Los tumultos, las colas, las fallas de las máquinas expendedoras de las tarjetas volvieron un verdadero via crucis la obtención de las tarjetas. Ante ello, el gobernador César Duarte anunció que el Vive Bus sería gratis una semana. Horas después, el Secretario de Desarrollo Urbano, Guillermo Márquez, precisó que solamente la ruta troncal, pero el problema estriba en que a partir de hoy -se supone- ningún autobús recibiría dinero, el pago se hará exclusivamente por medio de las tarjetas. Híjole. Más. Sólo hasta en la noche del viernes, y después de los golpes, los funcionarios gubernamentales dieron a conocer que la tarifa sería de 6 pesos en la ruta troncal y 2 en las alimentadoras, y gratis en el tercer transbordo “siempre y cuando sea en el mismo sentido” (sic) ¿De cual sentido? ¿Se imaginan los funcionarios la confusión que están creando? Ineficiencia en grado superlativo. Más si se acude a la hemeroteca en donde encontraremos que el Gobernador Duarte expresó en varias ocasiones, a distintos medios, que sólo habría una tarifa, la de 6 pesos, y que podrían hacerse dos transbordos en cada viaje ¿Y entonces? Estamos ante una situación en extremo sui generis: El mandatario anuncia cosas que le corresponden a la empresa concesionaria; el gobierno resuelve los conflictos generados por los concesionarios (ahora sabemos que hay individuos, ligados a los funcionarios de la empresa, que venden tarjetas en la calle en 26 pesos ¿Quién se las dio?); el gobierno anuncia las tarifas; el gobernante decide que sea gratuito el Vive Bus durante una semana, evidentemente para que todos los usuarios puedan adquirir la tarjeta (¿Acaso el nuevo sistema de transporte no es precisamente eso, un sistema?); la tarjeta tiene un valor de 20 pesos; el gobierno capacita a más de mil choferes (suponemos que sin costo para los concesionarios); el gobierno les regala las instalaciones y, además, les consigue un financiamiento “blando” para la adquisición de las unidades nuevas. Es mucho. Si tanto dinero, tiempo y esfuerzo de la administración estatal se ha empleado en el Vive Bus ¿Por qué no, mejor, municipalizarlo, para que los municipios de Juárez y Chihuahua, cuyas estructuras administrativas tienen la complejidad necesaria para administrar el transporte público de la quinta parte de su población, lo hagan? ¿No es demasiado conceder a un gremio que ha mostrado, a lo largo de su historia, que no cumple con los estándares de calidad en la prestación de un servicio, estratégico como pocos? AVISOS.- La agresión sufrida por Jorge Gutiérrez Casas, Oficial Mayor del Municipio de Juárez, tuvo como objeto amenazar al Alcalde Murguía. No puede menospreciarse, lo ocurrido en Juárez estos años no es para menos. asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

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