jueves, 19 de febrero de 2015

Visita con tufo electoral

El Diario, 19 de febrero de 2015
Luis Javier Valero Flores
La visita del secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, a Juárez, largamente pospuesta, no aportó, para la mayoría de la población, ningún otro beneficio que el de que no se le hayan recortado recursos a la ciudad, como campechanamente lo sostuvo el cuestionado secretario, en un giro discursivo en el que casi nos pedía le agradeciéramos por tan generoso gesto del gobierno federal.
Bueno, y si no trajo consigo anuncios espectaculares, ni resoluciones sobre los múltiples asuntos solicitados por los distintos sectores de la sociedad juarense ¿A qué vino, pues?
 ¿Por qué sólo se reunió con la cúpula del sector mandón en la frontera, el de la industria maquiladora?
Las respuestas ofrecidas por el mundo oficial serán muchas, todas coincidentes en mostrarle a este sector la plena disposición del ”gobierno del Presidente Peña Nieto” a impulsar a esta poderosa rama industrial, cosa que no puede dudarse, dadas las condiciones económicas por las que atravesó -y atraviesa- la frontera chihuahuense, urgida de múltiples apoyos federales, cuyo eje central debiese ser que al resolver problemas del antiguo Paso del Norte, en realidad se ayuda a atemperar la profundidad de la crisis en otras zonas del país.
Sin embargo, el que no ofrecieran, el huésped y sus anfitriones, una mayor reflexión sobre lo que necesita hacer el gobierno federal en muchos otros temas -más allá de la industria maquiladora- para impulsar el verdadero desarrollo de la zona fronteriza, es verdaderamente preocupante, de ahí la necesidad de plantearse cuales fueron los verdaderos motivos de una visita tan poco difundida previamente y con una tan escuálida agenda.
¿A qué vino?
¿Es, como se apresuraron los medios oficialistas a gritar a voz en cuello, "a darle un respaldo al Gobernador Duarte, en su relación con los maquiladores y en el tema de la deuda?
Que lo hizo, ni dudarlo, estamos en pleno proceso electoral de mitad de sexenio, del que emergerán quienes ocuparán la Cámara de Diputados en la segunda mitad del gobierno de Peña Nieto y, además de ajustar todas las cosas de carácter económico que estén a su alcance (pocas, por cierto, dado el entorno mundial) y entonces despresurizar conflictos, atenuar ánimos enconados y  garantizarle a sectores financieros e industriales la plena continuidad de las políticas económicas. E impedir que algunos sectores -como ha ocurrido recientemente en Juárez- puedan aventurarse a coquetear con la oposición, o por lo menos manifestar su descontento en la campaña electoral, que podría ser capitalizado por algún partido de oposición -que en la frontera lleva ventaja el PAN- debiera ser uno de los principales motivos que llevaron a Videgaray a realizar un viaje que evidentemente no deseaba realizar.
Pero, sorprendentemente en el tema de la deuda, contra todos los pronósticos y difusión de sus palabras, esencialmente se sostuvo en lo que su dependencia había informado. Así sea con recursos propios -y esa es la diferencia- pero los bonos carreteros constituyen, también, un "pasivo del gobierno de Chihuahua", y eso, en términos simples y llanos, se llama deuda.
Otra cosa es lo sostenido por él, acerca del manejo "responsable" de la deuda, que se refiere, estrictamente, y como lo sostienen las empresas calificadoras que han otorgado una mejor evaluación a Chihuahua, a que el gobierno de Chihuahua posee la capacidad financiera para pagar sus deudas. Sólo eso, otro asunto es cuán adecuado fue el manejo de los recursos obtenidos y eso será materia de una gran discusión en la sociedad chihuahuense.
De ahí que se pueda sostener -dentro del ámbito de la especulación pura, pues no nos dan elementos para otra cosa- que la visita del muy poderoso responsable de las finanzas nacionales obedeció, sí a ofrecerle al sector maquilador una serie de nuevos apoyos, pero fundamentalmente a evitar que por ese lado del empresariado se diera una insurgencia o el menor asomo de molestia.

Pero es indudable la enorme carencia de tacto y sensibilidad política del grupo hegemónico en el gobierno. O, a lo mejor, es asunto que no les interesa, pero venir a la que fue la ciudad más violenta del mundo y decirle que lo de la zona fiscal "está en estudio", no ofrecer respuesta al tema de la importación de vehículos usados, no abordar la homologación del precio de la gasolina para el resto de la entidad y, ni de pasada, anunciar algún desparpajado programa de corte social es increíble.

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