lunes, 3 de agosto de 2015

Pobreza, para dos siglos

MegaRadio, 3 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
El CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) reportó en la “Medición de la pobreza en México y las entidades federativas 2014”, que la pobreza extrema se incrementó al pasar de 136 mil 300 personas reportadas al fin del 2012, a 200 mil al término del 2014, lo que significa un incremento de casi 2 puntos al pasar del 3.8% del total de la población, al 5.4, pero que en términos absolutos fue un aumento de casi el 50%.
Dos años atrás, con la misma técnica, el Coneval había informado que había 100 mil chihuahuenses menos en extrema pobreza.
Este hecho motivó las descalificaciones del Gobernador Duarte y del Secretario de Desarrollo Social, José Luis García Rodríguez, quien dijo: “No estoy de acuerdo con el informe, no refleja la realidad de Chihuahua, hace 2 años teníamos una disminución en los niveles de pobreza y ahora no…”, no obstante las grandes cantidades de dinero invertidas en el combate a la pobreza.
Tales cifras reflejan, además, un hecho doloroso: Poco más de una tercera parte de los chihuahuenses son pobres, de acuerdo con los parámetros del CONEVAL, que mide el acceso a la educación; acceso a los servicios de salud; acceso a seguridad social; acceso a la alimentación; calidad y espacios de la vivienda y  acceso a servicios básicos en la vivienda, y si los evaluados tienen un ingreso equivalente al valor de la línea de bienestar.
Además, sufrimos un incremento en la “Población con ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo”, pues aumentó en 82 mil personas.
Tales son los datos duros del comportamiento de las políticas públicas en el desarrollo social, los que denotan, más allá de las diferencias en uno y otro sentido, no mayores a los 7 puntos, que lo hecho hasta ahora en el combate a la pobreza mediante los programas gubernamentales, con muy distintas denominaciones -en el actual sexenio le denominaron “Cruzada contra el hambre- es un completo fracaso, pues aún si se mantuviera la tendencia a la disminución de la pobreza, para erradicarla harían falta por lo menos dos siglos.
¿Cuáles son las razones, pues, para que los indicadores de la pobreza en Chihuahua -de todas- hayan crecido, en el caso de la extrema, y se mantengan en el total de la pobreza, a pesar de que sí se hayan invertido más recursos en Chihuahua en materia de salud -se construyeron más clínicas-, educación -con la apertura de decenas de instalaciones del Colegio de Bachilleres y de las universidades tecnológicas, etc.- y de que en estos momentos tengamos una de las cifras más altas de ocupación formal, además de la evidente disminución del clima de violencia, si la comparamos con 2010 pero no sucede lo mismo si comparamos las cifras con 2006.
Semanas atrás se dieron a conocer varias cifras, relativas al empleo y los salarios. Pueden, al analizarlas, darnos luces sobre los datos de la pobreza, pero también a asuntos aparentemente tan lejanos como la deficiencia de los servicios del IMSS, la tardanza en las citas de la consulta exterior, con los especialistas, la de las cirugías y la del abasto de medicinas. 
En un momento dado el IMSS informó que tenía inscritos cerca de 780 mil trabajadores en Chihuahua, la mayoría de ellos dependientes de la industria maquiladora de exportación. Casi al mismo tiempo se informaba que la entidad se convirtió en la lideresa nacional en empleo formal. La informalidad era la menor a nivel nacional.
¿Y entonces porqué no disminuyen sensiblemente los pobres?
¡Ah, es que faltaba un dato, acaso el menor!
Chihuahua ocupa el último lugar nacional de los niveles salariales; casi la mitad de los trabajadores con empleo formal ganan hasta dos salarios mínimos mensualizados, es decir, poco menos de 4 mil pesos.
Los efectos de esa política ya los resiente severamente la principal institución de seguridad social, el orgullo de los mexicanos durante décadas, el IMSS, ahora, en medio de crecientes y siempre desmentidos rumores de que se privatiza. Ha llegado al extremo de firmar un convenio con el gobierno de Chihuahua ¡Para subrogarle distintos servicios  a los derechohabientes del Seguro Social!

Ahora ¿Cómo no va a ser así si las cuotas pagadas por obreros y patrones son de las más bajas del país?

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