lunes, 31 de agosto de 2015

Cosmética presidencial y división priista

Mega Radio, 31 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
Los cambios en el gabinete presidencial son, solamente, enroques entre los hombres y mujeres más cercanos al presidente.
Se fortalece el grupo de los allegados más identificados a Peña Nieto y los cercanos al ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Destaca, para los chihuahuenses, la llegada del ex gobernador José Reyes Baeza a la dirección del Issste. 
Además, al no incorporar a ningún gobernador cercano a Eruviel Avila, el gobernador del Estado de México, ni a César Duarte, Peña les envía el mensaje que la Conago, la agrupación de los gobernadores no es, ya, lo que fue en los gobiernos panistas.
El escribiente no recuerda que el secretario particular de presidente alguno llegase, en el mismo sexenio, a una secretaría de Estado. Aurelio Nuño es el secretario de Educación Pública. Asombra su encumbramiento y devela, sin lugar a dudas, que Peña Nieto lo considera apto para la sucesión.
En tanto, los allegados a Salinas de Gortari se fortalecen: Rosario Robles (invitada a la mesa de honor en la boda del hijo de Salinas de Gortari) se fue a la Sedatu; Enrique de la Madrid, hijo del ex presidente Miguel de la Madrid, quien consideraba casi como su hijo a Salinas. Ahora será el secretario de Turismo y la sobrina del ex presidente, Claudia Ruiz Massieu Salinas se encargará de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
¿Y el nombramiento de Reyes Baeza, qué? 
El anterior cargo de este había contrariado al Gobernador Duarte. Se convertía, en el chihuahuense con el cargo más elevado en el gobierno federal, luego de que, durante semanas, el mandatario local había dado a entender que podría ocupar un lugar en el gabinete presidencial.
Vino luego la confrontación por el tema de la deuda.
A esa le siguió la del Aero Show, cuyo momento más álgido fue el intento de inhabilitar a Quezada semanas atrás, lo que dividió al priismo.
¿Cómo explicarse que el gobernador de una entidad se confronte con el priista local que ocupa el cargo más elevado del equipo presidencial, y que, además, sea el liderazgo más visible de uno de los dos equipos priistas más poderosos de la entidad (el otro sería el encabezado por el exalcalde juarense, Héctor Murguía) y que, por añadidura, a él pertenezca Quezada?
Y vino el episodio de la presidencia del PRI nacional. Duarte dejó correr la especie y en la práctica se enfrentó a Manlio Fabio Beltrones.
Con su nombramiento, Reyes Baeza es uno de los 35-40 políticos de mayor confianza de Peña Nieto, y sus opiniones, no sólo acerca del Issste, serán escuchadas con mayor atención.
Es muy probable que al momento de tomar determinaciones sobre las candidaturas, la del ex gobernador sea una de las influyentes. 
Ante este panorama, se antoja casi suicida -para el PRI local- que al día siguiente de la designación de Baeza, la Auditoría Superior del Estado (ASE) presentara la demanda contra el ex alcalde Quezada -y sólo contra él- en el Congreso del Estado.
No puede creerse que la decisión de demandar a Quezada se hiciese sin el conocimiento del gobernador Duarte y, peor aún, sin su consentimiento.
Las auditorías sobre las gestiones administrativas del año 2013 debieron concluirse meses, muchos meses atrás y el que la auditoría sobre poco menos de 20 millones de pesos -la del Aeroshow-, haya tardado en realizarse casi dos años, concita la sospecha acerca del manejo inescrupuloso de una tragedia que conmovió a los chihuahuenses y cuyas víctimas aun deben esperar la aplicación de la justicia.
¿Qué ganan esas víctimas si Quezada es sancionado administrativamente -que puede llegar hasta la inhabilitación para ocupar cargos públicos-?
¿Qué ganan con ello, si las indemnizaciones que les corresponden, de acuerdo con la ley, aún no les son entregadas?
La respuesta del ex alcalde Quezada va a la cabeza. Declaró que las responsabilidades deben fincársele a todos los funcionarios implicados, incluido  el “propio gobernador, quien fue el orador principal el día del evento… ”.
Así, prácticamente solos, los priistas están construyendo un panorama adverso para ellos en la contienda del próximo año, la principal oposición, la del PAN, se mantiene a la expectativa, como esperando tranquilamente la recepción del voto de rechazo al gobierno de Duarte.

En su contra tienen un factor, inesperado totalmente: El Gobernador Duarte está fortaleciendo a la figura más opuesta al duartismo, pero en su propio partido, a Marco Adán Quezada.

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