Cínico reparto de culpas

El Diario, 30 de junio de 2022 Luis Javier Valero Flores ¡Pobre país, no merece tener esta clase política! Ante el hecho -probablemente- más emblemático de la presente oleada homicida que asola al país, (el asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía de la Sierra Tarahumara, entregados a esa región del país -y a su gente-) los gobernantes más importantes, por su cargo, por su relevancia social, por su lugar en la jerarquía partidista -de ahora y en el pasado- no pierden oportunidad de deslindarse de las enormes responsabilidades que tienen en esos hechos, que podrían convertirse en el antes y el después de la ola de sangre que sufrimos. No hay atenuantes, el principal es el presidente de la república, porque es el Jefe del Estado Mexicano. No puede esgrimir lo que lamentablemente expresó en la conferencia de prensa de ayer miércoles 28 de junio: “… esto último del asesinato de los sacerdotes merece una explicación de las autoridades locales a fondo. ¿Cómo es posib...