domingo, 13 de julio de 2014

Telecomunicaciones, como antes

El Diario, 13 de julio de 2014
Luis Javier Valero Flores
No cabe la duda: Las reformas secundarias en materia de telecomunicaciones y energía son absolutamente regresivas; más, mucho más que las reformas constitucionales.
Se trata de la peor regresión sufrida por el país en, quizá, dos de los rubros económicos más importantes del mundo moderno. La explotación del petróleo significó para la humanidad la posibilidad de un desarrollo económico como no lo había experimentado hasta entonces. El espectro de actividades económicas de este energético es casi infinito.
Sin la nacionalización del petróleo no se habría desatado el crecimiento  económico sin igual alcanzado por México por largas décadas, las del “desarrollo    estabilizador”, con cifras por encima de los 6 puntos del PIB anuales.
Importancia semejante representa en el mundo actual el desarrollo de las telecomunicaciones. 
En ambas industrias el grupo gobernante ha entregado prácticamente todo a los inversionistas, especialmente a los más poderosos del orbe.
No pasará mucho tiempo para que algunos de los apellidos de quienes ahora gobiernan -PRI, PAN o PRD- aparezcan como beneficiarios de algunas de las concesiones o prebendas derivadas de las reformas que aprobaron y están por aprobar.
Tal sucede en estos momentos, en que varios de quienes aparecieron alguna vez en el organigrama del gobierno federal y de algunas administraciones estatales. Ahora son prósperos empresarios ligados a la industria del petróleo, del traslado de combustibles o del mundo de las finanzas. El emblemático de tal estirpe de ex gobernantes lo es, sin duda, Ernesto Zedillo, quien apareció, muy poco después del término de su mandato, en  los consejos de administración de las empresas que adquirieron, durante su gobierno, algunos de los activos más importantes que aún le restaban al Estado mexicano.
Precisamente, por la importancia que reviste para el mundo moderno la industria de las telecomunicaciones, las leyes secundarias de esta materia son aún más regresivas pues fortalecen al duopolio televisivo, en especial a Televisa.
Se podrá argumentar que también lo hace con el otro gran poder fáctico, el de la telefonía y su muy poderoso propietario, Carlos Slim, sólo que no es lo mismo este consorcio pues el televisivo conforma -y ha conformado a lo largo de más de medio siglo- la educación, la cultura, aficiones, tendencias y hasta la manera de ser de todo un pueblo.
Además de todo lo anterior, el monopolio televisivo ha logrado incidir determinantemente en el curso del rumbo del país; su participación en la derrota del PRI en el 2000 fue decisiva, sin su “extraordinaria” apertura a la campaña de Vicente Fox y en el linchamiento al candidato de la izquierda, López Obrador, en el 2006, no podríamos explicarnos mucho de lo que ahora vivimos.
Si en aquellos momentos fue importante, en la postulación de Enrique Peña Nieto y en su triunfo posterior en la elección presidencial, lo fue más. Hoy pueden considerarse retribuidos su servicios. No quedará ahí, su apetito es voraz.
Los sectores en las telecomunicaciones se dividen en radiodifusión y telecomunicaciones. Cada uno de ellos se divide en varios servicios. El sector de la radiodifusión contempla 2 servicios: radio y televisión abierta. El sector de telecomunicaciones engloba 4 servicios: telefonía fija, telefonía móvil, internet y televisión restringida o de paga. (Frente por la Comunicación Democrática).
Televisa obtuvo que la preponderancia se definiera por sector en radio y televisión. La ley considera preponderante a la empresa que posea el 50% o más de una de las ramas en materia de telecomunicaciones. Al optarse por esta definición, y no por la de la preponderancia en el servicio, Televisa obtuvo que no se le considerara preponderante en este último y, por tanto, podrá, por ejemplo, adquirir más empresas de la televisión por cable.
En cambio, en la telefonía se optó por la preponderancia por servicio, con lo que la empresa de Slim -América Móvil- sí lo es en todos los servicios, con la excepción la tv de paga.
Pero nunca pensaron, los redactores y ejecutores de la aprobación de la ley, que Slim reaccionaría vendiendo una parte de la empresa para perder esa categoría en telefonía y tener la posibilidad de acceder a una cadena de televisión.
Las paradojas de este mundo de especulación financiera sin control alguno, tan sólo por esa maniobra financiera ganó más de 60 mil millones de pesos.
Pero Televisa obtuvo, por ejemplo, que los tiempos del Estado en radio y televisión pudieran ser cobrados como si fueran publicidad, no tendrá límites para comercializar los espacios; cobrará los tiempos del Estado como si fueran de publicidad y no se le considerará monopolio.
Ahora pagaremos, como antes, como siempre, por los anuncios del gobierno federal que se transmitan en la televisión comercial. 
Además, podrán transmitir publicidad en más de la tercera parte de sus tiempos. Se establece el 18% en tv y hasta el 40% en radio pero podrán incluir sus promocionales, los del Estado y programas de oferta o de producción de servicios.
¡Imagínese, en los horarios de las telenovelas hasta 20 minutos de comerciales!
¡Ah, y los programas de ofertas de productos y servicios no se considerarán publicidad!
En Tv restringida también se aumentó el tiempo de publicidad.
Ya sabemos quienes ganarán por esta maniobra.
Por otra parte, se abre la posibilidad de que se cobren regalías por el must offer y el must carry, por lo que los canales de televisión abierta cobrarán a las empresas de cable o satélite por la retransmisión de sus programas, algo que ya se había superado en la reforma constitucional. Es decir, como antes.
El nuevo organismo electoral tendrá que pagar por parte del tiempo que use en la televisión comercial. Como antes.
Luego, los tiempos del INE podrán ser cambiados al obligarlos a sujetarse “a las formas y horas de operación” de los concesionarios. Como antes.
La ley establece el control del gobierno federal en la vigilancia y sanción de la transmisión de contenidos de la radio y la televisión y en la administración de los tiempos de Estado. Lo hará la Secretaría de Gobernación. Como antes.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes deberá ser tomada en cuenta -su opinión técnica- en la prórroga de las concesiones. Como antes.
El artículo 256 establece que los códigos de ética se deberán ajustar a los lineamientos dictados por el IFT. Es decir, el Estado, a través del gobierno federal, le dictará la ética a los medios. Como antes, cuando el Estado tenía el monopolio del papel para la impresión de los periódicos.
Peor, las estaciones de las instituciones de educación superior de carácter público, no recibirán presupuesto adicional para ese objeto. Sí, ya sé, como antes.
La fracción II del artículo 190, establece la obligación de colaborar (para las empresas de telefonía celular) con la justicia con un registro y control de comunicaciones que se realicen desde cualquier tipo de línea, que los proveedores retengan los datos y registro de las comunicaciones privadas de los usuarios para la consulta y entrega en tiempo real y los almacenen hasta por 24 meses; incluyendo origen, destino, fecha, hora y duración de las llamadas.
El artículo 190, fracción I, mantiene las obligaciones de geolocalización en tiempo real abiertas para autoridades de seguridad, es decir que puedan monitorear la ubicación geográfica de un dispositivo en tiempo real, lo que interviene en la privacidad de las personas.
La reforma constitucional dejó claro que las empresas que resultaran preponderantes, es decir, que acapararan más del 50% del mercado, debían tener responsabilidades especiales, como permitir que otras empresas usen su red, antenas y ciertas elementos de su infraestructura, así como mantenerse bajo una estricta vigilancia del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) quien determinará si están cayendo en prácticas monopólicas o si están poniendo trabas al mercado.
A Televisa se le estaría entregando el monopolio de la televisión del futuro, que se denomina Everything Everywhere. Es decir, la televisión en todas las plataformas audiovisuales. Sería el primer grupo de esta nueva generación en América Latina que tendría un monopolio de dar la televisión en todas sus plataformas sin ser considerado agente económico preponderante y habiendo colapsado su competencia, que en este caso sería Dish. (Frente por la Comunicación Democrática).
Y si las iniciativas de leyes secundarias, enviadas por la presidencia de la república en la reforma energética, eran regresivas, los senadores le agregaron su propio plus. Ahora pretenden que los contratos para exploración y extracción de hidrocarburos, para tender ductos, generar y comercializar energía eléctrica, además de construir la infraestructura respectiva, se otorgarán conjuntamente con la respectiva declaración de utilidad pública de los predios en cuestión.
El despojo legalizado. Es decir, si los propietarios de unos terrenos en los que se vayan a realizar alguna, o todas, las acciones mencionadas en el apartado anterior, si no llegan a un acuerdo con los compradores, éstos podrán acudir ante el gobierno federal y éste, en el curso de 10 días, declarará la expropiación “por causa de utilidad pública” de tales terrenos, “siendo siempre estas actividades de interés social y de orden público, por lo que tendrán preferencia sobre cualquier otra que implique el aprovechamiento de la superficie del subsuelo de los terrenos afectos a éstas’’ ¡Y el precio lo fijará el gobierno!
¡Los negocios privados ahora son causa de utilidad pública!
Como antes.
Escuche, de lunes a viernes a las 6 pm, en Chihuahua, Aserto Radio 102.5FM, o por www.antenafm.mx

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

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