jueves, 17 de octubre de 2013

“Despertados”

El Diario, 17 de octubre de 2013 Luis Javier Valero Flores Ahora sí que no se midieron los directivos de las empresas de la industria maquiladora establecida en Juárez, en coordinación con el resto de las instaladas en todo el territorio nacional. “Movilizaron” a sus empleados, después de serias y documentadas sesiones en las que les entregaron información acerca de las supuestas o reales desventajas de la reforma fiscal propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto, y la respuesta fue ¡Oh, impresionante! La totalidad de los trabajadores, según la información de los funcionarios, se manifestaron en contra de la mentada reforma. ¡Híjole, habíamos desperdiciado tan despampanante talento político! Para impedir la aprobación de otras reformas igual, o más de lesivas que la hacendaria, como la energética, por ejemplo pos que no se apuren Cuauhtémoc y el Peje, basta con ponerse de acuerdo con tales directivos y ¡ya está, un millón, o más, se podrán manifestar en contra de la abusiva reforma energética de Peña Nieto! Así lo consignó El Diario: “A la voz de ‘¡Senadores y Diputados despierten!, digan no a la reforma fiscal’, miles de trabajadores de la industria maquiladora a nivel nacional se manifestaron hoy contra la Reforma Fiscal. Aquí fueron un total de 227 mil 975 los trabajadores que protestaron en contra de la iniciativa desde las plantas a través del Despertador Social”. (Nota de Berenice Gaytán, El Diario, 14/X/13). ¿Y usted cree que hicieron un paro de actividades, o que determinaron ya no pagar impuestos? ¿O de perdida salir a la calle para recibir el “beneplácito” del resto de la sociedad? ¡N’ombre, la protesta consistió en “poner la alarma de los celulares a las 11:00 horas de aquí y 12:00 de la Ciudad de México y dejarla sonar por un minuto, grabar y subirlo todo a la red por medio de Facebook, Twitter y YouTube”! (Ibídem). Según Claudia Troitiño González, presidenta de la Asociación de Maquiladora Index Juárez, todos los trabajadores de las plantas participaron en tal protesta. El problema estriba en que no especificaron a qué parte de la propuesta se oponían (aún no se sabía que los diputados del PRI recularon en varias de las propuestas, especialmente en el IVA a la compraventa de casas, a las colegiaturas y en otros, pero aún prevalecía la idea de aprobar la homologación del IVA fronterizo y de mantener ¡horror al crimen! el IVA a las importaciones temporales a la maquiladora. Ese es el verdadero motivo de tan peculiar manifestación, la permanente negativa de los directivos de las empresas maquiladoras, y la de sus propietarios –todos, absolutamente todos, extranjeros– a aportarle al país algo más que los magros salarios otorgados a los trabajadores mexicanos, así algunos pocos de éstos reciban remuneraciones por encima de las del resto. Al paso de los años obtuvieron que sus operaciones –fruto de las regulaciones del extinto Acuerdo Arancelario, el GATT y de la aprobación del TLC– se consideraran “nacionales” y sus productos, al momento de contabilizar sus ventas, aparecen como supuestas “exportaciones” mexicanas, cuando en realidad, todos sabemos, que es el ensamble de piezas, prácticamente todas producidas fuera del país y que al influjo de que traen salarios se les otorgan condiciones de verdadera excepción. Si las piezas de ensamble se reciben del extranjero y aquí reciben una plusvalía –otorgada tanto por el mismo proceso, como por la mano de obra necesaria para hacerlo– ¿por qué no habrían de pagar IVA por esa importación, así sea muy temporal? Todos los especialistas, y los empresarios –los mayores, los que cotizan en la Bolsa de Valores, o que casi lo hacen– afirman que México es uno de los países con la más baja recaudación del continente americano y que es uno de los de mayor desequilibrio en el ingreso per cápita. ¿Y entonces, por qué razón, cuando se pretenden establecer algunas modificaciones fiscales que mejoren tal situación, se oponen, precisamente, los sectores más beneficiados del actual modelo económico? Los recientes manifestantes –¿Los veremos algún día en las calles de la Cd. de México?– nada dijeron, por ejemplo, de la creación del seguro del desempleo, excelente propuesta si no fuera porque Peña Nieto pretende que el financiamiento provenga de las subcuentas de vivienda aportadas por los trabajadores. Las respuestas a todos los interrogantes es que la propuesta presidencial no es en su totalidad desechable, se deberán rescatar algunos apartados que vayan en sentido progresivo.

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