lunes, 31 de agosto de 2015

Cosmética presidencial y división priista

Mega Radio, 31 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
Los cambios en el gabinete presidencial son, solamente, enroques entre los hombres y mujeres más cercanos al presidente.
Se fortalece el grupo de los allegados más identificados a Peña Nieto y los cercanos al ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Destaca, para los chihuahuenses, la llegada del ex gobernador José Reyes Baeza a la dirección del Issste. 
Además, al no incorporar a ningún gobernador cercano a Eruviel Avila, el gobernador del Estado de México, ni a César Duarte, Peña les envía el mensaje que la Conago, la agrupación de los gobernadores no es, ya, lo que fue en los gobiernos panistas.
El escribiente no recuerda que el secretario particular de presidente alguno llegase, en el mismo sexenio, a una secretaría de Estado. Aurelio Nuño es el secretario de Educación Pública. Asombra su encumbramiento y devela, sin lugar a dudas, que Peña Nieto lo considera apto para la sucesión.
En tanto, los allegados a Salinas de Gortari se fortalecen: Rosario Robles (invitada a la mesa de honor en la boda del hijo de Salinas de Gortari) se fue a la Sedatu; Enrique de la Madrid, hijo del ex presidente Miguel de la Madrid, quien consideraba casi como su hijo a Salinas. Ahora será el secretario de Turismo y la sobrina del ex presidente, Claudia Ruiz Massieu Salinas se encargará de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
¿Y el nombramiento de Reyes Baeza, qué? 
El anterior cargo de este había contrariado al Gobernador Duarte. Se convertía, en el chihuahuense con el cargo más elevado en el gobierno federal, luego de que, durante semanas, el mandatario local había dado a entender que podría ocupar un lugar en el gabinete presidencial.
Vino luego la confrontación por el tema de la deuda.
A esa le siguió la del Aero Show, cuyo momento más álgido fue el intento de inhabilitar a Quezada semanas atrás, lo que dividió al priismo.
¿Cómo explicarse que el gobernador de una entidad se confronte con el priista local que ocupa el cargo más elevado del equipo presidencial, y que, además, sea el liderazgo más visible de uno de los dos equipos priistas más poderosos de la entidad (el otro sería el encabezado por el exalcalde juarense, Héctor Murguía) y que, por añadidura, a él pertenezca Quezada?
Y vino el episodio de la presidencia del PRI nacional. Duarte dejó correr la especie y en la práctica se enfrentó a Manlio Fabio Beltrones.
Con su nombramiento, Reyes Baeza es uno de los 35-40 políticos de mayor confianza de Peña Nieto, y sus opiniones, no sólo acerca del Issste, serán escuchadas con mayor atención.
Es muy probable que al momento de tomar determinaciones sobre las candidaturas, la del ex gobernador sea una de las influyentes. 
Ante este panorama, se antoja casi suicida -para el PRI local- que al día siguiente de la designación de Baeza, la Auditoría Superior del Estado (ASE) presentara la demanda contra el ex alcalde Quezada -y sólo contra él- en el Congreso del Estado.
No puede creerse que la decisión de demandar a Quezada se hiciese sin el conocimiento del gobernador Duarte y, peor aún, sin su consentimiento.
Las auditorías sobre las gestiones administrativas del año 2013 debieron concluirse meses, muchos meses atrás y el que la auditoría sobre poco menos de 20 millones de pesos -la del Aeroshow-, haya tardado en realizarse casi dos años, concita la sospecha acerca del manejo inescrupuloso de una tragedia que conmovió a los chihuahuenses y cuyas víctimas aun deben esperar la aplicación de la justicia.
¿Qué ganan esas víctimas si Quezada es sancionado administrativamente -que puede llegar hasta la inhabilitación para ocupar cargos públicos-?
¿Qué ganan con ello, si las indemnizaciones que les corresponden, de acuerdo con la ley, aún no les son entregadas?
La respuesta del ex alcalde Quezada va a la cabeza. Declaró que las responsabilidades deben fincársele a todos los funcionarios implicados, incluido  el “propio gobernador, quien fue el orador principal el día del evento… ”.
Así, prácticamente solos, los priistas están construyendo un panorama adverso para ellos en la contienda del próximo año, la principal oposición, la del PAN, se mantiene a la expectativa, como esperando tranquilamente la recepción del voto de rechazo al gobierno de Duarte.

En su contra tienen un factor, inesperado totalmente: El Gobernador Duarte está fortaleciendo a la figura más opuesta al duartismo, pero en su propio partido, a Marco Adán Quezada.

domingo, 30 de agosto de 2015

Malas noticias para el duartismo

El Diario, 30 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
También para la mayoría de los mexicanos. Los cambios en el gabinete presidencial no los avizoran en ninguna de las políticas públicas; son, sólo, enroques entre los hombres y mujeres más cercanos al presidente.
Podrían catalogárseles en dos sentidos: El primero, que se fortalece el grupo de los allegados más identificados a Peña Nieto -con dos excepciones, quizá, la de José Calzada en Sagarpa, y la de José Antonio Meade en Desarrollo Social- y, dos, que merced a las biografías de varios de los designados, le dan sustento a las versiones que achacan al ex presidente Carlos Salinas de Gortari una inusual injerencia en el actual gobierno.
Destaca, para los chihuahuenses, la llegada del ex gobernador José Reyes Baeza a la dirección del Issste. Trae no pocas lecturas tal hecho.
El escribiente no recuerda que el secretario particular de presidente alguno llegase, en el mismo sexenio, a una secretaría de Estado. El protagonismo de Aurelio Nuño lo ha llevado a la de Educación Pública, luego de ser mencionado como posible dirigente del PRI. Asombra su encumbramiento y devela, sin lugar a dudas, que Peña Nieto lo considera apto para la sucesión. A su vez, designó a un hombre de sus confianzas, Francisco Guzmán, para sustituir a Nuño. Trabaja con él desde los tiempos que fue líder del Congreso local.
En tanto, Rosario Robles (invitada a la mesa de honor en la boda del hijo de Salinas de Gortari) se fue a la Sedatu. Inquieta su cercanía con el ex presidente.
En igual circunstancia se encuentran Enrique de la Madrid, hijo del ex presidente Miguel de la Madrid, quien consideraba casi como su hijo a Salinas. Ahora será el secretario de Turismo. 
No es todo, la sobrina del ex presidente, Claudia Ruiz Massieu Salinas se encargará de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Sin ninguna experiencia, confirma de esa manera que los políticos mexicanos son buenos para todo; en el lugar que los pongan desplegarán sus muy variadas capacidades. 
A su vez, Rafael Pacchiano, ex diputado federal suplente del PVEM, nuevo secretario del Medio Ambiente, no escapa a la generalidad del gabinete. Está casado con la principal asesora del presidente, Alejandra Lagunes, ex funcionaria de Televisa, de los tiempos en que Peña Nieto era impulsado por la empresa televisiva. Lagunas se encargó de las cuentas en las redes sociales del hoy presidente.
Finalmente, Renato Sales, también mexiquense, será el nuevo titular de la Comisión Nacional de Seguridad. No hay novedad, es un ex funcionario de la procuraduría del EdoMex.
¿Y el nombramiento de Reyes Baeza, qué? 
Va como de cuento: El 6 de diciembre de 2012 la cena ofrecida por el Gobierno del Estado a los medios de comunicación de la capital casi fue sombría. El semblante del Gobernador Duarte no era el de la cotidianidad de entonces, no apareció la sonrisa fácil que en ocasiones llega a la carcajada, tampoco los comentarios festivos que frecuentemente le hace a sus interlocutores.
Más aún, a todos los presentes (bueno, quizá no a todos, probablemente a sus más allegados en el gobierno no) les extrañaron dos cosas del discurso que tradicionalmente lanza a los comunicadores: La brevedad de la alocución y el que sólo en una ocasión mencionara al Presidente Peña. Extrañísimo.
Apenas unas horas atrás, Peña Nieto había anunciado que el ex gobernador Reyes Baeza se incorporaba a la administración federal como director del Fovissste. Se convertía, así, en el chihuahuense con el cargo más elevado en el gobierno federal, luego de que, durante semanas, el mandatario local había dado a entender que podría ocupar un lugar en el gabinete presidencial.
Así transcurrieron los días y los meses, con altibajos, pero sin que el tema  desapareciera de las líneas de las columnas políticas más ligadas al mundo oficial.
En tanto la deuda crecía, aprobada la mayor parte de ella por los diputados del PAN. Hasta que, al tema de la seguridad pública que tanto le había criticado Duarte a Reyes Baeza (para eso fue la frase de que “el poder es para poder, no para no poder”, de la toma de posesión), le agregó el de la deuda del gobierno de Chihuahua y acusó a su antecesor de ser el principal responsable de ella.
La confrontación con el Director del Fovissste ocupó la atención de la clase política en el 2014 y lo que había sido un soterrado distanciamiento durante el gobierno municipal de Marco Adán Quezada (2010-2013), se convirtió en un abierto enfrentamiento con el grupo de los Baeza, con el tema de la deuda y luego con el del Aero Show, cuyo momento más álgido fue el intento de inhabilitar a Quezada semanas atrás, lo que enfrentó al priismo y posibilitó que se tuvieran evidencias de cuánta responsabilidad, los chihuahuenses -sobre todo los de la capital-, le achacaban al ex alcalde.
Atrás había quedado el desayuno en casa del ex gobernador, con la presencia del gobernante, en aras de la unidad partidista, de frente a las elecciones de junio pasado.
Podían realizarse muchas lecturas, una de ellas no puede dejarse de lado: ¿Cómo explicarse que el gobernador de una entidad se confronte con el priista local que ocupa el cargo más elevado del equipo presidencial, cuyo nombramiento realiza el presidente y que, además, sea el liderazgo más visible de uno de los dos equipos priistas más poderosos de la entidad (el otro sería el encabezado por el exalcalde juarense, Héctor Murguía) y que, por añadidura, a él pertenezca Quezada?
Y vino el episodio de la presidencia del PRI nacional. Duarte dejó correr la especie cuando declaró que a él “no le tocaba anunciarlo”, lo que abría la posibilidad de que algo sabía y que sí se podía concretar, en lugar de deslindarse y agradecer que se le mencionara. 
En la práctica se enfrentó a Manlio Fabio Beltrones, más allá de las relaciones de amistad que puedan tener, ya que el sonorense destapó sus pretensiones antes de las filtraciones en favor de Duarte.
Pueden existir infinidad de frases elogiosas, gestos amistosos, finalmente los hechos -sobre todo en política- son los elementos verdaderos para definir querencias; hoy por hoy, Reyes Baeza es uno de los 35-40 políticos de mayor confianza de Peña Nieto y sus opiniones, no sólo acerca del Issste, serán escuchadas con mayor atención que la del resto de los mexicanos, incluidos los gobernadores.
Es muy probable que al momento de tomar determinaciones sobre las candidaturas, la del ex gobernador sea una de las influyentes. 
Por varias razones, la primera, que goza de las confianzas de Peña Nieto y de Osorio Chong, con quienes coincidió en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago); y la segunda, que es el segundo chihuahuense de mayor confianza del grupo Atlacomulco. El otro es el embajador de México en Costa Rica, Fernando Baeza.
Ante este panorama, se antoja casi suicida -para el PRI local- que al día siguiente de la designación de Baeza, la Auditoría Superior del Estado (ASE) presentara la demanda contra el ex alcalde Quezada -y sólo contra él- en el Congreso del Estado, más allá de si está apegada a la legalidad, lo que, de entrada, hace suponer que hay un manoseo político.
Merece esa calificación porque a lo largo del sexenio el Gobernador Duarte ha ejercido el poder de manera aplastante. 
Por ello, no podría creerse que la decisión de demandar a Quezada se hiciese sin su conocimiento y, peor aún, sin su consentimiento. Podría tomarse como su respuesta al nombramiento de Reyes Baeza, lo que puede llevar al PRI a serios problemas.
Argüirán los oficiosos que era un asunto que debería hacerse, que así lo marca la ley, etc., pero toda esa argumentación cae por su propio peso: Hace meses que debería haberse terminado; las auditorías sobre las gestiones administrativas del año 2013 debieron concluirse meses, muchos meses atrás y el que la auditoría sobre poco menos de 20 millones de pesos -la del Aeroshow- haya tardado en realizarse casi dos años concita la sospecha acerca del manejo inescrupuloso de una tragedia que conmovió a los chihuahuenses y cuyas víctimas aun deben esperar la aplicación de la justicia.
De acuerdo con el dictamen emitido en 2014 por la Auditoría, existen 10 observaciones sin solventar, entre las que destacan: la omisión en servicio de vigilancia especial, el no cumplimiento de las condiciones en Protección Civil, falta de plan de contingencia y la ausencia de documentación que valide el permiso para el desarrollo del espectáculo.
Además, por dos transferencias, una por 2 millones de pesos y otra por un millón 800 mil pesos, antes de que se firmaran los convenios, pero que finalmente se acreditó que fueron gastados en los espectáculos del Aero Show. Es decir, una falta administrativa que no implica un uso ilegal del dinero, ni que se destinara a fines distintos a los del evento.
¿Qué ganan esas víctimas si Quezada es sancionado administrativamente -que puede llegar hasta la inhabilitación para ocupar cargos públicos-?
¿Qué ganan con ello, si las indemnizaciones que les corresponden, de acuerdo con la ley, aún no les son entregadas?
La próxima semana será determinante. 
Los señalamientos del ex alcalde Quezada van a la cabeza. Declaró que espera que sea la ley y la justicia “la que determine el nivel de responsabilidad de cualquier persona que participó en este evento… pues entiendo que en ese acto participó la autoridad estatal y la municipal, y esas denuncias tendrán que aclarar ese nivel de participación: la del alcalde, la de los funcionarios municipales, de los cuerpos de Protección Civil estatal y municipal, y del propio gobernador, quien fue el orador principal el día del evento… ”. (Nota de César Ibarra, El Heraldo de Chihuahua, 29/VIII/15).
Así, prácticamente solos, los priistas están construyendo un panorama adverso para ellos en la contienda del próximo año, la principal oposición, la del PAN, se mantiene a la expectativa, como esperando tranquilamente la recepción del voto de rechazo al gobierno de Duarte, apostando a esa carta que, sostienen, es suficiente para ganar en 2016.
En su contra tienen un factor, inesperado totalmente: El Gobernador Duarte está fortaleciendo a la figura más opuesta al duartismo, pero en su propio partido, a Marco Adán Quezada.
Lo dicho, tienen serios problemas.

asertodechihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

jueves, 27 de agosto de 2015

Delito electoral colectivo

El Diario, 27 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
Pueden reunirse las veces que quieran, seleccionar el mejor de los escenarios, prometer mil y una cosas; elogiar hasta al cansancio al Presidente Enrique Peña Nieto, y muchas cosas más, lo que ya no pueden hacer es, al grito de añorar al pasado corporativista, derrochar los recursos públicos en sus devaneos nostálgicos y no esperar que, por lo menos, una parte de la sociedad se los reclame.
El día de ayer, con toda la pompa que nos hizo recordar la desplegada por los gobiernos priistas de los 60’s y los 70’s del siglo pasado, se realizó en la ciudad de Durango el 77 Congreso de la Confederación Nacional Campesina (CNC), acto que fue encabezado por el Presidente Peña y al que acudió -¡Pero si cómo no, dados sus antecedentes políticos!- el gobernador de Chihuahua, César Duarte.
Además, fungió como anfitrión del evento el mandatario duranguense, Jorge Herrera Caldera, lo que garantizó la fastuosidad del acto.
Al evento acudieron secretarios de estado, gobernadores electos, diputados, senadores, presidentes municipales, además de los gobernadores de Aguascalientes, Colima, Hidalgo, Jalisco Michoacán, Nayarit y Nuevo León.
Muchos pensarán que lo aquí anotado no reviste mayor importancia; algunos otros podrían apostar a que el ánimo crítico equivocó el destino. 
Todo lo contrario, la CNC, la ex todopoderosa organización campesina, pertenece al PRI, forma parte de su estructura, está incluida en los estatutos de este partido como parte del sector campesino, por lo que el acto celebrado en la antigua Nueva Vizcaya fue un acto partidista, al que no fueron invitados integrantes, dirigentes o funcionarios públicos de otros partidos.
No, porque se trataba del congreso de uno de sus más sólidos agrupamientos, al que de frente a las elecciones del próximo había que “apapachar”, por aquello de los votos que se necesitarán en las elecciones de Durango, Zacatecas y Chihuahua, de ahí la pertinencia de celebrarlo allá.
Sin embargo, tan festiva celebración tiene un componente violatorio de las leyes de varias entidades y, por supuesto, de la federal. 
Los señores gobernadores, secretarios, presidentes municipales y el señor presidente se trasladaron a la capital de la vecina entidad en vehículos oficiales, los que, de ninguna manera, deben usarse para actos partidarios.
Más aún, los funcionarios públicos que acudieron al sarao lo hicieron en horas hábiles, las que les pagan los ciudadanos gobernados por ellos, por lo que no podían usar los horarios oficiales para acudir a un acto de una organización de su partido.
Todos y cada uno de los funcionarios públicos debieron, por lo menos, avisar a sus superiores que faltarían; en el caso de los gobernadores (como es el caso de Chihuahua) debieron trasladarse a Durango con sus propios recursos y debieron pedirle a los secretarios de hacienda respectivos que les quitaran de su salario la parte proporcional, porque no acudieron a un acto oficial, por más que pudieran argüir que estaría el presidente de la república.
Acostumbrados como estamos a que lo anterior formaba parte de la normalidad corporativa de México, pocos alcanzan a comprender la profundidad del daño realizado a la vida democrática nacional.
¿Y a poco creen que tales reuniones no tienen objetivos más terrenales que el de escuchar el discurso de Peña Nieto, repetitivo a más no poder de los emitidos por sus antecesores, antes del 2000?
Claramente tiene la intención de ir cerrando filas, afinar estructuras, prepararse con todo a fin de enfrentar la principal y quizá única meta de esta organización, ganar votos para el PRI.
Si hiciéramos abstracción del escenario y la fecha, podríamos apostar que los presidentes Miguel Alemán, Ruiz Cortines, López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, etc., podrían haber dicho lo siguiente: 
“Queremos un campo próspero y un campo justo, en el que la productividad y la creación de riqueza contribuyan a abatir la pobreza y la desigualdad, los campesinos de México tienen en el Gobierno de la República a un aliado”.
Además, para calificar a su gobierno podrían haber dicho que “La actividad agropecuaria de México está creciendo y se está moviendo a favor de los campesinos”.
Y el discurso de cualquiera de ellos pudo terminar así: “Los convoco a que con unidad y trabajo, sigamos impulsando juntos la transformación del  campo mexicano”.

Sí, lo dijo Peña Nieto, el primer presidente priista del siglo XXI.

lunes, 24 de agosto de 2015

Fideicomiso, poder extramunicipal

Mega Radio, 24 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
La creación del fideicomiso de los puentes fronterizos, por sus características, alcances y beneficios, hace que sus facultades rebasen las del ayuntamiento de Juárez y en la práctica se pueda erigir en un nuevo poder público.
Tendrá a su cargo la operación de los puentes internacionales de Zaragoza-Ysleta, Reforma, y Paso del Norte, ubicados en Ciudad Juárez, así como el Guadalupe-Tornillo – que aún está por entrar en operaciones–.
El Fideicomiso tendrá como facultad, entre otras, DETERMINAR los proyectos de rehabilitación o desarrollo de infraestructura en Ciudad Juárez a los que se destinarán los flujos obtenidos.
Y si tales facultades, por encima de las municipales, son preocupantes, la de que podrá “Contratar o emitir deuda respaldada por los flujos derivados de la Concesión de los Puentes Fronterizos”, lo es aún más.
Convertido en un nuevo super ente público, el nuevo fideicomiso, en la práctica desaparece a la autoridad municipal; así, el gobierno del estado, mediante este fideicomiso, le quita a aquella, la potestad de la obra a celebrar en en el antiguo Paso del Norte.
No es todo, la conformación del Comité Técnico -el órgano dirigente del fideicomiso- será abrumadoramente por funcionarios estatales y federales, encabezados por el gobernador del estado y el municipio de Juárez sólo tiene derecho a ¡¡¡Dos!!!, además de otros dos representantes de la Sociedad Civil, pero designados por el Comité Técnico.
Más aún, los ingresos de los puentes fronterizos rondan los 250 millones de pesos anuales y ya se habla de que el gobierno estatal solicitaría un financiamiento, a través de la bursatilización, de mil 500 millones de pesos.
Salvo el diputado panista, Rogelio Loya, nadie alzó su voz para defender al municipio de Juárez. El proyecto fue defendido por el también juarense, Daniel Murguía.
El gobernador Duarte, para enfrentar las críticas hacia este fideicomiso, elogió la decisión del Presidente Peña Nieto para entregar la concesión, “algo que faltó en las dos administraciones federales previas”, dijo, pero no abordó el hecho de que, siendo recursos generados en la frontera, debiesen ser ejercidos por la instancia municipal.
Este asunto, y el de la iniciativa del Presidente Peña Nieto para normar las deudas de municipios y estados, puso de nueva cuenta al día la discusión acerca del monto de la deuda de Chihuahua.
Y no sólo, sino también de la pertinencia del endeudamiento pues a un año del término de las actuales administraciones puede llegarse al caso de adquirir niveles de endeudamiento que afecten las posibilidades de desarrollo de la entidad porque se comprometen las participaciones federales o los ingresos propios, como es el caso, y que las siguientes administraciones estatales pudieran quedar atadas de manos ante los niveles de endeudamiento.
Durante los próximos 30 años (o quizá un poco menos) los gobiernos estatales de Chihuahua no accederán al ingreso del peaje de las carreteras concesionadas al Estado, alrededor de 2 mil millones de pesos al año.
De aprobarse la bursatilización de los puentes fronterizos, durante el plazo pactado dejarán de percibirse los 250 millones de pesos anuales.
Por supuesto las finanzas estatales están comprometidas, dejaremos de percibir aquellos montos porque los pedimos ahora, para gastarlos ahora.
Solo para ubicar parte del problema, el municipio de Juárez deberá pagar, en el curso de 30 años, la deuda adquirida para las obras del Plan de Movilidad Urbana.
¿Valía la pena, ante la realidad de las obras construidas hasta ahora? 
¿Porqué no se le apostó, como en otros casos, a la capacidad gestionadora del gobernador Duarte, que tanto le elogian sus panegiristas, y obtener recursos federales para el PMU?

Así, a falta de otros argumentos, más allá de que el gestor es el que debe administrar los recursos, el hecho de que se hable, ya, de una bursatilización de los puentes fronterizos, motiva a la desconfianza y a que se intuya un nuevo episodio de endeudamiento sobre los ingresos del Gobierno de Chihuahua y que, para lograrlo, se golpee al municipalismo.

domingo, 23 de agosto de 2015

Fideicomiso fronterizo, nuevo super poder

El Diario, 23 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
Los juntaron, y bien. Para la sesión extraordinaria del 14 de agosto pasado, el Congreso del Estado programó la discusión y aprobación de un conjunto de asuntos que, por separado, merecerían, no sólo el análisis sino hasta el rechazo, del total o de algunas porciones de las iniciativas aprobadas, o, incluso, más tiempo para que la sociedad chihuahuense las procesara.
Por su impacto en la vida futura cercana de los chihuahuenses, el accidente del Aero Show -y la posibilidad de fincarle sanciones al ex alcalde y aspirante a la gubernatura, Marco Adán Quezada- opacó al resto de los asuntos.
Uno de ellos, el de la creación del fideicomiso de los puentes fronterizos, por sus características, alcances y beneficios, además de que entre sus facultades incluye la contratación de financiamientos, a través de la bursatilización, amén de los alcances que los diputados le aprobaron, hace que sus facultades rebasen las del ayuntamiento de Juárez y en la práctica se pueda erigir en un nuevo poder público.
La iniciativa del Gobernador César Duarte para crear el “Fideicomiso de Puentes Fronterizos de Chihuahua” fue aprobada prácticamente por unanimidad. Tendrá a su cargo la operación de los puentes internacionales de Zaragoza-Ysleta, Córdova de las Américas, Reforma, y Paso del Norte, todos ubicados en Ciudad Juárez, y los ingresos generados servirán, según reza la iniciativa de marras, “para financiar y administrar la rehabilitación o desarrollo de infraestructura en beneficio de la población de Ciudad Juárez”.
Los puentes fronterizos están actualmente concesionados por el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y aun cuando el Estado de Chihuahua no ha recibido de la administración federal la concesión, Duarte la da como un hecho, de ahí la celeridad (¿Será la única?) para aprobar el fideicomiso, suponen, el promovente y los legisladores que el gobierno federal lo hará.
Hasta ahí todo bien, es en las funciones y fines del fideicomiso en donde se prenden las luces de alerta. 
El Fideicomiso tendría los siguientes fines: Destinar sus recursos a la rehabilitación y desarrollo de infraestructura en Ciudad Juárez, a través de asociaciones con la iniciativa privada; DETERMINAR los proyectos de rehabilitación o desarrollo de infraestructura en Ciudad Juárez a los que se destinarán los flujos obtenidos.
Y si tales facultades, por encima de las municipales, son preocupantes, las siguientes no lo son menos: “Llevar a cabo por conducto de terceros, la rehabilitación o desarrollo de proyectos de infraestructura, así como licitar en términos de las leyes de la materia contratos de servicios, obra pública o asociaciones público privadas para dichos efectos”, y por si fuera poco, contratar o emitir deuda respaldada por los flujos derivados de la nueva concesión de los puentes fronterizos.
Y la más importante, “Contratar o emitir deuda respaldada por los flujos derivados de la Concesión de los Puentes Fronterizos. Podrá realizar la bursatilización de los ingresos derivados de la explotación de cada uno de los Puentes Fronterizos, ya sea en conjunto o de cada Puente Fronterizo en lo particular. El producto resultante de la bursatilización respectiva deberá integrarse al patrimonio fideicomitido y se destinará al pago de nuevos proyectos en Ciudad Juárez, aprobados por el Comité Técnico”.
Convertido en un nuevo super ente público, el nuevo fideicomiso, podrá, “Según se requiera, celebrar convenios de coordinación con los gobiernos federal y municipal para el desarrollo de proyectos en Ciudad Juárez, Chihuahua, que por sus características sean del ámbito estatal o municipal”. Es decir, la autoridad municipal desaparece, el gobierno del estado, mediante este fideicomiso, le quita a aquella, la potestad de la obra a celebrar en la frontera “más bonita de México”.
No es todo, la conformación del Comité Técnico -el órgano dirigente del fideicomiso- estará conformado por el gobernador del estado o quien él designe; un Secretario Técnico, designado por el mandatario; un representante de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; un representante de la SCT; El Secretario de Hacienda de Gobierno del Estado; un representante de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas estatal; un representante de la Secretaría de Economía del Estado; ¡¡¡Dos!!! Representantes del ayuntamiento de Juárez; un representante por cada acreedor del Fideicomiso; ¡¡¡Dos!!! representantes de la Sociedad Civil de Ciudad Juárez, pero designados por el Comité Técnico y dos diputados locales.
Lo anterior es como si, usando un símil, Juárez fuera una zona petrolera y quienes definieran qué se hace con los ingresos petroleros fueran representantes de otras entidades públicas.
Más aún, los ingresos anuales de los puentes fronterizos rondan los 250 millones de pesos y ya se habla de que el gobierno estatal solicitaría un financiamiento, a través de la bursatilización, de mil 500 millones de pesos.
De darse esta eventualidad, significaría que la sociedad juarense tendría, prácticamente, una nula participación en la definición de la infraestructura a construir, pues a pesar de que existe toda una regulación -el Plan Municipal de Desarrollo y otras normas- y una instancia encargada de la planeación -el IMPLAN-  éstas no están contempladas en la definición del gasto por los ingresos de los puentes fronterizos.
Salvo el diputado panista, Rogelio Loya, nadie alzó su voz para defender al ayuntamiento juarense. El proyecto fue defendido por el también juarense, Daniel Murguía y el presidente del Congreso, diputado de Movimiento Ciudadano, Fernando Reyes, es el que mejor defendió la postura gubernamental, dijo que el fideicomiso sería administrado “por quien lo gestionó”.
¡Válgame! 
El gobernador Duarte, para enfrentar las críticas hacia este fideicomiso, elogió la decisión del Presidente Peña Nieto para entregar la concesión, “algo que faltó en las dos administraciones federales previas”, dijo, pero no abordó el hecho de que, siendo recursos generados en la frontera, debiesen ser ejercidos por la instancia municipal, para oponer una postura contraria a la prevaleciente en la actual administración federal, la de centralizar -o querer hacerlo- absolutamente todas las esferas de la vida pública.
En tal postura se ubicó, por ejemplo, el vicepresidente de prensa del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas de Juárez (IMEF), Miguel Díaz Marín, quien declaró que lo idóneo sería que el 100 por ciento de esos recursos se quedaran en Juárez: “Existe un centralismo feroz en esta Administración, y el Gobierno controla la vida de los municipios, sus finanzas, todos los proyectos y hasta los puestos de cada funcionario; por el momento hay demasiado que no es sano, porque no se le da la autonomía que los municipios requieren para que manejen la riqueza que generan”.
Este asunto, y el de la iniciativa del Presidente Peña Nieto para normar las deudas de municipios y estados, puso de nueva cuenta al día la discusión acerca del monto de la deuda de Chihuahua.
Y no sólo, sin también de la pertinencia del endeudamiento. Este, por sí no es malo, siempre y cuando se cumplan con varios parámetros, el principal, el que no afecte la capacidad de pago; luego, el que los destinos del endeudamiento sean los requeridos y, tres, que los niveles de endeudamiento no afecten las posibilidades de desarrollo de la entidad debido a la falta de fuentes de ingreso, o propias, o porque estuvieren comprometidas las participaciones federales y que las siguientes administraciones estatales pudieran quedar atadas de manos ante los niveles de endeudamiento.
En ese sentido, prácticamente todos los medios de comunicación, incluidos los especializados en finanzas, y la mayoría de los analistas que abordaron el tema, ubicaron la deuda de Chihuahua entre las más altas del país, gracias a que la deuda “carretera” fue incluida, en esos análisis, precisamente como deuda.
No entremos a la discusión semántica, vayamos a la realidad. 
Durante los próximos 30 años (o quizá un poco menos) los gobiernos estatales de Chihuahua no accederán al ingreso del peaje de las carreteras concesionadas al Estado, alrededor de 2 mil millones de pesos al año.
De aprobarse la bursatilización de los puentes fronterizos, durante el plazo pactado dejarán de percibirse los 250 millones de pesos anuales; además, de pagarle a los tenedores de los bonos el capital prestado a Chihuahua, deberemos pagarles las más atractivas tasas de interés del mercado, por eso los compran.
¿Qué no están comprometidas las finanzas de Chihuahua por ello? Por supuesto que sí, dejaremos de percibir aquellos montos porque los pedimos ahora, para gastarlos ahora.
De ahí que la cuestión en estos días sea la pertinencia de solicitar nuevos empréstitos, financiamientos, endeudamiento, o como se les quiera llamar; estamos a un año de que nuevos gobiernos asuman la conducción de la sociedad chihuahuense ¿Es conveniente elevar el nivel de endeudamiento?
Solo para ubicar parte del problema, el municipio de Juárez deberá pagar, en el curso de 30 años, la deuda adquirida para las obras del Plan de Movilidad Urbana, son cientos de millones de pesos que anualmente entregarán las siguientes administraciones municipales juarenses. 
¿Valía la pena, ante la realidad de las obras construidas hasta ahora? 
¿Porqué no se le apostó, como en otros casos, a la capacidad gestionadora del gobernador Duarte, que tanto le elogian sus panegiristas, y obtener recursos federales para el PMU?
Así, a falta de otros argumentos, más allá de que el gestor es el que debe administrar los recursos, el hecho de que se hable, ya, de una bursatilización de los puentes fronterizos, motiva a la desconfianza y a que se intuya un nuevo episodio de endeudamiento sobre los ingresos del Gobierno de Chihuahua y que, para lograrlo, se golpee al municipalismo.

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jueves, 20 de agosto de 2015

PAN, gana el pragmatismo

El Diario, 20 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
Se antojaba difícil el triunfo de Javier Corral a la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional. Se sabía de la fuerza de la tendencia pragmática en ese partido, luego de dos sexenios presidenciales en el poder y de poco más de tres décadas de disfrutar los privilegios del poder en los distintos niveles del gobierno, pero no se preveía que el daño fuera tan profundo.
Podrán argüirse una y mil cosas en contra de Javier Corral, lo que no se le puede escatimar es que se ha enfrentado tercamente a los círculos del poder, a los poderes fácticos y a las dirigencias de su partido. Ahora también, pero su derrota, tremendamente escandalosa, de casi 5 a 1, no da pie a otra lectura: Los peores defectos de la clase política han hecho mella, profundamente, en el partido que durante décadas fue -y buscó serlo- el de los hombres honestos, el de rescatar los mejores valores de la “persona humana (sic)”.
Los resultados son aplastantes, no sólo para Corral y sus seguidores, también para los integrantes de la sociedad mexicana que le apuestan a los cambios democráticos. Ricardo Anaya obtuvo 193 mil 944 votos (81.91%), frente a los 37 mil 953 (16.03%) de Javier Corral.
El nuevo dirigente, Ricardo Anaya, no podrá desligar de su currículum que fue uno de los mejores ejecutores del Pacto por México que, como le dijera Corral en el debate, se le “cansaban” las manos, de tanto aplaudirle al Presidente Peña Nieto y que, ahora, en el curso de la campaña anunció que su gestión sería de plena oposición al gobierno del mexiquense.
¿Cómo creerle que así será si en el curso de los últimos años fue lo contrario?
Esa incongruencia es la que ha llevado a los políticos y a sus partidos al descrédito ciudadano y, es la que le impidió al PAN alzarse con un triunfo arrollador en las elecciones de medio año, en un escenario que se antojaba ideal para obtener tan inmerecido galardón.
Sí, porque el gobierno de Peña Nieto atravesaba (aún) por una seria disminución en las evaluaciones realizadas por la ciudadanía, fruto de varios factores a cual más de impactantes, la economía paralizada, el peso devalúandose, El Chapo que se escapa, la desaparición de los jóvenes de Aytozinapa que no se aclara, la matazón que no cede y los continuos dislates del presidente, además de la aparición electoral de Morena, que le quitó decenas de miles de votos al PRD y que no los convertía, a ninguno de los dos, en los posibles receptores del descontento popular, hacían inmejorable el entorno para que el panismo ganara más gubernaturas, alcaldías y pudieran acariciar la posibilidad de convertirse en la mayoría de la Cámara de Diputados.
Pudieron ser muchos factores, pero uno de ellos fue central, el de aparecer al lado del PRI en las reformas aprobadas y ufanarse, -Gustavo Madero, el dirigente panista, se cansó de repetirnos que las reformas aprobadas traían el “gen panista”- de que las reformas eran las buscadas por el PAN hacía mucho tiempo.
¿Podrán convivir en el PAN tan ajenas y enfrentadas concepciones, que tan crudamente Javier Corral describiera como la “Batalla entre dos culturas”, la cultura panista y la priista existente en el seno de su partido? 
Es muy difícil que congenien aquellos que enarbolan la cultura panista “que resiste en el ideal y se empeña en recuperar los principios y valores que dieron origen a nuestra institución”, con aquellos que abrevan de la “cultura priísta representada por el consorcio que ha colocado los intereses de sus socios – económicos y políticos – por encima del bien común, y está aliada con el gobierno corrupto de Enrique Peña Nieto”. (Sitio de Javier Corral Jurado, 18/VIII/15).
Los señalamientos de Javier Corral son lapidarios. Llama “dolorosa tragedia política” a su partido, fruto de la acción de “los simuladores y los logreros”, a los que acusa de intimidar, chantajear, simular y engañar, “Que (practican) aquí adentro, lo que tanto tiempo criticamos allá afuera”.
Y anuncia la posibilidad de dar origen a una corriente interna, algo que siempre ha existido (recordemos de qué manera se quejaban hace algunos años de la llamada “onda grupera”) pero que ahora aparece formalmente con el ánimo de “extirpar ese PRI que se metió dentro del PAN”.
Las primeras frases de Anaya son de inclusión. No tardaremos mucho en develar si fueron sinceras, el modo en que procesen las candidaturas a los cientos de puestos que estarán en disputa el próximo año, lo revelará, el problema es que en ello se definirá cómo enfrentarán el 2018.

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lunes, 17 de agosto de 2015

El PRI se divide

Mega Radio, 17 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
Sorpresivamente, mediante una conferencia de prensa, el ex alcalde capitalino, Marco Adán Quezada, no sólo denunció que se le pretendía inhabilitar de sus derechos políticos, sino que, además, señaló al Gobernador César Duarte de ser el autor de tal pretensión.
A los señalamientos de Quezada respondió el Gobernador Duarte de inmediato: “A mí me parece que es quererse vacunarse en salud…. 
Lo dicho por Marco Quezada es un verdadero obús político. 
Dijo que “manipulando la ley y los procedimientos legislativos, se buscará limitar mis aspiraciones y derechos políticos mediante la inhabilitación… Estoy convencido de que la motivación de esta intención no obedece ni a la justicia ni a la legalidad”.
La ruptura cruza íntegramente el documento: “Es lamentable se recurra a las peores prácticas autoritarias y que sea a través de las instituciones del Estado como se pretenda a eliminar a los adversarios políticos.”
“Si su meta es inhabilitarme, la mía es defender mi libertad y mis derechos políticos frente a la sinrazón y el abuso de poder”.
Los señalamientos del ex alcalde fueron más que directos al gobernante, aseguró que políticos y legisladores fueron presionados por el Ejecutivo estatal para que lo inhabiliten a él y a los demás funcionarios involucrados en el Aeroshow 2013.
Así, de modo tan ríspido y tan escabroso, el PRI parece encaminarse a un proceso en el que las cosas pueden no presentársele tan favorables como en el proceso electoral de junio pasado.
El lenguaje usado por Quezada y Duarte es de ruptura, devela las soterradas diferencias de cuando coincidieron en el gobierno. El sorpresivo anuncio del ex alcalde pareciera ser el intento de adelantarse a un posible “madruguete” del gobernador Duarte y evitarlo.
Para evitarlo, Marco Adán Quezada obtuvo un amparo a fin de que el Congreso del Estado no lo inhabilitara y logró que, como lo debieron hacer muchos meses atrás, el pleno legislativo acordara ordenarle a la Auditoría Superior del Estado escuchara los argumentos de descargo, no sólo de Quezada, sino de todos los ex funcionarios señalados en el dictamen de esa dependencia e iniciara, apenas, el cumplimiento de la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), algo que todavía no han realizado a cabalidad el Poder Ejecutivo del Estado, ni el ayuntamiento de Chihuahua, que ordena investigaciones y de ninguna manera, como lo dijeran Duarte y de la Rosa, en el curso de la semana, sanciones que podrían llegar a la inhabilitación.
La pretendida inhabilitación de Quezada le acarreó al Gobernador Duarte dos cosas, ambas altamente negativas para su imagen ante la nueva dirigencia del PRI y ante el equipo gobernante.
Por una parte, el que el priismo, no sólo de la capital, ahora está dividido y ese hecho le originó a Duarte la pérdida, ante el equipo de Peña Nieto, de un factor que presumía extremadamente, el de la plena gobernabilidad y la gran unidad del PRI en Chihuahua.
Había, hubo, diferencias mayores entre los principales grupos del PRI en Chihuahua, pero siempre las habían mantenido de manera soterrada; ahora no, Marco Quezada señaló que la inhabilitación era motivada por la sinrazón del poder y, con la concurrencia de varios cientos de simpatizantes suyos frente al edificio del Congreso del estado el viernes anterior, la disputa la ha llevado a todo lo alto del partido gobernante en Chihuahua.
El Gobernador Duarte tiene un nuevo escenario, nada favorable para su pretensión de designar -o “sugerirle” al Presidente Peña, con posibilidades de obtener una respuesta positiva- a su sucesor en la silla principal de Palacio de Gobierno. Ya no podrá “presumir” de la “gobernabilidad política” existente en Chihuahua, y mucho menos, de la unidad al interior de su partido.
La pretensión de inhabilitar a Quezada lo llevó al peor de los escenarios, para el mandatario chihuahuense, luego de que Manlio Fabio Beltrones se alzara como el candidato de “unidad” para dirigir al PRI y lo dejara fuera de la dirigencia nacional.
Los acontecimientos de la última semana lo pueden dejar fuera, también, de otra de sus aspiraciones, la de integrarse al equipo presidencial. Le estallaron, con repercusiones nacionales, el paro del transporte urbano en la capital y se enfrentó al, quizá, más poderoso grupo al interior del priismo chihuahuense, en lo que es, a no dudar, un episodio más de la dura lucha por el poder en la entidad.

Y, luego, el accidente, del que esperamos se recuperen todas las víctimas, con bien, y pronto.

domingo, 16 de agosto de 2015

¡Vaya semana, la de Duarte!

El Diario, 16 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
La culminó con un lamentable accidente en el que, por fortuna, las consecuencias no fueron mayores, salvo lesiones de las que, esperamos, salgan todos con bien.
Pero la semana no le inició con ese talante, no solamente para el gobernante, también para una buena parte de los habitantes de la capital con el paro de los choferes del sistema de transporte urbano -Vive Bus- que desquició a la ciudad durante casi largas 8 horas y que develó, nuevamente, ahora por un asunto que tiene larga data, el del no pago de las cuotas del Infonavit por parte de la empresa titular del transporte, la Coordinadora de Transporte Colectivo (CTC), por un monto de 26 millones de pesos, las corruptelas y la inexplicable protección oficial a un grupo de empresarios.
El anuncio lo habían hecho los trabajadores el lunes. Las autoridades no pudieron resolver las exigencias de los trabajadores y el martes fue el caos.
Así, a días de la presentación del 5o. informe de gobierno, el principal proyecto del gobierno duartista es un verdadero dolor de cabeza para los capitalinos y no hace más que develar la profundidad y la fuerza de las relaciones entre los gobernantes y los concesionarios.
Pero no terminábamos de digerir el conflicto del Vive Bus cuando inusitadamente el ex alcalde capitalino, Marco Adán Quezada, lanzó el obús de la tentativa duartista de inhabilitarlo, a lo que le agregó un amparo obtenido a fin de que el Congreso del Estado no lo hiciera y que, a cambio, como lo debieron hacer muchos meses atrás, el pleno legislativo acordó ordenarle a la Auditoría Superior del Estado escuchara los argumentos de descargo, no sólo de Quezada, sino de todos los ex funcionarios señalados en el dictamen de esa dependencia e iniciara, apenas, el cumplimiento de la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), algo que todavía no han realizado a cabalidad el Poder Ejecutivo del Estado, ni el ayuntamiento de Chihuahua, que ordena investigaciones y de ninguna manera, como lo dijeran Duarte y de la Rosa, sanciones que podrían llegar a la inhabilitación.
Y si el tema del Vive Bus le había acarreado al gobierno estatal innumerables muestras de repudio, la pretendida inhabilitación de Quezada le acarreó al Gobernador Duarte dos cosas, ambas altamente negativas para su imagen ante la nueva dirigencia del PRI y ante el equipo gobernante.
Por una parte, el viernes, el día que el Congreso abordaría ese asunto, el priismo, no sólo de la capital, amaneció dividido y ese hecho le originó a Duarte la pérdida, ante el equipo de Peña Nieto, de un factor que presumía extremadamente, el de la plena gobernabilidad y la gran unidad del PRI en Chihuahua.
Eso se acabó al momento que Marco Quezada lo señaló directamente como el que le pidió a los diputados que lo apoyaran” en la inhabilitación; en ese momento se enfrentó a una parte del priismo chihuahuense. 
¿Qué tanto? Eso sólo lo saben los estrategas electorales de ese partido, pero a partir de los señalamientos de Quezada y las declaraciones del Gobernador Duarte -Se está curando en salud- que denotaban, por tanto, la existencia de esa intención, a las que se sumó alegremente el líder parlamentario, Rodrigo de la Rosa, quien concretamente señaló que a Quezada y al ex regidor, presidente de la Comisión de Hacienda, se les debería sancionar, y que, además, esa intención fue ratificada por la diputada perredista, Hortensia Aragón -La inhabilitación es lo menos que debe recibir Quezada, dijo-, es claro que a partir del jueves pasado el priismo chihuahuense vive una situación desconocida.
Había, hubo, diferencias mayores entre los principales grupos del PRI en Chihuahua, pero siempre las habían mantenido de manera soterrada; ahora no, Marco Quezada señaló que la inhabilitación era motivada por la sinrazón del poder y, con la concurrencia de varios cientos de simpatizantes suyos frente al edificio del Congreso del estado el viernes anterior, la disputa la ha llevado a todo lo alto del partido gobernante en Chihuahua.
A partir del señalamiento de Marco Quezada, el Gobernador Duarte tiene un nuevo escenario, nada favorable para su pretensión de designar -o sugerirle” al Presidente Peña, con posibilidades de obtener una respuesta positiva- a su sucesor en la silla principal de Palacio de Gobierno. Ya no podrá “presumir” de la gobernabilidad política” existente en Chihuahua, y mucho menos, de la unidad al interior de su partido.
La pretensión de inhabilitar a Quezada lo llevó al peor de los escenarios, para él, luego de que Manlio Fabio Beltrones se alzara como el candidato de unidad” para dirigir al PRI y dejarlo fuera de esa pretensión.
Los acontecimientos de la última semana lo pueden dejar fuera, también, de otra de sus aspiraciones, la de integrarse al equipo presidencial. Le estallaron, con repercusiones nacionales, el paro del transporte urbano en la capital y se enfrentó al, quizá, más poderoso grupo al interior del priismo chihuahuense, en lo que es, a no dudar, un episodio más de la dura lucha por el poder en la entidad.
Pero si al gobernante le fué mal, a los chihuahuenses, con los actos legislativos de la semana les irá peor.
El tema del Vive Bus abarcó varios aspectos. En la sesión del viernes, el Congreso aprobó la creación del Fideicomiso de Recaudo Tarifario ViveBús Chihuahua, para darle transparencia a la recaudación, garantizar el pago a proveedores, así como para eficientar la operación del Vive Bus, del mismo modo, dijeron los promoventes, a iniciativa del Poder Ejecutivo, que se realiza en Juárez.
¡Valiente cosa!
Ahora resulta que a los señores concesionarios, que no pagan cuotas de Infonavit, IMSS, SAR, ni horas extras; que le deben a los proveedores sumas millonarias por adeudo de combustible, aceites, llantas, etc.; que no pagan el adeudo de la compra de los camiones, ahora les vamos a instalar, con recursos públicos, todos los mecanismos necesarios para hacer eficiente los rubros arriba mencionados.
Bueno, y si así están las cosas, entonces ¿Por qué no hacerse cargo del total del sistema de transporte urbano? ¿Por qué razones se crea un fideicomiso a fin de que las utilidades sean asimiladas por los concesionarios?
¡Así está fácil ser empresario! El gobierno te construye las instalaciones, te financia (a fondo perdido y sin nadie que les cobre) los camiones, paga las cuotas de las instituciones de seguridad social, te controla los trabajadores y además te crea un fideicomiso para que vigile el buen funcionamiento de la empresa y tú solo te quedas con las ganancias.
¡Ah, y por si fuera poco, las deudas adquiridas por la empresa ahora serán pagadas por el gobierno estatal!
Como el de Juárez, dicen. Y los señores de la ruta troncal de esta ciudad ¿Cuánto han pagado de la deuda de los camiones?
Y ya que andamos en terrenos de las finanzas, pues abordemos de una vez dos de los asuntos aprobados por el Congreso del Estado. Uno de ellos, que el endeudamiento aprobado por esta instancia en diciembre del año anterior, a partir del fideicomiso carretero, el gobierno estatal solicitó que ahora no se hiciera por medio de la bursatilización, sino a través de un crédito bancario, que porque están más baratos estos. 
Bueno, eso ya lo habían aprobado nuestros ínclitos diputados y casi nada queda por decir, salvo que la deuda crecerá en 3 mil millones de pesos más, sí, ahórrenos la discusión, nos dirán que no es deuda porque se paga con los ingresos carreteros, pero éstos ya no los tendrán en los siguientes años las nuevas administraciones estatales, porque se gastaron de manera anticipada.
Y ahí entra el otro asunto aprobado por el Congreso, el de la creación de un nuevo fideicomiso para la administración de 4 puentes fronterizos, por el gobierno del Estado.
Muy seguramente, en cuanto sean cedidos por el gobierno federal, el estatal propondrá la obtención de un financiamiento bajo el esquema de la emisión de bonos bursátiles.
De ese modo, la nueva administración estatal no tendrá en su manos la posibilidad de elaborar proyecto alguno a partir de los ingresos por los cruces fronterizos.
Puede ser discutible, y hasta coincidirse en la necesidad de obtener financiamientos -es decir, deuda- para la buena marcha del aparato estatal, el problema radica en los montos y en los tiempos. 
Estamos a poco más de un año del término de la actual administración; no se ve bien, de ninguna manera, que, gracias al control existente sobre el Poder Legislativo, se vaya a aprobar un nuevo endeudamiento, justo cuando una nueva administración, del color que sea, está a punto de definirse.
Y no son unos cuantos pesos, las casetas del gobierno estatal por lo menos aportan alrededor de 2 mil millones de pesos anuales, es probable que los cruces fronterizos pudieran, al menos, aportar otros mil millones; nada de eso tendrán las próximas 4-5 administraciones estatales y el monto de los compromisos” del gobierno de Chihuahua, en deuda directa y financiamientos carreteros rondarán los 45-46 mmdp, más los que obtuvieran, si se aprobaran, los del fideicomiso fronterizo, amén de que esos ingresos debieran pertenecerle, y administrarlos, el ayuntamiento juarense. 
¿Si no, qué ventaja tiene, frente a las múltiples desventajas, ser frontera?
Y es que una de las desventajas para los gobiernos municipales de la frontera, es la falta de recursos para afrontar los requerimientos del gran número de mexicanos que llegan y ahí se quedan.
De todo dió la actividad legislativa del viernes anterior, cada uno de los asuntos abordados merecería una reflexión dominical, lo haremos si el tráfago de la vida pública nos lo permite, pero uno de ellos es el colmo de la simulación.
Días atrás, el Gobernador Duarte declaró su oposición a la creación del llamado Congreso flexible, que en los hechos significa aumentar de 33 a 36 los diputados locales, si se necesitara, y como no puede vetar una reforma constitucional, envió una contrarreforma, la sorpresa es que ¡Los diputados priistas y sus aliados la votaron en contra!
Contrariamente a los deseos de la sociedad, y de su presidente Peña Nieto, el número de diputados plurinominales aumentará.
¿A quién creen que engañan? ¿De veras creen que vamos a suponer que, por fin, los diputados tuvieron un momento de independencia y dignidad política?
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jueves, 13 de agosto de 2015

Ruptura

El Diario, 13 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
Sorpresivamente, mediante una conferencia de prensa realizada ayer, el ex alcalde capitalino, Marco Adán Quezada, no sólo denunció que se le pretende inhabilitar de sus derechos políticos, sino que, además, señaló al Gobernador César Duarte de ser el autor de tal pretensión, que se concretará mañana viernes  en el sesión extraordinaria del Congreso del Estado, que discutirá la auditoría realizada al accidente del AeroShow de octubre del 2013, por la Auditoría Superior del Estado.
A los señalamientos de Quezada de inmediato respondió el Gobernador Duarte: “A mí me parece que el levantar juicios y señalar al Congreso de esta manera y sobre todo, no hacer presente que el origen de este asunto es un lamentable hecho que nos ha dolido a todos los chihuahuenses, es quererse vacunarse en salud…. Yo soy muy respetuoso de las expresiones de cada actor, pero sin duda lo único que se muestra es un desconocimiento de una realidad. Si esto indica que yo tengo injerencia sobre la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, están equivocados”.
Y adujo que “el poder ejecutivo no es la instancia que se encargue de inhabilitar las aspiraciones políticas de nadie”, será, dijo, el PRI “quien establecerá los criterios para la elección de sus candidatos”.
Casi coinciden. En tanto que el ex alcalde terminaba de participar en la conferencia de prensa, a unos cuantos metros, el mandatario, acompañado de otros funcionarios, entre ellos el actual alcalde y también aspirante a la gubernatura, Javier Garfio, se “paseaba” en bicicleta en el centro histórico del antiguo San Felipe el Real.
Lo dicho por Marco Quezada es un verdadero obús político. 
En el documento presentado a la prensa asentó que “Evidentemente, un suceso doloroso está siendo administrado en el tiempo con sesgo interesado y carente de toda ética. Prevemos que manipulando la ley y los procedimientos legislativos, se buscará limitar mis aspiraciones y derechos políticos mediante la inhabilitación”. 
No dejan lugar a dudas los conceptos, son lapidarios: “Estoy convencido de que la motivación de esta intención no obedece ni a la justicia ni a la legalidad. Estoy convencido de que se trata de una descalificación previa, que busca eliminar a nuestro proyecto antes de que la carrera empiece”.
La ruptura cruza íntegramente el documento: “Es lamentable se recurra a las peores prácticas autoritarias y que sea a través de las instituciones del Estado como se pretenda a eliminar a los adversarios políticos. Creemos que la competencia debe darse en las urnas, no en la tribuna del Congreso del Estado”.
Y como lo había señalado, si bien tangencialmente en la mayor parte de las entrevistas concedidas previamente, Quezada marca, tajante, su opinión sobre la intención del grupo gobernante: “Si su meta es inhabilitarme, la mía es defender mi libertad y mis derechos políticos frente a la sinrazón y el abuso de poder”.
Además, luego de insistir en su militancia en el PRI, dejó abiertas otras vías pues escribió que “en el (momento) pertinente, pondré a su consideración mi experiencia y vocación para conducir el destino común de mis conciudadanos; a mis amigos y amigas les pido no claudicar”.
Los señalamientos del ex alcalde fueron más que directos al gobernante, aseguró que políticos y legisladores son presionados por el Ejecutivo estatal para ponerle piedras en el camino y para que lo inhabiliten a él y a los demás funcionarios involucrados en el Aeroshow 2013.
Así, de modo tan ríspido y tan escabroso, el PRI parece encaminarse a un proceso en el que las cosas pueden no presentársele tan favorables como en el proceso electoral de junio pasado.
El lenguaje usado por Quezada y Duarte es de ruptura, devela las soterradas diferencias de cuando coincidieron en el gobierno. El sorpresivo anuncio del ex alcalde pareciera ser el intento de adelantarse a un posible “madruguete” del gobernador Duarte y evitarlo.
El llamado de atención no es sólo a la sociedad chihuahuense, sino a las capas dirigentes de su partido y el país y ensombrece el aparente clima de “tranquilidad” política que había presumido el gobernador, factor que usaría para influir más determinante en la designación del candidato priista al gobierno y pone de relieve que la aparente “tregua”, pactada en el desayuno en la casa de Reyes Baeza ha terminado, lo que sigue es el enfrentamiento por el poder.
Así se inicia el proceso electoral del 2016.

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martes, 11 de agosto de 2015

El nuevo líder priista

Mega Radio, 10 de agosto de 2015
Luis Javier Valero Flores
¿Cómo se enteraron, la mayoría de los priistas, que en la práctica ya tenían nuevo presidente, sin siquiera haber iniciado el proceso de sucesión de César Camacho?
¿Cómo funciona la democracia interna en el PRI que, de inmediato y como un solo hombre, todos los dirigentes y funcionarios públicos se pronuncian por uno de ellos para que asuma la máxima responsabilidad partidaria?
Y, luego, como si los mexicanos no supiéramos hasta la saciedad la forma en que se ejerce la "democracia interna", el nuevo ungido declara que se presentó con el Presidente Peña Nieto ¡"a informarle de su decisión y que estaría atento a los requerimientos de la convocatoria para satisfacerlos"!
Tomado por sorpresa, Beltrones no tenía el nombre de la mujer que lo acompañaría como "candidata" a la Secretaría General, pero a los días ¡Oh, sorpresa, supo que sería la diputada electa y expresidenta municipal de Metepec, Carolina Monroy del Mazo, pero por supuesto integrante del Grupo Atlacomulco y por si faltara pedigree, ¡Prima del "Señor Presidente" Peña Nieto!
¿Quién la escogió como compañera de fórmula de Beltrones, porque éste no fué, como era lo lógico?
Además, para que no cundieran las falsas apreciaciones, Beltrones se apresuró a declarar que sería "un presidente del PRI cercano a Peña Nieto".
Conocidas de antaño sus aspiraciones presidenciales, puso énfasis en declarar que no buscaría la Presidencia en 2018.
¿Qué llevó a Peña Nieto a realizar una designación ajena a su grupo?
Hoy parece cambiar la visión de Peña Nieto, es probable que hayan tomado nota de que el acto de despedida de Camacho, la segunda ovación más fuerte -después de la propinada a Peña- fue la recibida por Beltrones.
Pero probablemente lo que más haya influido en su ánimo -y en el de sus asesores y compañeros de equipo- fueron las elecciones del pasado 7 de junio,  en ellas el PRI perdió 66 presidencias municipales, 25 diputaciones locales y las gubernaturas de Querétaro, Michoacán y Nuevo León, además de que dejará de gobernar a 10 millones de mexicanos.
Más aún, y probablemente de ahí se desprendieron las preocupaciones de Peña Nieto en su discurso de la "despedida" de Camacho, fue que los jóvenes entre los 18 y los 38 años, que representan 45% del electorado, votan muy poco por el PRI.
En una encuesta de salida realizada "por la empresa Parametría encontraron  que 40% de quienes votaron por candidatos priistas a diputados federales tienen 56 años o más. De igual forma, 49% de las personas que manifestaron no tener estudios dijeron haber votado por el PRI, así como 42% de los que sólo cursaron la primaria". Es decir, el perfil del votante promedio del PRI es de baja escolaridad, menores niveles de ingreso y habitante de colonias populares o de poblaciones rurales, principalmente.
En una forma totalmente contraria a lo sucedido en 2012, cuando la candidatura de Enrique Peña Nieto tuvo aceptación entre votantes de clase media urbana, en la elección del 2015 se cayó y el PRI perdió 2 millones de votantes. Además, la primera encuesta del periódico Reforma López Obrador apareció en el primer lugar de las preferencias (42%), y el priista mejor ubicado Osorio Chong, en el 5o.
Todo lo anterior puede explicar el sorpresivo cambio del equipo de Peña , pero corre riersgos. Es probable que Beltrones no defina, por ejemplo, las candidaturas a las 12 gubernaturas del próximo año, y las 7 del año siguiente, pero sí tendrá, gracias a su extendida participación política, la posibilidad de influir de modo importante en esas candidaturas.
Del mismo modo, no se le puede descartar de la carrera presidencial. Beltrones tendrá encima, no solo la vigilancia presidencial, sino la de sus "delfines" y sólo podrá alzarse con la candidatura si Peña Nieto así lo resuelve.
Podrán decirse mil cosas, pero luego de la enorme exposición del Gobernador César Duarte, sobre sus aspiraciones crece la certidumbre que el candidato (a) del PRI será nombrado por el Presidente Peña, podrá vetar, pero probablemente en peores condiciones que antes.
La historia política de Beltrones no abona en el sentido de la renovación del PRI, al contrario.
Fallecido el ideólogo priista, Beltrones se acogió a la sombra de Fernando Gutiérrez Barrios, el hacedor de las dependencias del espionaje mexicano y de los cuerpos de seguridad del gobierno mexicano. Algo de eso le quedaba, cuando, ya como gobernador de Sonora, prácticamente secuestró al presunto asesino de Luis Donaldo Colosio, Mario Aburto. Lo llevó a pasear a las playas de Tijuana, en un episodio, de los más oscuros de la clase política mexicana.

El será el nuevo dirigente del priismo, es la "nueva" cara del partido gubernamental en México.