jueves, 19 de marzo de 2015

Los nuevos “amigos”

El Diario, 19 de marzo de 2015
Luis Javier Valero Flores
El domingo anterior preguntaba el escribiente si el priismo local estaría a tiempo de restañar las profundas heridas inflingidas entre los grupos del ex gobernador Reyes Baeza y el actual mandatario, Cesar Duarte. 
Luego de años, no de meses de confrontación, el gobernador Duarte desayunó en la casa del ex gobernador Reyes Baeza, en el que estuvieron presentes la mayor parte de los colaboradores del deliciense en el gobierno de Chihuahua, entre los que fueron incluidos, sorprendentemente,  -no porque no fueran parte del grupo, sino por los papeles jugados, en los que se suponía debían ser ajenos a los grupos, bueno, hipotéticamente- el ex rector de la Uach, Raúl Chávez y el ex presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Rodolfo Acosta.
Por supuesto estuvo el ex alcalde capitalino Marco Adán Quezada, a quien se supone es la carta fuerte del baecismo para la candidatura al gobierno en 2016.
A su vez, Duarte fue acompañado por sus principales operadores del momento, el Secretario de Gobierno, Mario Trevizo, y el de Educación, Marcelo González Tachiquín; el alcalde capitalino, Javier Garfio y los candidatos de los distritos de Chihuahua, Liz Aguilera (6) y Alejandro Salmón (8).
¿Ausencias notables? Por supuesto la del alcalde juarense, Enrique Serrano, a quien muchos observamos como el de las mayores simpatías del gobernador para la sucesión y la de la presidenta del PRI estatal, Karina Velázquez.
No se podría afirmar que faltaron Graciela Ortiz, Lilia Merodio y Héctor Murguía, los otros señalados como aspirantes a la gubernatura, porque no se trató de una reunión de la unidad de todos los grupos o equipos de los precandidatos, sino de la reunión del grupo de los Baeza con Duarte, sin duda los grupos priistas más confrontados (algunos dirán que los únicos confrontados en Chihuahua) y cuyos diferendos podrían, por lo menos, acentuar los resultados presumiblemente negativos, para ellos, en la próxima contienda electoral.
De eso se trataba, el Gobernador Duarte afirmó que la reunión “tuvo como propósito principal sacar el proyecto de unidad para que el PRI obtenga el mayor número de diputados federales en la entidad”. (Nota de Manuel Quezada Barrón, El Diario de Chihuahua, 14/III/15).
Además señaló que los conflictos entre los políticos “deben quedar allí, y no en la casa de la gente”, como si las diferencias entre ellos fueran de generación espontánea. El discurso de la toma de posesión de Duarte marcó la tónica del sexenio. Fue una durísima descalificación a quien momentos antes le había entregado la batuta en Chihuahua.
¿Por qué se reunieron? Probablemente la respuesta se encuentre implícita en la explicación ofrecida por el mandatario: “… el acercamiento con Reyes Baeza y otros políticos, significa una ‘enorme’ responsabilidad de aprovechar los tiempos de oportunidad que ha generado el presidente Enrique Peña, para que no se desperdicien en Chihuahua”. (Ibídem).
Es decir, una indicación de la dirigencia nacional ante un panorama electoral ciertamente difícil para el priismo, y no solo en Chihuahua.
No es noticia asentar que en el distrito 6 de la capital el candidato panista, el ex alcalde Juan Blanco, lleva una aparente ventaja. La sorpresa es que cada vez se escuchan voces de preocupación en el PRI sobre los resultados en el otro distrito capitalino, el 8. Además de que se le dan muy pocas esperanzas al candidato priista del distrito 5 de Delicias, Tony Meléndez, el vocalista del grupo “Primavera”. 
Una situación semejante a la del distrito 8 ocurre en Juárez con el distrito 4, a cuya candidata, Patricia Terrazas, se le advierten serias dificultades para que se alce con el triunfo; y si se confirma la percepción generalizada acerca del distrito 3 juarense de un inminente triunfo del PAN, a pesar de la confianza en ciertos círculos del PRI, de que la candidata del Verde, María Avila salga triunfante, el panorama se les ensombrece.
Sin más elementos que los del análisis, fruto de conversaciones con distintos protagonistas y de la observación directa, pareciera que los resultados electorales serían pésimos para el PRI, por lo menos en estos momentos, pues perdería la mayoría de los distritos electorales de la entidad. Sólo ganaría en 4 distritos: el 1 y el 2 de Juárez; el 7 de Cuauhtémoc y el 9 de Parral.
Si estas mismas conclusiones las han efectuado los responsables priistas de medir las preferencias electorales, entonces la explicación del muy “ponderado” desayuno, la de que se trató de “una reunión de viejos amigos con nuevos amigos”, como asentó el ex gobernador Reyes Baeza, cae por tierra. No son amigos, son políticos que pretenden no perder las siguientes elecciones y que en aras de tal objetivo son capaces de aparentar tal cercanía.
Nadie les cree, ni sus seguidores, ni sus contrarios, ni, mucho menos, la mayor parte de la sociedad que percibe en tales manifestaciones sólo los rasgos que han colocado a la clase política en los últimos lugares de la confianza ciudadana.
Es decir, que con tal de no perder el poder son capaces de mentir y aparentar “amistad”. 
Mas les valía simplemente decir que son militantes de un partido y que, como tales, pretenden trabajar unidos en los próximos procesos electorales.
Sí, porque nadie les cree en ese, de repente, amistosísimo choque de manos entre el ex y el actual.
Escuche, de lunes a viernes a las 6 pm, en Chihuahua, Aserto Radio 102.5FM, o por www.antenafm.mx

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

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