lunes, 11 de junio de 2012

Debate trascendental

El Diario, 10 de junio de 2012. Luis Javier Valero Flores.  Puede uno equivocarse pero, a menos que suceda una verdadera hecatombe para alguno de los candidatos, lo más probable es que el debate presidencial de hoy incida poco en las tendencias prevalecientes los últimos días en las preferencias electorales. No es que no tenga importancia, al contrario, como pocos de estos ejercicios, el de hoy será uno de los más importantes -quizá el más- pero puede ser un evento que le permita a un buen grupo de los ciudadanos reforzar su decisión y probablemente a muchos reorientar su voto. De ahí el aserto inicial. A que probablemente sólo profundice las tendencias en las preferencias electorales de las últimas semanas, las que han sufrido cambios verdaderamente drásticos: La ventaja de Peña Nieto está, no solo seriamente cuestionada, sino puesta en entredicho la confiabilidad de la mayoría de las empresas encuestadoras e inmerso en una disminución sostenida en las preferencias; Josefina Vázquez Mota perdió el segundo lugar que se le adjudicaba y López Obrador no sólo rebasó a ésta, sino que puede, incluso, ganar la contienda. De ese tamaño son los cambios suscitados en los últimos quince días, precipitados, ni duda cabe, por la aparición del movimiento estudiantil. La candidata del partido gobernante ha quedado fuera de la disputa presidencial y ésta se ha convertido, nuevamente, en una elección parejera, ahora entre Peña Nieto y López Obrador, al igual que las tres elecciones precedentes, las de la época de la plena competencia electoral. Es de tal magnitud el cambio en las tendencias de las preferencias electorales -a las que percibimos no solamente por las encuestas efectuadas, que debe asentarse, en todas se aprecia el sentido- que el PRI modificó abruptamente su discurso, o más bien lo diversificó. Así, en tanto el equipo y el candidato mismo llaman a la conciliación y a la tolerancia, hasta con el #YoSoy132, ese mismo equipo de campaña y la dirigencia nacional -y la coordinación de las campañas a diputados federales y senadores- lanzan una campaña de descalificaciones hacia López Obrador, en lo que es una clara violación a las reglas del marketing político que establece la directriz de no “hacerle” campaña a los que van atrás, cuando se encabezan las encuestas. Vamos, las cosas han llegado a tal extremo que la columna editorial del periódico Reforma “Templo Mayor” sostuvo que hasta en cuatro ocasiones se habían reunido los representantes de Josefina Vázquez y Enrique Peña Nieto para ponerse de acuerdo en combatir a López Obrador en el debate de hoy. (Reforma, 6/VI/12). Más allá de la veracidad de tal información, lo cierto es que los spots del PRI, y dirigentes, candidatos y legisladores federales y locales, de manera sorpresiva se han lanzado agresivamente en contra del candidato de las izquierdas. Más sorpresivamente es que recurran al mismo arsenal usado por la extrema derecha en 2006, porque debemos recordar que la propaganda en la que AMLO fue señalado como un “peligro para México”, tuvo su origen en la Coparmex, en José Luis Barraza, a la sazón presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) -y al que luego premiaron con la dirección general de Aeroméxico, línea aérea a la que le hicieron el favor de quitarle la competencia, esto es, Mexicana de Aviación, y todo por puritita casualidad- y en una organización formadora de dirigentes y funcionarios públicos del PAN chihuahuense, Celiderh. Insistentes, los detractores del tabasqueño, en señalarlo como “violento” -¿A poco no se acuerdan de su pasado intransigente de cuando defendía campesinos de la salvaje explotación petrolera de Pemex en sus tierras, o de cuando paralizó al país cuando tomó la avenida Reforma, o cuando ordenó que continuara la construcción del acceso al hospital ABC, origen del intento de desafuero en 2005?- y en acusarlo de creerse “único” portador de la verdad se convierten en atizadores de la violencia verbal y se desgañitan llamando violento al tabasqueño- O como sostiene José Díaz, que “López Obrador empezó con su ‘República amorosa’ para embaucar incautos, y ahora asume un discurso agresivo que sin duda lleva el uso de la violencia potencial”. (El Diario de Chihuahua, “¡Hey!: Valero y Armendáriz... AMLO sí es peligroso”, 9/VI/12) ¡Todo porque éste sostiene que lleva la delantera y no señala el nombre de la empresa que le efectúa las encuestas, a pesar de que informó se trataba de un equipo suyo! ¡O porque sostiene que puede darse un fraude! ¡Pero si todos los que dijeron que eso fue falso en 2006, ahora se vanaglorian de los cambios realizados a la ley electoral que ahora dan paso a la revisión “voto por voto, casilla por casilla”! Del mismo modo, cuando López Obrador sostuvo que las empresas de los medios electrónicos de comunicación habían convertido en absolutamente inequitativa la contienda en aquel año, se rieron de la existencia del “compló”. Bueno, pues ahora resulta que está prohibida la contratación de propaganda política en esos medios y se extrañan que en el programa estelar de Televisa les haya dicho que la empresa le apostó a Peña Nieto, a cambio de contratos millonarios. ¡Horror al crimen! ¡¿Cómo puede alguien ser tan soliviantado y decirles que sus encuestas están “copeteadas”?! ¿Se acuerdan de Fausto Vallejo? El ahora gobernador de Michoacán, emergido del PRI, sostuvo públicamente que la empresa GEA-ISA le pidió elevara el monto de lo pagado por las encuestas. No aceptó y dijo que a partir de esa fecha las preferencias que, hasta entonces lo tenían ostensiblemente en la delantera, cambiaron y la hermana del presidente fue la que apareció en primer lugar en el “tracking” diario efectuado por esa empresa, difundido por Milenio en todas sus versiones. A quienes acusan a AMLO de estar incitando a la violencia, sólo porque previene acerca de la posibilidad de que tal cosa suceda, debemos recordarles que quienes han ejercido la violencia, por pura coincidencia, son los grupos policíacos de gobiernos emergidos del PRI, incluido el municipal de Juárez y que las manifestaciones juveniles en contra del candidato priista, han sido solo eso, manifestaciones y no operativos integrados por policías y golpeadores, contratados para golpear jóvenes. A tales excesos nos referíamos en colaboraciones anteriores. Quienes tienen a la mano los recursos humanos y materiales para ejercer la violencia -y hasta las maniobras fraudulentas- son quienes ejercen el gobierno, en cualquiera de sus niveles. Indicios de tales tentaciones empiezan a aparecer ¿O acaso son muy civilizadas las formas en que se presiona a los trabajadores gubernamentales para apoyar a los candidatos del partido oficial? El país necesita de una transición ordenada, incluso, y sobre todo, para cambiar las actuales instituciones, en ello tiene una gran responsabilidad el PRI. Puede perder la elección presidencial, eso debe tomarlo en cuenta, máxime que ahora empiezan a aflorar las evidencias de los nada pulcros arreglos con el monopolio televisivo para hacerse de la presidencia de la república. Vamos, todos nos acordamos de cuando en el noticiero más visto de la tv aparecía profusamente la publicidad del gobierno del Estado de México, transmitida como si fuera información general generada por la dirección de noticieros. Hoy se les ha revertido y el nerviosismo cunde. PD.- Inmediatamente después del debate, El Diario-Juárez, en su portal digital (www.diario.com.mx), transmitirá las reflexiones que haremos sobre ese tema los articulistas Francisco Ortiz Bello, Carlos Murillo Martínez y un servidor, bajo la conducción de Gabriela Minjares y Raúl Gómez Franco.

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