Corrupción al grado del cinismo



El Diario, 21 de enero de 2024 

Luis Javier Valero Flores 

Azucena Uresti: Su salida del noticiario estelar de Milenio Tv -que se había constituido en el referente del periodismo crítico en la televisión abierta- constituye una gravísima regresión en la libertad de prensa y expresión. 

Reto para la 4T y el presidente López Obrador establecer con claridad su no injerencia en el despido, uno, que no se antoja, como lo dijo en el noticiero, fin de una etapa, sino, más bien, debido a las «circunstancias actuales», pues no es creíble que en la víspera de las elecciones presidenciales , la empresa tuviera otros «proyectos» periodísticos con mayor rating que ‘Azucena a las 10’. 

Vaya que son cínicos y torpes. 

¿A quién se le ocurre publicar los «compromisos» a los que fue condicionada la alianza electoral del PRI-PAN en Coahuila, más allá de los estrictamente electorales que, como es natural, todos los partidos acuerdan con sus aliados?

Debido a que, según el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, incumplió los acuerdos pactados con el PRI, publicó los compromisos y, de paso, develó el lugar en el que actúa la clase política mexicana, toda: En las cloacas

Y Morena, encabezada por el presidente, reaccionó prestamente para descalificar certeramente a los opositores.

Al hacerlo quiso encubrir lo efectuado a lo largo del sexenio, en el que lo destacado fue el reparto de embajadas como  premio a los gobernantes de la oposición que doblaran las manos en los procesos electorales locales.

Así, Cortés y Alito Moreno (PRI),  y el entonces candidato Jiménez, además de los compromisos claramente electorales, pactaron que a los panistas les correspondían: El 20% de las subsecretarías (cosa, por lo demás, aceptables pues está dentro de las facultades del gobernador), «descentralizados, desconcentrados y direcciones».

«El subsistema de educación. El Instituto de transparencia. Descentralización: infraestructura educativa, o agua, o junta de caminos. 20% de los registros civil y de las oficinas de recaudación. El 20% de las direcciones de los planteles educativos y universidades; seis notarías y la ratificación de Bernardo con magistrado».

Aparentemente, el punto de la ratificación «de Bernardo» se refiere a Bernardo González Morales, magistrado del Tribunal de Conciliación y Arbitraje, quien fue presidente del PAN en la entidad de 2014 a 2019 y al que, presumiblemente, se pedía fuera designado presidente de ese tribunal.

¡En ese acuerdo se repartían el órgano local de transparencia, símil del INAI, al que el presidente intenta desaparecer, para hacer lo mismo que hacían priistas y panistas en el pasado, es decir que las adjudicaciones y el ejercicio del presupuesto público sean lo menos transparente posible, pues ahí se encuentran los negocios millonarios.

Así quienes se desgañitan defendiendo a los órganos autónomos de los ataques presidenciales, se develan iguales, o peores.

¿Cómo se puede defender la autonomía de esos organismos, en el ámbito federal, pero en los locales tomarlos como parte del botín político.




Nada de lo señalado está dentro de las facultades constitucionales del gobernador, se trata de nombramientos que debería hacer el Congreso del Estado y que en algunos organismos de los señalados, los Consejos de ellos deberían resolver sobre sus presidencias, o el Consejo Universitario en su caso.

«Nada de méritos, nada de reclutamiento y selección profesional. Reparto de sueldos a costa de la nación», como escribe Maité Azuela. (El Universal, 11/1/24).

Lo dicho, no se han dado cuenta que les pasó por encima un tren -ahora sabemos que de color guinda- y siguen actuando con las mismas prácticas corruptas del pasado.

Porque una cosa son los acuerdos políticos, en cuanto a las candidaturas e, incluso, los puestos dependientes del Poder Ejecutivo -lo mejor sería que eso fuera presidido de un programa de gobierno común-, pero de ahí a repartirse, como si fueran cacahuates, notarías, organismos autónomos, recaudaciones, etc., hay un mundo de distancia.

Tanto Alito, como Marko deberían renunciar a sus presidencias, su manera de conducir a sus respectivos partidos, y al bloque partidista, no le ayudan al proyecto de evitar la continuidad de la 4T.

Va de anécdota personal en el ámbito local:

A unos días de haber tomado posesión de sus cargos, en 2016, los diputados del Congreso de Chihuahua discutían las comisiones congresuales a las que serían asignados.

Reunidos los del PAN, recibí una llamada de un amigo abogado, al que le habían pedido que actuara de asesor de una legisladora. La llamada fue para preguntar en cuál comisión había más dinero para los diputados, porque, dijo, esa es la discusión. Le agregó más «valor» a su petición: «Es lo que están haciendo todos los grupos parlamentarios».

¿Es lo que hacen todas las fuerzas políticas, las actuales y las pasadas?

Sí, el problema es que pactan asuntos que van más allá de facultades y llevan a que las cúpulas partidarias terminen quedándose -y repartiéndose- absolutamente todos los resquicios del poder, incluso de los organismos nacidos con el objeto de servir de contrapesos al ejercicio abusivo del poder.

No aprenden. 

De acuerdo con una encuesta del INEGI, el 78.9% de la población confía en las universidades, el 59.4 en las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y el 51.5 en los medios de comunicación. 

Los partidos ocupan el último lugar con 27.9% de aprobación. (Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2021).

Nada de lo anterior turba la conducción del proceso electoral de las dirigencias partidistas de la oposición.

Si Xóchitl Gálvez irrumpió en la escena pública, al grado de ser la candidata más aventajada de la oposición, fue por el hecho de contar con dos características, muy atractivas para los votantes opuestos al presidente (o que califican su trabajo como deficiente): 

Uno, la de alzarse como férrea opositora a AMLO y, dos, la de no estar identificada con las cúpulas partidarias.

Pero hete aquí que, primero, Xóchitl integra su equipo con varios de los más connotados colaboradores de Felipe Calderón y/o panistas y, después, las cúpulas partidarias se apropiaron de la designación de los candidatos al resto de los cargos en disputa en junio próximo.

Y si eso hicieron en los puestos federales, lo que están haciendo y harán en los cargos locales, será una repetición de los eventos realizados antes de la hecatombe electoral que sufrieron en 2018.

Por ningún lado se dieron a la tarea -porque no había voluntad- de buscar los perfiles «ciudadanos», que fueran la comparsa adecuada para el perfil de Xóchitl.

Ese es el ejercicio practicado en Chihuahua para las candidaturas federales y, aparentemente, es lo que ya están haciendo en las candidaturas locales, para las que ya develaron a los responsables de los comités municipales del Frente Amplio por México, quienes, sin duda, serán sus candidatos: Marco Bonilla, Chihuahua; Humberto Pérez M., Cuauhtémoc; Jesús Valenciano, Delicias y les quedaron pendientes Juárez y Parral.

Podrán argüir que en Chihuahua Morena está en desventaja, pero olvidan el hecho de que en 2018, los candidatos a la presidencia y al senado de ese partido, ganaron las elecciones y que en 2021 el candidato a gobernador, Juan Carlos Loera, obtuvo 444 mil votos, por 576 mil de Maru Campos.

Nadie podría afirmar, con sustento, que esa ventaja ha aumentado, más bien lo contrario, lo que podría explicar el hecho de que un priista (Tony Meléndez) sea postulado como candidato del PAN en el bastión panista de la zona centro sur,  pues encabeza las preferencias electorales de la región.

Así, la coalición opositora definió que el PAN postulara en 4 de los 9 distritos federales, mismo número que el PRI y el PRD (que no tiene registro electoral local) en uno.

El PAN contaría con un distrito aparentemente ganado (el 6 de Chihuahua, con Manque Granados), otro con una muy aparente desventaja (El 4, de Juárez, con Marisela Terrazas) uno de mucho riesgo, el 7 (Cuauhtémoc, con Rocío Sarmiento) y con Tony Meléndez, el 5, de Delicias.

A su vez, los priistas perderán el 2 y el 3 de Juárez (con  Jorge Meléndez y Manuel Alarcón Villar, respectivamente) pues la ventaja de Morena se aprecia inalcanzable; en tanto que podrían ganar el 8 (de Chihuahua, con Alejandro Domínguez, el dirigente estatal) y el 9 (Guadalupe y Calvo, con el Dip. Local Noel Chávez).

Sin embargo, si las candidaturas fueron presentadas como coalición, entonces tienen un problema de paridad de género; no la cumplen pues llevan 6 candidatos y solo 3 candidatas.

Por todo lo anterior, en 2024 ¿Se movilizará a votar por el bloque opositor la sociedad civil?

Columna de Plata-APCJ: 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023

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