martes, 25 de junio de 2013

Tímida guerra de encuestas

El Diario, 25 de junio de 2013. Luis Javier Valero Flores A menos de dos semanas de la jornada electoral, la aparición de los resultados de las encuestas en las dos principales ciudades de la entidad, realizadas por empresas periodísticas y una empresa dedicada a ello -Mitofsky-, que mostraron muy amplias ventajas del Partido Revolucionario Institucional en las preferencias electorales, motivaron que los candidatos de Acción Nacional en ambas ciudades informaran de los resultados de encuestas efectuadas por empresas que no los hicieron públicos por su cuenta. Doce días atrás comentamos los resultados de la encuesta patrocinada por El Diario de Juárez la cual mostró una amplia ventaja del abanderado del PRI, Enrique Serrano, ante la candidata del PAN, María Antonieta Pérez, por un poco más del 22%. Por esos mismos días, la empresa editora del otro matutino de la capital chihuahuense, informaba de un “primer muestreo de preferencias electorales”, realizado por la empresa Consultora, Investigación y Desarrollo de Proyectos Sociales y Administrativos, S.C., en el que el candidato del PRI, Javier Garfio, obtenía el 50.5% de las preferencias, por el 21.9% de Miguel Riggs, del PAN. Sin embargo, la encuesta se había realizado sólo preguntando a 384 personas, en tanto que la de nuestra casa se efectuó cuestionando a mil 600 juarenses. Luego, la empresa Mitofsky publicó los resultados de una encuesta efectuada en el antiguo Paso del Norte. Los resultados fueron parecidos a los obtenidos por El Diario: Enrique Serrano, del PRI, 38.8% por 25.2 de Antonieta Pérez y 5.5 de Graciela Espejo. En este estudio, ni Federico Ziga, del Movimiento Ciudadano, ni Hugo Avitia, del PT aparecen. Las tres encuestas se efectuaron, prácticamente, a principios de junio. Pero la de la capital motivó que tres días después, el candidato del PAN informara, sin ofrecer la encuesta, la existencia de un “empate técnico”. A su vez, el equipo de la candidata del PAN en Juárez, Antonieta Pérez, dio a conocer el domingo anterior, a través de un comunicado de prensa, que ya aventajaba al candidato del PRI, Enrique Serrano, pues los resultados de la encuesta realizada por la empresa AIDI-Mercadotecnia, arrojaron un 33.4% de las preferencias electorales a su favor, por el 27.6% del priista. Lo que significa, de acuerdo con estas cifras, que Serrano habría perdido 12.2 puntos, respecto de la encuesta de Mitofsky, y 14.3 de la de El Diario, y Pérez habría ganado cerca de 15 puntos respecto a esta encuesta y poco más de 8 puntos de la de Mitofsky, en lo que, afirmaron, era uno de los llamados “cruces”, debido a la obtención de más simpatías que sus adversarios en los primeros días de la campaña. Nomás recordemos que el inicio de la campaña fue el 30 de mayo y que las encuestas se efectuaron, la más cercana, el 8 de junio. Querría decir que en solo poco menos de 15 días se habría realizado tal remontamiento en las diferencias entre los candidatos de Juárez. Puede ser, no se descarta de cualquier proceso electoral, pero que para que se presenten tales cambios en la percepción electoral tendría que registrarse un fenómeno electoral muy importante. No se aprecia así, más bien todo apunta a que los candidatos priistas a las alcaldías de las urbes más importantes de Chihuahua se enfilan al triunfo, si tomamos en cuenta los estudios anotados arriba. No son pocos los factores para la obtención de tales resultados, estamos frente a una vasta operación política, con la movilización en favor de los candidatos priistas de casi la totalidad de los empleados gubernamentales, muchos de ellos, efectivamente, presionados, pero seguramente la mayoría conscientes -o creyendo- que les va en juego la estabilidad laboral, o porque se han asumido como integrantes de su agrupación política. Lo hemos dicho aquí, que pareciera ser un asunto de cultura política, y efectivamente si es así; una buena parte de los militantes priistas piensa que el modo en que se resolvieron las candidaturas está bien, que les aseguró la unidad y, por lo tanto, la mayor cercanía a los triunfos electorales; que someter a elecciones internas la designación de candidatos es un enorme riesgo, pero piden, a cambio, que hubiese una mayor diversificación en la distribución de las candidaturas. Pero en la idea que prevalezca el método de la designación. Lo dicho, es un problema de cultura. En tanto, en la casa de enfrente, sigue la disputa y aparecen por todos lados las evidencias de la podredumbre política de la “trágica docena blanquiazul”. asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

No hay comentarios:

Publicar un comentario