Los ‘chuecos’, siempre
El Diario, 29 de agosto de 2013 Luis Javier Valero Flores Visto como un mercado alterno por las más grandes empresas automotrices norteamericanas –que cabildearon intensamente para que quedaran inscritas las regulaciones acerca del libre comercio de autos usados, en el Tratado de Libre Comercio– México aceptó la inclusión de gravísimas cláusulas en el TLC para la industria automotriz y la industria de autopartes, que hasta fines de la década de los 90 del siglo pasado se desarrollaba dinámicamente, pues las regulaciones existentes hasta entonces obligaban a las empresas armadoras a que un mínimo del 60 por ciento de las partes de los vehículos armados en el país fueran de origen mexicano. Y no eran cualesquiera, en esos porcentajes deberían contemplarse partes del eje motriz (motor, caja de velocidades, ejes, etc.) de los vehículos. Con el TLC todo cambió. Bajaron los porcentajes nacionales, ya no se incluyó la obligación de incluir el eje motriz y la industria de autopartes desaparec...