domingo, 4 de mayo de 2014

¡Ay, Rosario!

El Diario, 4 de mayo de 2014
Luis Javier Valero Flores
La Cruzada contra el hambre y las coincidencias. Un día antes de la visita del dirigente nacional del PRI a Juárez, la flamante secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, ex presidenta nacional del PRD, ex Jefa de Gobierno del DF y antigua militante de la izquierda universitaria, encabezó los actos en los que se ponía en marcha, en Juárez y no en La Sierra Tarahumara, o en el semidesierto chihuahuense, el programa de comedores de Sedeso, es decir, el reparto de comida a los más pobres.
A su vez, César Camacho, preclaro integrante del Grupo Atlacomulco, ex gobernador mexiquense, encabezó el acto con el que se ponía en marcha la reestructuración de las células base del PRI, los comités seccionales ¿Coincidencias?
A lo mejor, pero, a lo mejor no ¿Verdad?
Sin embargo, el motivo central de la presente reflexión no es solamente aquella coincidencia, sino las terribles frases lanzadas por Rosario en un poblado de la sierra de Nayarit. Son terribles.
Muestran, emblemáticamente, la no menos deplorable degradación de una buena parte de los dirigentes de izquierda en los -históricamente- pocos años en que han participado en los procesos electorales, bajo las reglamentaciones que establecen el otorgamiento de prerrogativas a los partidos políticos.
Son para temblar de espanto e indignación. Afirmó en el poblado Los Encinos, municipio Del Nayar, que las “familias indígenas con más de 3 hijos ya no tendrán apoyo de Oportunidades”, porque sólo procrean para obtener mayores ingresos. (Nota de Myriam Navarro, Corresponsal, La Jornada, 2/V/14).
“La titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles Berlanga, anunció en el poblado serrano de Los Encinos que el programa Oportunidades no apoyará a las familias indígenas que tengan más de tres hijos, ya que la procreación se está viendo como forma de que ingrese más dinero al hogar. 
Asimismo, dijo que se suspenderá el apoyo económico por nacimiento que actualmente se entrega. Pero también les estamos solicitando que vayan a los talleres de planificación familiar, para que sean tres hijos en toda su vida y no más, dijo la titular de la Sedesol en una región donde habitan las etnias coras, huicholes y tepehuanos”. (Ibídem).
Si las frases anteriores fuesen expresadas por algún funcionario de los dos pasados sexenios nos habríamos indignado, pero no extrañado dados los antecedentes ideológicos de una buena parte de los que fueron gobernantes panistas; que lo haya dicho quien fue representante de una parte de la izquierda, y antes de 1988, la que más se ufanaba de haberse “integrado” a las capas sociales más pobres del país, pero que desde siempre fueron señalados por sus vínculos con la familia Salinas de Gortari, especialmente por la más cercana presencia de Raúl Salinas en esos grupos, de veras que muestra palmariamente el modo en que, aceleradamente, una parte de esa izquierda (por desgracia, hoy concentrada en lo que fue el partido más importante de la izquierda mexicana, el PRD) no sólo se abandonó a los placeres  del poder, sino que, también, abandonaron todos los conceptos ideológicos que dan sustento a esta rica, variada y acendrada forma de ver la vida, el mundo y la sociedad, la izquierda.
No sólo la izquierda socialista, con presencia mayoritaria en la sociedad, eludió el debate ideológico con las diversas corrientes del nacionalismo revolucionario que llegaron al PRD, sino que, perdidos los rumbos, son quienes muestran de la peor manera la forma acelerada en que se asimilaron a las peores prácticas de la clase política mexicana, en particular en lo referente al disfrute de las prerrogativas económicas y del poder alcanzado, y, también, en la “decoloración” ideológica.
Rosario Robles es paradigmática en este sentido, tanto como lo fue al momento de gobernar, en el otro, en el positivo, en el del fortalecimiento de los vínculos de la izquierda gobernante con la sociedad gobernada.
Cuando aún no se van los ecos de los más destacados actos racistas en el mundo del deporte, el del jugador del Barcelona, Dany Alvarez, al que le aventaron un plátano (con el ánimo de equipararlo con un simio), en pleno estadio lleno y el del dueño del equipo de basketbol de los Clippers de Los Angeles, que reprendió a su novia, a través de las redes sociales, por haberse fotografiado y haber convivido con jugadores de raza negra, la secretaria de Sedeso, cuya función es trabajar para disminuir las diferencias sociales, combatir en esta materia los rezagos y cualquier forma de discriminación, endilga el peor de los discursos del actual gobierno federal, y critica a los más pobres de México de estar “lucrando” con el número de hijos procreados, en un claro ejemplo de vituperios racistas.
¿Cómo, si a eso se dedican, a tener hijos para que les paguen, por qué no son millonarios?
¿Y luego, cómo le van a hacer a las familias indígenas que ya tienen más de tres hijos? ¿Van a esperar a que se muera el número extra de hijos para iniciar la dotación de ese programa a tal familia?
¿O van a esperar a que las mujeres en edad reproductiva acudan a Tepic, la capital del estado, desde la sierra, a recibir los “talleres de planificación familiar” para que capten el mensaje de que ya no deben tener más hijos y así puedan acceder a los “millonarios” programas de Sedeso?
No sólo las declaraciones, sino los programas enunciados por la secretaria, no sólo ofenden a la sociedad, violan los derechos humanos y rondan los límites de la ilegalidad vigente.
Hay más. En el diseño y elaboración del programa “Cruzada contra el hambre” (que, por otra parte, recoge expresiones religiosas) se pueden advertir claros tintes político-electorales, con el objetivo de revertir la influencia panista en los municipios con mayor población rural, o en las metrópolis en las que los programas sociales ejercieron una indudable influencia, en la docena que fueron gobierno, para que el PAN obtuviese impensables cifras electorales y que fue uno de los factores para que Josefina Vázquez Mota, titular de la misma secretaría de Robles, accediera a la candidatura en 2012.
Ya desde los meses previos a la campaña electoral del mismo año sorprendió que la antigua jefa de gobierno apareciera como una de las promotoras de la candidatura de Peña Nieto. Sin embargo, al calor de su historia más reciente a tal episodio, en el desarrollo de la truculenta historia de los videos en que grabaron a varios dirigentes del PRD recibiendo dinero de Carlos Ahumada -y no sólo a René Bejarano- hacen explicable sus “nuevas” militancias. Así, en plural, porque pocos saben que Ahumada era, desde varios años atrás al episodio de las “ligas”, pareja sentimental de Rosario, incluso antes de acceder a la dirigencia nacional y ahora sabemos de las, digámosolo así, “estrechas” relaciones de Carlos Salinas y Diego Fernández de Cevallos con Carlos Ahumada.
Varios años después, en la boda de uno de los hijos del expresidente, Rosario ocupó un lugar en la mesa principal de la lujosa fiesta. Se volvieron a juntar los viejos conocidos de las andanzas al influjo de las teorías marxistas del líder chino, Mao Tsé Tung. Solo que el entorno había cambiado abruptamente, ahora eran de los más poderosos personajes del México contemporáneo, habían llegado al poder.
¿En qué momento se dió tan drástico cambio en la mentalidad de la ahora titular de la Secretaría de Desarrollo Social?
Importa detenerse en tal fenómeno personal porque en su momento, cuando se avecinaba el relevo de la dirigencia nacional en el PRD en 2002, Rosario se convirtió en la esperanza de grandes sectores de este partido, los más comprometidos con las causas sociales y centenares de integrantes la izquierda intelectual, hartos de soportar, enfrentar y ser derrotados por las prácticas mafiosas del grupo Nueva Izquierda (los famosos “Chuchos”, Ortega y Zambrano) se aglutinaron a su alrededor para efectuar un profundo cambio en el partido del sol azteca.
Solo que no se sabía que desde meses antes de la elección de ese año ya había ligado su vida e intereses (económicos y políticos) a los de Carlos Ahumada. En una visita a Chihuahua, a fines de 2001, el escribiente le ofreció trasladarla (a ella y sus dos asistentes) al aeropuerto. Se negó, adujo que ya habían contratado un vehículo de alquiler para trasladarse al aeropuerto. Sin embargo, al informar del horario de su vuelo, no coincidía con ninguno de las líneas comerciales.
Luego sabríamos que había sido un vuelo privado y que había viajado a la capital de Durango, cuando en esas fechas no había vuelos comerciales entre ambas capitales. Ahumada había enviado su avión y el destino del PRD ya se había escrito.
A partir de entonces la fractura al interior de este partido se volvió irremediable. Por esos días hasta Cuauhtémoc Cárdenas hizo pública su renuncia a cualquier cargo dirigente en el PRD y López Obrador planeó su candidatura al margen de la dirigencia perredista. 
Luego vendrían los episodios del fraude en las elecciones internas del 2002, los escándalos de los videos, el no menos escandaloso endeudamiento del partido, la campaña del 2006, la fractura entre López Obrador y Cárdenas, la aceptación de éste para dirigir -a unas semanas de las elecciones más ríspidas de la historia reciente- el comité del tricentenario, a manos de Vicente Fox… la debacle interna y el renovado fortalecimiento de los grupos con las peores prácticas al interior del PRD.
Y con todo ello, la milenaria salida de militantes en todo el país y la pérdida de la fuerza, como partido, en la mayor parte del territorio nacional, lo que se reflejó en la deficiente defensa y promoción del voto por López Obrador en las elecciones del 2006, hecho admitido por éste en 2012.
Luego, como cereza en el pastel, el Pacto por México.
Quizá, como persona y como dirigente, Rosario no fuera tan importante, al nivel de los fenómenos ahora relatados, pero le tocó estar en los momentos en que se definían muchos de los asuntos relacionados con la fuerza más importante de la izquierda mexicana y, probablemente, sólo como mera especulación, se convirtió en parte de la trama, no sólo para impedir la llegada del tabasqueño a la presidencia de la república, sino para, mucho más trascendental, minar en sus cimientos al PRD.
Al tiempo lo sabremos. 
Por lo pronto sus frases racistas, indignantes y hasta genocidas ya forman parte de lo peor que haya expresado alguien de la clase política.
asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF





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